Probar el tope de gama de una marca supone todo un desafío. Se espera mucho de ese tipo de autos, o mejor dicho, se espera todo. Ser el "buque insignia" es transmitir todo lo que la marca quiere decirle a sus clientes, a sus no clientes y a sus "ojalá seas mi cliente". Y de eso se trata este DS 9, ser el faro a seguir dentro de la marca.

Por supuesto que volver a subirme a un francés de alta gama me hizo acordar de muchos intentos de los galos por tener autos que se mezclaran en la alta alcurnia del mundo automotriz, casi siempre quedando en las puertas de la gloria. ¿Podrá lograrlo este DS 9?

La crítica completa se reproduce a continuación.

POR FUERA

Todo está bien en el exterior del DS 9. Los diseñadores han sabido aprovechar cada centímetro de los casi 5 metros de largo para desplegar líneas que lo estilizan y le dan vida al mismo tiempo. Una vez más DS hace su magia en los faros delanteros que hipnotizan y que suman las líneas verticales de LEDs que descienden marcando el contorno de la parte baja del paragolpes. En cierto punto nos recuerdan a los "colmillos" de los Peugeot, pero se diferencian muy bien. La parrilla central juega con las formas que se repiten en todos los DS. ¿trapezios cruzados? ¿rombos encastrados? Yo veo una D y una S multiforme-deforme pero bueno, no quiero que me digan que no debo escribir alcoholizado.

El perfil es, a ojos de quien escribe, perfecto. Es el sedan soñado. Bajo, largo, estilizado, con los cromados justos y en los lugares exactos. las llantas se complementan a la perfección. "Mi" DS 9 calza Michelin Pilot Sport en medida 235/45 R19 en las cuatro ruedas, pero con un auxilio temporal Continental 135/90 R17 en llanta de chapa. Detalle especial en las manijas retraíbles, casi un clásico de DS a esta altura, que hace que no haya salientes mientras circulamos.

La descripción de la parte trasera tiene que empezar por las luces de giro y baliza en los parantes laterales. El remate es una tapa de baúl de dimensiones reducidas a la vista que lleva un pequeño spoiler moldeado en la misma chapa. La firma de luces traseras sigue engamada con el resto del auto. 

El DS 9 mide 4.934mm de largo, 1.460mm de alto y 1.932mm de ancho, con una distancia entre ejes de 2.895mm. El peso en orden de marcha es de 1.540 kilos. El tanque de combustible tiene 60 litros y el baúl cuenta con una capacidad de 510 litros.

POR DENTRO

La cerradura se activa por proximidad y la manija de la puerta del conductor se despliega para darnos la bienvenida. Hay que acomodarse, estos 1.85 metros de altura y algunos kilos de más necesitan su mecánica para sentarse en la butaca. Nos recibe un tapizado de cuero que son parte de la "inspiración Rivoli", tal como se denomina la versión de equipamiento disponible de este auto que llega a nuestro país desde China. Sí, el francés tope de gama se fabrica en China. Bienvenidos al mundo moderno. A acostumbrarse (y sobre todo dejar los prejuicios de lado), que esto será así muchos años. 

Una vez sentados acomodamos el asiento mediante comandos eléctricos, excepto por la regulación del largo de la butaca en la parte de los muslos, que es manual. El volante se regula en altura y profundidad. ¿Resultado? Muy cómodo, tanto como para bajarte perfecto después de 8 horas en la ruta 2 un 30 de diciembre (esta historia es real).

Sentados todo queda a mano. La consola central con los levantavidrios y demás teclas están ahí, aunque soy fundamentalista en el tema, prefiero esos interruptores en la puerta. La tecla más lejana será la del modo de manejo. 

El tablero es 100% digital y con varias configuraciones, similares a los Peugeot i-Cockpit aunque sin el efecto 3D que tienen los 208 más onerosos. La lectura es clara una vez que nos acostumbramos a leer en formato DS. Todo tiene líneas, diagonales, rombos y llega un momento que hablás solo con tu DS 9 pidiéndole un setup normal. Pero bueno, el diseño moderno es así.

El volante tiene buen grip y un tamaño perfecto. Los comandos de limpiaparabrisas, luces, velocidad crucero y levas de cambio son...los mismos de todos los Peugeot-Citroën-DS que los llevan. Así nace la teoría de CC de la cena navideña en casa de la familia Peugeot, pero eso lo dejamos para un resumen de fin de año.

La pantalla central tiene 12 pulgadas y es compatible con Android Auto y Apple Car Play. El sistema de sonido es bueno aunque en este tipo de modelos esperaba un "muy bueno" junto con una firma reconocida en los parlantes. Otras versiones en otros países vienen con sonido Focal, pero aquí no hay marca en el audio.

En la parte delantera tenemos dos tomas USB y una de 12 volts debajo de una tapa, junto con el cargador inalámbrico. Las teclas en la parte inferior de la pantalla son touch y a veces no responden todo lo rápido y bien que nos gustaría. Todo el cuadro central está coronado por el reloj de agujas BRM, un clásico de DS. La calidad de los materiales es muy buena, las terminaciones están acordes a lo que se espera y el punto bajo está en los comandos alrededor del volante que ya comentamos antes. 

