Texto y fotos de Jerónimo Chemes
Era martes a la tarde. Lo llamé a Don Pancho y le dije: “Ando por el centro, ¿le parece bien que pase en 25 minutos por su casa y me baja las cosas?”
Me contestó que sí. Don Pancho es alguien a quien yo le tengo un aprecio especial, esos tipos que agradezco haber conocido y compartido muchos años de mi vida. Y, a pesar de que este momento nos encuentra en caminos diferentes, siempre es un placer verlo y hablar con él.
Trabajador incansable, Don Pancho se inició en “El Reparto” con una Ford F350 modelo ‘60 V8. Luego tuvo varios vehículos más modernos, pero siempre estaba sobre la mesa el recuerdo de su entrañable 350 V8. Tipo de sabias y pocas palabras, escucha mucho y habla poco.
Estaba en el Obelisco, y encaré por Tucumán, hasta la zona del Abasto. La Ford F-150 Lariat Luxury es gigante, pero podés pasar por el Once sin dramas. Solo tenés que saber manejar camionetas grandotas.
Antes de llegar lo llamé y le dije: “Haga una cosa, véngase con 20 minutos de tiempo que quiero mostrarle una sorpresa. Tengo un V8 en prueba”.
“Te compraste una 350 vieja?”, me contestó. “No precisamente…”.
Al verme y acercarse, su sonrisa se iba acrecentando. La Lariat Luxury es sencillamente imponente. Y, al subirse, tras que era de pocas palabras, casi que no pudo ni saludarme. Su silencio era un grito de felicidad. Le dije: “¿Se acuerda de su V8? ¿Sonaba así?” Y la puse en marcha.
Don Pancho rejuveneció 50 años en cuatro segundos. Lo vi contadas veces tan, pero tan feliz. Cuando conoció a sus tres nietos, alguna otra vez que me reservo y esta.
Fuimos a dar una vuelta por Once en la Lariat. Le mostré lo más importante de todo lo que tiene. Pero más allá de su asombro por el nivel de equipo y calidad, al terminar el corto viaje, Don Pancho sonreía como hace años que no lo hacía. Como cuando encendía su noble V8 a las 3 AM, para salir a reparto. La Lariat lo hizo viajar en el tiempo.
Antes de bajarse me dijo, luego de un largo silencio: “Estos tipos no perdieron la esencia. Todo es muy lindo, pero el V8 sigue siendo el V8”.
Cerró la puerta, me levantó el pulgar y se fue sonriendo a su casa. Había viajado en el tiempo y tenido contacto con la última tecnología en confort y seguridad, pero con la esencia intacta de un V8 aspirado.
Cuando un motor de cuatro cilindros pueda hacer eso, la raza humana se habrá extinguido. El mentiroso downsizing viene de serie con mucho chamuyo y poca emoción.
Estos V8 no tienen turbo, pero traen emociones de serie. Y esas que, como estos motores, te duran toda tu vida. Probamos una semana la Ford F150 Lariat Luxury (2021) de 69.990 dólares. La crítica completa se reproduce a continuación.
POR FUERA
Como saben, las pick-ups full-size son muy grandes. No son “más grandes que”. Directamente, son enormes. La diferencia de tamaño con una mediana es oceánica. Ahora, ¿es esto un problema?
Si y no. Sí, si vivís en una ciudad como Buenos Aires y tenés que estacionar. En Palermo, donde vivo, me cambiaron a la cochera al Piso 1 donde si entra una Ranger, pero la Lariat no entró por la altura del techo de la rampa. Manejé esta chata por el Microcentro y, con cuidado, no tuve ningún problema. Sólo tardé más tiempo en encontrar lugar para estacionarla.
Pero hay una “trampita”. Hace años tengo “La Azul”, mi F-250 americana, que es del mismo tamaño de esta Lariat y la manejo con los ojos cerrados. Es decir, tengo experiencia con aparatos de este porte. Por eso, un usuario que venga de una mediana se va a sentir incomodo en las grandes ciudades.
Ahora: no, no son un problema si vivís en el 95% del resto del país, donde hay lugar sobra y los trayectos son largos. Ahí una full-size es feliz y la manejás con tranquilidad.
Argentina es un país ideal para tener chatas. Es muy largo, es muy ancho, tiene poca gente, tiene todo tipo de paisajes y sobra lugar por todos lados.
Sucede que nuestras grandes ciudades fueron pensadas “a la europea” y todo es angosto. Por suerte, el 99% de Argentina no es CABA y ahí las chatas son ideales.
