Texto de Paul “Coloflow” Szebesta
Piloto oficial de Motor1 y creador de Racing Films
Nota complementaria al video del Ranking de Motor1 (ver video abajo)
Allá por marzo se ponía en marcha el calendario 2022 de Track Day Argentina en Buenos Aires. Como sé que muchos de nuestros seguidores son fieles participantes de estos eventos, se me ocurrió preguntar en las historias de Instagram quién estaría en ese evento y con qué auto. Uno de los que contestó esa historia fue Damián. Afirmaba que asistiría, pero que además ponía sus autos a disposición para probarlos en el Ranking Motor1. La propuesta, desde el punto de vista que tiene esta sección, era inmejorable.
Damián iba a aportar uno de los hot-hatchs del Segmento C Generalista que nos faltaba probar: el Peugeot 308 GTi, que se lanzó en la Argentina en enero de 2017. La unidad de Damián tiene una virtud enorme: su auto se encuentra tal cual salió de fábrica, hasta con los mismos neumáticos. Es un modelo 2017, con 26 mil kilómetros recorridos. Es algo que no se encuentra todos los días.
Le agradecemos enormemente a Damián por su predisposición. De nuestra parte, le obsequiamos un Kit de Detailing otorgado por Pinturerías Gastón y un ejemplar de la Revista Miura, además de varios tips y consejos de mi parte, que podrá poner en práctica en los próximos track days donde participe.
Probar esta unidad me entusiasmaba por dos motivos: primero el de poder sacarme el sabor amargo que me dejó el Peugeot 308 S GT que cronometramos hace dos años (leer crítica). El segundo era que, por ser una unidad totalmente stock, el tiempo se registraría en la tabla de autos estándar, midiéndose con sus rivales de segmento: el Renault Mégane III R.S., el Hyundai Veloster N y su competidor más directo, el Volkswagen Golf GTI, casualmente también prestado por un lector (¡gracias, Berni!)
En mis críticas suelo focalizarme en el auto probado, sin hacer demasiadas menciones a sus competidores. En este caso, dado que ya pasaron varios modelos distintos del mismo segmento, tengo la información necesaria para hacer ciertas comparaciones, pero sin perder el foco de lo que ofrece el Peugeot 308 GTi. Empecemos.
Posición de manejo
Excelente. Ya pasaron varios años, pero cuando este auto se lanzó en nuestro país el I-Cockpit de Peugeot era toda una novedad. A algunos les gusta, otros lo odian. En lo personal, elijo diseños más tradicionales, pero me gusta la decisión de Peugeot de aportar algo distinto. Los últimos modelos que adoptan este concepto incorporaron tablero digital , como el Peugeot 208 GT-Line. En el 308 aún están las agujas, las cuales prefiero sobre lo digital, aunque su pequeño tamaño puede jugar en contra a la lectura rápida que necesitamos cuando estamos manejando en pista. Tal como me pasó con los otros modelos, el tener el volante chiquito y en una posición inferior a lo normal, me da la sensación de estar manejando un karting. Las butacas son espectaculares, muy cómodas y eficientes a la hora de contenernos en los pasos de curva. La pedalera es normal, cómoda para hacer punta y taco, y con una sensibilidad neutra. Lo que no me terminó de convencer es la ubicación de la caja de cambios. Si bien se encuentra cerca del volante, lo cual es beneficioso para encontrarla más rápido, me hubiese gustado que estuviera un poco más adelante. De esta forma, cuando hacía los cambios de segunda o cuarta, llevando la palanca hacia atrás, no necesitaría irme tan lejos con el brazo. También debí adaptarme a la posición de la tercera marcha. Se encuentra hacia adelante, pero un poco hacia la derecha. En el común de los autos suele ser más recto el accionar y acá debemos mover un poquito hacia afuera (no mucho, sino encontraremos la quinta). Más allá de estos detalles, el habitáculo tiene un hermoso diseño y es muy práctico a la hora de hacer un manejo deportivo.
Suspensión
Muy buena. Al igual que en el 308 S GT encontramos una suspensión delantera independiente tipo McPherson, con resortes helicoidales y amortiguadores hidráulicos, y barra estabilizadora. Mientras que atrás tiene eje de torsión, con resortes helicoidales y amortiguadores hidráulicos. Este es el primer elemento donde -por su funcionamiento- te das cuenta de que el S GT y el GTi son similares, pero no tienen nada que ver el uno con el otro. Para empezar, en el GTi tenés una idea mucho más clara de qué está pasando debajo del auto, mientras que en el S GT encontramos más confort. Un ejemplo de esto es que la dirección se pone más pesada en los tránsitos de curva, queriendo todo el tiempo seguir derecho. La diferencia en la alineación adelante es notoria. Incluso en el video se ve cómo se acomoda el volante solo cuando me monto al piano entre la curva del Cajón y el Ombú. En cuanto a la dureza, no noté grandes cambios, y creo sin dudas que le caería muy bien tener un tren delantero más rígido, beneficiando el tránsito, pero sobre todo la salida. Ya hablaré de eso. Ahora bien, todo esto es adelante, pero la maravilla esta atrás. ¡Sí, finalmente sucedió! ¡Encontré un León con actitud sobrevirante! Llegó el momento de cambiar el discurso de "todos los Peugeot que manejé se van de trompa". El 308 GTi, no. Se siente muy bien cuando salís a girar con un auto y te das cuenta de que vas a poder aprovechar esa técnica que llevó años aprender. En el GTi se torna mucho más fácil ir a buscar el piano interno, ya que con una pequeña levantada el auto tiende a cruzarse y usamos mucho menos volante que con el S GT. Donde se complica un poco es en la salida. El auto tiene bastante potencia y fácilmente tiende a patinar cuando empezamos a salir de la curva. Por eso, sería ideal que estuviera un poco más trabado de adelante, de modo que cuando aceleramos y el peso vaya para atrás, el tren delantero pueda contener mayor carga y nos aporte más adherencia.
