"¿Este auto carga urea?" / "Epa, ¿ahora viene con úrea?" / "¿Y este pico de acá? ¡No me diga que es pa'láurea!" A lo largo de 2.000 kilómetros de pruebas, cada vez que paraba a cargar combustible, los playeros de las estaciones de servicio se sorprendían por lo mismo al abrir la tapa del tanque. Y tienen razón: esa es una de las principales novedades de la nueva Jeep Compass TD350 Trailhawk 4x4 (2022), que llegó a la Argentina para reemplazar a la versión 2021, que estuvo a la venta apenas un año en nuestro mercado (leer crítica).
Tiene un precio que ronda los ocho millones de pesos, la probamos durante diez días y la crítica completa se reproduce a continuación.
POR FUERA
La Compass es la SUV de Jeep para el Segmento C (compacto). En octubre pasado recibió un primer restyling y en Motor1 ya probamos la versión T270 Limited 4x2, que estrenó el nuevo motor 1.3 turbonaftero (leer crítica). Ahora llegó el momento de evaluar la versión tope de gama, que es la única que se sigue ofreciendo con tracción integral y motor turbodiesel.
Esta versión 2022 de la Trailhawk estrenó los mismos cambios en la parrilla de las otras Compass (2022), pero con un paragolpes delantero específico para esta versión 4x4. Con respecto a la anterior Trailhawk (2021), lo primero que llama la atención es que desaparecieron los característicos ganchos de rescate rojos en el paragolpes frontal. Eran muy útiles para el manejo off-road y le daban mucha personalidad a este modelo. Sin embargo, tal como confirmaron Jeep y LatinNCAP, se eliminaron para evitar penalizaciones en las pruebas de choque que evalúan la protección a peatones (leer nota).
Esta versión Trailhawk mantiene sobre el capot un ploteado negro mate: Jeep asegura que es para evitar reflejos del sol, aunque ahora se le agregó una llamativa tira en color rojo (con la palabra "Trailhawk" bien destacada).
Las llantas también son de nuevo diseño, aunque conservan los conocidos neumáticos Pirelli Scorpion ATR 225/60 R17. En la parte trasera se modificaron las ópticas, aunque acá sí conserva el gancho de rescate rojo (ubicado abajo y a la izquierda).
Con estos cambios estéticos, la Compass Trailhawk ahora se ve más urbana y hasta un poco "farolera". Perdió algo de la mística y rusticidad de los productos que llevan el sello Trail Rated de Jeep.
En nuestro mercado, la rival más directa de la Compass Trailhawk es la nueva Ford Bronco Sport, que tiene tracción integral de serie y motores turbonafteros de entre 175 y 240 caballos de potencia. Sus precios oscilan entre 7.1 y 7.7 millones de pesos (leer crítica).
En este Segmento C de SUVs hay cada vez menos opciones con tracción integral. Hyundai tiene planes de lanzar en algún momento la nueva generación de la Tucson, Kia dejó de ofrecer la Sportage 4WD, Toyota informa que "no está disponible" la Rav4 AWD y sólo Honda ofrece la CR-V 4WD, aunque con un precio exagerado: 79 mil dólares.
POR DENTRO
El restyling de la nueva Compass (2022) se nota más por dentro que por fuera. Es notable la mejora en la calidad de materiales (con revestimientos blandos en todos los rincones) y la actualización del equipamiento: la Trailhawk viene de serie con tablero digital de 10.25 pulgadas (completísimo, aunque complejo de navegar desde los botones del volante) y pantalla táctil multimedia de 10.1 pulgadas (bastante más amigable, aunque con parlantes Beats que no suenan tan bien como promete su renombrado emblema).
La posición de manejo es cómoda y con muchos ajustes. El tapizado en cuero sintético "Trailhawk" es exclusivo de esta versión. Ya en posición de reclamar, podríamos exigir butacas calefaccionadas y refrigeradas: la Toyota SW4 (que cuesta lo mismo, aunque es de un segmento superior) lo ofrece.
No hay muchos lugares para guardar objetos, pero sí abundan los conectores: adelante hay puerto USB, toma de 12v y cargador de celular por inducción. Atrás hay otro USB, otra toma de 12v y hasta un enchufe de 230v.
La Compass nunca tuvo el habitáculo más amplio de su segmento y eso queda cada vez más en evidencia a medida que llegan nuevas competidoras: las VW Taos, Toyota Corolla Cross y Ford BroncoSport le ganan especialmente en ancho del habitáculo y en espacio para las piernas de los pasajeros traseros. Así y todo, hay lugar cómodo para que viajen cuatro adultos (cinco, apretados) y esta versión Trailhawk viene de serie con el excelente techo panorámico.
El baúl tampoco es el más generoso: tiene 390 litros de capacidad, que se pueden expandir hasta 1.181 litros plegando los respaldos traseros. En defensa de la Compass Trailhawk: tiene una rueda de auxilio con el mismo tamaño y llanta que las cuatro titulares. Muy buena decisión para un vehículo con claro enfoque off-road.
