Texto de Paul “Coloflow” Szebesta
Piloto oficial de Motor1 y creador de RacingFilms
Nota complementaria al video del Ranking de Motor1 (ver video abajo)
El comienzo
Y si, como tantas otras experiencias increíbles, esto comenzó con un WhatsApp de C.C.: "Estoy hablando con Luciano Crespi para que puedas manejar el Formula 1 basado en los que armaron para la serie de Senna. La cita es el 19 de mayo en el Gálvez. ¿Estás disponible?"
RacingFilms suele hacerme faltar a muchísimos eventos y reuniones que quisiera ir, pero para las más importantes siempre me deja el fin de semana libre: "Sí, estoy", respondí. De todas maneras, no suelo ilusionarme fácil frente a estas cosas porque más allá de la voluntad de C.C., siempre hay muchísimos factores que pueden hacer que las intenciones no se concreten, así que me lo tomé con calma y el primer paso fue averiguar con los mismísimos creadores de la máquina cuáles eran las chances de que esto sucediera. Para esa misión me fui a la presentación que se iba a hacer del auto en Pronto Rótulo. Allí estarían todos los Crespi e iba a tener la oportunidad de hacer esa pregunta, y otras más. Con el primero que hable fue con Luciano y el diálogo se los reproduzco a continuación:
Antes de la presentación, Paul Szebesta entrevista a Luciano Crespi en Pronto Rotulo. A su lado, el Crespi F90, aún cubierto con la funda de Custom Covers.
-Bueno Lucho, primero gracias por todo esto, y te quiero preguntar primero por Netflix. ¿Qué se sintió encarnar a Ayrton para las grabaciones y manejar los autos?
-La verdad que estuvo impresionante. Desde el primer momento que empezamos a trabajar con el rodaje y representando a Ayrton detrás del volante en todo lo que fueron las escenas de pista fue hermoso. Fue muy exigente, hicimos muchas maniobras de todo tipo, repetimos muchas maniobras también, así que la experiencia en sí del cine fue espectacular.
-¿Y cómo surgió la idea de fabricar estos autos para poder comercializarlos?
-Desde el primer momento que los hicimos, cuando los sacamos a la pista, nos miramos con Matías y dijimos: "Bueno, ni bien podamos vamos a hacernos uno con potencia porque amerita". La sensación que nosotros vivimos en ese instante fue un poco la de entrar en el cuento del piloto de Fórmula 1. Subirse, ver las ruedas allá lejos. Creo que es algo impagable y que todos soñamos en algún momento. Se empezó a dar y creímos en hacer esto: autos con potencia, pero con una potencia controlable para que todos los podamos manejar y no tener que ser un súper atleta de Fórmula 1 para disfrutar de un auto con características similares.
-A nivel técnico, si bien ya se conocen las motorizaciones, en cuanto a suspensión y frenos, ¿de qué consta el auto?
-Es el típico auto de fórmula. Pasamos por distintos desarrollos y cada auto también tiene su modelo de suspensión. Tenés los que usan push-rod o los que usan pull-rod para suspensión delantera. La trasera son todos iguales: todo lo que es cuna, motor suspensión trasera, caja de cambios Graf, son todos idénticos.
-¿Este auto que se está presentando en primer lugar tiene un motor 1.8T ?
-Este tiene un 1.8T de Audi – Volkswagen, pero está con un par de aggiornamentos técnicos para que el motor tenga una potencia constante y linda, así que estamos trabajando con eso.
-Vos que ya lo pudiste manejar, ¿qué se siente y que trasmite?
-Y.. acelera, acelera.. La primera patada que uno le pega dice: "Wow, esto no va a ser tan fácil", pero cuando empezás a doblar y por la dimensión de las gomas y la carga aerodinámica que usamos, que es elevada, te ayuda mucho al andar. Así que está bueno, es una buena combinación.
