Desde que critico autos para Motor1 (Y Autoblog antes), trato de coordinar algunos viajes con la prueba de vehículos. No, no puedo elegir qué llevarme de viaje, si no simplemente le paso la fecha a CC y le tiro un "fijate si hay algo para probar y así aprovechamos". Y así es como nacen algunas grandes producciones fotográficas y otras no tanto.
Esta vez mi vida fuera de Motor1 requería viajar a Córdoba y le tiré el famoso mensaje a CC. Su respuesta fue un "no podés tener tanto c***". Después de reírme le pregunté por qué y me dijo "un día antes de que te vayas nos entregan el Mercedes-Benz C300 AMG Line (ver lanzamiento en Argentina), ¿lo querés?". No sé en qué momento pensó que podría no quererlo.
Así es como esta crítica incluye varios kilómetros más que las tradicionales, y un uso distinto del auto. ¿Lo disfruté? ¿Cómo anduvo? Todo eso y mucho más en la crítica que se reproduce a continuación.
POR FUERA
"Tené cuidado porque es muy bajito, toca en todos lados", me dijo el señor de Mercedes-Benz Argentina que me entregó la llave. Y sí, con sólo mirarlo te das cuenta que está demasiado cerca del suelo. Pero, a mi gusto, le da un aspecto más deportivo, aunque sea un sedán 4 puertas.
Si lo miramos bien de frente se aprecia todo el trabajo aerodinámico que hay en la trompa. Deflectores, canalizadores, ventilaciones y todo sin grandes estridencias. Un gran trabajo de los ingenieros alemanes. Los faros son LED High Performance, tal como dice la inscripción en la base de cada uno, y logran una luz clara y brillante. Además, crean esa firma de V invertida que da dinamismo aún parado. La parrilla está llena de estrellas de tres puntas, como si hiciera falta recordar que esto es un Mercedes-Benz.
De perfil la trompa es larga, como si tuviese algo más grande que un cuatro cilindros debajo del capot. Excepto por las llantas y la baja altura, nada indica que es un auto con aspiraciones deportivas. Hablando de las llantas...polémicos los "rellenos" agregados para, suponemos, mejorar el paso del aire. Para mí gusto no era necesario y está demás. Para muchos de los que hablé, también. Viene con neumáticos Bridgestone Turanza en medida 245/40 R18 y no hay rueda de auxilio si no un kit de reparación, algo que ya comentamos varias veces, no es lo ideal para las rutas argentinas donde romper un neumático es casi una posibilidad al alcance de cualquiera.
De la cola algunos hablan de "cola derretida", queriendo decir que se cae del diseño. No podría estar menos de acuerdo. Si bien no es una cola respingada (hola palabra ochentosa), tampoco está caída. Es más, la tapa del baúl termina en un pequeño deflector que lo forma la misma chapa. Y para terminar con la frase "cola derretida" vayan y vean la foto de atrás.
En cuanto a dimensiones el Mercedes-Benz C300 AMG Line mide 4.751mm de largo, 1.820mm de ancho (con espejos plegados), y 1.438mm de alto, con una distancia entre ejes de 2.865mm.
POR DENTRO
Siempre que pruebo un auto de alta gama digo lo mismo: desde que abrís la puerta te das cuenta de que estás en otro nivel. Después podemos discutir si la Clase C es o no es un Mercedes-Benz, como me dijo una vez un usuario de Clase E, pero que te deja saber enseguida que es un auto diferente, es 100% cierto.
Nos agachamos y contorsionamos un poco, finalmente estamos sentados en la butaca del conductor, mezcla de simil cuero y microfibra. Los comandos eléctricos para regular el asiento están en la puerta, son fáciles de operar y hasta podemos mover el apoyacabezas y el apoyo de los muslos. El volante se mueve en altura y en profundad, con lo que la posición de manejo ideal se encuentra fácil. Literalmente quedamos encajados pero cómodos. La butaca tiene buen agarre lateral y no cansa con los kilómetros (hice muchos).
El tablero dejó de ser una gran tablet a lo largo del torpedo. Ahora se divide en dos: una rectangular que hace de tablero de instrumentos y otra de gran tamaño vertical en el centro de la consola central. Sepan disculpar, pero amo las pantallas grandes y verticales. La información se lee mejor, la visibilidad de mapas es más "normal", todo mejora. ¿No te gustan las pantallas? Comprá un auto de gama baja y base o un usado. Lo nuevo es por acá y no va a cambiar.
El tablero de instrumentos detrás del volante tiene tres opciones de diseño para mostrar la info., y además, se puede ir cambiando el tipo de contenido. Lo que estamos escuchando, nuestro último recorrido, simplemente el viejo y querido odómetro, cada uno elige lo que quiere. ¿Yo? Soy fan del consumo instantáneo y me enoja cuando algún vehículo que probamos no lo trae.
El volante está lleno de teclas y, el gran problema, un "deslizador"; sí, el volumen del audio se sube o baja deslizando el dedo por un pequeño canal que hay en el centro del brazo derecho del volante. ¿Cómodo? ni de casualidad. Complica muchísimo encontrar el volumen justo y terminamos usando las teclas de la pantalla central. O sea, algo que está para simplificar lo único que hace es complicar.
