Desde San Carlos de Bariloche (Río Negro) - Después de mucho tiempo sin novedades en el mundo de los autos y con el foco puesto en el negocio de las motos -donde es líder en la Argentina-, Honda confirmó que antes de fin de año lanzará a la venta tres nuevos productos en nuestro país: ZR-V, HR-V y CR-V. Y anticipó una "yapa": un nuevo modelo híbrido, que será un sedán (leer más).
En los próximos días veremos una seguidilla de anuncios y detalles sobre esta serie de lanzamientos, pero comencemos por el principio. Hoy se lanzó a la venta la nueva ZR-V, que es un crossover para el Segmento C (compacto, ver equipamiento y precios). Llega importada de México, comparte numerosos componentes con el Civic y se posiciona en nuestro mercado a mitad de camino entre la oferta de las HR-V y CR-V (esto se verá más claro cuando se lancen las renovaciones de estos dos modelos, en las próximas semanas).
Ya tuvimos un contacto con la ZR-V por los caminos de Bariloche. Manejamos la versión Touring, que tiene un precio de lista de 56.100 dólares (según Honda, al tipo de cambio oficial). Esta primera impresión de manejo se reproduce a continuación.
POR FUERA

La ZR-V es un crossover porque es un vehículo que comparte rasgos con autos de diferentes segmentos. Por ejemplo, tiene el desepeje del suelo cercano a una SUV (170 mm), la silueta de un hatchback y la plataforma de la CR-V. Por ese motivo, su distancia entre ejes es muy larga y es uno de los rasgos que define a este modelo: 2.655 mm (contra 2.660 de la CR-V).
El largo total de la ZR-V es de 4.568 mm. Supera en tamaño a las tres rivales más vendidas de su segmento: VW Taos (4.461 mm), Jeep Compass (4.394) y Toyota Corolla Cross (4.460). El diseño, como suele ocurrir en este rubro, tiende a tener rasgos similares con muchos competidores. Es un fenómeno causado por las necesidades de eficiencia aerodinámica y las normativas de seguridad con protección a peatones.
En Bariloche probamos la versión Touring, que es la tope de gama. La ZR-V Touring se diferencia de la variante LX (51.500 dólares) por ofrecer terminaciones externas en plástico negro brillante ("Piano Black"), caño de escape cromado y techo corredizo. Las dos versiones vienen con faros 100% de leds y calzan neumáticos Michelin Primacy AllSeason 215/60R17. Las llantas de la LX son plateadas, mientras que en la Touring son grises.
POR DENTRO

Es un Honda, así que su interior es un despliegue del clásico "futurismo racional" de la marca japonesa. La calidad de fabricación es muy buena: está un escalón por encima de los tres modelos más vendidos de su segmento, mencionados más arriba. Hay revestimientos blandos en la plancha de instrumentos, comandos cromados agradables al tacto y una curiosa rejilla de ventilación que recorre toda la línea bajo la pantalla multimedia.
El tablero es digital y con información muy clara: es una pantalla TFT de siete pulgadas. La central multimedia sobre sale bastante sobre la plancha de instrumentos y tiene nueve pulgadas (siete, en la versión LX).
La ZR-V llega importada de México, pero en ese país -además de Estados Unidos y Canadá- se vende con el nombre HR-V. Esto es porque la nueva HR-V brasileña, que vamos a recibir en nuestro mercado antes de fin de año, no se ofrece en esos tres países). Todo esto sirve para decir que las butacas delanteras son amplias, cómodas y mullidas, al gusto del usuario Norteamericano. El tapizado en cuero es microperforado. No tiene calefacción ni refrigeración de butacas, que es una opción ofrecida en otros mercados.
En el asiento trasero hay mucho espacio para las piernas. Es otra de las ventajas de la plataforma de la CR-V. El baúl tiene 389 litros de capacidad, pero es posible ampliarlo con los numerosos ajustes del asiento trasero.
SEGURIDAD

Por primera vez, Honda comenzó a ofrecer en la Argentina el sistema Sensing en toda su gama. Hasta ahora, era exclusivo de las CR-V y Pilot. Es un paquete de asistencias a la conducción (ADAS), que en el caso de la ZR-V sólo se ofrece en la versión Touring. Está compuesto por el control de crucero adaptativo, frenado autónomo de emergencia, alerta de riesgo de colisión, sistema de mantenimiento de carril y luces adaptativas.
La versión LX se debe conformar sólo con el control de crucero convencional, acompañado por el resto del equipamiento de seguridad de serie, que es muy completo: ocho airbags (incluye dos bolsas para las rodillas del conductor y el acompañante), control de ascenso y descenso de pendientes, detector de fatiga y freno de estacionamiento eléctrico con función Hold.
MOTOR y TRANSMISIÓN

Acá es donde Honda hizo la apuesta más conservadora. Mientras la mayoría de los rivales de este segmento tienen motores turbo e incluso opciones híbridas, Honda apostó a la veterana fórmula de un motor 2.0 naftero, aspirado. Por supuesto, tiene el sistema de distribución variable Dual VTC I-Vtec y un rendimiento que se posiciona en la media de sus competidores: 157 cv de potencia a 6.500 rpm y 185 Nm de torque a 4.200 rpm.
Se combina sólo con caja automática de variador continuo (CVT, con levas en el volante en la versión Touring) y tracción delantera. Es la misma combinación mecánica que tuvo el Civic brasileño en la Argentina antes de dejarse de ofrecer en nuestro mercado (leer obituario).
¿No podrían haber ofrecido el motor 1.5 turbo del Civic? Sí, pero es una variante que ni siquiera se ofrece en América del Norte. En ese mercado, la única opción extra disponible es la tracción integral (que no está prevista para la Argentina).
COMPORTAMIENTO

