No todo son motos en mi vida y, parte de las razones por las cuales estoy en Motor1, fueron también los autos. Me crié leyendo las revistas de autos, sus tests y sus críticas, luego pasé a internet y el blogcito fue el refugio online como para muchos de ustedes que ahora están leyendo esto. Llovió toda la semana, las motos pasaron a segundo plano y todo giró en torno al nuevo Citroën C3 Aircross. C.C. ya lo pudo probar en Brasil a fines del año pasado y su opinión la pueden leer acá. Ahora fue mi turno en las calles de Buenos Aires: manejé una semana la versión Shine Turbo 200 de cinco asientos, que tiene un precio de lista de 29.767.500 pesos. La crítica completa se reproduce a continuación.


POR FUERA

Crítica: Citroën C3 Aircross T200 Shine
Motor1.com

Esta es "la nueva" Citroën, ya está y hay que asumirlo. Incluso allá lejos quedó el C3 Aircross anterior, basado en el fallecido C3 Picasso de 2008, y lamentarse por el pasado (lejano, y no tanto) no nos va a servir de nada, salvo para valorar nuestros clásicos (y no tanto).

Sin embargo, a mi gusto este C3 Aircross se ve más agraciado que el actual C3 convencional, los guardabarros ensanchados le sientan bien y las llantas de 17” de cuatro rayos en terminación bitono, con cauchos Pirelli Scorpion en medida 215-60/17 rellenan muy bien los pasarruedas. Haberle prestado un poco más de atención en persona, que aquella vez del “Summer Car Show” le jugó a favor. Emula muy bien el estilo SUV, incluyendo apliques en plástico gris en los paragolpes, y los apliques negros en pasarruedas y zócalos laterales, acercándose más a un estilo SUV similar a la Renault Duster, imponiendo su rusticidad y dando sensación de fuera de camino. Mide 4.320 mm de largo, 1.720 mm de ancho, 1.678 mm de alto y una distancia entre ejes de 2.675 mm, y en los números parece mucho más chico de lo que se ve en realidad.

Lamentablemente, y como ya pareciera ser la costumbre, la carta de colores de la C3 Aircross nos sorprende con vibrantes tonos en escala de grises, y un bordó. Ya no pido colores, como la increíble carta de colores que trajo el C4 Cactus Puretech español, o el azul que sí está disponible en el C3, pero quizá podrían “habérsela jugado” con una opción en un color arena o en la gama de los verdes, para acompañar algunos detalles del interior que después precisaré. Pero por suerte, no hay Gris Nardo.

La firma lumínica delantera sigue la línea a la que ya estamos acostumbrados con Citroën, separando los DRL de las ópticas en dos grupos, ubicando a dichas ópticas en la parte inferior. La toma de aire frontal es enorme, quizá de más para refrigerar el T200, pero no desentona.

Pasando al lateral, además de los grandes pasaruedas y las llantas mencionadas anteriormente, nos encontramos con el elemento que más acerca a esta Aircross con el C3 convencional que son las puertas, siendo las de los pasajeros traseros notoriamente más grandes de las delanteras, pero quedando bien disimulado a simple vista, quizá una solución para ayudar a la habitabilidad en la versión de 7 plazas, que se diferenciará de esta de 5 plazas por una insignia en el exterior y el agregado de los asientos individuales en la zona del baúl. Para completar la vista lateral de un vehículo que se autopercibe SUV, no pueden faltar las falsas barras portaequipajes (con inscripciones "DON’T LOAD", "no cargar") y la terminación bicolor (blanco o negro, no pidan otra cosa) que utiliza Citroën para destacar sus SUV (vuelvan airbumps, la gente no los supo comprender).

Pasando a la parte trasera, llama la atención la pequeña luneta y el gran tamaño del portón trasero, que incluye la inscripción del modelo, la marca y la estrella del vehículo, la motorización Turbo 200. Por debajo, paragolpes negro con los detalles grises y portapatente. Como detalle, la luz de patente, junto a la cámara de retroceso están en el portón.

Punto para mi Mehari, aunque también es cuadrado como el C3 Aircross, es naranja, con llantas blancas, no necesita sobrecarga de líneas filosas y se puede desmontar para dejar sin puertas ni techo. ¡Cuidado, Bronco!