El tamaño de la F150 no es un problema de la chata. Es un problema de dónde vivís vos.
Por fuera, la nueva F-150 (2021) es muy parecida a la anterior generación (leer crítica y ver fotos), pero luce bastante más distinguida. El nuevo frente cromado la “viste” más, las luces de led por todos lados le dan una presencia imponente, el lateral es eterno, pero tiene cromados por todos lados, estribo del mismo largo de la avenida Rivadavia y para cortar un poco la chapa sobre la parte de abajo, un aplique de color que le queda muy lindo. La altura es tipo edificio (uno, literalmente “se sube”) y vista desde atrás si estás en un Ford Ka, por ejemplo, solo vez la palabra “F150” que ocupa todo tu parabrisas.
En resumen. En vez de tratar de pasar desapercibida, la chata realza todo el tiempo su porte, como si estuviera orgullosa y pone distancia de todo lo que la rodea.
No luce deportiva, ni quiere hacerlo, para eso está “El Mosstro” (la nueva F-150 Raptor, ver nota), sino que luce señorial e imponente. Comunica poder, especialmente de noche, cuando tocás el botón de abrir y todo alrededor de la chata se hace de día.
En Argentina, su competidora más directa es la Ram 1500 (leer crítica). Chevrolet postergó hasta nuevo aviso la llegada de la Silverado (leer más). Mientras no llegue la nueva Ram 1500 (prevista para este año), la Lariat Luxury luce más moderna, aunque las dimensiones sean similares.
Las puertas son tan grandes que las traseras son similares a las delanteras de una mediana (ojo al abrirlas en calles angostas). El capot lo abrís y hay tanto lugar que el V8 parece chico. La caja de carga es un canto a la perfección: todo protegido con cobertor de calidad impensada, no solo caja y portón, sino que tiene cubrelomo (es decir, “da la vueltita” arriba del hombro del guardabarros y el portón). La caja tiene ganchos de amarre en todos lados y de excelente calidad, luces de led potentísimas en la caja y el techo de la cabina. Además, hay cámara de caja para monitorear la carga desde la cabina: increíble. Tiene enchufe para cosas eléctricas y abrelatas para destapar las cervezas. El portón, que ya tenía la escalera y era liviano, ahora sumó varias cosas cool.
La mencionada escalera sigue existiendo y es la idea del siglo. Ahora el portón suma huecos para enganchar una morsa, regla para mediciones (en pulgadas y centímetros) y apertura y cierre eléctrico.
Recuerden que la gran diferencia de la Serie F sobre otras full-size es que la carrocería está estampada en aluminio, lo que hace que sea más liviana y resistente a la corrosión.
Por abajo, la chata está toda protegida menos la caja de cambios (algo que hasta una Ranger trae de serie), pero la robustez de todo lo que ves deja en claro por qué vencen al tiempo. Todo está sobredimensionado.
Con respecto a la Ram 1500, la F150 luce “un toque” más moderna, pero la chata de Stellantis también es imponente. Veredicto: Masiva. La chata no es grande, simplemente tu vida es muy chica. Pocas cosas comunican poder de forma tan devastadora, hasta estacionada dice “acá estoy”.
POR DENTRO
Como era de esperarse, adentro es gigante también. Esta nueva Lariat Luxury se destaca porque el interior luce mucho más moderno, tiene más cosas y está mejor terminado. El espacio para cinco adultos. Atrás es más grande que adelante, el equipo de confort es mayor y la calidad de terminación es muy buena. Se los pongo claro: no hay vehículos más cómodos para viajar por nuestro país que las full-size. El confort es absoluto, el espacio es masivo y la comodidad es extrema.
La posición de manejo es sencillamente perfecta. Todo es eléctrico y hasta E.T. va a encontrar posición de manejo ideal y cómoda. La butaca, el volante, el respaldo y hasta los pedales tienen ajustes eléctricos. Y, como si fuera poco, la butaca (al abrir la puerta) se corre solita para atrás, para que sea más fácil subir o bajar. Los asientos tienen calefacción y aire acondicionado. Hasta el volante es calefaccionado.
A diferencia de la anterior, esta nueva Lariat Luxury agrega tres memorias para los asientos delanteros.
Describir el interior lleva otra nota. Es tan grande y tiene tanto confort que sería largo. Me arriesgo a algo nuevo. Vuelen conmigo.
