Texto y fotos de Orly Cristófalo
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Cuando C.C. me avisó que tenía el Mercedes-Benz Clase A Sedán para probar, hice lo que siempre hago: buscar en Autoblog la data que hay publicada, para subirme al auto ya con la información básica del vehículo. No es de chupamedias ni de obsecuente, si no que mi primera fuente de información siempre es este blogcito. Al entrar en la nota del lanzamiento (ver acá), recordé que lo primero que me había llamado la atención es que no se parecía a un Clase A Hatchback y, menos aún, daba la sensación de ser un auto del Segmento C (compacto).
Cuando me lo acercaron desde el estacionamiento en las oficinas de Mercedes-Benz Argentina en Munro, volví a preguntarme: ¿en serio es un Segmento C? Manejé una semana el A Sedán 200 Progressive de 45 mil dólares. La crítica completa y las respuestas a las preguntas que ya formulé (espero) están en la nota que se reproduce a continuación.
POR FUERA
Ya lo escribí recién y lo repito: la primera sensación es que se trata de un auto más grande de lo que es. Será porque el perfil me recuerda a los actuales Clase C y Clase E, con la cola en caída, siguiendo la línea de la luneta hasta llegar al borde del baúl. El A Sedán mide algo más de 4.5 metros de largo, con un voladizo delantero muy largo: casi un metro medido desde el centro de la llanta delantera, y una altura baja: apenas 1.446 mm. Leí a varios de ustedes en la nota "En el Garage" (ver) comentando que no les gustaba el diseño, algo con lo que disiento, ya que sufrí de amor a primera vista con el Clase A Sedan pero, como digo siempre, agradezcamos tener gustos diferentes, porque si no este mundo sería muy aburrido.
Las llantas son de 17 pulgadas en el modelo Progressive, que es el que probamos. Vienen de 16" en la versión Style y de 18" en el modelo A250 AMG Line. Los faros son LED "High Performance" con un llamativo diseño: son casi una cuña que se van metiendo en el lateral. El modelo probado no viene con techo corredizo ni solar.
Después de mucho tiempo volví a ver una cifra de Cx (Coeficiente aerodinámico) en una ficha técnica (descargar abajo). Y claro, no es para menos, ya que este sedán tiene un Cx de 0.22, igualando la marca del Clase CLA.
POR DENTRO
Para entrar al Clase A Sedán hay que agacharse. Sí, es bajo: muy bajo. No parece hasta que abrimos la puerta y encaramos a sentarnos. La regulación del asiento también es en altura con lo cual celebro poder ir lo más pegado al piso posible, algo que siempre busco en todos los autos que manejo.
El volante tiene regulación en altura y profundidad, y mucho recorrido en ambos casos, con lo cual, encontrar la posición de manejo ideal es sólo cuestión de regulaciones. El tapizado de los asientos es un mix de cuero Ártico con tela Fleron. Hay que reconocer que los ingenieros de Mercedes-Benz se esmeraron en el marketing de los nombres.
Frente a mí: la pantalla digital que va de punta a punta del tablero e incorporando el sistema multimedia de la consola central. Sí, todo en un sólo "vidrio". Durante la semana que manejé el Clase A Sedán llevé a varias personas.
Algunas por curiosidad -"uy, me llevás a dar una vuelta"- y otras por trabajo o salidas familiares. Todos comentaron algo de la pantalla. Bien, mal, pero nadie dejó de hablar de ella. ¿A mí? Me encanta, tanto por el despliegue de información, la facilidad de lectura y la variedad de data que puedo ver o dejar de ver según prefiera. Una sola cosa podría comentar en forma no-positiva: se ensucia muy fácil si la usamos como "touch".
Sí, ya sé: tengo el pad en la consola para manejarla desde ahí, pero entiéndanme que soy un poco torpe con esos sistemas y mis dedos pesados viven haciendo click cuando en realidad quiero desplazar.
El volante, quizás con algunos centímetros de más de diámetro para mi gusto, viene con una amplia variedad de botones y accesos directos a funcionalidades. Señor Mercedes-Benz, ¿le puedo pedir algo? Sumaría mucho que la parte baja del volante sea recta, sobre todo para los que nos gusta tener todo bien "bajito". Gracias.
La parte trasera tiene buen lugar para dos pasajeros. Tres irán cómodos, aunque algo cortos de ancho. No tiene salidas de ventilación traseras, pero sí cuenta con dos tomas USB. Un detalle que ya nos pasó con el Clase B: Mercedes-Benz ya dio un paso y todos los tomas USB son del tipo C-mini. Una norma y modelo que, si bien se viene expandiendo, no es habitual ni común todavía en la Argentina. Por eso es que el auto viene con un kit de cables adaptadores para todo tipo de tomas "normales", como los USB A, B y... esa gente "especial", que son los usuarios de Apple.