POR DENTRO

Crítica: Citroën C3 Aircross T200 Shine
Motor1.com

Destrabamos al C3 Aircross con una llave convencional con telemando incorporado, nada de llave presencia, y accedemos al interior. Ubicándonos en la plaza del conductor, se lo siente chico, y volvemos a revisar las medidas: el metro setenta y pico de ancho se lo dan más que nada los guardabarros, por lo que nos encontramos con un habitáculo algo angosto y aquí es donde encuentra toda su relación con el C3 convencional. Misma plancha de abordo, mismo volante, mismas butacas heredadas del C4 Cactus Mercosur con un tapizado símil cuero de color gris en esta versión, con apliques en contraste.

Se destacan, como es norma hoy en día, las pantallas: una TFT de 7” que funciona como tablero de instrumentos, en vez del display LCD de C3, y una pantalla multimedia de 10” en formato horizontal, con sistemas Android Auto y Apple Carplay que funcionan por vía inalámbrica. El celular puede quedar en el bolsillo y todas las funciones necesarias estarán a mano. Por suerte para nosotros, este sistema no engloba las funciones de climatización como hacía C4 Cactus, y dichas funciones serán comandadas por tres perillas giratorias convencionales. Teclas, y botones, funcionan hoy, y funcionarán siempre. Más abajo, tecla para baliza, toma de 12V y una de las tres tomas USB-A (tiene dos más para las plazas traseras), siendo esta la única que conecta con la pantalla multimedia. Debajo de ello un pequeño portaobjetos, que incluye dos posavasos como la longeva Berlingo, y la selectora de la caja CVT con siete marchas preseteadas, de la cual hablaré más adelante.

Contaremos con una guantera sin luz, un freno de mano convencional, y por detrás de ello los únicos comandos que controlan los levantavidrios traseros (incómodo para todos) y por suerte al tratarse de un vehículo con caja automática, un apoyabrazos rebatible, pero sólo para conductor.

Volvamos al tablero, pantalla de 7” TFT que hereda de Stellantis, con similitudes con modelos de Fiat. Podría decir que es completo, pero al haber estado en el garage en simultáneo con la Honda Hornet 750 (leer crítica), puedo decir que este Citroën se queda corto. Este sistema cuenta con varias pantallas entre los cuales podremos ver: velocidad, cuentavueltas, marcha en la cual circulamos, medidor de combustible con autonomía aproximada (con lectura algo errónea a mi gusto), temperatura del líquido refrigerante, odómetro total y temperatura exterior; una segunda pantalla que engloba los dos odómetros parciales, junto a consumo y velocidad promedio; la tercer pantalla muestra si la presión de los neumáticos está OK (no cuenta con TPMS, sino que detecta diferencia de presión en los neumáticos en base al ABS); una cuarta pantalla muestra el economizador de la misma manera que veríamos el cuentavueltas y por último un modo “zen” (o “pantalla mínima” como lo denomina la marca), donde sólo veremos velocidad, marcha engranada, autonomía y temperatura exterior, lo más cercano al viejo tablero del Mehari, o al tablero del C4 Cactus original.

Pasando al volante, tres rayos, tamaño reducido, forrado en cuero sintético y con botones multimedia para controlar ambas pantallas, y el control crucero o el limitador de velocidad según opción. ¿De dónde activamos dicha función? Una botonera a la izquierda de la plancha tendrá el botón para activarlo, junto al cierre centralizado, el bloqueo de las ventanillas traseras, el botón que activa el modo Sport de la caja CVT (estira las vueltas en modo automático) y el comando de los espejos eléctricos (el mismo que nos acompaña desde los tiempos de PSA, hablemos de amortizar una pieza). A favor del “Pack Eléctrico”, el bloqueo de puertas funciona en rodaje, y los cuatro levantavidrios tienen sistema “one-touch” para bajar y para subir, con cierre y apertura desde el comando de la llave.

No se nota tan “low cost” como uno cree, hasta que piensa en los comandos de los levantavidrios traseros o levanta la vista y presta atención a los parasoles (con espejo para conductor y pasajero, pero sin tapita) o elementos de confort que C3 Aircross no tiene y vehículos utilitarios de larga data como Berlingo sí, como un sistema “follow me” para las luces al apagar el vehículo, o los limpiaparabrisas con regulación automática en función de la velocidad

Dos peculiaridades de las luces: las DRL encienden las luces traseras, pero no así las de interior. Si pasamos a las luces de posición, las de interior siguen sin prender, pero podemos accionar las luces rompenieblas (sólo delanteras). Las luces de interior sólo prenden al accionar las luces bajas. Por otro lado, al apagar el vehículo las luces bajas se apagan, una buena para evitar luces encendidas y un drenaje de la batería. Sin embargo, si accionamos la llave de luces tras apagar el vehículo, y pasamos a posición, se enciende la alarma de luces encendidas. Si costó entenderlo, es mucho más extraño en la práctica.

