Texto de Jacinto Campos

Desde la Cuenca del Salado (Buenos Aires) - En el juego infantil de antaño, llamado La Oca, al tirar de los dados, la simpática avanzaba o retrocedía, según el casillero al que lo llevaban los “huesitos” del azar. Podemos decir que el nuevo casillero en que cayó la S10 en 2021 la proyecta hacia adelante.

Tuve la oportunidad de manejarla en nuestra pista natural de pruebas, por caminos rurales desafiantes y bastante andrajosos. Cómo estará la cosa que, por ejemplo la Ruta Provincial 42 (PBA), en algunas partes ya tiene pasto en el medio de su calzada. Se está pareciendo a una avenida. Ello demuestra el tiempo que lleva sin recibir mejoras. O al menos la rastra se olvidó de pasar por allí.

Bueno, a las cosas como dijo Ortega: la S10 2021 es una versión mejorada de sus antecesoras y advertimos que, si bien es lento, el cambio viene siendo para mejor.

Ahora la S10 tiene dos diseños de trompa. La más llamativa la tiene la High Country. Pueden leer la completa crítica de mi amigo Jerónimo Chemes acá.

La nueva S10 LTZ que manejé yo no es tan rupturista, pero en su trompa también presenta cambios con respecto a la vieja LTZ, como la que tengo yo. La nueva parrilla -sin ser nada guau ni cambiarle mucho la fach- mejora con el marco inmediatamente debajo del capot, que no le restará ventilación y enfriamiento al motor. Se puede decir que la Chevrolet mantiene su estética propia, con leves mejoras al “ojo del común de los paisanos”. Y sin parecerse a la competencia. No puedo dejar de pensar que la nueva Hilux (2021) se parece demasiado a la Ford Ranger.

En el habitáculo, la primera impresión que uno recibe -y no meramente visual, como veremos- es que la pantalla multimedia se destaca y no sólo en dimensiones, sino por la facilidad operativa de las distintas funciones que desde allí se comandan, demandando una menor distracción en la conducción. Es muy intuitiva y su ductilidad permite, mediante un rápido acostumbramiento, encontrar la función que se busca en forma táctil, sin siquiera levantar la vista del camino.

En el tablero, las novedades las van a notar sobre todo los que manejamos con frecuencia la anterior S10. Aumentó un poco el tamaño de los indicadores de combustible y temperatura, aún cuando se haya sacrificado un poco el tamaño del indicador de velocidad numérico, sin perjuicio de lo cual el display digital sigue siendo una opción de óptimo control visual de la velocidad de circulación.

El espacio interior es muy similar al de las versiones anteriores, pero sigo extrañando los posavasos que traían las versiones anteriores a 2018, del lado del conductor y acompañante. Parece quizás poca cosa, pero permitían colocar una bebida y muchas cosas más. Como estaban justo delante de la rejilla de circulación de aire, actuaba como un refrigerador de agua en verano y mantenía el café caliente en invierno. Para los que pasamos mucho tiempo en nuestras chatas no es cosa menor. Ojo, no se crean que también mantenía congelada una bolsa de hielo, pero era una gran ayuda

Un punto a sugerir -porque es un camino que la competencia ya está recorriendo- debería ser el rediseño de las butacas. A esta altura deberían ser más confortables. La nueva Toyota Hilux (leer mi crítica) ahora viene con el respaldo ventilado y “anti-chivo”. Y la VW Amarok (leer mi crítica) tiene múltiples ajustes, además de una excelente posición de manejo. No es comprensible que la S10 siga sin ajuste de profundidad en el volante, algo que no se puede aceptar en un modelo llamado “2021”.

Si andan mucho en tierra o ripio, verán que el tema de la butaca no es una cuestión menor. Todo ayuda a la hora de tener que soportar mejor el suelo cruel y el sancocho. Porque una cosa es divertirse voluntariamente en un rally y otra bien distinta es cuando vas o volvés de laburar. En el campo, no hay elogio mayor para un caballo de trabajo que el siguiente: “Ese alazán tiene un buen galope”. Es señal de que, ante todo, cuida el esqueleto del jinete.

Y acá viene un gran salto de la oca. Avanzamos dos casilleros: la S10 (2021) por fin viene con gancho de remolque, al menos en opción. Realmente me siento realizado. Ustedes ya se habrán podrido de escucharme. Si hasta escribí una nota mostrando cómo el gran herrero Javier Ledesma armó un gancho a medida para mi actual S10 (ver nota).

La S10 (2021) trae gancho de remolque con las dos opciones: de bocha (para paseo, tráiler o lancha) y perno (para batán, acoplados, tolvas, maquinaria y cualquier otro remolque). Me olvidé de que no puedo repetir mucho la palabra batán: C.C. se relame de sólo imaginarse a uno cargado con (mi) leña.

El gancho de la nueva S10, que se compra e instala en los concesionarios, tiene además un buen enchufe de conexión para las luces: seguro, robusto y bien aislado.

