Aclaración de Motor1 Argentina. Esta prueba fue realizada en Tailandia por el equipo internacional de Motor1. La configuración de la nueva Ranger que fabricará Ford Argentina a partir de 2023 aún no fue confirmada. Toda la información oficial difundida por Ford Argentina está acá.
Vuelos de conexión inevitables, clima impredecible y un breve contacto de tres días. Este no es el escenario perfecto para unas vacaciones tropicales en la hermosa isla de Phuket, Tailandia; sin embargo, fue el mejor escenario para enfrentar a la nueva generación de la Ford Ranger a una gran variedad de desafíos.
Junto con periodistas de Asia y Sudáfrica, tuve la oportunidad de probar la nueva Ford Ranger antes de que se venda en más de 180 mercados en todo el mundo, incluido Estados Unidos. Además, esta nueva generación de la pick-up mediana se producirá a partir de 2023 en la planta de Pachecho, Argentina.
Antes de empezar, hay que recordar que la nueva Ranger tendrá una amplia gama de motores alrededor del mundo incluyendo algunos turbonafteros y distintas ofertas diésel con un 2.0L que puede tener uno o dos turbos y potencias de entre 150, 170 y 210 cv como el acá probado, además de un 3.0 V6 de 250 cv y 600 Nm. También está la Ranger Raptor con un 3.0 V6 bi turbonaftero de 285 o 400 caballos, según el mercado.
La Ranger usa ahora una versión muy modificada de la plataforma T6 (la que se produce actualmente en nuestro país), denominada T6.2, que agrega modularidad al chasis. La construcción en tres piezas permitió modificaciones como trochas más anchas, amortiguadores delanteros monotubo revisados y una suspensión trasera reposicionada fuera del marco para una mayor estabilidad rutera, capacidad todoterreno y refinamiento en el manejo.
Más robusta
La Ranger es una camioneta mediana con una estética bien definida, pero Ford quería ampliar aún más su fuerza con una parte delantera más cuadrada y guardabarros más definidos. De adelante hacia atrás, hay líneas esculpidas en todo el cuerpo, lo que hace que luzca más musculosa que antes. El frente del Ranger y sus distintivos DRL en forma de "C" tienen un parecido sorprendente con su hermana menor, la Maverick.
La Ranger cabina doble Wildtrak, que fue la estrella de la prueba y se distingue,entre otras cosas por la terminación gris en el que conecta paragolpes con parrilla. Ford afirma que los nuevos faros por matriz de LED son inteligentes. A diferencia de las luces altas automáticas, las luces tienen la capacidad de encender y apagar diodos específicos para mantener la iluminación sin cegar a los conductores que se aproximan.
Se nota que el voladizo delantero es más corto y la razón es que las ruedas delanteras se desplazaron 20 mm hacia adelante para extender la distancia entre ejes. El resultado es un mejor ángulo de aproximación, pero hablaré de eso más adelante. Las barras de techo plateadas no solo mantienen la continuidad del diseño con los estribos plateados, también sirven como puntos de amarre cuando es necesario.
Caja funcional, como debe ser
Una caja de carga funcional es fundamental cuando se trata de pick-ups. Para la Ranger, me complace informar que Ford se aseguró de que la parte trasera fuera lo más práctica posible y pudiera servir como estación de trabajo.
Al igual que la F-150, el nuevo portón trasero de la Ranger viene con ranuras para abrazaderas en C. También hay tomas de corriente que probamos durante el test cargando una computadora. Por cierto, el portón trasero también estaba equipado con un amortiguador, de modo que solo se necesita un dedo para levantarlo.
Un protector gris es estándar en la versión Wildtrak, mientras que el borde superior tiene revestimientos plásticos para proteger el metal. Las piezas de plástico también pueden servir como puntos de perforación para aquellos que deseen agregar accesorios. Ford también ha agregado una práctica escalera integrada en el paragolpes para facilitar la carga.
Más inteligente que nunca, pero con margen de mejora
La Ranger (al menos la versión probada) renuncia a los diales analógicos y luce un instrumental totalmente digital y una enorme pantalla de 12 pulgadas con el sistema SYNC4. Las pantallas son muy legibles y el contraste de color hace que el texto se destaque, mientras que la función de la pantalla central permite respuestas rápidas.
Como la mayoría de los sistemas multimedia verticales, que integran casi todos los controles en una pantalla, la curva de aprendizaje es empinada. Me tomó un tiempo familiarizarme con los menús, por ejemplo, encontrar las cámaras 360 y los menús todoterreno significaba detenerme y explorar el sistema. La experiencia hubiera sido mejor si solo hubiera podido simplemente presionar un botón físico. Pasar por el menú giratorio de modos de manejo tampoco fue perfecto. Hubo una latencia sustancial y el botón se sintió de bajo costo lo que no aporta a la experiencia general.
El mayor problema con esta configuración digital, al menos mientras estaba fuera de camino, fue el hecho de que el bloqueo del diferencial trasero estaba incluido dentro de la pantalla. Para usuarios más tradicionales, la nueva configuración podría ser un punto de discusión. Al menos, Ford optó por separar los controles del climatizador bi zona en un conjunto de botones, lo que permite una operación sin visión, incluso mientras se conduce. La cámara de 360 grados también tiene uno de los diales más claros (y más precisos) que he visto hasta ahora, algo que fue muy útil durante el periplo off-road.