-Bueno, y la última pregunta, que respecto a tu respuesta va a ser si duermo o no hasta el domingo: me dijeron que me lo iban a prestar para una vueltita, pero le quiero preguntar a los dueños.
-No te conocía personalmente, te vi y lo primero que pensé fue: "Bueno, entra en el cockpit, estamos bien". Asi que es muy probable que te pegues una vueltita.
-Bueno, nos quedamos a la presentación y nos vemos el domingo.
-Dale, nos vemos.
En ese momento llegó Tulio Crespi, a quien felicité por la obra y rápidamente me contestoó que fue mérito de sus hijos: Sandro, Matías y Luciano. ¿Cómo para no estar orgulloso, no?
La presentación
La ceremonia comenzó con un fuerte aplauso en honor a dos entidades del automovilismo que nos dejaron hace poco como Juan María Traverso y Enrique Aranzana. Luego Tulio Crespi fue el encargado de comenzar la presentación con unas lindas palabras para sus hijos, quienes lideraron el proyecto. Y ahora sí, el gran momento. Yo ya lo había visto para grabarlo antes de que llegaran los invitados, pero el público enloqueció cuando destaparon el Crespi F1 Concept F-90 (ver equipamiento, ficha técnica y precios).
Una vez descubierto el auto, Carlos Cristófalo entrevistó a Luciano y Matías Crespi para conocer más detalles del proyecto y de este primer auto presentado al público. Pero justo en ese momento llegó una eminencia del ambiente, el gran Heriberto Pronello quien tampoco se quiso perder la presentación del Crespi F1. Algo que todos nos preguntamos fue de dónde sacaron la información para hacer una réplica tan idéntica al auto original. Matías, quien se encarga de todo lo técnico junto a Sandro, contó que el desarrollo fue bastante difícil, ya que no hay demasiada data dando vueltas, pero que con la ayuda de VRacer, quienes hacen modelados en 3D y algunas informaciones más que lograron conseguir, pudieron llegar al resultado final, el cual es idéntico y con una terminación similar al Formula 1 original.
Luego Luciano nos contó que para la serie de Netflix se hicieron un total de 22 modelos, empezando por la Fórmula Ford, Fórmula Ford 2000, Fórmula 3 y luego todos los Fórmula 1. Este auto que se presentó es con el que probaron los distintos desarrollos hechos y que a su vez será el test car que podrán usar los potenciales clientes para experimentar las sensaciones y performance que ofrece el auto. Pero como se suele decir, lo mejor está por venir. En estos momentos se está trabajando en un auto inspirado en el McLaren MP4/4 que equipa un motor V6, y a su vez en otro auto inspirado en la Ferrari, como la que se presentó. El evento terminó con lo que todos esperábamos: el auto desnudo, sin el carenado y con el motor en marcha. Previo a eso Luciano advirtió que "no jodamos" con que hace "poco ruido", ya que es turbo. "¿Quieren un V12? Ya vamos a traer un V12", sentenció y ahí nomas le pegó unas aceleradas llevándolo a corte de inyección. Había que espantar a los mosquitos, mientras nosotros nos babeábamos.
El gran día
Llegué al autódromo de Buenos Aires, más precisamente al box de Omar El Bacha, donde esta estaba hospedando el auto. En este mismo lugar durmió el Indy de Juncos con el que Canapino hizo su primera exhibición: le sobra magia a este lugar. Por un lado, estaba nervioso y por el otro tranquilo. La tranquilidad venía en cuanto a que desde un principio sabía que cuando llegara el momento de subirme me lo iba a tomar más como un paseo que como una prueba. No porque desconfiara de mis habilidades conductivas, si no por algo que aprendí a lo largo de estos años probando autos. Cuando uno se sube por primera vez a un auto hay que ir tranquilo hasta conocerlo y saber cómo responde, más si es uno de carreras.
