Texto de Carlos Cristófalo
Fotos de Orly Cristófalo

-Hola, vengo a encargar un Mercedes-Benz a medida. Lo quiero en color marfil, pero con techo rojo. Interior rojo y negro, con llantas negras, frenos cerámicos y pinzas doradas.
-Ningún problema, señor. Son 354.500 dólares. En tres meses lo tendrá en la puerta de su casa.

Más o menos así -y tal vez con una copita de champagne para celebrar el cierre del trato- funciona el sistema On Demand de Mercedes-Benz Argentina. Es un servicio que permite encargar autos a pedido y con equipamiento personalizado. Y está reservado para los modelos más exclusivos de la marca de la Estrella.

El AMG GT C es uno de esos modelos y está disponible en nuestro mercado desde febrero de 2019. Es la versión Roadster (descapotable, biplaza) del AMG GT Coupé, que se ofrece en Argentina desde septiembre de 2015.

El GTC Roadster de estas fotos fue hace unos días el móvil oficial de Autoblog en el Supermarket Run, la caravana solidaria que organizamos desde este blogcito en homenaje a los médicos del Hospital de San Isidro y a la exposición Autoclásica, suspendida este año por la pandemia. Lo usé para dar un par de vueltas simbólicas al Hipódromo de San Isidro, junto a 30 autos clásicos y deportivos de todos los tiempos (ver notas).

Por supuesto, también quise probarlo un tiempito más. En ciudad, ruta y autopistas. La crítica completa se reproduce a continuación.

POR FUERA

Antes que todo, una aclaración importante: los AMG GT no son los sucesores directos del SLS AMG (leer crítica). El famoso “Alas de Gaviota” contemporáneo fue un auto mucho más caro y exclusivo: llegó a venderse por 700 mil dólares en nuestro mercado.

La aclaración es necesaria, porque resulta inevitable relacionarlos: los GT aparecieron apenas se discontinuó el SLS. Y hoy la marca no tiene en su gama otro deportivo de este tipo. Sin embargo, lo cierto es que, mientras el SLS nació como un homenaje al Mercedes-Benz más famoso de la historia, el GT se desarrolló con un propósito más ladino: robarle clientes al Porsche 911. Por eso, el GT es notablemente más “accesible” que el SLS (es imposible usar el término “barato” o “económico” en este rango de precios).

El 911 es el mejor del mundo cuando se trata de encontrar un auto de altísimas prestaciones, pero a la vez confiable, cómodo y que se pueda usar todos los días. Es capaz de andar a 300 km/h, con el aplomo de un tren bala. Y de dominguear a 20 por una avenida, mientras pensás si vas a comer carne o pasta.

El 911, en su generación 992, arranca hoy con precios de 321 mil dólares en la Argentina (leer crítica). Por eso, no es casual que el AMG GT más accesible se ofrezca desde 324 mil verdes. Mercedes-Benz -la marca que en otros segmentos vive obsesionada por compararse con Audi y BMW- creó el GT con la idea fija en su vecino de Stuttgart: Porsche.

Por potencia y precio, lo más cercano a este GTC Roadster de 557 cv y 354.500 dólares, es el 911 Carrera S Cabriolet (450 cv y 420 mil dólares).

Sin embargo, mientras el 911 es un auto llamativo y carismático en el tránsito cotidiano, no deja de ser el más conservador y discreto dentro de la fauna de los deportivos de alta performance. No se puede decir lo mismo del AMG GT, sobre todo en esta versión GTC Roadster, que es un verdadero show sobre ruedas: tiene una brutal parrilla como la boca de una ballena, un capot larguísimo (porque el motor está retrasado hacia el centro), lleva los dos ocupantes casi sentados sobre el eje trasero y un remate trasero bien corto, como el culote de un proyectil.

Me encanta. Siempre me gustaron los descapotables y este es uno de los cabrios más hermosos que hoy se consiguen en la Argentina. Sólo una Ferrari llama más la atención que este GTC por nuestras calles y lo comprobé en el Supermarket Run, donde sólo me opacó en divismo la F355 de Jorge Gómez (ver fotos).

Esta unidad está configurada con llantas negras, frenos cerámicos con pinzas doradas, neumáticos Michelin PilotSuperSport (265/35ZR19 adelante y 305/30R20 atrás) y techo de tela en rojo, con apertura automática y cuatro capas aislantes. El alerón trasero se despliega a partir de los 80 km/h o con un botón (para un poquito de show-off).

