Texto de Paul “Coloflow” Szebesta
Piloto oficial de Motor1 y creador de Racing Films
Nota complementaria al video del Ranking de Motor1 (ver video abajo)

Cuando saqué la licencia de conducir -allá por el 2008 y a la semana de haber cumplido los 17 años- había dos autos que me encantaban. Hablo de los autos accesibles, desde ya. Uno era el Renault Clio Sport. El otro era el Volkswagen Bora 1.8T (si tenía las ópticas cuadradas, mejor). El hermano mayor de una compañera de colegio, Leandro, tenía uno del mismo color de la unidad de esta nota. Y cada vez que llegaba con el Bora era toda una revolución. Claro, era el auto del momento. Ningún sedán del Segmento C (compacto) ofrecía esa potencia. Tal vez por eso, tuvo mucha aceptación entre el público joven.

Pasaron los años y el recuerdo Bora 1.8T no volvió a rondar por mi vida hasta que probamos en el Ranking Motor1 el Volkswagen Vento GLi (leer crítica). Nos sorprendió la performance de ese modelo y -hasta el día de hoy- muchos VAG Boys siguen dejando sus comentarios en esa nota y en el video de YouTube, llenos de orgullo cada vez que algún auto supuestamente más deportivo queda por debajo del sedán de la marca alemana. Por eso, nos surgió a todos una gran duda: ¿si así anduvo el Vento GLi, como andará el Bora 1.8T? Para responder esa pregunta nos propusimos buscar algún ejemplar totalmente estándar, que pudiéramos medir en el Circuito 6 del Gálvez. La tarea de encontrarlo fue titánica. Nos llegaron varias ofertas para probar distintos Bora, pero todos tenían algún grado de modificación, tuning y hasta "chiúning". El que no tenía chip, tenía escape. El que no tenía ni chip ni escape tenía suspensión. Y así.

Casi que nos habíamos rendido, pero en el Ranking Motor1 si hay algo que no falta es la suerte. Allá por enero, cuando estábamos en plena prueba del BMW M240i "Active Autowerke" (leer crítica) y le estaba pidiendo a Pablo de ‘Neumarace’ (la gomería del Autódromo) cuatro slicks para calzarle al Serie 2, pude ver que uno de sus empleados estaba retirando gomas de karting de uno de los garages que se usa como depósito. Entre todas esas gomas había un Volkswagen Bora 1.8T gris oscuro, lleno de tierra. Les reproduzco el diálogo que tuve con Pablo:

-¿Y ese Bora?
-Es de Marcelo, el de la gomería del Mouras. Está en venta.
-¿Es 1.8T?
-Sí.
-¿Y está estándar?
-Sí, tiene apenas 50 mil kilómetros.
-¿Y lo podremos cronometrar?
-Dejame que le pregunto, pero supongo que sí.

Y así fue cómo, luego de cuatro años buscándolo, apareció de la forma más insólita que podía aparecer. A su vez, el hecho de que apareciera en el Autódromo mientras estábamos probando otro auto, le dio un toque de misticismo que dudo que podamos repetir en el futuro (aunque con el Ranking Motor1 nunca se sabe).
Como viene sucediendo con cada auto que probamos, el domingo a las 16hs se estrenará el video más largo de la prueba en el canal exclusivo de Youtube del Ranking Motor1. No se olviden de suscribirse, para no perderse todos los detalles.

Debo corregir algo que más de uno nos marcó en la nota del viernes pasado: este Bora 1.8T no está totalmente stock. Se le agregaron faros rompenieblas que originalmente el auto no traía. De todas maneras, esto no afectó al rendimiento dinámico del auto, así que pasemos a la crítica completa, a ver cómo anduvo el legendario 1.8T en la pista.