Y si los dueños no te conocen y están en la prueba, esa tranquilidad hay que maximizarla al extremo. Siempre hay que demostrar que uno es obediente con las órdenes que le dan y que usa el sentido común. En vez de querer demostrar que uno es buen piloto, es mucho mejor demostrar confianza y hacerle saber a los dueños que no nos permitiremos hacer estupideces que pongan en peligro la integridad del auto. De esa forma uno abre la puerta a una segunda oportunidad de subirse y ahí sí, con un poco más de conocimiento sobre el funcionamiento del auto y confianza de los dueños, poder exigirlo un poco más. Esta técnica la apliqué con el Lotus Exige cuando giré por primera vez en Track Day Argentina, con el Lotus Evora y con otros tantos más. Créanme que no falla. ¿Y entonces porque estaba nervioso? Estaba nervioso porque siempre que un auto se tira por primera vez a la pista es común y normal que surjan problemas. Tornillos que se aflojan, fallas eléctricas y un sinfín de inconvenientes que suelen aparecer en los primeros giros de cualquier auto de competición.
A eso hay que sumarle que antes de mi turno iban a pasar otros pilotos por la butaca del fórmula, por lo tanto, el riesgo de quedarme sin girar no era extremo, pero existía. Llegué varias horas antes de que saliéramos a pista, primero para poder poner las GoPro en su posición y rogándole a los dioses de la electrónica que no fallaran.
Luego me subí al fórmula para probarme la butaca y verificar que lleguara bien a los pedales y volante. También en ese momento Luciano y Matías me explicaron el funcionamiento básico del auto, cómo se prende, a que régimen de revoluciones pasar los cambios y cómo actuar frente a lo que pudiera suceder.
Después, Luciano organizó una breve reunión de pilotos donde repasamos el circuito a utilizar y nos volvió a recordar lo de "ir tranquilos".
La prueba
Llegó el momento. Una vez cambiado y ya con el buzo antiflama puesto, me dirigí hacia el final de calle de bóxes. Allí se había improvisado un box donde todos los pilotos pudimos dejar nuestros cascos. Detrás del guardrail, el público. Sobre la pista, los pilotos y colaboradores. Como me he cansado de contarles cuando hacemos las pruebas de Ranking Motor1, los tiempos de pista del Autódromo son escuetos, no importa cuándo leas esto ni en qué situación sea, siempre habrá "poco tiempo". Esta no iba a ser la excepción y contábamos con solo una hora y media de pista para que todos los pilotos pudiéramos girar.
Fue por eso que se redujo de tres giros a solo dos lo que cada piloto iba a poder andar en el auto. El primero en subirse fue Luciano, para verificar que todo funcionara correctamente y una vez hecho ese warm-up llegó la hora de empezar a subirnos. Primero se subieron Hugo Pulenta y Giorgio Carrara. Yo en ese momento aproveché para estar un rato con mis viejos, mi hermano, su mujer y mis sobrinos. Desde mis épocas con el Fiat Uno que no los veía a todos juntos en un Autódromo.
Gracias a mi baja estatura, mi turno llegó pronto, los "grandotes" quedaron para el final. También hacía rato que no me ponía la cofia, que si bien esto era más una exhibición que una prueba, nunca está de más tener todos los elementos de seguridad. Me dirigí hacia el Fórmula y mientras le echaban nafta, Pablo Ciagla de Pronto Rótulo me volvía a repetir lo que venía escuchando desde el jueves: "Tranquilo..." Yo más que nadie sabía que así iba a ser. Me subí, mientras que Mati y Lucho me ataban, y yo lo pude constatar viendo las imágenes posteriormente, pero mi mamá me dijo: "Tenías la misma mirada que cuando te subías al Fiat Uno".
