Texto de Paul “Coloflow” Szebesta
Piloto oficial de Motor1 y creador de Racing Films
Nota complementaria al video del Ranking de Motor1 (ver video abajo)

Esta vez no puedo hacer demasiada introducción. Como habrán leído en la crítica convencional (ver acá), Orly fue el encargado de traer la Peugeot 3008 Hybrid4 al autódromo, motivo por el cual mi contacto con ella fue bastante fugaz. Lo que sí me gustaría comentar son mis impresiones respecto a este nuevo diseño. A diferencia de Orly, a quien le encantó, a mí me parece más linda la versión anterior. Sí: aquella 3008 que supo ser la protagonista de la MiuraMag#2 me gusta más que la actual, con un diseño similar a la del 308 GTi que nos acercó Damián (leer crítica). Es mera subjetividad, pero me resulta más agraciada la trompa, sin tantos detalles ni líneas que le agregaron a este nuevo modelo, el cual en mi opinión queda muy sobrecargado. Menos es más, y la simpleza que brindaba la vieja 3008 me enamora más que la actual. Quiero aprovechar también para atajarme de los comentarios que digan: "La cámara se ve oscura". Expuse la GoPro cuando había sol y justo en la vuelta rápida una nube lo tapó, sorry. Por otro lado, los eruditos del sitio sabrán que hay infinitas similitudes con su prima, la DS 7 Crossback E-Tense 4x4 que ya probamos en el Ranking Motor1 (leer crítica). Por ese motivo, vamos a tratar de compararlas en los distintos ítems, a ver en qué se diferencia una de la otra. Empecemos.


Posición de manejo

Muy buena. A diferencia de la DS 7 Crossback, en el producto Peugeot nos encontramos con su I-Cockpit. A mí me da la sensación de que hacen los volantes cada vez más chiquitos, pero puede ser una sensación. No son incómodos, aunque la tecla del comando de voz está muy cerca de la empuñadura izquierda y al igual que con el Peugeot 208 GT que probamos (leer crítica), durante la vuelta lo toqué varias veces involuntariamente mientras la 3008 me pedía que diga algo. No obtuvo respuesta. Por detrás del volante encontramos las levas, las cuales son fijas y no acompañan al volante, un tanto incómodo para hacer rebajes doblando. Detrás está el tablero, totalmente digital y con un diseño de lectura más fácil que en la DS 7 Crossback. Las butacas tienen muy lindo diseño y cumplen bien su función de retener el cuerpo. En general, me gustó más el habitáculo de la 3008 que de la DS, el cual, queda muy sobrecargado de diseño y rombos por todos lados. La 3008 posee la sobriedad digna de Peugeot, que a mi gusto, queda mejor. Lo otro que me gustó es la división que hay en el comando central del lado del acompañante, invitándolo sutilmente a no tocar nada en su estadía como pasajero.


Suspensión

Para pista, mala. Adelante lleva un esquema tipo McPherson, con resorte helicoidal y barra estabilizadora. Atrás, paralelogramo deformable con resorte helicoidal y barra estabilizadora. Digo "mala" no por su altura o porque esté blanda: sería ilógico esperar otra cosa en una SUV. El problema es que esta suspensión rebota muchísimo. Ya sea en los cambios de maniobra o cuando agarramos un piano, tiende a hacer ciclos de compresión y expansión que al final nos terminan sacando mucha adherencia. Y ya sé lo que deben estar pensando: ¿a quién se le va ocurrir entrar a un circuito con una 3008? Probablemente a casi nadie, pero esta misma tendencia se debe replicar a la hora de agarrar un bache, causando el mismo perjuicio. Tendencia que a altas velocidades no es para nada buena. Preferiría perder un poco de confort, pero que las ruedas se mantengan en el piso lo máximo posible. En cuanto a los rolidos en los pasos de curva y las agachadas que pega en cada frenaje no hay queja, ya que es una característica en todos los vehículos SUV que probamos.


Frenos

Muy buenos. Con discos en las cuatro ruedas, la Peugeot 3008 tiene una excelente capacidad de frenado. Sobre todo si pensamos en su peso de 1.915 kilos y que desarrolla muy buenas velocidades en las rectas. En cuanto a la fatiga, empiezan a perder potencia recién a partir de la segunda vuelta, lo cual también es muy meritorio.


Dirección

Buena. Como toda SUV, a la hora de darle volante primero hay que esperar a que la suspensión se comprima y luego derive la goma, para que recién ahí doble. Es un poco molesto, pero es lógico en un vehículo de estas características.


Caja

Buena. Automática, de ocho velocidades. No hay mucho para decir con respecto a la caja: tiene los tiempos parecidos a los otros vehículos del segmento que hemos probado, donde para los rebajes hay que esperar y para los cambios ascendentes es mejor hacerlos uno mismo, sin esperar a que llegue al tope de revoluciones donde ya casi no gana velocidad.