La presentación de la nueva ZR-V fue en el Hotel LlaoLlao. La prueba de manejo tuvo tramos de uso urbano por el centro de Bariloche y también varios sectores de ruta, por la zona del Circuito Chico y la ruta rumbo a Villa Traful, bordeando el Río Limay.
Todas las versiones probadas tenían el nivel de equipamiento Tourer, que es el tope de gama. Eso permitió probar los sistemas de asistencias a la conducción (las ADAS que Honda llama “Sensing”) y el paquete de insonorización Premium, que no están disponibles en la versión LX.
La primera sensación de la ZR-V es la de un vehículo práctico y ágil para el uso en ciudad. La aislación de la cabina es muy buena y el tren delantero se siente bastante robusto, incluso en los tramos más detonados de la Avenida Bustillo, que es la arteria más famosa del llamado “Bacheloche”: una sucesión de pozos, cráteres y desprendimientos de asfalto mal reparados, siempre a la espera de la demorada promesa del “Ensanchamiento de Bustillo”.
El motor 2.0 y la caja CVT se adaptan muy bien a la ciudad, pero no entusiasman tanto cuando salís a la ruta. Sin turbo y con variador continuo, es un conjunto mecánico que necesita muchas RPM para encontrar el torque necesario para adelantar camiones. Es un motor que demostró ser muy confiable con el Civic. Sin embargo, en ese modelo siempre se ofreció una alternativa con turbo y más caballos para estar a la altura de rivales más potentes.
Es una limitación que se nota aún más al ver el excelente desempeño del conjunto de suspensión (con eje trasero multilink), frenos (discos en las cuatro ruedas) y dirección (con asistencia eléctrica): toda la puesta a punto de la ZR-V brinda la sensación de estar sobrada, como si hubiese sido pensada para una mecánica mucho más picante.
El despeje del suelo no es muy grande: con 170 milímetros está por debajo del promedio de su segmento, pero alcanza para no fondear la trompa en cunetas y desempeñarse bien en el ripio. Además, ayuda a mantener el centro de gravedad más bajo: el rolido de la carrocería es muy poco. En los tramos más revirados del Circuito Chico se comportó como un auto divertido de manejar. El problema es que, para encontrar esa diversión, hay que llevar el motor muy “enroscado” y ahí no hay aislación acústica que alcance: el ruido de la mecánica invade con claridad el habitáculo.
Lo mejor de la ZR-V es la nueva generación de asistencias a la conducción que ofrece. El control de crucero adaptativo, con sistema de Stop&Go, está muy bien calibrado y utiliza una tecnología de cámaras de alta precisión y sin radares. Eso también se percibe en el sistema de mantenimiento de carril, que lleva el vehículo bien sobre el centro de su senda, sin ir yendo de un lado al otro del carril.
Otro detalle interesante: el frenado autónomo de emergencia tiene dos niveles de intervención. El más brusco es el que interviene con la máxima potencia de los frenos, para evitar la colisión. Pero también tiene una variante más suave, porque las cámaras de los sensores detectan los riesgo de colisión a mucha mayor distancia. En caso de que el conductor no reaccione, la frenada del sistema automático se realizará en forma más suave y progresiva, incluso hasta detener el vehículo por completo.
En la prueba de manejo no fue posible medir consumos ni prestaciones. Eso quedará para una prueba más extensa, cuando podamos manejarla al menos durante una semana y más kilómetros.
CONCLUSIÓN

Hasta el año 2013, la Honda CR-V fue una de las SUVs más vendidas de la Argentina. Todo cambió a comienzos del 2014, cuando los impuestos internos distorsionaron por completo los precios de ese segmento. La CR-V aumentó, de un día para el otro, de 40 mil a casi 100 mil dólares.
Esto dejó fuera del mercado a muchos usuarios tradicionales de la CR-V. La HR-V cubrió un poco esa demanda, pero siempre quedó en claro que era un vehículo más chico y sencillo. Ese es el bache que viene a llenar la nueva ZR-V. Sin las prestaciones, potencia y calidad de la CR-V, la ZR-V vuelve a ofrecer un Honda del Segmento C (compacto) con un precio un poco más lógico.
De acá a marzo, Honda planea traer al país entre 500 y 600 unidades de este nuevo modelo. No tendrá problemas en venderlas todas, incluso con concesionarios que se abusan, cobrando a valor "dólar billete" lo que la marca promociona al "dólar oficial". Después de muchos años sin mayores novedades en nuestro mercado, Honda volvió a poner el foco en el rubro de los autos. La nueva ZR-V es sólo el primer paso en una estrategia que estará acompañada por los nuevos HR-V, CR-V y Civic Hybrid.
Sólo le faltaría un modelo chico de precio accesible (muchos aún extrañan al Fit) y un "buque insignia", como podría ser el Civic Type-R. Todavía falta para eso, pero la marca Honda Autos -que tantos seguidores fieles cosechó en la Argentina durante las últimas décadas- parece estar de regreso: "Irasshaimase" (bienvenida).
C.C.
Galería: Contacto en Bariloche: Honda ZR-V
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