Texto y fotos de Orly Cristófalo
Hace ya dos años tuve la oportunidad de estar presente en Porto Alegre (Brasil), en la presentación regional del nuevo Onix: manejé la versión sedán, el Onix Plus (ver nota). En ese momento, me dio la sensación de que el pequeño Chevrolet había perdido algo de los rasgos juveniles que le daba el diseño más redondeado de la generación anterior. En esa oportunidad, me quedé con las ganas de manejar el hatchback, ya que todas las unidades de prueba era sedanes. Ahora llegó la revancha con una de las versiones más equipadas del mercado argentino: la nueva variante LTZ, que se lanzó a la venta en abril de este año.
A diferencia del más caro Premier (2.91 millones de pesos), el LTZ (2.45 millones) no tiene faros LED, calza llantas de 15 pulgadas (en lugar de 16"), no tiene cargador inalámbrico, tampoco asistencia de estacionamiento ni puerto USB en las plazas traseras.
Lo bueno es que conserva la conocida mecánica 1.0 turbo. Lo manejé una semana y la crítica completa se reproduce a continuación.
POR FUERA
La primera impresión es que este Onix es un auto totalmente distinto al anterior Onix "redondeado". Diría que lo que más me recuerda a la versión anterior son los faros. Pero bueno, soltemos, eso fue hace dos años.
El Chevrolet Onix LTZ tiene cara (?) de auto más grande. Varias líneas y detalles nos recuerdan a su hermano mayor, el Cruze. La trompa está dominada por esa boca grande en la parte baja, que se va estirando hacia los costados para unirse con faros auxiliares y los reglamentarios. Los detalles cromados ya son de serie desde la versión LT, lo mismo que los espejos retrovisores en el color de la carrocería.
Ya en la vista lateral resaltan las llantas de aluminio, exclusivas del LTZ, en 15 pulgadas con neumáticos Bridgestone Ecopia EP150 en medida 185/65 R15. La línea lateral es en cuña, con la cola terminando mucho más arriba que la trompa. Gana en dinamismo y remarca la silueta. Perdió curvas y ganó estilo, seamos sinceros, aunque también -desde mi punto de vista- la vista lateral es la menos "personal" de todas en el Onix. Se remarca la buena distancia entre ejes, llevando las ruedas bien a los extremos.
El Onix LTZ mide 4.163mm de largo, 1.731 de ancho y 1.475 de alto, con una distancia entre ejes de 2.551mm. El peso en orden de marcha es de 1.102 kilos y el Cx es 0.33.
Por último llegamos a la cola, que se llena de aristas y de líneas. Incluso los faros "sobresalen" de la carrocería en su borde superior, remarcando su presencia. Toda la parte baja del paragolpes trasero es en color negro, lo que le da un toque diferente a la terminación.
POR DENTRO
Tiramos de la manija de la puerta y, en cuanto abre, la ventanilla se baja unos centímetros y no volverá a subirse hasta que no cerremos la puerta: ya es un clásico de Chevrolet y sirve para facilitar el cierre de la puerta, evitando la compresión de aire en el habitáculo. Es un pequeño detalle que le gusta a quien escribe.
Los asientos son cómodos, con tapizados en tela y buena sujeción lateral. Soprende el modelo "todo en uno", con el apoyacabezas integrado en el respaldo de la butaca. Toda la regulación es manual e incluye en altura. La posición de manejo se encuentra fácil, con la posibilidad de regular el volante en altura y profundidad.
El tablero es simple, clásico y claro: tacómetro y velocímetro en los costados y un display digital en la parte central, con el nivel de combustible como base. Quizás le falte un poco de "onda", pero informa bien y tiene opciones que se manejan desde la punta del brazo del comando del limpiaparabrisas. El volante incluye el comando del control de velocidad crucero, que también es sólo de esta versión.
La pantalla multimedia es de 8 pulgadas y es compatible con Android Auto y Apple Car Play. Tiene AM/FM, Bluetooth y reproducción desde USB. El Onix LTZ cuenta con seis parlantes a bordo y un buen sonido.
Más abajo tenemos los controles del aire acondicionado/calefacción y en la parte más baja la conexión para un USB y toma de 12 v. La selectora de cambios cuenta con el sistema "Active Select", para pasar los cambios en forma manual, pero nunca me pude acostumbrar a él: no me resultó cómodo.
En las plazas traseras, el lugar para los ocupantes es bueno, incluso manejando un tipo de más de 1.80 metros. La parte trasera de los respaldos delanteros son "ciegas", sin bolsillos. Sumado a la tapita que reemplaza al puerto USB de la versión Premier, le dan un aspecto un poco pobre, aún estando en una versión casi tope de gama. La calidad general de las terminaciones y plásticos es buena para su precio, aunque se nota dónde se economizó dinero: los revestimientos de las plazas delanteras son mucho mejores que los que se encuentran en las plazas traseras.