Conquistando el Ranger-Ville
Hablando del recorrido todoterreno, Ford preparó un área artificial en las afueras de Phuket, provincia de Krabi, para mostrar la destreza off-road de su nueva pick-up. El Ranger-Ville, como lo llamó Ford, constaba de empinadas laderas rocosas, un cruce de agua, senderos lodosos y resbaladizos, hoyos profundos, áreas rocosas y arena.
Básicamente, Ford quería que atravesáramos cualquier cosa menos nieve, que debería estar cubierta por los modos de manejo predeterminados de la camioneta, a saber: Normal, Eco, Remolque, Resbaladizo, Lodo y Arena. Estos modos ajustan los parámetros de transmisión, respuesta del acelerador, controles de tracción y de estabilidad, el frenado y más.
Los ajustes de trochas y del eje delantero de la Ranger permiten mejores parámetros todoterreno. El ángulo de entrada se ha aumentado a 30 grados (de los 28,5 grados actuales) y el ángulo de salida trasera se ha mejorado a 23 grados (Vs. 21 grados).
En las pendientes empinadas, el control del descenso trabajó muy bien controlando a la Ranger. La cámara de 360 grados ayudó a maniobrar a través de los pasajes estrechos. En ningún momento sentí roces de la parte inferior. Finalmente, el cruce del curso de agua fue sorprendente porque la Ranger puede manejar profundidades de hasta 800 mm y el lago artificial, en mi estimación, tenía 600 mm como máximo.
En las partes resbaladizas, que eran más resbaladizas debido a las lluvias intermitentes, pasamos al modo indicado, lo que permite una distribución variable del torque entre las cuatro ruedas según el deslizamiento. Sentí que la parte trasera se deslizaba un poco, pero estaba controlado y viví un momento bastante divertido a pesar de tener árboles muy cerca. Lo mismo con las huellas profundas, caminos pedregosos y senderos de arena suelta; con la ayuda de la tecnología la Ranger ha demostrado que se siente como en casa en la tierra.
Ian Foston, el ingeniero jefe de la plataforma T6 dijo que la Ranger puede recorrer la ruta todoterreno sin la ayuda de los modos de manejo preestablecidos, y yo le creo. En el camino de regreso a Phuket, nos sorprendió otro desafío que consistió en todo lo que experimentamos en el Ranger-Ville, aunque en el mundo real. No utilicé ninguno de los modos, sino que simplemente cambié de 4H y 4L, además de activar y desactivar el bloqueo del diferencial cuando era necesario. La cámara de 360 grados jugó un papel importante en la terminación del trabajo, considerando que era la primera vez que manejaba del lado derecho.
Andar refinado y más seguro
Después de los caminos de tierra, nos dirigimos a un largo viaje a través de las montañas de Krabi y hacia las secciones de la autopista Phang Nga para regresar a Phuket. El clima imperdonable continuó, lo que hizo que cruzar caminos sinuosos fuera más peligroso.
La Ranger fue fácil de maniobrar en las curvas de Krabi. Dada mi inexperiencia con la conducción por la derecha, la función de centrado de carril, que puede detectar el borde del camino, fue mi guía. La dirección también fue firme y decisiva, promoviendo más confianza incluso en las curvas cerradas de la montaña.
En la ruta y los caminos provinciales sentí el refinamiento del manejo de la Ranger. Era cómoda y la entrada a las curvas predecible y progresiva, casi como un SUV. La Ranger Wildtrak probada estaba propulsada por el motor bi turbodiesel EcoBlue de 2.0 litros con 210 caballos y 500 Nm de torque. Hubo momentos en los que tuve que adelantar para seguir el ritmo del tren, solo para tener la sensación de querer más potencia en las ruedas traseras. Sentí los 2.200 kg de peso de la camioneta durante estos intentos. Lo más destacado aquí fue que la transmisión automática de 10 velocidades resultó muy fluida y la tendencia de la caja anterior a pasar todo el tiempo de cambios fue eliminada.
Subir de nivel
A pesar de las deficiencias, las mejoras en la nueva Ford Ranger ponen el listón más alto para sus rivales, en términos de refinamiento, dinámica de conducción, destreza todoterreno y avances tecnológicos. El trabajo que le queda por hacer a Ford es que la tecnología en la cabina sea más amigable y así completar el paquete sin problemas.
Ojalá pudiera decir lo mismo sobre el motor 2.0 bi turbodiésel. En algunos mercados hay o habrá disponibilidad de un V6 turbodiesel que entrega 250 caballos y 600 Nm de torque. Lo más probable es que en Argentina haya una oferta completa que incluya una versión del cuatro cilindros con un solo turbo, 150 cv y 370 Nm, el bi turbo y el V6 para pelear en lo alto, pero todavía falta para saber cómo será la oferta en nuestro país, más cerca de 2023 cuando comience a producirse en Pacheco lo sabremos.