Esta no es una crítica convencional de Motor1 Argentina. Es una nueva "crítica de larga duración". Eso significa que cada entrega mensual no tendrá la estructura convencional de nuestras pruebas de manejo. El Fiat Pulse, por ejemplo, ya la probamos con el formato de crítica tradicional en su versión Impetus (ver nota), en su versión 1.3 CVT (ver nota) y también fue probado en pista para el Ranking Motor1 (leer acá).

El objetivo de la "crítica de larga duración" es que el vehículo de pruebas permanezca en nuestras manos durante mucho más que la crítica tradicional de una semana y mil o dos mil kilómetros. La idea es probarlo durante varios meses para aplicar usos (y abusos), que nos permitan encontrar virtudes (y defectos) que no afloran en un test tradicional. A todo esto se suma el hecho de que los vehículos en estas pruebas de largo aliento pasan por las manos de todos los integrantes de la redacción de Motor1 Argentina.

La introducción del Fiat Pulse Impetus se publicó acá y el primer informe mensual acá. Ahora es el turno de la segunda entrega.


Semana 1 - Jaime Mayo

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Las expectativas que uno ponga en un producto pueden ser determinantes para el resultado de su percepción o análisis. Por ejemplo, muchos esperan que una SUV sea siempre de mayor calidad que el correspondiente hatchback ofrecido por la marca en el mismo segmento. En mi caso, eso no sucede, aunque al primer golpe de vista (y bolsillo) el Pulse luzca más oneroso que el Argo.

En mi caso, lo que esperaba era otra cosa. Paso a poner en contexto. A diferencia de los Fiat europeos, durante las últimas décadas, los Fiat del Mercosur parecen solo apuntados al confort. Los Argo y Cronos empezaron a cambiar eso con un "seteo" algo más firme, ya sea de suspensiones o de dirección. Con el cambio de plataforma, o la fuerte evolución de la usada en la dupla de hatch y sedán, esperaba que el Pulse fuera un paso más en esa dirección.

Manejar el Pulse me dejó en claro que Fiat va a seguir apostando por el confort antes que por la rapidez de respuestas ¿Está mal? No, es distinto a mis expectativas, pero estimo que es lo que la mayoría de los compradores de este tipo de modelos demanda.

Respecto del motor, el tres cilindros muestra la bendición del torque generado por el turbo, empuja desde bajas vueltas y puede circular en ruta relajado, apoyado por la larga relación final de la caja CVT. Muchos odian a las transmisiones variables, pero son ideales para este tipo de producto y (de nuevo sospecho) para su usuario, que quiere un andar fluido antes que uno deportivo.

Mi queja no está en el tipo de caja, pero en el caso del Pulse siento que es algo lenta. No sé si es el convertidor de par de la CVT o las poleas, pero parece perder tiempo acelerando en ciudad. Y esa "pérdida" también se traduce en un consumo urbano que es algo elevado. ¿El resto del auto? Luciano Salseduc hace un gran aporte en sus semanas de uso, por eso -como diría C.C.-, te invito a leer la nota completa. 


Semana 2 y 3 - Luciano Salseduc

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Volvió el Pulse Impetus a mis manos. Cuando me tocó manejarlo para la crítica convencional (leer acá), me gustó bastante y mi conclusión de aquél entonces pasó por resaltar la interesante propuesta de Fiat, basada en su gran relación precio-equipamiento. También mencioné el gran desafío para Fiat de dar a conocer un producto completamente nuevo y ganarle a sus rivales en cuanto a percepción de marca.

En este par de semanas que lo tuve, volví a reafirmar que lo mejor del auto es su motor, que realmente empuja y le da un poco de picante a un auto concebido principalmente para la ciudad. Con excepción de las mañas de la CVT mencionadas acá arriba por Jaime Mayo, el manejo es divertido y fácil. Se desenvuelve perfecto en calles y avenidas. Se escurre bien entre los espacios pequeños para estacionar y maniobrar.

Me acompañó en varias excursiones y salidas con amigos desde Zona Norte a Capital. La charla obviamente tuvo al Pulse como protagonista y a la hipótesis de la percepción del público común: ninguno conocía el nombre del auto. No sabían que Fiat tenía un modelo en este segmento. Y la conclusión del debate fue: pulgar arriba para su diseño y su desempeño dinámico. Pulgar al medio, para su espacio interior y baúl. Pulgar abajo, con respecto a algunos detalles percibidos en calidad de materiales y el funcionamiento de la central multimedia.

Tras varios kilómetros recorridos, y chequeo de odómetro correspondiente, me tocó devolverle el Pulse a Orly con un aviso importante encendido en el tablero: le tocaba el service de los 20.000 kilómetros. Pedí que le chequearan especialmente el funcionamiento de la central multimedia, que no andaba del todo bien. Perdón O.C.: ¡te dejé con tarea!


Semana 4 - Orly Cristófalo

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Entrando a Autonovo 8:00am. 

¡Me prestaron el Pulse para llevarlo al service! Y me encanta. Creo que lo conté alguna vez, pero como el público se renueva, lo hago breve de nuevo: hice un curso de mecánica ligera en un terciario dudoso en San Isidro, cursé hasta tercer año de Ingeniería Mecánica y armé y desarmé por completo el motor de mi Jeep Willys (mi primer auto). Sí, me encanta la mecánica. Por eso, tener que llevar al service el Fiat Pulse Impetus y, encima, tener el permiso para sacar fotos y ver en detalle qué hacían, fue casi un premio para mí.