Posición de manejo

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Aceptable. Lo bueno de ser un auto de veinte años de antigüedad es que no tenemos una invasión de pantallas y botones táctiles que dificultan la interacción con el auto. En ese sentido, encontramos un tablero totalmente analógico, con velocímetro y tacómetro bien grandes, y temperatura de agua y medidor de nafta en el margen superior (también con agujas). En el centro hay un display monocromático donde se pueden ver consumos, kilómetros parciales, entre otra información. El volante es de tres rayos, con buen agarre y en esta unidad con tan poco uso no hay rastros de desgaste. Lo mismo sucede con la palanca de cambios, la cual es bastante directa en su accionar. La pedalera es normal, fácil para hacer punta y taco. Perdón por la falta de cámara a los pedales, pero había exceso de silicona en los plásticos, haciendo imposible que el adhesivo 3M hiciera su trabajo. En cuanto a las butacas, ofrecen un muy buen agarre y están completamente forradas en cuero. El único problema que me encontré con la posición de manejo es que, aún con la butaca lo más abajo posible, quedaba bastante altos. Desde ya que no dificulta en nada el manejo, pero para este tipo de conducción sería ideal poder ir más cerca del suelo. ¿Será por esto que los Bora Boys reclinan el respaldo casi a la altura de los asientos traseros? Tal vez aquí se develo el misterio de esa extraña e incómoda costumbre.


Suspensión

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Muy buena. Adelante lleva independiente tipo McPherson, con triángulo inferior, barra estabilizadora, resortes helicoidales y amortiguadores telescópicos. Atrás equipa eje semi-independiente con barra de torsión y brazos arrastrados, barra estabilizadora, resortes helicoidales y amortiguadores telescópicos. Este ítem es el que más me hizo acordar a su hermano mayor, el Vento GLi. La fórmula es la misma: suspensiones blandas y elevadas, pero con una compresión y expansión suaves, que nos permiten balancear la carrocería buscando el mejor apoyo en cada curva. Lo mejor que tiene esta suspensión es que nos permite jugar con el tren trasero. Esto quiere decir que, cuando iniciamos la maniobra para doblar, si le damos un buen volantazo sin acelerador, el auto rotará sobre su eje permitiéndonos dirigir la trompa hacia la cuerda interna (pero sin rebotar ante la transferencia de peso), logrando que la rueda de apoyo quede cargada durante toda la maniobra. Lo único negativo en esta configuración es que, al estar tan blando, cuando empezamos a salir de la curva con el acelerador a fondo la trompa se levanta bastante, haciéndonos perder algo de grip. De todas maneras, al no contar con una explosión de potencia en ese momento, la pérdida de grip es pequeña y la ida de trompa que genera se puede controlar fácilmente, dándole un poquito más de volante hasta lograr la trayectoria deseada.


Frenos

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Muy buenos. Con discos en las cuatro ruedas, ventilados adelante. El auto tiene un poder de frenado normal. Esto quiere decir que no tiene una capacidad de frenar en cortas distancias que asombre, pero tampoco es que frene poco. Eso sí: si tenemos en cuenta que no desarrolla altas velocidades y que el peso es relativamente bajo (1.318 kg) podríamos decir que es un aspecto que se podría mejorar. En cuanto al comportamiento en el frenaje, el auto tiende a moverse un poco, pero esto no se debe a los frenos si no a las suspensiones blandas. En cuanto a la seguridad, no es lo ideal, pero para el circuito ayuda ya que en ese momento ya podemos empezar a balancear el auto de acuerdo a la dirección en la que necesitamos doblar, realizando la carga del tren delantero de manera temprana. A su vez, es raro ver cómo actúa este ABS, el cual tiene 20 años de antigüedad y no es tan prolijo como los de hoy en día. Un detalle no menor es que hay que pisar el freno con bastante presión para lograr una buena frenada y se hunde más de lo deseado, dando una sensación un tanto esponjosa. La fatiga fue normal, con una temperatura externa de 30 grados.


