El 20 de agosto, Nissan anunció una inversión de 130 millones de dólares para la línea de producción de pick-ups que tiene en Córdoba. Una semana después, el 26 de agosto, Nissan lanzó a la venta en la Argentina la nueva Frontier X-Gear.
¿En esto se gastaron 130 millones de dólares?
No, la marca japonesa explicó que la X-Gear marcaba el final del primer paquete de inversiones en Santa Isabel. Los 130 palos se destinarán desde ahora a “ampliar la oferta de productos de la Frontier en el mediano plazo, implementarán mejoras en la tecnología del equipamiento y aumentar el desarrollo de proveedores locales”.
La marca no lo dice de manera abierta, pero todo apunta a que ese dinero se usará para el restyling de la actual Frontier, que en realidad será mucho más que un rediseño: incluirá hasta mejoras en el chasis (leer nota).
Por eso, la X-Gear es una serie especial que se suma a la gama de la actual Frontier. Es un producto que apunta a un público bien específico: personas que compran una pick-up para trabajo, pero también como vehículo recreativo y familiar, de uso diario. Por eso, la X-Gear sólo se ofrece con caja automática.
Es una respuesta de la marca también a una tendencia cada vez más marcada: la migración de consumidores espantados por los precios de las SUVs -cada vez más afectadas por los impuestos internos y las trabas a la importación- hacia el mercado de pick-ups -cada vez más nacionales y exentas de ese impuesto-.
La crítica completa de Jerónimo Chemes sobre la nueva Frontier X-Gear se publicará la semana que viene.
C.C.
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