Nissan Pathfinder. Cada vez que pienso en cómo se desató la euforia por las SUVs pienso en la Nissan Pathfinder. Y no hablo del fenómeno mundial de ventas de este segmento. Me refiero a cómo nació la moda entre nosotros, los argentinos.

Hace unos meses debatimos junto a Norberto Lema acerca del origen de las SUVs y todos coincidimos en que es un segmento muy antiguo, que se remonta incluso a los tiempos de la IKA Estanciera cordobesa (leer nota).

Por eso, cuando hablo de la Nissan Pathfinder me refiero a una euforia por las SUVs un poco más cercana en el tiempo (aunque ya pasaron más de 30 años de su lanzamiento). A comienzos de los años ’90, algunos osados importadores privados trajeron a la Argentina las primeras unidades de esta SUV basada en la pick-up Frontier D21. El diseño firmado por Doug Wilson no se parecía en nada a lo que había en nuestro restringido mercado, donde la importación estaba muy limitada a sólo unos pocos permisos especiales.

Aquella Pathfinder tenía un diseño moderno, elegante y urbano, aunque sin resignar su capacidad todo terreno. Se convirtió con rapidez en el auto de moda de la Argentina y en uno de los vehículos más buscados por los que siempre quieren estar en la última “onda”. La desesperación por tener una Pathfinder fue tan grande que algunos hasta rompieron la Ley. El actor Ricardo Darín estuvo a punto de terminar preso por haber comprado una Pathfinder que había sido importada con un permiso especial para discapacitados. Darín admitió que ni siquiera conocía al lisiado que figuraba en los papeles del auto que manejaba.

La Pathfinder era sofisticada y muy deseada, pero carísima. Los precios no bajaban de los 70 mil dólares. Por eso, cuando se flexibilizaron las restricciones aduaneras durante la primera presidencia de Carlos Menem, muchos importadores privados se dedicaron a traer SUVs igual de modernas, pero mucho más accesibles. Allí se produjo el aluvión de Chevrolet Blazer, Isuzu Trooper, Daihatsu Feroza y Toyota Rav4. Pero ninguna de ellas fue tan exitosa como la Suzuki Vitara. Era la manera más fácil de acceder a una SUV, aunque sus precios todavía seguían siendo bastante exclusivos: arrancaban en 30 mil dólares.

Ahí es donde el equipo de desarrollo de Ford en Brasil, donde participaba el ingeniero argentino Gabriel López, tuvo a fines de los ’90 la idea de desarrollar una SUV fabricada en el Mercosur. El llamado Proyecto Amazon BV226 se puso en marcha en 1998 cuando los estudios de mercado demostraron que el público estaba dispuesto a pagar hasta 11% más por una SUV que por un hatchback, un sedán o un monovolumen del mismo segmento. López, quien más tarde fuera presidente de Ford Argentina, lo explicó mejor en esta entrevista.

Entonces, ¿las SUVs se convirtieron en un suceso en ventas porque el público las puso de moda o porque las automotrices descubrieron que eran un gran negocio? Fueron dos fenómenos simultáneos.

Los estudios de mercado indican que muchos estaríamos dispuestos a tener una Ferrari en el garage si valiera sólo 100 dólares cada una, pero los costos no acompañan. Las SUVs se impusieron en el mercado porque son un segmento muy rentable para las automotrices y porque el público demostró estar dispuesto a pagar un poco más de lo habitual por un auto que tuvo casi el mismo costo de producción que otro más tradicional y de aspecto más sencillo.

Y, como ocurre con todo boom de ventas, la demanda es tan grande que los creativos no tardaron en explorar y descubrir nuevos sub-segmentos. En 2005, el diseñador francés Pierre Leclercq tuvo la idea de diseñar una SUV con “estética de coupé”. Lo único que hizo fue darle al techo una curvatura tipo Fastback, para otorgarle una estética más deportiva. Así nació la primera BMW X6. Fue otro suceso en ventas.

Y en rentabilidad: el público estaba dispuesto a pagar más dinero para adquirir un diseño que había tenido casi el mismo costo de producción que la más convencional BMW X5.

El Fenómeno Pathfinder se repitió. Muchos querían una X6, pero su precio resultaba inalcanzable. Así, estos Fastbacks tipo crossover (porque tienen rasgos que atraviesan a varios nichos del mercado) comenzaron a hacerse cada vez más populares. La X6 fue acompañada por las más accesibles X4 y X2. Mercedes-Benz copió la idea de manera descarada con las Clase GLE Coupé y GLC Coupé. Audi hizo lo mismo con las Q8, Q5 Sportback y Q3 Sportback.

Pero eso no alcanzaba para llegar al gran público.

En la Argentina, el primer crossover accesible con silueta Fastback fue el VW Nivus, que se presentó en 2020. Sobre la base de la T-Cross, nació este modelo con estética más deportiva. Fue otro éxito en ventas, al punto que en 2021 superó en patentamientos a la T-Cross (5.459 vs 4.400 unidades), que perdió así el trono de SUV más vendida de la Argentina (aunque no en manos del Nivus, sino del Jeep Renegade, que aprovechó la canibalización interna de VW, leer nota).

La historia se repite: los segmentos que nacen como moda sólo se afirman en el mercado cuando se masifican los volúmenes de ventas. Y eso sólo se logra cuando la moda deja de ser exclusiva para unos pocos y se ofrecen variantes más accesibles.

Es lo que está ocurriendo en estas semanas con el Nivus. Durante su primer año y medio de ventas se ofreció sólo con la motorización 200 TSi (1.0 turbo de 116 cv y 200 Nm), con caja automática de seis velocidades (leer crítica). Y ahora la gama se refuerza con esta nueva variante de entrada a gama: 170 TSi (95 cv y 170 Nm), con caja manual de cinco marchas. Esta versión es tan nueva que aún no tiene precio de venta en la Argentina.

¿Cómo pasamos de la BMW X6 a esto? Es el facinante juego de oferta, demanda, manejo de costos y marketing que rodea a uno de los productos industriales más geniales de la economía mundial: el auto.

La crítica completa se publicará la semana que viene.

C.C.

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No te maquilles, que vos no salís en la foto: "¿Pero acaso esta nota no era sobre la Nissan Pathfinder?"

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No, es sobre el nuevo VW Nivus 170 TSi Manual, que hoy se lanzó a la venta en la Argentina.

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El VW Nivus 170 TSi Manual tiene un precio de lista de 3.14 millones de pesos (ver equipamiento y ficha técnica).

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La crítica completa se publicará la semana que viene.

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