De la pantalla central de 11.9 pulgadas ya hablé y me encanta. Debajo de ella algunos mandos en tecla y más abajo un gran lugar para guardar dos vasos, acceder al cargador inalámbrico y a la conexión USB-C. Más atrás y entre los asientos delanteros, otro compartimento con dos puertos USB-C más. Sí, Mercedes-Benz hace rato adoptó los USB-C como único formato en sus autos.
El techo es corredizo y casi panorámico, ya que llega bastante atrás. ¿Detalles? La iluminación interior se puede cambiar al color que queramos entre 64 tonos diferentes o sino optar por algunas de las combinaciones preseteadas. La iluminación incluye luz en la zona de los pies, tanto atrás como adelante. No marca la gran diferencia, pero es muy útil.
El espacio en las plazas traseras está bien. Será un poco más ajustado dependiendo de cuan largo sea el que maneje. Tienen cierta similitud con las plazas delanteras: cuesta acceder pero una vez sentados vamos muy cómodos.
El baúl tiene 455 litros de capacidad y debajo de la alfombra viene el kit de reparación de neumáticos.
SEGURIDAD
El equipamiento de seguridad es enorme: Airbags frontales y laterales delanteros, de rodilla para conductor, windowbags completos; anclajes ISOFIX; ESP, ABS, ASR y asistencia de frenado BAS; control de presión de los neumáticos; sistema activo de distancia; control de velocidad crucero adaptativo; alerta de punto ciego en los espejos retrovisores; sensores de estacionamiento delanteros y traseros; cámara 360; asistente de arranque en pendiente.
Euro NCAP realizó pruebas de choque con el Mercedes-Benz Clase C 2022 y el resultado fueron 5 estrellas con un 89% de protección de pasajeros infantiles y 93% para los pasajeros adultos.
MOTOR Y TRANSMISIÓN
Debajo del capot encontramos un cuatro cilindros de 16 válvulas y turbocompresor de doble entrada y unión transversal de flujos, que ayuda a una respuesta más rápida y, según Mercedes-Benz, se desarrolló junto a ingenieros del equipo de F1. Tiene dos litros de cilindrada y entrega 258 CV a 5.800 RPM con un par de 400Nm entre las 2.000 y las 3.000 RPM.
Y aquí entra en juego la tecnología Mild Hybrid. Porque el C300 lleva también un motor eléctrico de tan sólo 21 CV pero con un par "de entre 300 y 400Nm adicionales". Ese pequeño propulsor de 48v, ayuda a mantener encendido el auto en los Start&Stop, el climatizador, a mantener la velocidad crucero. Pero también cuando aceleramos a fondo.
La caja es automática de 9 velocidades G-Tronic.
COMPORTAMIENTO
Usar el Mercedes-Benz C300 AMG Line en la ciudad puede llegar a ser un martirio. Todo dependerá por la zona donde circulemos. Es muy bajo (sí, ya lo dije y lo repito), y aún teniendo cuidado toca en algunas cunetas y la panza contra algunos lomos de burro. Por lo demás, en ciudad el andar es suave y cómodo. Recordemos que esta unidad viene equipada con el sistema Agility Control que cuenta con amortiguadores de dureza variable de acuerdo al piso y la velocidad de uso.
Estacionar es bastante fácil, aunque los sensores laterales se activan con los cordones, aún estando lejos. El consumo en un recorrido mixto urbano nos promedió los 11.4 litros cada 100 kilómetros.
Salimos a la ruta y le hicimos más de 1.400 kilómetros. Y allí los consumos sí fueron bajos. Con el control de velocidad crucero en 130 km/h el motor viene a unas 1.800 RPM en novena marcha. Eso se refleja en los consumos: 7,6 litros cada 100.
Pero a la hora de acelerar nos acordamos que se unen los 200 Nm del motor eléctrico y volamos de 0 a 100km/h en 5.9 segundos. Las recuperaciones son muy buenas y sobrepasar cualquier vehículo se hace fácil.
El equipamiento incluye un detector de cansancio del conductor, al que no le dimos oportunidad de trabajar. Sí usamos mucho el control de velocidad crucero adaptativo, incluso para hacerlo trabajar hasta casi 0 km/h en un peaje, por donde pasamos por el Telepase sin tocar ni freno ni acelerador.
CONCLUSIÓN
Creo que ya lo dije en otras críticas de sedanes, pero lo repito en esta: ¡qué lindo es manejar sedanes! En un mundo cada vez más SUV manejar un auto es el paraíso. Andar cómodo, suave, con tránsito en curvas firme. Todo lo que está bien.
¿El C300 AMG Line? Un gran vehículo que no es un AMG pero que nos puede hacer creer por momentos que tenemos uno. El confort a bordo, la posición de manejo y las terminaciones nos recuerdan todo el tiempo que estamos a bordo de una marca premium.
¿Vale 104 mil dólares? Cuando yo era chico, cien mil costaban los deportivos más veloces y exclusivos. Pero en este país lleno de impuestos nada es real ni cierto.
Los dejo sacando sus propias conclusiones. Yo necesito volver a sentarme al volante del C300 AMG Line y salir a la ruta. Ahí, donde el piso es plano y el acelerador siempre se puede pisar un poco más.
O.C.
Fotos: O.C. y Julián Podestá