Pasamos a los dos puntos más fuertes de C3 Aircross en el interior, las plazas traseras son enormes, tanto a lo largo como a lo ancho, para dos adultos, obviamente cuenta con Isofix con Top Tether para dos asientos de niños y tres cinturones inerciales junto a sus apoyacabezas. El respaldo de esta versión de cinco asientos rebate de manera enteriza para acceder al baúl. Y si hablamos de baúl, nos vamos a encontrar con un baúl muy grande, que cuenta con iluminación y una con capacidad de 493 litros y podemos proteger la carga con una bandeja portaobjetos, y que a mi gusto podría ser una cortina retráctil. Debajo del baúl vamos a encontrarnos con la rueda de auxilio, la cual es temporal, en medida proporcional (125/70 R16) con la que sólo podremos circular a 80km/h durante una distancia limitada. En caso de pinchazo, y llevando el baúl cargado, vayan pensando un lugar donde llevar la 17” porque no entra en el hueco.

Punto para C3 Aircross, en mi Mehari hay menos espacios portaobjetos y hay que elegir si llevar gente o cargar cosas.


SEGURIDAD

Crítica: Citroën C3 Aircross T200 Shine
Motor1.com

Como exige la ley, cuenta con ABS tanto en los discos delanteros, como en los tambores traseros, control de tracción y estabilidad, airbags frontales y laterales para conductor y acompañante, totalizando cuatro. Cumple, y ya. No hay ADAS modernas, pero al menos contamos con asistencias como el Hill Assist para el arranque en pendiente, y si queremos sumar en este apartado, la iluminación es halógena en su totalidad, salvo para los DRL. Como punto negativo, el control de tracción no se puede desconectar, lo que dificultará moverse en algún posible viaje a la nieve.

LatinNCAP todavía no sometió al C3 Aircross a una prueba, pero en 2023 el C3 convencional no recibió ninguna estrella en la prueba realizada a una versión con dos airbags: muy mal resultado (ver informe).

Otro punto para el C3 Aircross: aunque mi Mehari pese mucho menos, le harían falta aunque sea los frenos a disco delanteros.


MOTOR y TRANSMISIÓN

Crítica: Citroën C3 Aircross T200 Shine
Motor1.com

Este apartado será como separar al artista de la obra. Todos los que digan que el C3 Aircross esté mal, pidan un test drive en la versión T200, y lo digo porque la sorpresa es muy grata.

El motor T200 es de origen Fiat, y nada tiene que ver con la motorización Puretech que tantos dolores de cabeza genera por su correa bañada en aceite. Esta motorización debutó en nuestro mercado con el Fiat Pulse, y consta de un motor tricilíndrico de 999 cc, que posee sistema Multiair para el control de válvulas y que gracias a un turbo eroga 120 CV a 5.750 rpm y un torque de (como su nombre lo indica) 200 Nm a tan sólo 1.750 rpm. Todo esto va transmitido al tren delantero, mediante una transmisión automática del tipo CVT que cuenta con siete marchas preseteadas que pueden ser comandadas de manera impulsional mediante la selectora. La combinación motor-caja me pareció sinceramente el punto más alto de C3 Aircross, un conjunto que le queda excelente y probablemente mejore en algo de tamaño más reducido como 208, recientemente estrenado.

Los 120 cv pueden no parecer mucha diferencia respecto al 1.6 VTI EC5 de 115 CV, sin embargo es otro exponente de que no hay que llorar más un motor tricilíndrico de menos de mil cm3, y que hay que dejar de prestar atención a los números de potencia y sí en los de torque. Los 200 Nm están disponibles a bajas vueltas, logrando que C3 Aircross tenga excelentes valores de aceleración y elasticidad, principalmente para sacarnos de aprietos o hacer sobrepasos en ruta. La caja CVT no muestra patinamientos, reacciona rápido y mueve bien al vehículo, el modo manual no se hace necesario a menos que queramos jugar un poco, sin embargo antes de llegar al corte pasa el cambio sin que lo pidamos.

