Desde São Paulo (Brasil) - Llegué a Interlagos para manejar la nueva Ram Rampage. Hace una semana, cuando C.C. estuvo en este mismo circuitro, probando el Honda Civic TCR (ver nota), me vinieron a la mente recuerdos de la única vez que pude girar en ese circuito y, sacando la cuenta, habían pasado casi 20 años. También pensé en lo difícil que sería volver a girar allí. Pero, el destino siempre tiene algo preparado para cerrarnos la boca y ahí estaba yo, entrando con el bus de la delegación de prensa argentina de Ram, al mismísimo autódromo José Carlos Pace.
No fuimos a boxes, sino a una explanada que está entre las curvas Ferradura y Laranjinha. Allí nos esperaba una carpa de Ram y unas 10 pickups Rampage: la mitad eran versiones Rebel y la otra mitad R/T, las dos con el mismo motor 2.0 turbonaftero (272 cv y 400 Nm, ver diferencias de equipamiento).
La Ram Rampage es una pick-up monocasco, que compite en el segmento de las compactas, pero que por potencia intentará robarle clientes a las medianas. En términos de dimensiones, la nueva Rampage se posiciona justo a mitad de camino entre una Fiat Toro y una Ford Maverick (pick-ups compactas, monocasco): la Rampage mide 5.028 milímetros de largo (113 mm más que la Toro, pero 44 menos que la Maverick), 2.994 mm de distancia entre ejes (4 más que la Toro, pero 80 menos que la Maverick), 1.886 mm de ancho (42 más que la Toro, pero 93 menos que la Maverick) y 1.780 mm de altura (34 más que la Toro y 35 más que la Maverick).
Ram asegura que la Rampage rivalizará en el segmento de las pick-ups medianas, pero está lejos de las dimensiones de -por ejemplo- la líder del mercado: la Toyota Hilux (5.325 de largo, 3.085 de distancia entre ejes, 1.855 de ancho y 1.815 de altura).
En el brief de pilotos (bueno, déjenme soñar), nos separaron en dos grupos. Los que se subieran a las Rampage Rebel harían un circuito off road, mientras que los de la R/T saldrían a pista de asfalto. Como todos corrieron a las R/T, yo fui caminando tranquilo al sector Rebel y me subí a la primera de la fila, justo detrás del auto-guía, que era nada menos que un Jeep Gladiator Rubicon.
Ram Rampage Rebel

Mientras me acomodaba en el asiento pensaba: "Si ese es el auto guía, no me quiero imaginar el recorrido". A mi lado, un instructor paulista especializado en vehículos en general: "Soy instructor de pista, off road, on road, todo. Menos motos, aunque sí las uso para divertirme", me comentaba mientras avanzábamos rumbo al sector fuera de pista.
El sector central del trazado de Interlagos tiene un gran bosque con tierra pegajosa y colorada. Allí, entre árboles y huellas, Ram diagramó un circuito muy técnico con sectores bastante complicados. Comenzamos tranquilos, por una huella un poco barrosa, pero firme. Primer punto a favor: la Ram Rebel y sus 264 mm de despeje están más que bien para ese tipo de juegos. Seguimos avanzando, giramos en un alambrado a la izquierda y frenamos. Mi copiloto conectó el botón que dice 4WD Low. No, no es una baja ni nada parecido a una reductora. Como ya ocurre en la Fiat Toro, el modo 4WD Low utiliza una primera marcha más corta y limita su funcionamiento a eso.
Entramos en un sector de tierra colorada, árboles y "caja de huevos". Así lo denomina mi copiloto y tiene razón. Son pozos bastante profundos y alternados en forma desordenada que, mirados con cariño, parecen un maple. Primero va la Gladiator. Se nota claramente cómo descuelga las suspensiones una y otra vez gracias al piso. El final es con un cambio de peso en diagonal, que asusta. Y allá vamos con la Rampage. Voy despacio, dejando que la suspensión copie y la carrocería se balancee. Recordar: lo de adelante tiene chasis de largueros y lo que manejo es un vehículo con estructura monocasco. A medida que nos balanceamos noto como la Rampage no sólo asimila y tracciona, sino que además no cruje, no hace ruidos, solo avanza. Llegamos al cruce final. Nos pegamos una buena sacudida en el cambio de balance. La Rampage sigue avanzando como si nada. Primer prejuicio de lado.
Seguimos adelante, más barro y huellas que pasamos sin problemas y salimos de la "jungla". Nos metemos en la pista de motocross de la parte interna del circuito y encaramos la montaña más alta. Prueba del "hold" en subida: si frenamos mientras estamos barranca arriba, al largar el freno la Rampage se queda quieta durante tres segundos para que nosotros podamos decidir qué hacer. Acto seguido, probamos la ayuda en descenso.
El resto del camino fue tranquilo hasta regresar a la base.
Ram Rampage R/T

Es el turno de salir a pista y allí nos espera la R/T de la Ram Rampage. Mismo motor naftero de 272 cv, llantas y neumáticos de 19 pulgadas, escape con sonido diferente, seteo de suspensiones distinto, 10mm menos de despeje y botón "R/T" son algunos de los elementos que la diferencian del resto. Ese botón es el equivalente al "Sport" en otros modelos, pero no ofrece más potencia. Cambié de copiloto/instructor y resultó ser un gran educador, tanto de cómo mover las manos como de trayectorias y momentos. Así hice una primera vuelta de reconocimiento, que incluyó una prueba de aceleración de 0 a 100 km/h sobre la recta opuesta. No asusta ni impresiona, pero que lo hace rápido no está en discusión. Ram asegura que acelera de 0 a 100 km/h en 6.9 segundos y declara una velocidad máxima de 220 km/h.
Las suspensiones independientes en las cuatro ruedas dejan en claro que el asfalto liso y rápido son su especialidad y la Rampage R/T se siente muy a gusto allí, a pesar de ser una pickup. Quizás una caja manual le hubiese agregado más sensaciones y adrenalina, pero por ahora no está pensada es opción. Entro en la segunda vuelta y mi copiloto no sólo me canta las curvas si no también me invita a acelerar más. ¡Y le hice caso! Los 272 cv se dejan notar y, en un circuito con subidas como Interlagos, se notan más aún.
Volvemos al punto de partida y es hora de bajarnos. Pero aún queda algo más. En el complejo donde sucedió la presentación (una media hora de auto desde Interlagos), tiene una pista bajo techo de off road, con rampas metálicas y plataformas varias. Esta vez opto por ir sentado atrás, mientras maneja uno de mis colegas.
Ram Rampage Laramie

La versión es la Rampage Laramie, la que nos quedaba por probar. Primera sorpresa: fácil acceso y comodidad para mi 1.85 metros de altura y varios kilos de más en el asiento trasero. Me até el cinturón y dimos la vuelta en la versión Laramie sin mayores inconvenientes. Punto que ya comenté en otras ocasiones en otras marcas y modelos: en off road, la cámara delantera debería ser obligatoria.
Fin de las pruebas de manejo. Sin ser exhaustivas y con mucho para seguir andando y analizando creo que a la Ford Maverick le acaba de nacer un nuevo y poderoso rival. Y a las pick-ups medianas que muchos consumidores tienen para uso urbano y diario, tamb ién. Ahora resta esperar cómo llegará configurada al mercado argentino. Su lanzamiento en nuestro país está previsto para fines del 2023 o comienzos de 2024. Ahí se informarán los equipamientos y los precios.
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