SEGURIDAD
La Jeep Compass fue líder en ventas de su segmento en los últimos años y las nuevas competidoras la obligaron a actualizar el equipamiento de seguridad, que siempre fue bueno y recibió varias mejoras con el transcurso de los años. La Trailhawk viene de serie muy completa: siete airbags (incluyendo de rodillas para el conductor) y los dispositivos de seguridad activa habituales: ABS, EBD, ESP y TCS.
Además cuenta con numerosas asistencias a la conducción (ADAS): alerta de riesgo de colisión, frenado autónomo de emergencia, control de crucero adaptativo, detector de fatiga, detector de señales de tránsito y sistema de mantenimiento de carril.
Los sensores y radares que trabajan con estos dispositivos me parecieron más celosos y sensibles de lo esperado. El alerta de riesgo de colisión, por ejemplo, confunde pastizales altos o algunos desniveles pronunciados del camino (como badenes o lomos de burro) con vehículos o personas. No es lo ideal para un vehículo que se utilizará fuera del camino.
Algo parecido ocurre con el sistema de mantenimiento de carril: cuando las demarcaciones de la ruta están mal pintadas tiende a corregir la trayectoria incluso cuando estás bien adentro de tu carril. En rutas mal pintadas (es decir, en casi todas las de Argentina), lo mejor es desconectarlo.
No hay pruebas de choque independientes para esta Jeep Compass fabricada en Brasil.
MOTOR y TRANSMISIÓN
Como se mencionó al comienzo, acá está una de las principales novedades de la Compass Trailhawk (2022). No se trata del motor, que sigue siendo el viejo, conocido y rendidor 2.0 turbodiesel (170 cv y 350 Nm). Tampoco se trata de la transmisión, que mantiene la excelente caja automática de nueve marchas (con una primera bien corta, muy útil para terrenos difíciles, aunque mentirosamente bautizada "Low", ya que no tiene "Baja" ni reductora).
El sistema de tracción integral (con bloqueo de 4WD hasta 50 km/h) y Select Terrain de Jeep también permanece sin novedades: tiene modos de manejo para nieve, arena, barro y roca.
La novedad viene por parte del sistema de control de emisiones contaminantes. Hasta ahora, este motor 2.0 Multijet venía con filtro de partículas (el famoso DPF que causó varios problemas en la Fiat Toro). En la Trailhawk (2022) ese DPF viene reforzado con AdBlue. Se trata de la famosa urea (úrea, láurea, úria o Arla32, según el nivel de sofisticación del playero que te atienda en la estación de servicio).
Es un sistema que se utiliza hace tiempo en los camiones y varios utilitarios de la Argentina, pero como es una novedad en un auto (y más pronto que tarde se ofrecerá también en la Fiat Toro 2.0 Turbodiesel), conviene explicarlo.
La urea es un líquido químico que se inyecta en el flujo caliente de los gases de escape. Con las altas temperaturas de ese circuito, se convierte en vapor formando amoníaco y dióxido de carbono. Al llegar al catalizador, el amoníaco descompone al óxido de nitrógeno de los gases de escape (muy contaminante) hasta separarlo en forma de nitrógeno y agua (más benévolos con el medio ambiente). Con este sistema, las emisiones de óxido de nitrógeno se reducen hasta en un 85%.
Ahora, la urea requiere cierto mantenimiento. Tiene un depósito de 13.5 litros que hay que rellenar cada 10 mil kilómetros. La boca de carga se encuentra junto a la tapa del tanque de combustible, por eso los playeros se sorprenden al verla. En el tablero hay un indicador específico para el Arla32, que encenderá alertas cuando al depósito le quede una autonomía de 1.500 kilómetros (luz amarilla), 700 (rosa), 200 (naranja) y 100 (roja). Si el depósito de urea se vacía por completo, se podrán rodar otros 100 kilómetros en "modo de emergencia" (con velocidad limitada). Si más allá de ese límite apagás el motor, la electrónica no permitirá volver a encenderlo hasta que se recargue el depósito de urea.
En ningún momento corre riesgo la mecánica: todas estas medidas se toman para que el motor pueda ser homologado bajo la normativa de emisiones Euro 5. Incorporar el circuito de urea equivale a poner contra las cuerdas a los motores turbodiesel: es el último paso antes de su prohibición definitiva.
Pienso prohibirlos sería un gran error, porque la Argentina no es un país con índices de contaminación preocupantes. Y porque tenemos distancias enormes -combinadas con infraestructuras muy pobres- donde los motores diésel son una buena solución para quienes buscan autonomía y confiabilidad mecánica.
COMPORTAMIENTO
Si bien el tema de la urea resulta complejo de explicar, debo decir que durante la prueba el sistema no presentó ningún problema. Tampoco se informaron regeneraciones del DPF, aunque también hay que aclarar que fue una prueba de sólo diez días y por apenas 2.000 kilómetros. En las charlas en las estaciones de servicio pude comprobar que la venta de Arla32 está muy difundida. No es difícil de conseguir, aunque abunda más en las estaciones de rutas que en las ubicadas en los centros de las ciudades (donde rara vez cargan los camiones, que son los principales consumidores de urea).
El recorrido unió Buenos Aires con Bahía Blanca e incluyó visitas a Loma Negra, Pehuen Có, San Andrés de las Sierras, Saldungaray y Tandil. Todo por el Centro y Sur de la provincia de Buenos Aires.