POR DENTRO

Abrí la puerta y dejate caer. Allá abajo, cerca del piso, está el asiento. Es muy probable que recién tengas la plata para comprar este auto cuando ya discutas cada mañana con las vértebras de tu espalda, pero es sabido: el que diseñó las vueltas de la vida tiene un máster en esta clase de ironías.

Cada vez que pruebo un AMG (y tuve la enorme suerte de manejar bastantes) no puedo evitar sorprenderme por la calidad de sus interiores. Son los Mercedes-Benz más potentes, veloces y deportivos, pero también tienen un nivel de terminación superlativo, con detalles artesanales y de excelente buen gusto.

Acá tenemos butacas deportivas con tapizados en dos tipos de cuero: Napa (natural) y Dinámica (sintético, microperforado). Eso permite ofrecer asientos calefaccionados y refrigerados. La cabina es una hermosa combinación de materiales blandos (con revestimientos en negro y rojo, exclusivos de esta configuración) y detalles en fibra de carbono, plásticos relucientes, aluminio cepillado y Alcántara.

La posición de manejo es baja, pero una vez que hayas llegado hasta ahí, no te vas a querer ir. Todo está a mano, como en el cockpit de un jet. Bienvenidos a las Aerolíneas AMG.

El techo tiene cuatro capas de telas de aislación, pero todo está pensado para manejar el mayor tiempo posible descapotado. Se abre por completo en 14 segundos y es posible accionarlo incluso con el vehículo en movimiento, hasta una velocidad máxima de 50 km/h.

Las turbulencias no molestan: tiene un cortavientos entre los respaldos de las dos butacas y más rejillas que desarman torbellinos en los discretos arcos de seguridad, ubicados detrás de los apoyacabezas. Si así y todo te molesta el viento, subí las ventanillas laterales: no hay más excusas. Incluso a velocidades muy elevadas el viento no molesta.

¿Tenés frío? Prendé la calefacción de los asientos y apuntá todo el climatizador a tus pies. Pero, por lo que más quieras, no cierres el techo. Aunque sea como un gesto solidario: en honor a todos los que aún no descubrieron que, el mayor placer de manejar un auto, se vive descapotado.

No me gustó la palanca de cambios. Está muy atrás y tenés que mandar el codo casi hasta la pared del baúl para llegar a accionarla. Igual, una vez en marcha, todo se hace desde las levas del volante y la ruedita de los modos de manejo. Está ubicada en el centro del volante, un poco abajo y a la derecha. Igual que en el Porsche 911, jé.

El techo plegado no roba espacio al baúl, que así todo es muy chiquito: tiene sólo 165 litros de capacidad. Es lo justo y necesario para una escapada de fin de semana en pareja.

No busques, no te gastes: no tiene rueda de auxilio. Apenas hay un kit de reparación de pinchazos. Le pregunté al dueño de un auto parecido cómo hace cuando sale a la ruta con una nave así y revienta una cubierta.

“Es fácil”, me respondió. “Agarro el teléfono y digo: ¡manden la plancha! Yo sigo en helicóptero”, agregó.

¿Quién me manda a hacer preguntas tan estúpidas?

SEGURIDAD

No tiene airbags de cortina, porque es un descapotable. Pero las bolsas de aire laterales cubren hasta la cabeza. También tiene airbags frontales y para las rodillas del conductor. Viene con los controles de estabilidad, tracción y frenos básicos. Y también con el sistema Pre-Safe, que tensa los cinturones al detectar un riesgo de colisión. Tiene indicador de presión de neumáticos en tiempo real. Y no mucho más.

Como se puede configurar a pedido, es posible encargarlo también con varias asistencias a la conducción. Si tenés helicóptero, ¿no vas a gastar unos mangos más en Frenado Autónomo de Emergencia y sistema de mantenimiento de carril? Esta unidad no los tenía, pero es una decisión de cada cliente.

No, no hay pruebas de choques de organismos independientes. Los arcos de seguridad detrás de los apoyacabezas seguramente son muy robustos. Igual, si te la vas a pegar, que sea con todo el glamour de un AMG cabrio.

MOTOR y TRANSMISIÓN

Tiene un motor V8 4.0 biturbo. Es tal vez el impulsor más utilizado por la mayoría de los AMG modernos. Lo probé por primera vez en el C 63 S Sedán y me volvió loco (leer crítica). Pero en esa berlina entregaba sólo 510 cv y 700 Nm. En el GTC Roadster desarrolla 557 cv y 680 Nm. Es una puesta a punto más rabiosa, combinada con una caja también más deportiva: en lugar de convertidor de par, tiene una doble embrague de siete marchas (Speedshift DCT 7G).