Y tenía razón, en ese momento todo se desvanece. El sonido, las cámaras, la gente. Uno queda mentalmente a solas con el auto y empieza una conversación con él. El diálogo se efectúa a través de las manos en el volante y con los pies en los pedales. Mientras que el resto del cuerpo reposa sobre la butaca, a la espera de sensaciones que el cerebro traduce en información sobre lo que está sucediendo. Mati le dio marcha y me dio el ok para salir. Nada de salir quemando goma ni al corte: leva derecha para poner primera y soltamos suavemente el embrague. Primera prueba superada: no se apagó ni corcoveó. Algunos pajaritos que estaban en el lugar me dijeron que llegaron a escuchar a Luciano decir: "El Colo es el que mejor lo sacó". Puse segunda, utilizando también el embrague y lo primero que uno siente es el sacudón que pega el auto en cada marcha que entra. Sabía que Nando iba a estar en la Curva 1 tomando fotos, así que aproveché para levantar la mano y saludar como hacían los pilotos de aquella época, donde no iban tan encerrados como en los cockpits actuales.
El resto fue un paseo. Nunca había manejado en el Circuito 5 del Autódromo y mi primera vez era con un Fórmula 1. Aceleré tímidamente hasta llegar a la Confitería e hice la "Curva de los Tontos" despacio, pero haciendo rebajes para ver como respondía la caja. Al venir con las revoluciones tan bajas pasaba que no entraban al primer toque de la leva, pero decidí no usar el embrague para terminar de entender el funcionamiento de la caja.
Mantuve el ritmo tranquilo hasta llegar a la horquilla, y entré a la recta acelerando, pero sin llegar a pisar a fondo. Al final del paredón de la recta nos habían puesto una chicana con conos y todavía no conocía bien como frenaba el auto, así que hice toda la recta a un ritmo tranquilo para no llegar a ese sector con exceso de velocidad. Pasada la chicana aceleré un poco más. El auto rápidamente alcanzó los 150 km/h y ya me estaba acercando a la Curva 1.
Empecé a frenar e hice un rebaje, y si bien el auto no tiene velocímetro, una vez que tenía una velocidad moderada empecé a doblar. Y acá notamos la gran diferencia entre un auto de competición y los de calle que solemos probar. Transité la Curva 1 a unos 80 km/h, que con cualquier auto de calle iría todo de trompa y rolando. En cambio, el fórmula iba con una enorme tranquilidad casi diciendo: "¿En serio vas a doblar tan despacio?’. Yo le respondí: "Me estoy portando bien, ya vamos a tener oportunidad de divertirnos como corresponde".
Volví a transitar toda la parte opuesta a la recta principal, siempre de forma moderada hasta entrar a la recta de nuevo. Recién ahí pude tener una mínima noción del funcionamiento del auto y cómo responde. Por eso, al entrar a la recta decidí hundir un poco más el pie de derecho y tirar unos cambios hacia arriba. De nuevo el auto se puso a 150 km/h como si nada. El tiempo de vuelta, anecdótico desde ya, fue de 1:07.344. Pero eso era todo. Había cumplido con los dos giros que se habían pactado para cada piloto y había que detenerse en los boxes. Reduje la velocidad para hacer la chicana y me guardé. Luego de verificar que el auto se encuentrara en punto muerto, me desabroché los cintos y sólo quedó agradecer. Allí estaban Luciano y Matías, quienes me preguntaron que me había parecido: lo único que podía decir era "hermoso" y "gracias", una y otra vez.
Descendí del auto y era momento de relajarse. Los demás pilotos continuaron con la prueba y yo me dediqué a grabar a varios conocidos que había entre los invitados, como Javier "Nemo" Dobalo y Malek El Bacha, hijo de Omar. En cada entrada del auto a los boxes lo esperaba Alejandro Tapia de Frenemax, para medir la presión de los neumáticos: es representante de Michelin Argentina y responsable de traer esos enormes rodillos importados del exterior, que fueron bastante difíciles de conseguir. Lo bueno es que ni se gastaron. Giramos todos tan despacio que lejos de estar calientes, los neumáticos apenas llegaron a estar tibios. Terminó la prueba, todo salió bien y se percibía en el ambiente una gran alegría por la jornada vivida. Sabiendo que mi estadía en el fórmula había sido breve y sin demasiada exigencia, decidí consultar a otros de los pilotos sobre que sensaciones tuvo en sus vueltas.