Salí de noche a la ruta, con alguien a quien le confiarías tu vida al volante. Tomá cualquier ruta sin tránsito. Como acompañante, recliná toda la butaca hasta que quede plana y ponele la calefacción en mínimo. Abrí la cortina del doble techo hasta que veas todas las estrellas del cielo. Disfrutá el silencio 30 segundos. Luego, poné U2 - Live in Italy performando “Bad” a bajo volumen y apagá la pantalla con el botón.
Recostado, calentito, mientras los acordes perforan tu alma, la chata te acuna, mirás el cielo y sos libre. Es posible que una lágrima caiga. Los hombres lloramos. En mi caso, es una forma de ordenar las terribles imágenes que viven en mi eterno silencio y planear soluciones.
Se los resumo. El interior es enorme, lindo y tiene más confort que tu propia casa. Veredicto: En equipo, confort y terminación, le gana a la Ram 1500. En espacio, empatan.
SEGURIDAD
La lista de equipamiento es interminable (ver ficha técnica abajo). Lo poco que le faltaba a la anterior Lariat Luxury, se lo agregaron a esta y más. Es la chata más equipada de Argentina, por muy lejos.
Las cámaras (tiene cinco, adelante, atrás, espejos, techo) te permiten ver todo en todos lados en HD y tiene zoom. Hasta podés ver la caja de carga andando y el tráiler andando también, impresionante. Las luces, todas (adentro/afuera) son de led. La noche es el día. De hecho, si está estacionada, tiene una función “linterna” que con la pantalla podes prender las luces por zona para que te ilumine si estás de camping.
Además, ahora le agregaron asistencias a la conducción (ADAS), incluyendo control de crucero adaptativo, frenado autónomo de emergencia y alerta de riesgo de colisión. La chata acelera, frena, dobla y mantiene el carril sola. Si se te cruza alguien te avisa y si no reaccionás, frena sola. Si das marcha atrás saliendo del estacionamiento y viene alguien te avisa. Y, como si fuera poco, no solo tiene frenado autónomo de emergencia, sino que además tiene “asistencia de dirección evasiva de emergencia”.
Es increíble. Les explico cómo funciona: vos venís tranquilito manejando y el de adelante por alguna causa clava los frenos a cero. La chata al detectar el peligro, primero te avisa en el tablero y suena la alarma, luego, si no reaccionás aplica el frenado autónomo de emergencia (en criollo clava las guampas con furia) y si aún así ve que se la vas a poner al de adelante, si no doblás el volante para esquivarlo, la chata lo hace por vos. Que quede claro que el conductor debe iniciar la maniobra, la chata lo que hace es que esa maniobra sea extrema a la velocidad de la luz gracias a la dirección eléctrica.
Las asistencias a la conducción (ADAS) son de la Guerra de las Galaxias. Falta que la chata le haga RCP al pobre de adelante que le dio un paro cardíaco cuando vió por el espejo que le iba a entrar por atrás un aparato de este tamaño y que de pronto “por arte de magia” frenó y lo esquivó.
Manejé años F100 con medio giro libre de juego de volante. Hoy me ayuda a doblar más rápido. Es un delirio, esto no puede estar pasando. Veredicto: en seguridad, sin igual en el segmento de las pick-ups.
MOTOR y TRANSMISIÓN
La Serie F de Ford es la chata más vendida del mundo. En USA ofrecen una gran cantidad de motores con tres tipos de combustibles. A grandes rasgos hay nafteras V6, V8, Diesel V8 y 100% eléctricas. Veamos: V8 5.0 (este Coyote) y V8 Predator (Mustang GT500). Dentro de los V6 hay de varias cilindradas, aspirados, con turbo e híbridas.
En el caso de Argentina, Ford trae el Coyote, que es un 5.0 litros aspirado que resume como nadie lo que es un V8. Una suavidad de uso inigualable o una furia incontenible. Un ronroneo imperceptible o un ruido que dobla cabezas de peatones y saca sonrisas. Ausencia total de vibraciones al punto que regula a 500/600 RPM y tenés que mirar el cuentavueltas digital a ver si está en marcha. Una progresividad en el manejo inigualable para cualquier otro motor. Un consumo razonable o increíble.
La palabra es dualidad. El Coyote te permite pasar desapercibido o que se te salga el corazón del pecho de la emoción. Depende de vos y de tu respaldo económico para ponerle nafta. Porque si te querés divertir dándole rosca no tiene igual.