Este mismo motor, en el flamante GT Black Series, es capaz de entregar hasta 730 cv y 800 Nm. Así de bestial es este block V8.

La tracción, como en todos los AMG GT, es trasera. Pero con una particularidad: tiene dirección en las cuatro ruedas.

Funciona así: por debajo de los 70 km/h, las ruedas traseras giran en sentido inverso a las delanteras (hasta 2.8 grados). Esto facilita las maniobras de estacionamiento y reduce mucho el radio de giro (fundamental en un auto tan largo). Pero, por encima de los 70 km/h, las ruedas traseras giran en el mismo sentido de las delanteras (hasta 1.5 grados). Esto hace que los cambios de carriles sean más precisos. El auto se siente más estable y la sensación al volante es la misma de estar manejando un vehículo mucho más ágil y compacto. Es un mecanismo complejo, pero brillante.

COMPORTAMIENTO

Manejé varios 911 por nuestras calles. Son autos bajos, que requieren ciertos cuidados a la hora de encarar badenes, cunetas, lomos de burro y otros accidentes geomunicipales. Pero no llegan a los niveles exasperantes de este GTC: el voladizo delantero es bastante más largo que en el Porsche y el hermoso spoiler delantero (en fibra de carbono) está mucho más expuesto. Si llevás un acompañante, le vas a tener que pedir más de una vez que se baje, para que te ayude a no fondearlo.

Las cunetas y lomadas hay que encararlas en diagonal y tu copiloto -otra vez desde afuera- va a presenciar un espectáculo curioso: la rueda delantera de ataque siempre va a quedar en el aire. No es grave, porque la tracción viene de atrás. Es sólo una manera gráfica de demostrar lo rígido que es el chasis. Y el recorrido mínimo que tienen las suspensiones.

Si el 911 es el deportivo que podés usar todos los días, con el GTC vas a tener que planificar muy bien tu recorrido. Toda su puesta a punto fue pensada para la perfección de los pavimentos del Primer Mundo.

No salgas nunca sin tu celular: tal vez debas llamar a la plancha y el helicóptero.

Ese es el único defecto importante que tiene el GTC. Más allá de eso, es un placer manejar este auto, incluso en el tránsito cotidiano más pesado. El V8 4.0 biturbo es dócil como un gatito, a pesar de que suene ronco y enojado cada vez que peinás un poco el acelerador. Se maneja con la misma suavidad de cualquier Mercedes. Es todo gracias al enorme torque en baja: ya desde las 2.000 rpm tenés 680 Nm en la punta del pie derecho.

Es un auto diseñado para viajar por rutas y autopistas (aunque todo el chasis parece más bien pensado para un auto de pista). Tiene suspensión independiente en las cuatro ruedas, con paralelogramos deformables en los dos ejes y amortiguadores de dureza variable. Esta unidad llegó a la Argentina configurada con los frenos Carbon Ceramic AMG: son unos brutales discos de arado de 402 milímetros de diámetro adelante y 360 atrás.

El Modo Race lleva al extremo toda la electrónica del vehículo: desconecta el control de tracción, deja el ESP en el modo más permisivo (aunque es posible apagarlo por completo), endurece los amortiguadores como piedras, aumenta la sensibilidad del acelerador y permite estirar los cambios hasta las 7.000 rpm. Nada más lindo que un V8 aullando delante de tus pies, con los escapes liberados por completo, tronando en tus espaldas.

Otra diferencia importante con el 911 está en el comportamiento dinámico. El Porsche más famoso evolucionó mucho en los últimos años. Muy lejos de la leyenda de Widow Maker, hoy es un auto deportivo muy bien balanceado. El motor ya no cuelga detrás del eje posterior y avanzó casi hasta una posición central-trasera. El reparto de pesos es perfecto.

Mercedes-AMG no buscó nada de eso en su deportivo. El tren trasero de este Gran Turismo está todo el tiempo insinuándose. El alerón trasero te quiere adelantar, a toda costa. Es como si tuviera vocación de spoiler frontal. Cuando se provoca el límite, es un auto desafiante y muy divertido. A diferencia del 911, al menos este GTC no está pensado para batir récords en Nürburgring. Pero vas a batir todas las marcas con tu cara imborrable de feliz cumpleaños (ver fotos).

Esta vez no habrá prueba en pista, perdón. Aunque ya estamos gestionando otro AMG más apropiado para el Ranking Autoblog.