Y acá es donde la tecnología ayuda a la gente que trabaja. La combinación de gancho de remolque con la nueva pantalla multimedia es muy destacable.

Por empezar, la cámara ahora tiene mucha mayor calidad de definición. Además, se pueden elegir diferentes ángulos de la cámara y distintos gráficos para ayudar a trazar la maniobra. Sólo hay que acordarse, antes de iniciar la maniobra, de limpiar la lente de la cámara con el dedo (la tierra del campo es cruel).

Mi joven cachorro Falucho (sobrinito de Trotsky y su eventual reemplazo cuando la displasia lo haga impostergable) le debe la vida a esta pantallita de alta definición: no para de moverse y ya sabemos que, antes de salir de la casa con un auto, hay que fijarse por dónde anda el pequeño ovejero.

Lo más significativo es que la cámara tiene tres opciones: la tradicional visión trasera (con la marca del recorrido con dos bandas amarilla), una segunda opción con una sola raya amarilla (que señala la dirección del perno/bocha del remolque, para facilitar el arrime) y una tercera que te hace un acercamiento para ayudar en el momento fatal: embocarle. Lo más interesante: también permite encender la cámara con el vehículo en movimiento, para asegurarte que el enganche está trabajando bien.

Según las especificaciones de fábrica, la S10 (2021) también posee un sistema de control de balance del remolque, que adapta en forma selectiva las ruedas de la pick-up. Realmente no me animé a probarlo y pienso que en los caminos de tierra debe ser muy complejo su funcionamiento.

Otro salto de la oca hacia adelante: el portón de la caja de carga ahora tiene un amortiguador. Eso te permite abrirlo con una sola mano, sin que se te disloque el hombro o tener que dejar lo que tengas en la mano para pararte frente a la manija, como un levantador de pesas, afirmarte bien y no distraerte. El avance es de sólo un casillero, porque este amortiguador facilita la apertura con una mano, pero no el cierre. La Amarok fue la primera en implementarlo y ya otras comenzaron a copiarla: una barra de torsión escondida dentro de la tapa de caja facilita la maniobra de apertura y cierre. Y estoy de seguro de que ese fierrito tendrá mayor durabilidad y menor mantenimiento que el amortiguador de la tapa de la S10, que queda bastante expuesto a los golpes en la tarea de carga y descarga.

La S10 (2021) también estrena un nuevo turbocompresor en su conocido motor 2.8 turbodiesel. Sigue teniendo 200 caballos de potencia y 500 Nm de torque en la versión automática (440, en la manual). La diferencia del nuevo turbo se le nota en la salida, arrancando desde parado o recuperando desde baja velocidad. El motor está muy bien, pero la caja de cambios me dejó algunas dudas. En el pasaje de segunda a tercera hay un cierto delay, que mi S10 (2018) no tiene. Claro que la mía tiene algunas sesiones de “ablande” y la 2021 que probamos tenía menos de dos mil kilómetros recorridos.

Me parece muy importante y destacable que haya incorporado el Frenado Autónomo de Emergencia. Seguramente fue desarrollado por GM en Detroit, inspirados en los venados que se cruzan en las autovías de Michigan. Me pregunto cómo funcionará con las motitos de los pueblos del interior. Te tiran unos finos que, si el sistema no está bien calibrado, el sistema clavará varias veces por cuadra. Pero no todo es culpa de las motitos que andan de contramano. No olvidemos también a la señora que cruza por el medio de la calle, la piba que camina por la calle hablando por teléfono, el camión que descarga a las 11 de la mañana y ni mira cuando sale de la doble fila. Y así. ¿Será para nosotros este adelanto? Por ahora, la usé sólo en el campo. Me intriga cómo funcionará en la vida cotidiana de la ciudad.

Donde quizás más se noten las mejoras de este nuevo modelo es en la parte de la conectividad. Por primera vez, tenemos una pick-up en Argentina que tiene WiFi propio. Funciona con un chip de datos, con la ventaja de usar una antena más poderosa que la de un simple celular. Obviamente, sólo funciona cuando la red de telefonía cubra la zona por la que estamos transitando. El WiFi sirve para trabajar y para entretenerse, pero no lo tomaría como una mejora en seguridad, porque depende demasiado de la cobertura de la red de datos.

Otra cosa muy distinta es el servicio OnStar, que me encanta y uso mucho en mi S10. El OnStar depende de la red de telefonía celular -mucho más extendida que los datos- y es un servicio esencial, recontra práctico. Vale unos mangos extra, pero lo recomiendo. Como diría una famosa estrella y conductora: “OnStar es de mi confianza”.

Cuando se presentó en noviembre esta nueva S10 (2021), General Motors difundió el siguiente mensaje: “La pick-up como herramienta de trabajo, muchas veces se convierte en una oficina para el hombre de campo y el internet y la conexión, como el canal y la forma para poder administrar y operar el negocio en tiempo real”.