Frenos
Excelentes. Con disco en las cuatro ruedas, ventilados adelante. Acá no me sorprendí. El 308 S GT frenaba muy bien y el 308 GTi mantuvo esa cualidad. Mi única duda era cómo se iba a adaptar a la mayor velocidad y el cambio de suspensiones: lo hizo muy bien. Esperaba que se moviera más de cola en los frenajes bruscos, pero con una mínima corrección de volante durante la maniobra se consigue mantener el auto derecho. En cuanto a la robustez, se bancaron la prueba perfectamente, sin fatigarse en ningún momento.
Dirección
Muy buena. De piñón y cremallera, con asistencia eléctrica. Acá sí noté cambios. No puedo asegurar que existan cambios en la calibración de la asistencia, ya que en toda la información que encontré no se hace mención a esto, pero se siente mucho más directa y pesada. Como dije anteriormente, esta virtud es en gran parte por la configuración de suspensión y alineación que tiene el auto. Creo que es obvio, pero para el manejo deportivo esto nos hace un gran favor, dado que nos trasmite mucha más información sobre qué está sucediendo en el tren delantero. Eso sí, hay que acostumbrarse a esta dirección por lo siguiente: si le das un poco más de volante del que necesita, el auto instantáneamente obedece con la trompa, haciendo que la cola quiera seguir su rumbo. Esto pone el auto de costado. Hay que tener cuidado, porque si bien esto nos ayuda en los ingresos de las curvas lentas, también lo hace en las curvas rápidas. En el video se aprecia cómo tanto en Ascari como en el Tobogán, ante el mínimo movimiento ya se cruza. Al principio te asustás, hasta que le "encontrás la mano" y lo aprovechás a tu favor.
Caja
Excelente. ¡Manual de sexta! Yo sé que a veces se pone difícil en el tránsito diario y en esas situaciones las automáticas son lo más, pero no hay nada más lindo que tener la potestad sobre la caja de cambios y decidir uno en qué cambio quiere andar. Una de las grandes quejas que tuve con el S GT era no sólo la velocidad a la que hacía los cambios, si no la superposición entre accionar la leva para subir una marcha y que el auto hubiera mandado la misma orden, subiendo finalmente dos cambios. Con el GTi no existe ese problema. Está muy bien relacionada, con la sensación de que la cuarta es un poco más larga que la de sus rivales mencionados al comienzo. Otra de las diferencias con el S GT es que el GTi equipa diferencial Torsen. ¿Se nota? Si, patina un poco menos. Pero al también incrementarse la potencia, el resultado es similar al del S GT. Eso si, sin el Torsen patinaría mucho mas de lo que lo hace.
Motor
Excelente. El famosísimo 1.6 THP, en este caso con 272 cv y 330 Nm. Realmente es maravillosa la conjunción de este motor con la caja manual. Este motor lo destaqué con el S GT de menor potencia (225 cv) y en este caso, al tener total control sobre la caja, se pone más divertido aún. Y empecemos con las comparaciones: de todos sus rivales probados, es el que mayor potencia declara, pero mientras los otros son 2.0T, este es 1.6T. ¿Se nota que tiene más potencia? Sí. En la recta acarició los 200 km/h, mientras que el Mégane RS (265 cv) llegó 193,9 km/h; el Veloster N (250 cv) a 191,7 km/h y el Golf GTi (230 cv) a 184,8 km/h. ¿Y si tiene más potencia que el Renault, por qué no le ganó? Porque hay que poder bajar al piso esa potencia.
Ayudas electrónicas
Son todas desconectables, como corresponde en un vehículo que se presume deportivo, no como algunos de marcas alemanas. Hablando en serio, una ayuda electrónica que encontré es el audio artificial del motor. Como sabrán, en Europa son civilizados y no está permitido molestar a tus vecinos con el ruido de tu auto, por lo cual muchos fabricantes añaden sonido artificial del motor en el habitáculo a través de los parlantes. Esto, para un uso deportivo, es genial, ya que al menos en mi caso, me puedo guiar por ese sonido para pasar los cambios más que por el tacómetro. Es por eso que me resulta muy necesario poder escuchar el motor y, aunque me encantaría que el sonido fuera real, que al menos esté presente en modo artificial me ayuda mucho al manejo.