El GTC es una verdadera bestia con chasis y mecánica de auto de competición: acelera de 0 a 100 km/h en 3.7 segundos y alcanza una velocidad máxima de 316 km/h. Pero también es un perfecto Gran Turismo (de ahí vienen las primeras dos letras de su nombre, con la tercera dedicada a “Cabriolet”). Está pensado para viajar a muy buen ritmo en ruta, envuelto en la mejor combinación de la industria automotriz mundial: calidad Mercedes-Benz y prestaciones de AMG, todo bañado por el viento y el sol que habilita este roadster de lujo y altísimas (prohibidísimas) prestaciones.

Si viajás siempre a fondo, te van a llenar de multas y vas a tener que parar seguido en las estaciones de servicio. En ciudad gasta 19.3 litros cada 100 kilómetros. En ruta, si no cuidás el acelerador, es fácil llegar a los 27 litros cada 100. Sin embargo, en séptima y a 120 km/h, consume apenas 11.2 litros cada 100. Y a esa velocidad sigue siendo una delicia de auto para disfrutar. Sin parar.

CONCLUSIÓN

Primavera. En un descapotable de Mercedes-Benz. Y con un motor V8 biturbo de AMG. Es imposible no enamorarte de este GTC.

Me gustó tanto que, mientras lo manejaba, me puse a sacar cuentas mentales de mis ahorros de toda la vida y tomé una decisión trascendental: yo también quiero encargar mi Mercedes-Benz On Demand.

Cuando devolví el GTC -me lo extirparon de las manos, en una intervención quirúrgica delicada y no exenta de berrinches- llamé a un concesionario y pedí hablar con el encargado de esta división.

-Hola, ¿Mercedes-Benz On Demand?
-Sí, ¿qué desea, señor?

-Quiero encargar un vehículo a pedido.
-Claro, no hay problema. ¿Qué modelo le gustaría de nuestro catálogo?

-Quisiera una Mercedes-Benz Clase X V6 350d 4Matic. Es una pick-up que me gusta mucho y, ya que la marca decidió no fabricarla en la Argentina, me gustaría traer una importada de España. Estoy dispuesto a pagar en efectivo, como ya declaré por escrito en este documento.
-Comprendo. Sólo un minuto, déjeme chequear unos datos.

-...
-Sí, señor: lamento informarle que no será posible cumplir con su pedido.

-¿Por qué?
-Porque la Clase X nunca llegó a ser homologada para el mercado argentino. No podremos cumplir con su pedido. Lo siento mucho.

Señor Mercedes-Benz, usted es diabólico.

C.C. / O.C.

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Crítica: Mercedes-AMG GTC Roadster
El Mercedes-AMG GTC Roadster se puede encargar para la Argentina por 354.500 dólares.
Crítica: Mercedes-AMG GTC Roadster
Sin contar los opcionales.
Crítica: Mercedes-AMG GTC Roadster
Descapotable en 14 segundos.
Crítica: Mercedes-AMG GTC Roadster
El techo se puede accionar incluso con el vehículo en movimiento.
Crítica: Mercedes-AMG GTC Roadster
Hasta una velocidad máxima de 50 km/h.
Crítica: Mercedes-AMG GTC Roadster
Los arcos de seguridad (detrás de los apoyacabezas) tienen rejillas para evitar turbulencias en la cabina. La misma función cumple el vidrio entre los dos asientos.
Crítica: Mercedes-AMG GTC Roadster
Espectaculares butacas deportivas, en cuero Nappa y tela sintética Dinámica, microperforada.
Crítica: Mercedes-AMG GTC Roadster
Volante en Alcántara y aluminio. La ruedita de abajo a la derecha comanda los modos de manejo.
Crítica: Mercedes-AMG GTC Roadster
Tablero digital, con muchísima información: incluyendo Fuerza G e indicador de alerón desplegado.
Crítica: Mercedes-AMG GTC Roadster
Los AMG son los Mercedes-Benz más deportivos. Pero también tienen la mejor calidad de fabricación.
Crítica: Mercedes-AMG GTC Roadster
En este auto, lo que parece fibra de carbono, es fibra de carbono de verdad.
Crítica: Mercedes-AMG GTC Roadster
La palanca de cambios tiene una ubicación incómoda (bueno, algo hay que criticarle).
Crítica: Mercedes-AMG GTC Roadster
Motor V8 4.0 biturbo en posición delantera-central (está desplazado hacia atrás, para una mejor distribución del peso).
Crítica: Mercedes-AMG GTC Roadster
Motor ensamblado a mano en Alemania por Firat Sadak. ¡Gracias por tanto!
Crítica: Mercedes-AMG GTC Roadster
Frenos a disco carbono-cerámicos, con pinzas doradas.
Crítica: Mercedes-AMG GTC Roadster
Cuatro salidas de escape, dos a cada lado.
Crítica: Mercedes-AMG GTC Roadster
"Lisa, ya puedes dejar de sonreír" / "Es que quiero sonreír".
Crítica: Mercedes-AMG GTC Roadster
El AMG GTC Roadster fue el móvil oficial de Autoblog en el Supermarket Run.
En el garage de Autoblog: Mercedes-AMG GTC Roadster
La cobertura completa de ese evento se puede ver acá.
Crítica: Mercedes-AMG GTC Roadster
Primavera. En un descapotable de Mercedes-Benz. Y con un motor V8 de AMG. Imposible no enamorarse de este GTC.