Pero te advierto: esto no es para Ray Ban y gorrito. Esto es para hombres/mujeres con los órganos bien puestos. Los V8 son cosa seria y tenés que ser muy consciente, saber mucho de chatas y tener mucha experiencia para exprimir esto.
Acelera con furia: 6.6 segundos de 0 a 100 km/h. Es descomunal lo que empuja. Llega a 180 km/h muy rápido y está limitada (por suerte).
El V8 es un motor sin baches de potencia, sin “turbodependecia”, con mucho torque todo el tiempo, un sonido celestial y un carácter pesado.
El consumo tira cifras esperables en ruta: 11.6 l/100 a 100 km/h y 15.1 l/100 a 130 km/h y altas en ciudad con 18.2 l/100. Siempre es siendo prudente con el pedal y conteniendo la emoción, ya que si te querés divertir pasas los 24 litros como si nada, pero sabé que la sonrisa tuya y de los pasajeros no hay cirujano plástico que la borre. Te queda grabado en la piel (y en el resumen de la tarjeta de crédito).
La caja es la conocida de 10 marchas de Chevy y Ford. Es espectacular, porque salta cambios sin cesar, podés “trabar” los cambios, si llegás al corte de RPM no pasa para arriba y siempre, en toda circunstancia, lleva el motor en su zona de confort. En la Lariat Luxury no está seteada picante, ya que no esta orientada a lo deportivo. Un placer. Lo único que le cambiaría es el mando de manejo manual que es un botón en el lateral de la palanca Veredicto: el Coyote (Ford F-150 Lariat Luxury) y el Hemi (Ram 1500) hacen que los amantes del downsizing salten de los precipicios. Son motores aniquiladores de argumentos.
COMPORTAMIENTO
La Lariat Luxury (2021) viene a la Argentina con el paquete FX4. Es decir, es 4x4 automática, con alta y baja y además tiene bloqueo de diferencial. Este es el paquete “más simple”. Después, en USA, hay otro más arriba que es el “Pack Tremor”: agrega despeje, mejores gomas para off-road y “más picantés”. Y, mucho después, está la Raptor.
Pero, más allá de tener un V8 de 400 burros y ser 4x4 con reductora, la puesta a punto está totalmente orientada al confort absoluto. Como si hubieran dicho “esta es para disfrutar con tranquilidad”. La chata sola te hace cambiar el chip, como si te tranquilizara. Todo pasa a ser suave y “apenas”. En la ciudad flota, no sentís nada, no existe más el empedrado. Los lomos de burro se corren porque tienen miedo y los cositos amarillos se agachan al verla. En ruta o autopista, adaptativo a legales 110 km/h, control de carril, abrí la cortina, poné música y listo. Vas pedirle a Dios no llegar nunca.
No está puesta a punto para ser deportiva y si te hacés el pícaro tenés que saber manejar muy bien, porque no deja de ser una mole que maneja inercias que no son aptas para cancheros. Doblar, frenar con los cuatro discos o una esquiva a alta velocidad hace que tengas que ser experto, para no asustarte. No está puesta a punto para ser picante o deportiva. Está puesta a punto para disfrutar. De todas maneras, por el ancho y el largo, la Lariat o la Ram son mil veces más estables que cualquier mediana.
En el fuera de camino, es una chata que si bien es 4x4 no es para hacer locuras por peso/gomas/despeje. Pasar pasa, pero una mediana es más ágil. A un conductor promedio le va a parecer “bruta”, ya que las medianas son más picantes y manejan menos inercia en el barro. Pero si sos experto, estás en campo privado y sin nadie alrededor o en un camino de ripio interno y… poné a Lemmy de Motorhead, el cover de héroes de Bowie. Volumen a fondo. Abrí las ventanas y el techo completo. Fijate que no haya nada ni nadie en 10 kilómetros a la redonda. No le des bola a los seteos de fábrica de los modos de conducción. Dejala en 4x2, saca toda la electrónica (menos el antivuelco que siempre queda, por las dudas) y acelerá a fondo.
Oh yeah: los 400 animales salen con furia a pastar hacia las ruedas traseras que intentan por todos los medios morder el piso, la cola se desparrama y vos con la punta de los dedos haciendo maniobras milimétricas la llevas por dónde querés. Si se va a cruzar te avisa y frenás con el acelerador (si entendés esa contradicción sos experto). Las full size son un arte fuera de camino, las reacciones son totalmente previsibles y al ser aspirada la dosificación de potencia es exacta al no haber turboretardos. Podés llevarla al ritmo de la música, es inolvidable. Como dice la canción que estas escuchando: “Just for one day”.