Dirección

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Muy buena. Con piñón y cremallera, de asistencia hidráulica. Me encantó esta dirección. Súper precisa, con una muy buena relación entre el giro de volante y giro de las ruedas. Pero, sobre todo, al ser hidráulica, nos trasmite muy bien qué está pasando en el tren delantero: si las ruedas están patinando o si tienen grip. Esto es fundamental, ya que al tener las suspensiones blandas y no recibir mucha información por el lado del chasis -ya que venimos flotando- la dirección complementa muy bien trasmitiéndonos a través del volante lo que está pasando en las ruedas.


Transmisión

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Aceptable. Acá empecé a develar un poco el misterio de por qué tanto mito alrededor del Bora y su performance. La verdad es que, de abajo, no es ninguna maravilla. Por más que tengamos 180 cv, autos más nuevos con menor potencia logran ganar velocidad en mucho menor tiempo. Lo que siempre llamó la atención en esta versión del Bora es la velocidad final. Y el truco para ese resultado está en las relaciones de la caja. Son bastante largas, sobre todo la segunda y la tercera. En varios sectores donde suelo poner tercera casi empezando a salir de la curva, el Bora todavía tenía bastante revoluciones por delante hasta pedir el cambio. Lo mismo pasa en la recta, donde no llegué a poner quinta y fui en cuarta hasta el frenaje de la Curva 1. Sin dudas que, con una relación más corta, las salidas de abajo serían mucho mejores, pero le restarían velocidad final (que evidentemente es lo que se buscó en esta versión).


Motor

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Muy bueno. Es el 1.8 más famoso de la Argentina, con cuatro cilindros, turbo, intercooler, 20 válvulas y doble árbol de levas. Para ser sincero, me decepcionó un poco en cuanto a las primeras impresiones al acelerarlo. Desde ya que la caja con relaciones tan largas no lo ayudan en nada, pero con todo lo que había escuchado de este motor y las cifras de potencia que posee pensé que iba a ser mucho más picante de lo que realmente fue. Sin ir más lejos, logra los mismos rendimientos que los actuales 1.4T que equipa el VW Polo GTS (leer crítica) o el 1.2T del Peugeot 208 GT (leer crítica). El VW Bora llegó al final de la recta a 164,79 km/h, el Polo GTS a 162 km/h y el 208 GT a 166 km/h. Es cierto que, en el Bora, tenemos casi 100 kilos más de peso que en esos autos. Pero igual: pensé que iba a andar más rápido. Ahora, si le agregamos un poco de contexto y no sólo datos fríos, la cosa puede cambiar un poco, ya que estamos hablando de un motor con más de 20 años contra motores nuevos. Ahí la balanza se equilibra un poco más en favor del Bora, y si imaginariamente nos trasladáramos al año 2003, cuando se lanzó esta motorización, uno puede entender mucho mejor por qué se generó tanta algarabía con este modelo. Donde sí hay un gran déficit es en el sonido. En realidad, está bien porque la orientación del auto no es deportiva: casi no se escuchan ni el motor ni el turbo. Otra razón por las cuales, "hacerle el escape" está entre las primeras modificaciones encaradas por los Bora Boys.


Ayudas electrónicas

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Acá el grado de desconcierto es bastante alto, por lo cual, si alguno de ustedes quiere aportar información, será bienvenida. En el panel central, al lado del botón de las balizas, hay un botón con la sigla ESP. Ya sea apretándolo y soltando (o manteniéndolo apretado) la acción que genera es la misma: en el tablero aparece una luz roja con una "A" y un redondel que la contiene. Esto me resultó totalmente extraño ya que esa luz entiendo que se refiere al control de tracción y no al ESP. En cuanto al comportamiento, definitivamente el ESP queda en un modo más permisivo porque las rotaciones con el tren trasero que describí en el ítem de la suspensión no habría forma de hacerlas con el sistema conectado. Pero la verdad es que no sé -a ciencia cierta- qué es lo que desconecta ese botón. Puedo decir que, ante deslizamientos bruscos del tren trasero o idas de trompa muy pronunciadas, el sistema entra en acción y activa los frenos para intentar acomodar el auto. Pero si alguno de ustedes fue o es usuario de Bora y tiene un mejor conocimiento de este tema, lo invitamos a dejar su experiencia en los comentarios de acá abajo.


