Desde Villa Gesell (BsAs) - El Off-Road Park sobre la Ruta 11 es el Disney de todos los fanáticos del 4x4. Cada verano, cuando llegan las vacaciones, el predio de 25 hectáreas es la pista favorita de todos los que quieren perfeccionar sus técnicas de manejo en la arena y, de paso, conocer las últimas novedades de Jeep.
El gran lanzamiento de este 2022 es la nueva Commander: una SUV para el Segmento D (mediano), que ofrece tres filas de asientos para siete pasajeros (ver equipamiento y precios).
¿Te acordes de la Dodge Journey? Aquella exitosa SUV de siete asientos que llegaba importada de México por fin tiene una digna sucesora en nuestro mercado.
Pero la Commander no es mexicana. Y tampoco es Dodge, aunque pertenece al grupo de marcas de aquella estructura llamada alguna vez DaimlerChrysler, luego FCA y ahora Stellantis.
La Commander llega importada de Brasil, donde se produce en la misma planta de Pernambuco que fabrica los Jeep Renegade, Jeep Compass y Fiat Toro.
Sobre la base de la misma Plataforma Small Wid de esos tres modelos, la Commander ofrece una mayor distancia entre ejes (16 centímetros extra) y un mayor largo total (36 centímetros) que la Compass (que es Segmento C, compacto).
A la espera de una crítica completa, que realizaremos en el transcurso de las próximas semanas, en el Off-Road Park pudimos tener un primer contacto con la Commander, sobre la pista de arena y con pendientes de diferentes niveles de dificultad.
Este modelo llega a la Argentina con una sola combinación mecánica: motor 2.0 turbodiesel con filtro de urea (170 cv y 380 Nm), combinado con caja automática de nueve velocidades y tracción integral.
El desempeño en la pista fue más que digno. Manejamos la versión tope de gama Overland, que viene con neumáticos Pirelli Scorpion 235/50R19. El desempeño es muy parecido al que tiene la Compass, sólo que debido a la mayor distancia entre ejes hay que tener un poco más de cuidado en los obstáculos con ángulos ventrales más empinados. Está claro que no será un vehículo para off-road extremo, pero es un Jeep y su doble tracción de serie permitirá algunas aventuras.
En ese sentido, el motor 2.0 turbodiesel es un gran acierto. En Brasil se ofrece también el nuevo 1.3 turbonaftero, pero creo que la configuración para Argentina es acertada: el gasolero tiene muy buen torque en baja y mueve sin problemas a un vehículo que en orden de marcha tiene un peso de 2.4 toneladas. La incorporación de urea para el filtro de partículos es una mejora que pronto adoptará también la Fiat Toro.
La única limitación para la aventura viene por el lado de la rueda de auxilio: es finita, de uso temporario.
El diseño exterior tiene muchos guiños a la historia de Jeep y recuerda en parte a las Compass y Grand Cherokee. Sin embargo, le falta algo de personalidad y tiene proporciones muy estiradas, aunque no tan anchas. Esa silueta tan alargada muestra las limitaciones de una plataforma desarrollada originalmente para vehículos "Small". La Commander es agradable en el frente y algo anónima en el perfil, pero lo que desentona es la falta de originalidad en la parte trasera, con ópticas demasiado finitas.
Más allá de eso, lo importante es el interior. La Commander apunta a un público claramente familiar. Es el mismo usuario de la Journey, pero también el consumidor de sus muchas otras rivales en el Segmento D.
Hablamos de SUVs con tres filas de asientos para siete pasajeros, donde hay productos de Chevrolet (Trailblazer), Hyundai (Santa Fe), Kia (Sorento), Mitsubishi (Outlander), Peugeot (5008), Toyota (SW4) y Volkswagen (Tiguan AllSpace). En este segmento siempre hay que marcar la diferencia entre las versiones con chasis de largueros (como las Trailblazer y SW4, derivadas de las pick-ups S10 y Hilux) y las que tienen carrocerías monocasco (Commander y todas las demás).
El espacio interior es generoso en las dos primeras filas, pero no muy bueno en la tercera: se pueden acomodar dos niños, pero no caben dos adultos.
Con las tres filas en uso, el espacio para el baúl es muy chiquito: sólo 233 litros. Si se rebate la tercera fila, la cosa cambia: quedan unos generosos 661 litros. Lo bueno es que el habitáculo se configura con facilidad, los respaldos se rebaten con una sola mano, el portón tiene apertura eléctrica y es posible optar por configuraciones muy convenientes, como por ejemplo: seis asientos ocupados y un baúl de casi 450 litros.
Me gustó la calidad del interior y el diseño de la cabina. Es, sin dudas, el vehículo mejor terminado entre los fabricados en Pernambuco: se aprecian los materiales blandos en la plancha de instrumentos, revestimientos en gamuza que imitan el Alcántara y tapizados en cuero muy agradables al tacto. La plancha de instrumentos cuenta con tablero digital 10.2 pulgadas y pantalla multimedia táctil de 10.1 pulgadas.
La versión tope de gama Overland (9.190.000 pesos) se diferencia de la un poco más "accesible" Limited (7.410.000 pesos) al ofrecer llantas de 19 pulgadas (contra 18" de la Limited), equipo de audio HarmanKardon (en lugar de Beats) y techo panorámico doble (en vez de corredizo normal).
El equipamiento de seguridad también es muy bueno, con un generoso paquete de asistencias a la conducción (Adas) en las dos versiones, que incluye frenado autónomo de emergencia, detección de señales, control de crucero adaptativo y detector de fatiga.
El equipamiento completo está en la ficha técnica para descargar, acá abajo.
Hay que decir que a la gente de Chrysler tuvo que atravesar el proceso de tres empresas (DaimlerChrysler, FCA y ahora Stellantis) para ofrecer en nuestro mercado una digna sucesora de la exitosa Dodge Journey. Aquél modelo tenía motores nafteros muy gastadores, pero fue un suceso en ventas gracias a su propuesta familiar y aventurera, además de su precio razonable.
Esa es la misma filosofía de la nueva Commander, con un problema importante: el precio de la versión Limited es de 7.41 millones de pesos y está afectado por la primera escala de impuestos internos. La Overland está impactada por la segunda escala y es aún más cara: 9.19 millones de pesos. De esta manera, la Overland se ubica casi dos millones de pesos por encima de la Toyota SW4, que es la actual líder en este segmento (ver ventas).
Hay que decirlo con honestidad: este nuevo Jeep es un buen producto, pero no es dos millones mejor que la SW4.
La nueva Commander de Jeep es una propuesta aventurera, para familias numerosas, con buen equipamiento y notable calidad de fabricación. Pero su precio cargado de impuestos internos la termina posicionando como un producto bastante exclusivo.
Es un Jeep que puede transportar a muchos. Pero que podrán disfrutar muy pocos.
C.C.
Todo sobre la nueva Jeep Commander en esta sección de Motor1.