Texto y fotos de Jerónimo Chemes

En julio pasado, Mitsubishi se relanzó en la Argentina con un nuevo importador: el Grupo Car One. Y este relanzamiento vino acompañado por la llegada de dos modelos: la L200 que ya pude probar (leer notas) y la Outlander.

La Outlander es la propuesta de Mitsubishi en para el Segmento D (mediano). Tiene tres filas de asientos, para siete pasajeros.

Antes que nada, un análisis de la “Realidad 7”. Por cuestiones de la vida/tiempos/cultura, cada vez hay menos concepto de “familia”, como ocurría hace 40 años. La “familia tipo” era papá, mamá y dos pibes. Hoy ese contexto quedó arcaico y las familias ensambladas / mixtas / incluidas / inexplicables son variopintas en todo aspecto. Los divorciados, los juntados, los que prueban “a ver qué onda”, los que están juntados con dos o tres, los que tienen los tuyos, los míos, los del ex de la actual que quedó en buena onda y ya que esté viene. Etcétera por mil. Esto nos lleva a abrir la cabeza y dejar de pensar en mamá, papa y los chicos.

Hoy las combinaciones son tan distintas como posibles, pero todas se juntan en un punto en el mismo lugar: todos necesitan trasladarse del Punto A al Punto B a nivel familiar. Y muchos necesitan más de cinco asientos. Entonces analicemos el “Mercado de 7”.

En este nivel, en torno a los 50 mil dólares, tenemos las Outlander, Kia Sorento, Hyundai Santa Fe, Volkswagen Tiguan AllSpace, Peugeot 5008 y Shineray SWM7. Todas tienen estructura monocasco y todas ofrecen al menos una versión con tracción integral (menos las 5008 y SWM7, que sólo son 2WD).

Pero acá también entran las Toyota SW4, Chevrolet Trailblazer y próximamente la Mitsubishi Montero Sport, que si bien tienen chasis de largueros y están basadas en pick-ups, también compiten con las monocasco por el simple hecho de ofrecer siete asientos.

Son todos modelos que apuntan a un público de buen poder adquisitivo.

Pero, ¿y más abajo? ¿Qué ocurre con los que tienen la necesidad de llevar más de cinco pasajeros y bajo ningún concepto tienen esa cantidad de dinero? Opino que la industria no presta atención a ese segmento y hay un nicho enorme en la gama media baja sin atender. Sólo tenemos la Chevrolet Spin y algún que otro chino, como las Lifan MyWay o Shineray X30 Van.

El resto de las marcas dejaron de lado ese público. Y no se dan cuenta de que hay un nicho que demanda eso. Sino, fíjense lo que valen los vehículos de siete asientos usados: piden un dineral, aún con muchos años encima. Digan lo que quieran de la Spin, pero yo la re banco: aún con todo lo que no me gusta, cumple hasta una función “social”. Lleva familias del Punto A al Punto B con hidalguía y cumple lo que promete. Es lo que la gente (que no tiene 50 lucas gringas) puede comprar.

Los comunes mortales necesitamos siete asientos accesibles. Hay una etapa de la vida en que son indispensables. Yo la transité con mi monstruosamente fea Kia Carens 2002, el auto más espantomóvil que tuve, pero le tomamos cariño con la familia, al punto que nuestro querido “Spantou” marcó un antes y un después. Recorrimos medio país con el Spantou y se comió desde nieve en el Sur, vadeo de ríos y el Impenetrable Chaqueño (dónde arranqué los paragolpes, pero no se quedó). Fue una solución asequible que sólo me dio satisfacciones (menos en conseguir los repuestos) y me solucionó esa etapa de la vida.

Ya no hay rurales. No hay siete asientos baratos. Señores de la Industria Automotriz: no se olviden de la gente que no tiene 50 lucas verdes. Queremos movernos en familia.

J.Ch.

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En el garage de Autoblog: Mitsubishi Outlander
La Mitsubishi Outlander cuesta 49.900 dólares. Ver equipamiento y ficha técnica.

En el garage de Autoblog: Mitsubishi Outlander
La crítica completa se publicará la semana que viene.

En el garage de Autoblog: Mitsubishi Outlander
Foto de archivo: el Kia Carens "Spantou" de Los Chemes.

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