Neumáticos

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Buenos. El VW Bora equipaba de fábrica unos Michelin Pilot en medida 225/45R17. La unidad que probamos nosotros tiene unos Pirelli Cinturato P1 Plus 225/45R17. Pablo me dijo que los neumáticos originales los tienen guardados y que, si queríamos, los podían colocar. El tema es que, por su antigüedad, tienen algunas grietas y para la prueba que íbamos a hacer no era una idea muy segura. A su vez, los Pirelli estaban nuevos y eso nos limitó en el sentido de que, al estar el auto en venta, teníamos la obligación de cuidarlos y dar pocas vueltas en pos de no desgastarlos. Debido al buen comportamiento del chasis, los neumáticos no están obligados a hacer demasiado esfuerzo y sólo se marco un poco el labio exterior por la deriva que se genera en los pasos de curva.


Comportamiento

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Excelente. Me encantó manejar el Bora, sobre todo porque es muy divertido. Primero me sorprendí para mal, dado que pensé que iba a llegar mas rápido a la Curva 1. También me sorprendió la relación de caja tan larga, y ver que la segunda marcha no se terminaba nunca. Pero una vez que frené bien fuerte, vi que podía balancearlo en la entrada a la curva, y que me permitía lograr cierto sobreviraje. Ahí me empezó a cambiar el humor. Ahí entendí que no iba a experimentar grandes sensaciones de velocidad, pero que sí iba a poder doblar con decisión y que el auto respondiera bien. Tuve que tener un poco de cuidado con el acelerador en las salidas de las curvas, no por excesiva potencia, sino porque la suspensión descuelga más de lo necesario. Y, si pisamos a fondo, patina. Pero una vez que entendemos cómo trabajan los frenos y la caja, sólo hace falta aprovechar al máximo la suspensión. Esto se traduce en que no hay que hacer un manejo suave, con cambios de maniobra lentos. No, todo lo contrario. Llegás, lo frenás y lo tirás con violencia hacia la cuerda interna. Ahí el auto pega una rolida fenomenal, pero no descomprime el amortiguador: lo deja en esa posición. Entonces aprovechamos eso para darle acelerador y el auto irá solito en el radio indicado. A su vez, si vemos que la rueda de apoyo no puede gestionar la inercia que recibe, basta con levantar apenitas el pie para que tome grip y nos permita volver a acelerar. Como les digo, si bien no venimos muy rápido, la sensación de venir flotando y que el chasis responda se torna muy divertida.


Robustez

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Excelente. Di un total de tres vueltas rápidas, con descanso entre las dos primeras y la última, y el auto no sufrió ningún tipo de problemas. La vuelta más rápida salió en el primer intento. Luego de eso hice una para enfriar y abrí de nuevo. En esa segunda vuelta me fui una decima para arriba y decidí entrar a bóxes, para que enfriara un poco más. Volví a salir, esta vez poniendo segunda en la Curva 1, pero no mejoró. En esa tercera vuelta rápida el tiempo fue de 2:22.367. Si sumamos los mejores parciales de cada vuelta, logrando la vuelta óptima virtual, el tiempo seria de 2:21.5, lo cual evidencia que no hay mucho más para bajar y que el tiempo hecho está en sintonia con lo que puede hacer el auto.


Relación precio/deportividad

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Excelente. Dado todo lo que se generó alrededor de este auto, los precios están bastante distorsionados. Por esta unidad en particular, con tan poco uso, se piden 12 mil dólares. Luego de que comenzáramos a publicarlo en Motor1 y nuestras redes sociales, aparecieron varios oferentes interesados en comprarlo. Desconozco en qué estado están esas negociaciones, pero sin dudas que lo vale. En un famoso sitio de compra/venta de autos hay unidades con el doble de kilometraje y varias modificaciones, con precios apenas inferiores al de esta unidad. Jamás pensé decir esto, pero: me compraría un Bora 1.8T.