Puntazo para C3 Aircross, 3-1. Mi Mehari podrá parecer simpático con su motor bicilíndrico enfrentados y refrigerado por aire (low cost Porsche), pero jamás logrará este comportamiento y estas reacciones, a menos que se le haga un swap.


COMPORTAMIENTO

Crítica: Citroën C3 Aircross T200 Shine
Motor1.com

Los 1.211 kg que pesa este C3 Aircross de 5 asientos (66 kg se ahorra con dos plazas menos) no se notan mucho, gracias al motor T200. Tampoco es un vehículo deportivo que uno va a andar exigiendo, sino que va a aprovecharse del turbo para, como dije anteriormente, tener mayor agilidad. La configuración de suspensiones, con esquema McPherson adelante y eje de torsión atrás, está configurada para el confort, y gracias al perfil 60 de las cubiertas, los empedrados no generan incomodidades. Una de las razones de que este vehículo cayera en mis manos, fue la visita a la planta de Honda publicada hace unos días atrás, y en el trayecto ida y vuelta de Campana, me encontré con un vehículo que me sorprendió en su andar. Puede mantener tranquilamente velocidades dentro de lo legal, con un andar confortable y le sobra pedal para “apurar el trámite”. La caja CVT reacciona bien, y siempre busca llevar al auto a la menor cantidad de vueltas posibles, y bien que lo logra, viajando a 110 km/h abajo de las 2.000 rpm y no necesitando ir arriba de 3.000 rpm para moverse a 130 km/h.

El control crucero con limitador de velocidad es muy práctico, tanto para viajes como para andar sin problemas de alguna posible multa por exceso de velocidad; sin embargo la conexión de dicho sistema no fue tan de mi agrado porque al iniciarlo por primera vez en cada puesta en marcha, no comienza en la velocidad que estemos circulando, sino que uno tiene que setearlo desde cero, lo que requiere una pequeña distracción que no es conveniente.

Los frenos que constan de discos de 284mm adelante, y pese a no tener discos traseros (C4 Cactus Puretech traía y se lo tildó de “low cost”), frenan al C3 Aircross en distancias razonables, cercanas a los 43 metros necesarios para frenar desde 100 km/h.

Al circular arriba de los 100km/h no se sienten mayores ruidos eólicos, que era un prejuicio que podría llegar a tener al tratarse de un vehículo de concepción “low cost”, y uno puede mantener conversaciones tranquilo, o disfrutando del sistema de sonido de 4 parlantes + 2 tweeters que me sorprendió mucho por su buen sonido. Hablando de multimedia, la conexión inalámbrica de Android Auto y las capacidades del sistema, hacen que uno no necesite sacar el teléfono del bolsillo y evitar muchísimas distracciones generadas por el mismo. Sin embargo las distracciones de todos modos se las llevará la pantalla, ya que la falta de botones o perillas, hacen que uno requiera ver donde apoya su dedo. Por suerte, el volante multifunción ayuda con funciones limitadas. La habitabilidad es muy buena, gracias a la distancia entre ejes, y esta versión de 5 pasajeros será la indicada para quienes busquen tener mucho baúl.

El apartado consumo me dejó gusto a poco, porque esperaba consumos bajísimos para un motor “mil”, de tres cilindros, con una caja CVT y un pequeño turbo, sin embargo durante la semana promedió unos 9.7 l/100km en un trayecto mixto, cercanos a lo declarado por Citroën, los cuales me parecen un poco altos y los 47 litros del tanque de combustible rindieron una autonomía menor a 500 kilómetros. Un punto a mencionar es que la lectura del medidor de combustible es bastante errática, ya que me ha mostrado una autonomía cercana a los 80 kilómetros, con medio tanque de combustible.

¿Podemos dar un empate? El C3 Aircross podrá ganarle ampliamente a mi humilde Mehari, pero el confort de marcha del Mehari en las irregularidades sigue siendo imbatible. ¿Circular a más de 80 km/h? No es necesario, me despeina.


CONCLUSIÓN

Crítica: Citroën C3 Aircross T200 Shine
Motor1.com

Ser parte del staff de Motor1 permite estos “lujos” y a mi favor, la semana que el C3 Aircross estuvo en mi garage, el clima no pudo haber sido peor, por lo cual se agradeció y se usó muchísimo. Habitualmente soy de esos que -no sabe cómo-, pero sus vehículos siempre suman kilómetros, quizá porque no tiene en cuenta todo lo que se mueve de acá para allá.