Esto nos decía Fernando Croceri:
-Las sensaciones fueron muy lindas. Aparte, subirme de nuevo en un fórmula, casi al ras del piso. Hacía muchos años que no me subía a un fórmula y cuando salí, a la segunda curva ya estaba como algo que hago todos los días. Eso fue una cosa que me llamó mucho la atención. El auto me encantó, los detalles de terminación que tiene, la tenida que tiene, la frenada muy buena y bueno, los chicos tienen que seguir evolucionándolo, trabajándolo. Creo que fue una muy buena oportunidad esta de que varios nos subamos al auto para ellos estar sacando algunas conclusiones e ir limando cosas. Pero creo que es un éxito la idea y acompañar a la familia Crespi para mí es un lujo, porque son amigos de toda la vida.
-Bueno, muchas gracias y ojalá nos volvamos a subir pronto, ¿no?
-Ojalá, ojalá. Vamos a tratar de que sea así. Muchas gracias.
Para ese entonces el ambiente era de relajación total, así que aproveché para volver a hablar con Tulio y consultarle cómo había sentido el día de pruebas.
-Fabuloso, increíble .. desde el jueves. Y ver a mis hijos que lograron todo esto es lo más importante de todo. Lástima que no está Sandro, mi otro hijo, y yo lo vi como un espectador. Realmente fueron ellos, ellos y ellos. Asi que más feliz todavía. Con muchos más nervios que cuando trabajo. Bueno, pero el balance es positivo. Re positivo, fabuloso. Todo anduvo bien. Recién empezó a andar el auto, es la primera vez que pudo girar, antes tenía problemas de motor. Pero realmente, feliz, feliz, feliz. Feliz por todo esto, por el box en el que estuvimos. ¿Qué te puedo decir? Darles gracias a todos.
-Bueno, muchísimas gracias también de parte nuestra y ya nos veremos en algún autódromo.
-Bueno, bárbaro. ¡Gracias y gracias!
Por último, me faltaba hablar una vez más con Luciano, a ver cómo había vivido el día de pruebas.
-Estuvo lindo, la verdad que contento porque la experiencia fue completa, todos pudieron girar, hacer su test, su prueba y eso era lo que buscábamos. Obviamente lo que pudimos ver son las peores dos vueltas de cada piloto porque hasta que uno se hermana con los cambios y con la mecánica general del auto llevan cinco, seis vueltas, pero todos hicieron un gran trabajo. El auto lo trajeron sano, se bajaron todos contentos y eso es lo que importa.
-De parte mía y de Motor1 queremos felicitarlos a todos los Crespi por esta creación, un gran auto. Seguramente se van a cansar de venderlos porque es impresionante.
-Bueno, gracias a ustedes. Veremos qué pasa con el mercado, estamos tranquilos, vamos a ir sacando autitos momento a momento. Lo vamos a hacer sin apurarnos tanto, la idea es disfrutarlo y poder darle a aquél que lo compre un servicio continuo. Poder pasar buenos momentos en pista, así que de a poquito vamos a ir para adelante.
Y así llegamos al final. Desbordado de alegría por semejante experiencia. Obviamente que me hubiese gustado darle con los dos pies, pero como ya expliqué más arriba, no era el lugar ni el momento. Este proyecto recién arranca, queda mucho camino por recorrer y no tengo dudas de que volveré a estar muy cerca de estos Formula 1 en algún momento. Solo me queda agradecerle a los Crespi, a Pablo de Pronto Rótulo y a Motor1 por esta enorme oportunidad. Gracias a todos.
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Producción: Coloflow (@PaulSzebesta_), RacingFilms, Hernando Pollicelli, Julián Podestá, Magalí Flaks y Motor1.
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