La climatización se puede manejar desde teclas o desde la pantalla multimedia. También con una tecla en la base de la consola central accedemos a los diferentes programas de configuración de motor/transmisión en modo Sport/ECO/Normal y uno personalizado, que cierto tester de este blogcito siempre pone todo en "recontra Sport".
El baúl es amplio y viene con el kit de reparación de neumáticos bajo el piso. No nos gusta ese sistema y menos en nuestro país, donde es más normal romper una goma que pincharla. Igual, vale destacar que viene equipado con sistema de control de la presión de los neumáticos.
SEGURIDAD
El Mercedes-Benz Clase A Sedan viene de serie con airbags delanteros frontales, laterales, de rodilla para conductor y windowbags. A esto se le suma el ESP, ABS con Adpative Break que también incluye ayuda de arranque en pendiente y servofreno de emergencia activo, control de tracción, y Attention Assist, que monitorea el cansancio del conductor.
Por el momento, no hay pruebas de choque independientes para este Clase A Sedan.
MOTOR y TRANSMISIÓN
La versión probada tiene un motor cuatro cilindros en línea de 1.332cc turboalimentado, con una potencia de 163 CV a 5.500 RPM y un par de 250 Nm entre las 1.620 y las 4.000 RPM. Es el mismo motor de su hermano hatchback y del Clase B probado hace algunas semanas en este blogcito (ver crítica).
La transmisión es de 7 velocidades, automática con doble embrague 7G-DCT, según la nomenclatura Mercedes-Benz.
En nuestro país también se ofrece la versión 2.0 de 224 HP, pero sólo en el modelo A250 AMG-Line. En ese caso la transmisión sigue siendo la misma. La tracción en todas las versiones es delantera.
Para el año que viene se espera la llegada de las versiones AMG, aunque arrancarán primero con el A 35 AMG Hatchback.
COMPORTAMIENTO
Como en otros Mercedes-Benz de voladizo delantero largo, ser amable en las cunetas será agradecido por la parte baja de la trompa. Con la mente ya seteada con este punto, salimos a andar. La visibilidad es muy buena hacia todos lados. A pesar de que vengo sentado bien bajo todos los espejos cumplen perfectamente su función y los parantes no molestan más de lo normal en cualquier auto.
En ciudad se mueve bien. Aunque los empedrados no son su terreno favorito, no hay ruidos ni movimientos extraños de las suspensiones o interior. Sólo se siente cierta aspereza en el andar. En los lomos de burro hay que ser cariñoso y prudente, hemos tocado con la panza (del auto, no sean malos), en alguna salida de estacionamiento subterráneo o en lomo en falsa escuadra.
La caja automática se comporta de maravilla también en secuencial, pero casi nunca uso las cajas en ese modo: considero que la electrónica es lo suficientemente inteligente y avanzada para llevar el auto en su mejor forma y rendimiento. Además, volviendo con los problemitas de este tester, no me acostumbro nunca a las levas detrás del volante.
El sistema multimedia permite conectar el celular por Android Auto o Apple Car Play. El Clase A Sedán también cuenta con cargador inalámbrico para los celulares y Linguatronic, con el cual me he entretenido "charlando" en varias oportunidades con el sistema de inteligencia artificial: "¡Hey, Mercedes!".
Volviendo al manejo, en ruta es un placer. Va derecho, suave, empuja cuando se lo necesita y por momentos no parece que fuese el mismo conjunto motor-transmisión del Clase B. Los consumos no son elevados: a 120 km/h promediamos 4,6 litros cada 100 kilómetros y en ciudad estuvimos en los 7.7 litros cada 100 kilómetros. La velocidad máxima que medimos fue de 229 km/h.
¿Qué pediríamos? Quizás algunos items extra, como el control de velocidad crucero adaptativo o el alerta de cambio de carril o de punto ciego de los espejos, elementos que por el precio creemos que deberían estar incluidos. Ya lo ofrecen vehículos mucho más económicos.
CONCLUSIÓN
Es difícil llegar a una conclusión sin hablar del tema precio: 45.000 dólares. Ya fue motivo de debate el punto del precio elevado a pesar de llegar desde México con arancel 0% de importación. Pese a ello, este Sedán cuesta más que el Clase A Hatchback que viene importado de Europa y tributa el 35% de impuesto aduanero. Le preguntamos a la gente de Mercedes-Benz Argentina y lo explicaron así.
Aclarado este punto, el Mercedes-Benz Clase A Sedan es un auto muy equilibrado y sensato en sus formas, equipamiento, confort y uso diario. En muchas cosas nos damos cuenta que estamos al volante de un Merecedes-Benz y lo disfrutamos.
Pero la compra de un auto también se decide por el precio del mismo y ahí es donde nos cuesta seguir tan contentos de pensar en el Sedan Clase A como una opción real para todos los días. Tiene un beneficio aduanero otorgado por el Estado. El usuario también debería tener derecho a disfrutarlo.
O.C.
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