"Bora Boys"

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Aquella famosa nota sobre ‘Los Boraludos’ (ver acá) armó bastante revuelo entre los poseedores de este modelo. En ese texto se ponía énfasis en la conducta irresponsable que muchos de los usuarios hacían con el auto. Creo que, en la actualidad, ese tipo de conductor emigró hacia las pick-ups medianas (muchas de ellas de la misma marca, desde ya). Por eso, no quiero hablar de como manejan hoy en día los dueños de Bora, si no de las modificaciones que les hacen a sus autos. Yo estoy muy lejos de ser esa clase de persona aburrida que considera modificar un auto como un "pecado capital". Por lo cual, a algunos Bora modificados los veo con buenos ojos. El problema, como todo en esta vida, está en los excesos. Me explico: si yo tuviera un Bora, ¿le modificaría el sistema de audio para que suene con más volumen y mayor definición? Seguramente, sí. Ahora, ¿le pondría cuatro cornetas en la luneta y un subwoofer que ocupe la mitad del baúl, necesitando de Atucha II para alimentarlo? Claro que no. Si yo tuviera un Bora, ¿le modificaría la suspensión para darle menos altura y hacerlo un poco mas rígido? Seguramente, sí. Ahora, ¿le pondría una suspensión neumática para ir rayando el cárter? Obvio, no. Así podría poner infinidad de ejemplos. A lo que voy es que hay Bora con modificaciones que realmente le quedan muy bien y lo vuelven más atractivo que en su estado original, pero hay otras modificaciones que como dijo un recordado ejecutivo de Renault, "van más allá de lo necesario". Dicho esto, ahora nos encantaría cronometrar un Bora 1.8T lo más "tuneado" posible. ¿Cuánto podría bajarle el tiempo a uno stock? Voluntarios, enviar fotos y datos de contacto a novedades@motor1.com


Conclusión

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Tuvimos que esperar varios años para poder hacer esta prueba. No porque no nos hayan ofrecido Bora para probar, sino porque es casi imposible conseguir una unidad que no haya sufrido alguna modificación en su mecánica. Apareció, la probamos y no defraudó. Dada la extinción de sedanes del Segmento C que vivimos por estos tiempos, devorados por las SUVs, no hay muchos autos en Ranking Motor1 contra el cual compararlo. De hecho, hay uno solo: el Chevrolet Cruze Sedán LTZ. Y sí, el Bora le ganó. Por poquito, pero le ganó. Los Anti-VAG van a decir: "Bueno, pero el Bora tiene 27 cv más de potencia". Tienen razón, pero estamos hablando de un auto con una tecnología de hace 20 años y además, la prueba del Cruze se realizó con una temperatura ambiente de 15 grados, mientras que con el Bora superábamos los 30. En igualdad de condiciones, seguramente el Bora hubiese hecho más diferencia. Saben que mi preferencia en cuanto a los autos es bien francesa, por lo cual, el Grupo VAG no es de mi agrado, pero es mi obligación reconocer que sus productos andan bien. Eso sí, siempre y cuando no tengan aspiraciones deportivas como la del Golf GTi (leer crítica). Si querés divertirte con un Volkswagen conseguite el más normal que encuentres, que la vas a pasar bien.


Mediciones:

Tiempo de vuelta en el Circuito 6, 2:21.899. Velocidad máxima en recta, 164,79 km/h. Velocidad media, 108,2 km/h.

Producción: Coloflow (@PaulSzebesta_), RacingFilms, Hernando Pollicelli, Julián Podesta, Orly Cristófalo, Julian Gomez, Matias Molinero, Ciudad Autódromo y Motor1. 

Agradecimiento: Black's Indumentaria, Pinturerías Gastón, Cámara del Comercio Automotor, 3mc Designs.

Instagram: @RankingMotor1

Canal de YouTube: @RankingMotor1


VIDEO: Ranking Motor1 - Volkswagen Bora 1.8T

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