En los más de 650 kilómetros que pude hacerle a C3 Aircross en la semana, me encontré con un vehículo que terminó atrayendo mi atención.

Cuando fue presentado en Brasil, en una preview allá por abril de 2023, no llamó para nada mi atención, incluso vi con malos ojos la versión de 7 asientos, en una plataforma tan pequeña. Mi primer “contacto” en persona durante el verano, fue una pasada breve y sin poder prestarle atención al interior. Siguió sin llamar mi atención. Sin embargo, fue en esta semana donde quizá entendí a qué juega el C3 Aircross, y más quizá al compararlo con su hermana mayor, la C5 Aircross. La idea está más clara al ver un vehículo al lado del otro, y su parecido es bastante cercano, aunque sus concepciones sean distintas.

Este C3 Aircross es un jugador más en un segmento donde todos tienen distintas propuestas para ofrecer, pero la que más se acerque quizá sea la Chevrolet Spin, a la que claramente Citroën apuntó al lanzar este vehículo el año pasado, ya que era el único vehículo generalista de “precio razonable” con una opción de siete asientos. Puede perder el baúl por completo, pero hay familias que necesitan un vehículo así y no pueden hacer el gasto de un vehículo mucho más grande. Y por el valor, se llevan un gran vehículo familiar, con un equipamiento más que apropiado y probablemente la mejor combinación mecánica del segmento: los precios de lista oscilan entre 22.449.00031.289.200 pesos.

Reitero, vayan a hacer un test-drive, porque se van a sorprender de lo bien que anda.

Sin embargo, creo que el problema de C3 Aircross no es su concepción de “low cost”, o su falsa pretensión de SUV que será sólo para ver quién estaciona más en “segunda fila” en la puerta del colegio. Es un buen producto para la familia, para el uso diario y quizá alguien que no tenga familia pueda verlo “cool” por su diseño exterior y sus rasgos bien marcados.

El problema más grande puede estar dentro del mismo grupo Stellantis: esta versión T200 Shine AT tiene un precio de 29.767.500 pesos y se encuentra muy cercano del flamante Peugeot 2008, de fabricación nacional, con el mismo conjunto mecánico y con una propuesta más moderna, con un equipamiento más importante, pero quizá sin la habitabilidad y el espacio de este Citroën.

No sé si puedo llamarme “Citronero”, pero mi cercanía con el Mehari o mi “guilty pleasure” con el C4 Cactus Puretech (sigo pensando que es un buen two-car garage), hacen que la realidad de esta marca a la cual le tenía cierto cariño, me aleje de ella. ¿Dónde quedaron ideas simpáticas como las generaciones anteriores de C3, o la serie Picasso, o la revolución que fue la Berlingo Multispace cuando apareció en el mercado? Incluso ideas como el E-Mehari que Citroën vendió en Europa hace casi una década quiso ser un vestigio de aquella marca que anhelamos, pero no llegaba a cumplir como Mehari. De este lado del planeta, cuando el desarrollo de C4 Cactus pasó a ser un ejercicio comandado por el centro de diseño de Brasil, con focus groups que definieron pasar a un vehículo con menos carácter y ser uno más del montón, ya se estaban clavando los últimos clavos en el ataúd de la Citroën que supo ser.

Habrá que acostumbrarse a esto, y eso que todavía falta conocer a Basalt, la versión “fastback” del C3 (ver fotos). Quizá aquellos que disfrutamos del rupturismo Citroën tomemos aire y miremos para otro lado, pero tampoco es que los productos sean malos, sino que estamos acostumbrados a otra cosa y esperábamos ese rumbo que ya queda lejos. El problema quizá vaya más allá de Citroën, y sea más global, ¿acaso todos los vehículos son más o menos lo mismo hoy en día? Estaciono este C3 Aircross en el playón de la Planta El Palomar, devuelvo las llaves, y vuelvo a casa, para volver a sentarme en mi Mehari. Y me quedo pensando: “¿Algún usuario de C3 Aircross se sentiría identificado con uno de estos?”

P.B.

Fotos: Juan Lopetegui


ARCHIVO PARA DESCARGAR: Ficha técnica Citroën C3 Aircross

Galería: Crítica: Citroën C3 Aircross T200 Shine

Enviá tu noticia a novedades@motor1.com