Comportamiento
Excelente. Bueno, a esta altura creo que ya se dieron cuenta de que me gustó mucho el auto. Todo lo que me decepcionó del S GT (leer crítica), en este GTi está solucionado e incluso mejorado. Se disfruta mucho del conjunto caja-motor, y el chasis acompaña de muy buena manera a esos dos elementos. Y además no sólo es divertido, si no que también va rapidísimo. Otra de las cosas que valoro de este auto es que tenés que mover los bracitos para ir rápido. Tanto por su muy buena potencia como por el comportamiento del chasis y lo que conté de la dirección, se vuelve desafiante llevarlo rápido y es una mezcla de susto y satisfacción lo que termina generando. En cuanto a la vuelta en sí, salió bastante bien. Me reprocho no haberle bajado la cuarta antes de llegar a Reutemann en vez de hacer esos metros al corte, ahí seguro bajaba alguna décima y tal vez se metía 7mo. Pero bueno, llegó la hora de cortar un poco con el endulzante. Una sola crítica tengo para el Peugeot 308 GTi y es lo que sucede de mitad de curva en adelante. En ese momento hay que ser muy paciente con el acelerador y esperar más de lo deseado para enterrar el pie derecho. Caso contrario, el auto empezará a patinar de forma descomunal, barriendo la trompa y casi quedando sin dirección. Debo admitir que esta conducta es un poco frustante, porque todo lo anterior a ese momento lo resuelve muy bien, y si se pudiera acelerar antes el auto bajaría muchísimos números. En ese sentido, Peugeot tenía dos opciones: endurecer el tren delantero (y ganar unos segundos, yendo a pelearle a la Mégane RS), o dejar un auto muy veloz en la pista, pero también utilizable en el día a día (algo más parecido al Golf GTi). No hay que olvidar que sigue siendo un Segmento C de cinco puertas, y no se puede descartar totalmente el confort. De todas maneras, para quien quiera usar el auto exclusivamente en pista es un problema fácilmente solucionable. En mi opinión, esa ida de trompa -víctima de su propia potencia- no es algo que opaque el excelente rendimiento del producto francés.
Robustez
Excelente. El auto no sufrió ningún tipo de fatiga durante la prueba, a excepción de los neumáticos.
Neumáticos:
Muy buenos. El Peugeot 308 GTi calza unos Michelin Pilot Super Sport 235/35ZR19. Al igual que con el S GT, los neumáticos sufrieron las idas de trompa, donde el último eslabón de la cadena que tiene que transmitir la potencia al piso es el que más sufre. Además, está el factor no menor de que los neumáticos son los originales de fábrica. Esto quiere decir que, en esta unidad, tenían al menos cinco años y algunos track days encima.
Relación precio/deportividad
Excelente. En el mercado de usados hoy están pidiendo alrededor de 33 mil dólares por este modelo. Sí, es bastante, pero lo vale. La performance del auto es muy buena, el equipamiento es completísimo y hablamos de un auto firmado por Peugeot Sport, con todas las letras. Por lo que me contó su dueño, Damián, no tuvo ningún inconveniente con el auto y hasta está pensando en cambiarlo por otro igual, pero de menor edad.
Conclusión
¡Me encantó! Antes que nada, infinitas gracias a Damián por haber hecho esta prueba posible. Y felicitaciones por tu auto: ¡es un misil! En lo personal, me alegro de poder decir de ahora en más que hay un Peugeot que anda muy bien en pista. ¿Y en cuanto a sus rivales? Si bien el rival más directo, por su carrocería, es el Golf GTi, yo pondría al 308 GTi más cerca de la Mégane RS (por su comportamiento). Ambos son manuales, ambos son sobrevirantes y ambos son mucho más divertidos de manejar que el Golf. ¿Y por qué le ganó al Golf? Es muy sencillo: por potencia. De todos lados, el 308 GTi sale más rápido y adquiere velocidad en menor tiempo. También al 308 GTi lo ayuda mucho el chasis, que va mucho más suelto que en el Golf (gobernado por el bendito ‘ESP Modo Sport’). ¿Y si es tan bueno y más potente, por qué no le ganó al Mégane RS? Por el chasis. Hasta la mitad de la curva, ambos autos se comportan muy parecidos, pero de mitad de curva en adelante el Mégane tracciona y nos permite acelerar antes, mientas que el 308 patina y hay que esperarlo. Si sumamos esa tendencia en cada una de las curvas, la diferencia se hace notar. Eso sí, el Mégane RS es mucho menos confortable en el andar diario que este 308. La elección de uno u otro irá en lo que se quiera priorizar, pero al fin y al cabo, ambos son excelentes deportivos.
Mediciones
Tiempo de vuelta en el Circuito 6, 2:10.430. Velocidad máxima en recta, 199,46 km/h. Velocidad media, 117,8 km/h.
Coloflow (@PaulSzebesta_)
Producción: RacingFilms, Hernando Pollicelli, Julián Podesta, Orly Cristófalo, Ciudad Autódromo y Motor1.
Agradecimiento: Pinturerías Gastón, 3mc Designs.






