Luego de haber probado varios vehículos chinos, más allá de cada modelo en particular, la conclusión fue siempre la misma: los modelos chinos que llegan a la Argentina hoy están a la altura de calidad de los autos del Mercosur -como mínimo- y, en el caso de los modelos de Haval, directamente se miden con lo mejor de Europa.

Los autos chinos que se venden en Argentina no sólo ya no son malos, sino que van camino a conquistar a consumidores muy exigentes. Es lógico: el mercado de ellos tiene una escala bíblica. Todas las ventas de Argentina en un año -de todos los segmentos y marcas- no llegan a un mes de ventas en China. Podemos discutir si les falta diseño, si las ADAS son medio "brutas" en su calibración, si el lujo oriental es medio difícil de digerir para el gusto nuestro y demás temas subjetivos. Pero ya no podemos discutir que la calidad es muy buena, en general.

Sin embargo, cuando se trata de pick-ups, el público es distinto. Muy distinto.

1. A la hora de pensar en una pick-up en Argentina, la marca tiene un peso como en ningún otro segmento. El componente orgullo y tradición son fuertísimos. Los usuarios son fieles como si pertenecieran a una tribu. Los usuarios “chapean” acerca de las proezas en sus chatas en los asados (95% es mentira, pero es divertido igual).

2. Las chatas emocionan. Casi todas tienen un “Wow Factor”, algún ítem que te infla el pecho. Por ejemplo, la Volkswagen Amarok tiene el V6 y la tenida en ruta. La Toyota Hilux conquista por la postventa y la confiabilidad. La Ford Ranger, por su capacidad fuera de camino y equipamiento de seguridad. La Chevrolet S10, por la polenta del 2.8 con el nuevo turbo. La Nissan Frontier se diferencia por diseño y la Renault Alaskan, es la gemela de la Frontier. 

3. De las chatas se espera “demasiado”. Deben hacer todo bien para todos los públicos. Deben ser cómodas, seguras, ágiles, poderosas, muy resistentes, lindas, rápidas, económicas, tecnológicas, doblar a 180 km/h, cargar peso y poder subir el Aconcagua. El público de chatas se puso extremadamente exigente. Y los ingenieros nos subieron la vara a niveles estratosféricos.

4. El respaldo de marca en chatas es definitorio en la compra. Si no tenés red de concesionarios, postventa y repuestos, por mejor chata que fabriques, te va a ser muy difícil conquistar a estos consumidores.

5. La competencia es feroz. Acá, el que se duerme pierde. Si sacás una chata, tiene que ser excelente. Sino, te quemás y no vendes mas. ¿Será por eso que Peugeot sigue demorando la Landtrek, que siguen probando por Argentina hasta encontrar la vuelta con el tema de los motores? (leer más).

6. Todo lo descripto arriba es hoy. Sigo insistiendo que las próximas generaciones de las medianas de Ford, Toyota y Chevrolet pintan ser temibles. Serán mejores en todo, más cerca que nunca de las intocables full-size y además seguro que habrá versiones diesel, pero también híbridas, nafteras y hasta 100% eléctricas. El futuro empieza en 2023 con la nueva Ford Ranger global, que pegará primero. La seguirán Toyota y Chevrolet, que según parece acercarán más que nunca sus Hilux y S10 con las Tacoma y Colorado de Estados Unidos. Por eso Volkswagen y Renault van a tener que invertir muchos millones de dólares en desarrollo para la Amarok 1.5 y el restyling de la Alaskan. Nissan, con un motor poderoso, estaría para pelear un rato. Peugeot, si lanza la Landtrek, ya nacerá "vieja". No nos olvidemos de Stellantis, que según parece sacará una chata monocasco de Ram para competir con los chasis nuevos de las medianas. Si hace eso, recibirá las mismas críticas de la Honda Ridgeline en Estados Unidos. Muchos consumidores pensamos que una mediana tiene que tener chasis de largueros. El monocasco es, a lo sumo, para las pick-ups medianas y chicas (Fiat Toro, Ford Maverick, Renault Oroch, Fiat Strada y Chevrolet Montana).

7. El contexto del país va a ser peor en 2023. Queda un año de este gobierno, en el segundo semestre habrá elecciones y el que gane recibirá el peor desastre económico que yo recuerde en mis 50 años, obligándolo a realizar "cirugía a corazón abierto", para poner reglas claras y encaminar esto (ya no hay margen para más parches).

8. El mercado de chatas usadas es enorme. Hay ventas fuertes y ahí lidera nuevamente la Toyota Hilux. Es decir, si no llegás a una 0km hay usadas (un poco) más baratas, que son excelentes.

9. Dentro de tu gama necesitás tener una chata deportiva que sea “la inalcanzable”. La nueva Ford Ranger Raptor, con el V6 nafta turbo, por los datos técnicos que circulan parece directamente fuera de escala. Veremos cómo llega a nuestro mercado. Incluso Toyota, con la GR-Sport, y Volkswagen con la Amarok V6 tienen sus versiones “deportivas”.

10. Las variables económicas de Argentina no existen ni en Narnia. Y eso atenta contra cualquier cosa nueva que quieras hacer, desde lanzar una chata hasta comprar un paquete de figus del mundial.

Conclusión: Mi amigo Leonardo Valente ya lo dijo: "Tu próximo auto será chino o eléctrico". La pregunta del millón es: ¿tu próxima chata será también china? La vara en pick-ups en Argentina está altísima. Somos especialistas en chatas y todas las que se ofrecen en nuestro mercado son buenas. Nuestra industria de chatas medianas es World Class (no así nuestros autos y SUV). En ese contexto, Great Wall acaba de lanzar a la venta la nueva pick-up Poer en Argentina (ver equipamiento y precio). ¿Cómo se comportará en nuestro mercado, que está entre los mejores del mundo en materia de pick-ups? Porque, en materia de chatas, Argentina es "La Scaloneta".

J.Ch.

Great Wall Poer

La Great Wall Poer 4WD Super Luxury tiene un precio de lista de 62.900 dólares.

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La crítica completa se publicará la semana que viene.

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