Me agradó leerlo. Es sobre el cual vengo machacando desde hace tiempo, como cuando manejé la F-150 Raptor (leer mi crítica).

Más allá de todo eso, en mi opinión, la S10 sigue siendo una pick-up linda de manejar. Incluso circulando a altas velocidades, es una pick-up estable y que responde bien cuando la exigís. Me transmite mucha más seguridad que, por ejemplo, la nueva Hilux, que sigue siendo muy estrecha de trochas. El chasis de la Chevy está muy bien y el motor acompaña de una manera fantástica: es ideal para adelantar camiones en ruta.

Estimados, acá Jacinto Campos los saluda, re contento con que escucharan la prédica sobre el gancho de remolque, la mayor conectividad para el “car-office”, el alivio en el portón trasero, la mejora en la cámara de retroceso y los retoques en el motor.

Para mejorar, la gente de Chevrolet debe trabajar en la comodidad de las butacas, tiene que volver a ofrecer los posavasos rebatibles y además debería ofrecer dos o tres variantes de neumáticos para los que usamos la “pick-up como herramienta de trabajo”. Son las palabras de la propia GM.

Bueno, amigos: que siga lloviendo, que tengamos una buena cosecha y buenos pastos para la hacienda. Del resto, nos ocupamos nosotros: los que laburamos en el campo. Hasta la próxima chata.

J.C.

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Crítica: Chevrolet S10 LTZ 4x4 (2021)
Jacinto Campos es usuario histórico de la Chevrolet S10.

Crítica: Chevrolet S10 LTZ 4x4 (2021)
Así que le llevamos la nueva S10 (2021) hasta la Cuenca del Salado, para conocer su opinión.

Crítica: Chevrolet S10 LTZ 4x4 (2021)
Nos llevó a recorrer los campos con sorgo.

Crítica: Chevrolet S10 LTZ 4x4 (2021)
Le gustó el nuevo amortiguador que facilita la apertura de la caja de carga.

Crítica: Chevrolet S10 LTZ 4x4 (2021)
"Aunque no ayuda en el cierre", lamentó.

Crítica: Chevrolet S10 LTZ 4x4 (2021)
En el interior hay cambios en el tablero. Y nunca más volvieron los queridos posavasos, junto a las salidas de aire laterales.

Crítica: Chevrolet S10 LTZ 4x4 (2021)
Elogios para el nuevo sistema multimedia, con WiFi y cámara de retroceso en alta definición.

Crítica: Chevrolet S10 LTZ 4x4 (2021)
Tiene múltiples funciones para facilitar el enganche del remolque. Y para saber por dónde andan los perritos.

Crítica: Chevrolet S10 LTZ 4x4 (2021)
El joven Falucho entró en la etapa en que molesta hasta el cansancio al paciente y veterano Trotsky.

Crítica: Chevrolet S10 LTZ 4x4 (2021)
Un gruñido pone las cosas en orden.

Crítica: Chevrolet S10 LTZ 4x4 (2021)
Nuevo turbocompresor. No aumentó la potencia ni el torque, pero sí la respuesta a bajas velocidades.

Crítica: Chevrolet S10 LTZ 4x4 (2021)
Ganchos robustos, accesibles y con diferentes alturas, para amarrar las cargas.

Crítica: Chevrolet S10 LTZ 4x4 (2021)
Y el pedido de Jacinto Campos para todas las marcas: "¿Cuándo nos dejarán elegir el dibujo del neumático más indicado para la exigencia de nuestras pickups?" (leer más).

Crítica: Chevrolet S10 LTZ 4x4 (2021)
A la derecha, el gancho de remolque a medida que los Ledesma hicieron para la S10 de Jacinto Campos.

Crítica: Chevrolet S10 LTZ 4x4 (2021)
Y el nuevo gancho de remolque opcional que viene con la S10 (2021). Incluye una tapa de goma para que no entre suciedad ni humedad, cuando el gancho no está colocado.

Crítica: Chevrolet S10 LTZ 4x4 (2021)
Robusto y muy útil, pero Jacinto insiste: "Me quedo con el gancho que me hizo Ledesma".

Crítica: Chevrolet S10 LTZ 4x4 (2021)
Hora de ir a comer.

Crítica: Chevrolet S10 LTZ 4x4 (2021)
Cae el sol en la Cuenca del Salado.

Crítica: Chevrolet S10 LTZ 4x4 (2021)
Cae un cordero en la parrilla de Jacinto Campos.

Crítica: Chevrolet S10 LTZ 4x4 (2021)
"¿Otra vez te estás llevando leña para Béccar, C.C.? ¡Falucho, ataque!"

Crítica: Chevrolet S10 LTZ 4x4 (2021)

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Crítica: Chevrolet S10 High Country (2021)
En Autoblog también probamos la nueva S10 High Country (2021). La crítica de Jerónimo Chemes se puede leer acá.

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