En la parte trasera la comodidad es total. Butacas cómodas, buen espacio para cabeza y pies, dos conectores USB, salida de climatización configurable independiente y la posibilidad de acceder al baúl detrás del apoyabrazos central.

No nos olvidemos del techo corredizo eléctrico y panorámico, ni el detalle de los asientos calefaccionables nada ideales para estos días de casi 40 de térmica pero muy útiles para traseros fríos en invierno.

El baúl parece chico de afuera, hasta que levantamos la tapa y vemos que tiene una profundidad eterna. Son 510 litros planos y largos.

SEGURIDAD

El equipamiento es muy completo en este apartado. Desde los frenos con ABS y repartidor de frenado electrónico y asistencia de frenado de emergencia, hasta los 6 airbags, pasando por control de estabilidad (ESP) y el control de tracción.

Sobre lo anterior se suman las ADAS o asistencias activas que reúnen, Active Safety Brake, control de velocidad crucero adaptativo, alerta de cambio de carril, sensor de ángulo muerto en los retrovisores. Completan sensores de estacionamiento, cámara trasera, faros antiniebla LED, detector de pérdida de presión de los neumáticos, y fijaciones ISOFIX para asientos de niños. Y le sumamos el retrovisor interior anti encandilamiento y el detector de cansancio.

El DS 9 aún no ha sido evaluado por Euro NCAP o LatinNCAP.

MOTOR Y TRANSMISIÓN

¿Esperabas un V6 turbo o un diesel de alta cilindrada? Bueno, por ahora no. Debajo del capot nos espera el Pure Tech cuatro cilindros de 1.6 litros turboalimentado y con 16 válvulas y distribución por cadena en su versión de 215 CV unido a una caja automática de 8 velocidades. El par que entrega es de 300 Nm a 2.000 RPM.

En otros países hay opciones más potentes e incluso en formato híbrido. Por el momento sólo veremos esta motorización en Argentina hasta que llegue la versión E-Tense (sin fecha por ahora), similar a la híbrida "enchufable" que equipa al DS 7 que ya probamos (ver crítica).

COMPORTAMIENTO

Hacía rato que no me sentía tan observado al volante de un auto de Motor1. O el ojo de los que nos gustan los autos sigue enamorado de los sedanes o ver algo tan largo y con un logo no tan familiar (sí, aceptemos que aún falta para que DS se reconozca a simple vista entre los no-fierreros), en la trompa.

Son casi 5 metros de carrocería moviéndose y no se notan a bordo. La visibilidad es muy buena para todos lados y la posición de conducción, ya lo dijimos, es excelente. El 1.6 tiene un andar suave y la caja se lleva muy bien con él. La insonorización a bordo tiene un trabajo especial de parte de los ingenieros de DS y se nota. Si no bajamos las ventanas estamos casi aislados del mundo, apenas oímos lo justo y necesario para que no sea un peligro estar tan aislado del tráfico.

El consumo en ciudad no está mal, medimos 8 litros cada 100 kilómetros en un uso mixto entre calles y algo de autopistas. En ruta y a 120 km/h necesitó 7.2 litros cada 100 kilómetros. La velocidad máxima que medimos fue de 244 km/h y cronometramos una aceleración de 0 a 100 km/h de 8.6 segundos.

En ruta es un placer viajar y acumular kilómetros. A la buena insonorización se le suma una suspensión que absorbe y no transmite. Vamos siempre cómodos. No hay sorpresas ni golpes raros. El DS 9 va bien plantado gracias a su largo, su distancia entre ejes y a una excelente puesta a punto. Ni siquiera el perfil bajo de los neumáticos es un problema. Bueno, salvo que nos encontremos con algún borde/filo típico de nuestras calles y rutas.

A la hora de pisar el acelerador reacciona muy bien, con ganas y fuerza. Los 300 Nm hacen su trabajo y el DS 9 despega. ¿Es un deportivo? No, nadie lo pensó así y no es eso, pero se desempeña muy bien.

La dirección es precisa y con el grado justo de dureza según la ocasión. No sé si era un tema de la unidad que probé pero estaba bastante sensible el sensor de atención en el manejo. Varias veces me alertó en la ruta por no tener las manos en el volante cuando sí las tenía o por no prestar atención cuando nunca saqué la vista del camino.

El control de velocidad crucero adaptativo es de los mejores que he usado en el último tiempo. Frena suavemente y cuando puede acelerar para regresar a la velocidad seteada lo hace gradualmente, sin aceleraciones bruscas o exageradas.

CONCLUSIÓN

Con un valor de 87 mil dólares el DS 9 se mete en un terreno donde no había un representante de la marca hasta ahora. Entra a jugar con BMW, Mercedes-Benz, Audi. Y ahí es donde creo que aún le falta. 

El DS 9 está muy bien equipado, tiene buena calidad de materiales, un diseño exterior distinto y distinguido, pero hay algo que le falta para meterse entre los premium. Quizás algunos detalles finos (los mandos detrás del volante me quedaron atragantados), quizás más materiales nobles o premium (madera, fibra de carbono), se me cruzan los quizás y voy a terminar haciendo lío.

El DS 9 es un gran auto y merece ser el buque insignia de la marca. Para dar el próximo salto, creo, va a necesitar algo más.

Galería: Critica DS9

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