Ya dije que soy fanático de los motores diesel a la hora de hacer viajes en ruta. Y la Compass Trailhawk me volvió a enamorar de este combustible tan entrañable como oleoso: el consumo medio durante la prueba fue de 9.5 litros cada 100 kilómetros. En ciudad gasta 11.5 y en ruta se puede viajar a 120 km/h (en novena marcha y a 1.850 rpm) con un consumo de sólo 7.5 l/100km. A ese ritmo, el tanque de 60 litros puede rendir hasta 800 kilómetros.
A eso hay que agregarle un motor con buen torque y una caja muy bien calibrada para sacar el mejor provecho en los sobrepasos en ruta. Las recuperaciones de 80 a 120 km/h se hacen en 10 segundos. Acelera de 0 a 100 km/h en 12.5 segundos, pero es posible bajar hasta 9.5 segundos con el truquito de accionar la primera marcha desde la leva izquierda al momento de arrancar. La velocidad máxima es de 185 km/h.
Una vez más, acá hay que mencionar a su competidora más directa en nuestro mercado: la Ford Bronco Sport logra prestaciones muy superiores en ruta gracias a su motor turbonaftero de 240 caballos, aunque consume bastante más (leer crítica) y no tiene ni por asomo la autonomía de la Trailhawk. Otro aspecto donde el Jeep saca ventaja es en el off-road más lento y trabado. Sobre terrenos complicados y a muy baja velocidad, el generoso torque en baja del diésel es imbatible. Pude comprobarlo en varias trepadas con barro y piedras sueltas por senderos de las sierras de Tandilia y Ventania.
Aclaro que nunca había estado en San Andrés de la Sierras: tiene paisajes y senderitos off-road que no tienen nada que envidiarle en belleza y dificultad a la precordillera patagónica.
Ahí ayudaron también los modos de manejo del Select Terrain, que modifican el mapeo del acelerador, la caja automática y las ayudas electrónicas, para brindar tracción y seguridad en lugares difíciles.
La Compass Trailhawk no es un un vehículo off-road extremo, pero -junto con la Bronco Sport- se posiciona entre lo más aventurero que se puede encontrar hoy en el Segmento C de SUVs de la Argentina.
Es que, más allá del buen despeje del suelo, de los generosos ángulos, de las Pirelli Scorpion y de los ganchos de rescate (ahora en retirada), esta Trailhawk sigue siendo una Compass: una SUV de planteo urbano y familiar, aunque con muy buenas aptitudes para hacer viajes largos y fuera de camino. El andar es muy confortable (en gran parte gracias a los neumáticos de perfil alto), la insonorización es muy buena (aunque no puede ocultar que es gasolera) y todo el conjunto de dirección, frenos y suspensiones está a la altura de lo mejor en su segmento.
CONCLUSIÓN
Si buscás un vehículo para viajar por Argentina, con visitas a lugares que exijan un poco de manejo off-road y buena autonomía, la Jeep Compass Trailhawk es un producto muy recomendable. La introducción del sistema de urea en esta versión 2022 es toda una señal para los amantes del diesel: se trata de un combustible en riesgo de extinción, acorralado por las normativas de emisiones cada vez más exigentes. Por eso, si querés un buen gasolero en tu garage, el momento de comprarlo es ahora.
Más allá de eso, creo que la Compass Trailhawk sólo tiene dos grandes defectos. El primero es el precio: los casi ocho millones de pesos la dejan en la misma liga de productos más grandes, pertenecientes a segmentos superiores y también muy recomendables, como las Toyota SW4 y Chevrolet Trailblazer.
El segundo defecto es más bien una cuestión de planteo filosófico, aunque tal vez esta propuesta pueda servir para corregir el anterior punto en contra. La Compass Trailhawk es un Jeep y lleva el sello Trail Rated. Por eso, desde mi punto de vista, esta versión tiene demasiado equipamiento de lujo y confort, que no es tan necesario en un vehículo con planteo off-road. El que quiera lujo y confort que compre una Compass Limited (leer crítica) o que mire para el lado de la nueva Commander Overland (leer contacto).
Un verdadero Jeep Trailhawk podría prescindir sin problemas del tablero digital, de la enorme pantalla multimedia, del encendido a distancia y de los marketineros parlantes Beats. También reemplazaría las vistosas llantas de aleación pulidas por otras más simples y resistentes a los rayones. El techo panorámico y los tapizados en cuero son muy lindos, pero también podríamos dejarlos de lado si eso ayudara a bajar el precio final.
Ya que estamos, ¿por qué no reemplazar la caja automática por una más accesible manual? Sería una gran sociedad con el excelente 2.0 turbodiesel y la tracción 4WD de Jeep.
No, no estoy pidiendo que esta Compass Trailhawk se convierta en un Wrangler Rubicon. Pero compraría sin dudarlo una Compass Rusticon.
C.C.
Fotos: Vito Cristófalo




































Ficha técnica Jeep Compass TD350 Trailhawk 4x4 (2022)