El baúl tiene una capacidad de 303 litros hasta la altura de la bandeja, que se amplían a 413 si contamos hasta el techo. Si bajamos los respaldos de los asientos traseros llegamos a 1.151 litros. La rueda de auxilio está debajo del piso y es del tipo provisoria, con una llanta de chapa, marca Continental y en medida 115/70 R15, con una velocidad máxima autorizada hasta 80 km/h.
SEGURIDAD
El equipamiento del Onix LTZ incluye 6 airbags (frontales, laterales y de cortina), cinturones de tres puntos en todas las plazas, control electrónico de estabilidad (ESP), asistente de arranque en pendiente, sensores traseros de estacionamiento, cámara de retroceso, y frenos ABS con EBD.
Con respecto a la versión Premier, el LTZ pierde los sensores de estacionamiento delanteros, el indicador de presión de los neumáticos y el alerta de punto ciego.
LatiNCAP realizó el crash test sobre la versión Plus del Onix donde el modelo de Chevrolet obtuvo 5 estrellas (ver nota).
MOTOR Y TRANSMISIÓN
Debajo del capot encontramos el ya conocido tres cilindros 1.0 con 12 válvulas turboalimentado, que entrega 116 cv a 5.500 rpm con 160 Nm de torque entre las 2.000 y las 4.500 rpm. Sí, es el mismo motor del Onix RS que pasó por el Ranking de Autoblog (ver prueba).
Sin embargo, mientras el RS tiene caja manual de seis velocidades, el LTZ tiene automática de seis marchas.
COMPORTAMIENTO
Durante la semana que lo manejé hice mucha ruta y ciudad, tratando de alcanzar un mix casi perfecto entre los dos terrenos. En ciudad, el motor ágil y la caja bien escalonada ayudan a movernos sin mayores inconvenientes. La visibilidad es buena incluso para atrás donde, por una cuestión de diseño, la luneta limita la visión disponible. La dirección tiene una asistencia generosa, que se agradece más todavía a la hora de estacionar. Si bien no es un auto pesado, me encanta sentir el volante bien liviano en el momento de maniobrar a baja velocidad. Las suspensiones van bien en el empedrado y no complican en las cunetas del conurbano.
En la ruta, la buena distancia entre ejes se nota en el confort de marcha. No vamos a los saltos ni mucho menos. El andar es cómodo. Poniendo el control de velocidad crucero en 110 km/h "surfeamos" el asfalto sin problemas. La posición de manejo ayuda a viajar cómodo y disfrutar de los kilómetros.
Los consumos son buenos, aunque esperaba algo menos. A 100 km/h necesitó 5.7 litros cada 100 kilómetros y a 120 km/h consumió 6.6 litros cada 100. En ciudad anduvimos muy cerca de los 10 l/100km.
La medición de la aceleración dejó un digno 9.4 segundos de 0 a 100km/h.
CONCLUSIÓN
El Chevrolet Onix LTZ es un gran producto para su segmento y deja bien plantada la bandera del Moño Dorado. El precio, según la lista oficial, se ubica en 2.454.900 pesos. A modo comparativo, el Peugeot 208 1.6 Active Tiptronic cuesta 2.77 millones y un Toyota Yaris Automático está en 2.46 millones.
A nivel producto es completo y tenía todo para convertirse en uno de los autos más vendidos de la región. La pandemia, las trabas a las importaciones y la escasez de semiconductores le jugaron en contra (leer nota aparte).
Para saber más sobre el nuevo Onix LTZ, convocamos al dueño de un Onix LT, para que lo manejara y opinara sobre las diferencias. La nota se puede leer acá abajo.
O.C.
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Archivo para descargar: Ficha técnica Onix Hatchback (2021)
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ADEMÁS Opinión de usuario
Lucio Tezza (19 años) tiene un Chevrolet Onix LT 1.2 Manual desde mediados de 2020. Manejó el nuevo Onix 1.0 Turbo LTZ Automático y opinó
- "Tuve la oportunidad de probar el nuevo Onix versión 1.0 Turbo LTZ, siendo propietario hace ya un año de la versión 1.2 LT que, desde mi punto de vista es de las mejores opciones a la hora de buscar un primer auto. El LT lo elegí por la buena relación calidad precio, el equipamiento de seguridad, contando con una gran cantidad de airbags. Me gusta el andar suave y el interior cómodo en donde entran tranquilamente cuatro personas sin ningún problema, lo cual no era sencillo de encontrar en otras marcas, sin irse a precios estratosféricos. El Onix LT no es un auto potente, pero lo que lo hizo ser una buena elección como mi primer auto fue la apariencia estética, tanto externa como interna. Ahí la pantalla multimedia, el botón de encendido, la carga inalámbrica del celular, entre otros detalles fueron los que más me importaron. La potencia del motor no me influye tanto, ya que mis recorridos tienden a ser cortos y dentro de zonas urbanas. En mi experiencia personal, hubo algunos detalles de fábrica en el Onix que fueron solucionados por el concesionario sin mayores problemas. A diferencia del modelo LT, el motor del Onix LTZ tiene turbocompresor y se nota que tiene más empuje, sin ser un auto deportivo. También se le suma la posibilidad de regular la altura del volante, para tener un manejo aún más cómodo que en el LT."
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