Motor

Muy buenos. Sí, en plural, porque son tres: el principal es térmico 1.6 naftero con inyección directa y turbocompresor que entrega 197 cv con un torque de 300 Nm a 3.000 rpm. Luego están los eléctricos, uno delantero de 110 cv con 320Nm y otro trasero de 112 cv con 166Nm. Sin dudas, este es el mejor aspecto de la Peugeot 3008 Hybrid4. Una vez que logramos salir de la curva y dejamos de pelearnos con el ESP, sale disparada para adelante, alcanzando muy buenas velocidades. A su vez, el desempeño resultó mejor que en la DS7 Crossback, ya que esta 3008 pesa 115 kg más que su prima y aun así alcanzó la misma velocidad final de 186 km/h al final de la recta.


Ayudas electrónicas

Ninguna desconectable. Lo único que se puede desconectar es el control de tracción, el cual se activa automáticamente una vez que superamos los 40 km/h. Una vez más (y como ya nos pasó con varios modelos de la marca), es muy difícil ponerse de acuerdo con este dispositivo. Lo de siempre: pierde grip, entonces se frena, recupera grip, entonces libera freno y el vehículo levanta la trompa. Vuelve a perder grip, se frena y así sucesivamente. Como buen caprichoso que soy, hice varias vueltas intentando doblar lo más prolijo posible y así evitar que el ESP entrara en acción, pero no hubo caso. Sumado a lo impredecible de la suspensión, el ESP nos deja poco margen para intentar doblar rápido sin que nos frene en distintos lugares de las curvas.


Comportamiento

Para pista, malo. La verdad me esperaba algo similar a la DS 7 Crossoback en el comportamiento del chasis, que si bien lejos está de tener actitudes deportivas por tratarse de una SUV, no tenía vicios que la hagan perder tiempo. Pero estamos frente a un Peugeot. Si hay algo que caracterizó a esta marca son las confortables suspensiones que siempre adoptó en sus modelos. En esta 3008 mantuvieron esa filosofía, la cual debe ser muy buena para la calle, pero en la pista le jugó muy en contra. Como dije en el ítem motor, estos elementos ofrecen lo mismo en ambos modelos, por lo cual el parcial de recta fue similar en las dos vueltas, pero el problema viene cuando tenemos que doblar. Allí la 3008 demora bastante más que la DS 7 Crossback en adquirir la dirección que le damos con el volante, en parte por su suspensión, también por su mayor peso y además por los neumáticos, los cuales compararé más abajo. Mirando ambas vueltas en simultáneo, hasta la curva de La Confitería vienen casi iguales, pero una vez que empezamos a transitar la salida, la DS7 empieza a marcar diferencias, siempre siendo más ágil a la hora de doblar. Eso sí: una vez que se pone derecha sale disparada, pero como siempre digo, en un circuito no todo es potencia: la velocidad de curva importa y mucho. Si a todo esto le sumamos la injerencia del ESP ante la pérdida de grip, el resultado es más que cantado.


Robustez

Muy buena. La Peugeot 3008 Hybrid4 no sufrió desgaste en los neumáticos, y sobre todo, mantuvo muy buen poder de frenado en toda la prueba.


Neumáticos

Aquí también encontramos una diferencia con la DS7 Crossback E-Tense 4x4. Esta Peugeot 3008 Hybrid porta unos Continental ContiCross Contact 225/55R18, mientras que la DS7 lleva Michelin Primacy4 235/50R19. Claramente el neumático más ancho y con perfil más bajo en la DS7: tiene mejor rendimiento sobre asfalto que los de la 3008.


Relación precio/deportividad

Bueno. Si bien no tiene una orientación deportiva y le cuesta mucho doblar por su configuración, las prestaciones que ofrece en línea recta son muy buenas para su segmento. Está claro que nadie compraría esta SUV por su comportamiento en pista, pero fuera de ella queda muy bien parada frente a la competencia.


Conclusión

La pensaba similar a la DS7 Crossback E-Tense, pero resultó que no. Peugeot le agregó más confort a este modelo y en la pista sabemos que el confort es sinónimo de pérdida de tiempo. Aun así, me parece la más linda de todas las SUVs que compiten en este segmento. Muchísima tecnología a bordo, una muy buena potencia y una facha que la hace sobresalir de las demás.


Mediciones

Tiempo de vuelta en el Circuito 6, 2:17.838. Velocidad máxima en recta, 186,88 km/h. Velocidad media, 111,7 km/h.

Coloflow (@PaulSzebesta_)
Producción: RacingFilms, Hernando Pollicelli, Julián Podesta, Orly Cristófalo, Ciudad Autódromo y Motor1.
Agradecimiento: Pinturerías Gastón3mc Designs.

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El característico confort de Peugeot la perjudicó en la pista.
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Sumado a un ESP muy sensible a la pérdida de grip.
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¿Soy el único que plancharía una SUV?
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Mas allá del resultado, me parece la más linda del segmento.
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Mirá la galería completa de Hernando Pollicelli acá abajo.

Galería: Peugeot 3008 Hybrid Ranking M1

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