La ciudad le sienta bien, aunque hay que tener cuidado con cunetas y lomos de burro.

El perfil llama la atención en todos lados.

Ah! la magia de la Golden Hour...

Sin dudas, para mí, una de las mejores vistas del C300 AMG Line.

Un cuatro cilindros que, de vista, parece más grande.

Butaca del conductor. Cómoda y sujeta bien. Se notan claramente los dos tipos de tela del revestimiento.

Atrás no sobra espacio pero tampoco falta para 4 adultos. ¿Cinco plazas? Ahí sí se complica.

Vista desde la cabeza del conductor.

Algunas de las tantas opciones de colores y configuraciones del tablero.

Mi configuración favorita. Tirando a sobria.

Ya no hay más pantalla larga. Ahora son dos.

Todo es diseño. Las salidas de la climatización también tienen luz.

El volante es muy agradable al tacto y cómodo para manejar.

Memorias y mandos en la puerta del conductor.

El sistema de sonido es impecable, aunque quizás le pediría un poco más de agudos.

Mandos de luces y freno de mano.

Alfombra con firma AMG.

Salidas de aire para las plazas traseras.

Puerta trasera.

Baúl generoso, hemos viajado con 4 carry on y sendas mochilas sin problemas.

Decididamente no son de mi gusto personal esos "agregados" en las llantas.

Calipers firmados.

Luces LED High Performance y firma lumínica.

Lluvia de estrellas (?)

El clásico logo en la trompa. Lo antiguo es cool.

Llantas de 18 pulgadas y sus Bridgestone Turanza.

Si 300 no es el par, ni la potencia, ni la cilindrada, ¿por qué le habrán puesto C300?