Ahora, si querés salir fuera de camino con total seguridad, elegí en el tablero el modo de conducción y hace caso. El sistema está puesto a punto de forma brillante por gente que respira off-road. Chasis con reductora, bloqueo de diferencial y 400 burros. Si sabés conjugar eso pasas por dónde querés.
Les doy un secreto. En la Serie F fuera de camino, aún orientada al confort, vos encará sin miedo. Lo que sea, vos dale y pegale de lleno. No se rompe, al contrario, es feliz. Te va a sorprender lo que es capaz de aguantar. Todo es acelerador, volante y ¡pumba!
En resumen, tal cual el interior, la chata está orientada al confort, para no hacer locuras. Esto no quiere decir que no las pueda hacer. Quiere decir que si no sos experto mejor portate bien que no vas a querer dejar de viajar nunca. Disfrutala tranca, viajando por la ruta o esperá a la Raptor.
Párrafo aparte para el tema del tráiler. Por suerte Ford te da de serie el módulo de trailer y el enchufe macho, para la parte eléctrica. Usamos un tariler/acoplado doble eje con freno eléctrico que normalmente tiramos por todo el país, incluso en altura, con la Azul o una Ranger LTD. Es pesado, ancho, alto y largo.
El gancho que usamos fue el nuestro, porque era con perno pasante. Bueno, la verdad es que la chata no solo lo tira como un papel, sino que al ser muy ancha lo lleva más aplomado, lo dobla como quiere y sobre todo lo frena sin chistar. De todas maneras, más allá de que la chata es feliz tirando cosas de este tamaño, hay que ser siempre prudente y jamás confiarse.
Lo extraordinario es que elegís el seteo de trailer en el tablero, ponés las cámaras HD enfocándolo y apenas presionas el acelerador la chata no lo siente y el trailer le obedece. Es una chata 100% de tiro. Pero recuerden, paciencia y prudencia. Veredicto: “Just for one day”.
CONCLUSIÓN
Fui, soy y voy a ser usuario de pick-ups. Marcaron mi vida. Como consumidor, soy muy exigente y no me conformo con poco. La Serie F no puede ser “buena”, tiene que ser extraordinaria. Debe superar las expectativas. Porque la excelente Ram 1500 es, también, una chata increíble. Mi amor por las full-size no es detrimento de marcas. Todas son de primer nivel y la compra se decide en gran parte por la emoción y la pertenencia, ya que las dos que se venden en Argentina son muy parejas. La Lariat Luxury ahora marca diferencia por el equipamiento de seguridad, pero ya vendrá en algún momento la nueva Ram a igualar los tantos.
En gran parte por eso, la Lariat Luxury es más cara que la Ram 1500. Esta nueva F-150 cuesta 69.990 dólares y la Ram 1500 tiene un precio de 55.800 dólares. La Lariat Luxury es mejor que la Ram, pero no es 14.190 dólares mejor.
Entonces acá es dónde entra la emoción y se va a dormir la razón. Las cosas que hacés con una full-size te marcan el alma. La nobleza, la resistencia y el aguante al castigo son legendarios y, más allá de todas las cosas increíbles que hoy trae en equipo y seguridad, siguen fieles a su esencia: chasis de camión, suspensiones que derrotan al tiempo y un motor simple, poderoso y temible que lo podría usar el Halcón Milenario. Sumale confort, espacio interior, tecnología y seguridad de ciencia ficción. El resultado de esa cuenta es la respuesta porque la chata más vendida del planeta y el segundo vehículo más vendido de todos los segmentos.
En la vida puede que elijas salir a pasear con tu familia a disfrutar la vida. O de vacaciones a un lugar lindo. O construir jardines de infantes en el Impenetrable Chaqueño. Elegí lo que quieras. La Serie F va a estar. Ella lo va a hacer, va a cumplir siempre lo que esperás de ella, no te va a dejar. Encará lo que sea porque hay resto. Porque no manejás una chata buena: manejás 50 años de prestigio e ingeniería. Y con un V8 aspirado de 400 burros. No hay, ni habrá, con que darle.
Si esta es así, no me quiero imaginar la nueva Raptor cuando llegue. Y cuando salga en USA la Raptor R con el V8 de 700 animalitos, ese día el Señor bajará de los cielos. Pero no bajará para salvarnos del Apocalipsis. Bajará para manejarla.
J.Ch.
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Archivo para descargar: Ficha técnica Ford F-150 Lariat Luxury (2021)
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