El legendario Jefe de Prensa de Fiat, Miguel Silva, me asignó el concesionario Autonovo, sucursal Casa Central, en Villa Devoto. Hablé por teléfono con Daniel Miranda, responsable de Postventa y enseguida nos pusimos de acuerdo con el día y la hora: un lunes a las 8 AM. Por supuesto, 7:50 AM ya estaba en la puerta del taller, que todavía tenía la persiana baja: "Pa'qué me invitan, si saben cómo me pongo de ansioso". Levantaron la persiana puntualmente y Daniel vino a saludarme al auto. Me pidió que aguardara a que estuviera todo listo y me hicieran "La Entrada" del Pulse. Cuando todo estuvo listo, Daniel me invitó a subir de acompañante de mi Pulse y salimos a la calle, dimos la vuelta manzana e ingresamos directo por rampa al área de taller. Allí lo estacionó cerca de un elevador, donde nos esperaba nuestro mecánico a cargo del service, Esteban Serrano.

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Esteban, trabajando en el Pulse de Motor1.

En Autonovo, el área de Repuestos le prepara al mecánico una bolsa con todos los elementos que necesitará reponer en el auto. En este caso, batimos una marca: fuimos el primer Pulse en pasar por el service de los 20.000 kilómetros en este concesionario. ¿Cómo supimos? Nuestro mecánico sacó el filtro de aire pensando que se reemplazaba, pero no lo tenía entre sus elementos asignados. Habló con repuestos y ahí le aclararon que, en el Pulse ,el filtro se reemplaza a los 30 mil. Lo sopleteó con aire comprimido y lo volvió a colocar. 

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No tocaba cambio de filtro de aire así que lo "sopletearon".

Lo que sí se reemplazaron fueron los filtros de nafta, aceite y, obviamente, se cambió el lubricante. Esteban aprovechó que tenía el vehículo en alto para revisar el aceite de transmisión y el resto de los fluidos, chequear mangueras, cañerías y elementos de suspensión. Una vez terminado, bajaron al Pulse, colocaron el aceite nuevo, revisaron fluidos, completaron el líquido del lavaparabrisas (no tenía más y decidimos no reponerle cualquier cosa, sabiendo que le tocaba service), y se cerró el capot. Llegaba el turno de rotar los neumáticos. Los de atrás adelante y los de adelante atrás, nada de cruzamientos. De paso, aprovecharon para controlar el balanceo de cada cubierta.

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Cubierta balanceada.

Terminado esto y con las cuatro gomas calzadas, el Pulse Impetus se fue a una zona mixta. Allí Esteban fue a una oficina, y volvió con un dispositivo que conectó a nuestra unidad. "Con esto reseteamos la computadora, para que no te marque más el alerta de service y, de paso, vemos si aparece alguna anomalía en el sistema", me comentó el mecánico. En algo más de un minuto el dispositivo había terminado su trabajo y marcaba que estaba todo en orden. Siguiente escala: la alineación. 

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El "cosito" que se conecta al "coso" de la electrónica. ¿Clarito, no?

Del otro lado del primer piso-taller está la máquina de alineación. Allá fue nuestro Pulse. Una vez seteados los elementos, nuestro mecánico nos contó que estaba apenas desalineado, lógico con el uso en calles de nuestra querida ciudad más las vacaciones en el norte argentino que le metió JP (ver nota). Llaves en mano, Esteban aflojó y ajustó elementos bajo el auto para volver a los valores originales de alineación. Unos 15 minutos más tarde, el Pulse ya estaba listo y bajó de la plataforma en impecable estado. Mientras Esteban se fue a dar una vuelta manzana para chequear que todo haya quedado bien, se acercó Daniel y me ofrece llevar a lavar al Pulse para completar el servicio. Lamentablemente, tuve que decir "paso". Tenía un largo día de reuniones y otras cosas por delante. Terminamos el papeleo y me llevé el Pulse listo para seguir sumando kilómetros en nuestras manos.

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Alineando el Fiat Pulse Impetus.

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Gracias Autonovo y FCA. Misión cumplida.

Estadísticas

Fecha de ingreso de la unidad: 4 de noviembre de 2022 (odómetro total en 12.468 kilómetros)
Kilómetros recorridos en el segundo mes: 3.269 kilómetros (odómetro total en 21.010)
Consumo registrado en el segundo mes: 9.3 l/100km
Problemas registrados en el segundo mes: El botón del modo Sport se encuentra "hundido" y se complica accionarlo. Mal funcionamiento de la central multimedia.

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El service de los 20.000 kilómetros incluyó rotación de los neumáticos.

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Y también se los balanceó.

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El filtro del aire acondicionado no está en el lugar más accesible del mundo.

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Lubricante Mopar fresquito, para "nuestro" Pulse.

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Y nos revisaron todos los fluidos, incluso completando el agua del "sapito" (que "alguien" del equipo gastó y no repuso).

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Durante unas horas fuimos la "niña bonita" de Autonovo.

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Llevamos el Pulse sin lavar, pero en Autonovo nos cuidaron la tapicería.

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Nunca entenderé cómo funciona eso, pero funciona.

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