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VIDEO: Supermarket Run 2020

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FICHA TÉCNICA

Modelo probado: Mercedes-AMG GT C Roadster
Origen: Alemania.
Precio: 354.500 dólares (versiones GT Coupé desde 324.000)
Garantía: Tres años, sin límite de kilometraje.
Comercializa: Mercedes-Benz Argentina – On Demand (leer más).

MOTOR
Tipo: naftero, delantero-central, V8, cuatro válvulas por cilindro, inyección directa, distribución variable, doble turbocompresor, intercooler.
Cilindrada: 3.982 cc
Potencia: 557 cv entre 5.750 y 6.750 rpm
Torque: 680 Nm entre 2.100 y 5.500 rpm

TRANSMISIÓN
Tipo: tracción trasera, con control electrónico y diferencial autoblocante.
Caja: automática, de doble embrague, con siete velocidades, levas al volante y cuatro modos de manejo: Normal, Comfort, Sport+ y Race.

CHASIS
Suspensión delantera: independiente, con paralelogramo deformable, resortes helicoidales, amortiguadores de dureza variable y barra estabilizadora.
Suspensión trasera: independiente, con paralelogramo deformable, resortes helicoidales, amortiguadores de dureza variable y barra estabilizadora.
Frenos delanteros: discos ventilados (402 mm, AMG Carbon Ceramic)
Frenos traseros: discos ventilados (360 mm, AMG Carbon Ceramic)
Dirección: en las cuatro ruedas, de piñón y cremallera, con asistencia hidráulica.
Neumáticos: Michelin PilotSuperSport 265/35ZR19 adelante y 305/30R20 (con kit de reparación de pinchazos).

PRESTACIONES
Velocidad máxima: 316 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h: 3.7 segundos
Consumo urbano: 19.3 l/100km
Consumo extraurbano: 11.2 l/100km
Consumo medio: 15.5 l/100km

MEDIDAS
Largo / ancho / alto: 4.551 mm / 2.007 mm / 1.260 mm
Distancia entre ejes: 2.630 mm
Peso en orden de marcha: 1.735 kg
Capacidad de baúl: 165 litros
Capacidad de combustible: 75 litros

EQUIPAMIENTO
Doble airbag frontal delantero
Doble airbag lateral delantero con protección de cabeza
Airbag para las rodillas del conductor
Frenos ABS con BAS.
Sistema de control de estabilidad (ESP)
Sistema de control de tracción (ASR)
Luz de freno adaptativa con diodos luminosos
Control de la presión de los neumáticos
Sistema Pre-Safe (pretensores reversibles con limitador de tensión para conductor y acompañante y función de cierre de ventanillas).
Alarma antirrobo con protección antirremolcado y sensor de rotura de cristal
Climatizador automático bizona
Sistema multimedia con pantalla táctil de 10.25"
Android Auto y Apple CarPlay
Conexión USB, interfaz Bluetooth y ranura para tarjetas SDHC
Control de crucero adaptativo
Sensor de lluvia y crepuscular
Cámara de retroceso
Equipo de audio Burmester con 10 parlantes
Tapizado en cuero “Napa” y microfibra “Dinámica”
Asientos deportivos AMG calefaccionados y con ajuste eléctrico
Volante AMG Performance, con levas de cambio en aluminio
Pedales deportivos AMG.
Molduras de fibra de carbono AMG
Techo interior “Designo” de microfibra “Dinámica”
Faros Led High Performance.
Alerón trasero extensible eléctrico
Llantas de aleación AMG de 19"/20"
Pinzas de freno color bronce
Capota de lona de cuatro capas

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