Texto de Renato Tarditti
Director de MiuraMag
Desde Puerto Iguazú (Misiones) - “Habrá más activaciones como esta”, fue una frase que no se cansaron de repetir los voceros de Renault Argentina en el evento de mayo pasado en Balcarce, denominado “Escala RS”. Vale la pena recordarlo: fue un viaje a Balcarce para probar a fondo el Sandero RS (leer crítica).
Renault cumplió con su promesa y el mismo esquema de evento se repitió semanas atrás en Misiones. Esta vez fue para probar las virtudes todo terreno de su gama de productos con doble tracción: Duster Privilege 4WD (1.181.200 pesos); Duster Oroch Outsider Plus 4WD (1.138.500 pesos) y Koleos Intens 4WD (2.162.300 pesos). Se dice que el terreno misionero es uno de los más difíciles para hacer experiencias offroad (por el suelo arcilloso, la vegetación selvática e incluso animales peligrosos), así que no parecía una mala idea ir a comprobarlo.
Volamos hasta Puerto Iguazú. La prueba de manejo duró un día entero e incluyó un tramo de enlace de unos 90 kilómetros, por caminos secundarios hasta la Cooperativa Yerbatera Andresito, donde la gente de Renault Argentina había preparado varios circuitos offroad con distintos obstáculos y niveles de dificultad. La vuelta al hotel, más tranquila, fue por rutas asfaltadas. El recorrido estuvo bien pensado, ya que cada etapa representó un tipo de uso de las capacidades todo terreno de los vehículos. La primera fue ideal, para probar la solidez y el confort de los autos circulando a buena velocidad sobre caminos de tierra, con muchos baches y piedras.
La segunda ya implicó testear a los vehículos en situaciones más extremas: trepadas, descensos abruptos, badenes e incluso algunos cruces de ejes, todo en medio de una densa vegetación, sobre senderos arcillosos de muy baja adherencia. También había una especie de pista para poder pisar más a fondo y testear las capacidades dinámicas de los autos sobre el barro.
Cuestión de neumáticos
Habida cuenta del grado de dificultad de la propuesta, la gente de Renault Argentina decidió no tomar riesgos y equipó a las unidades del test con neumáticos especiales. Las Duster y Duster Oroch tenían gomas BF Goodrich All Terrain KO2 –mucho más aptas para offroad intenso– en lugar de las estándar Bridgestone Dueler de uso mixto. Por su parte, las Koleos cambiaron los Nexen N Priz 225/60 R18 (100% asfalto), por unas Michelin Latitude Cross de dibujo mixto.
La decisión motivó algunas suspicacias por parte de varios periodistas presentes y con razón: en lo que hace al manejo todo terreno, los neumáticos hacen una diferencia enorme. Tal es así que en muchas ocasiones son tanto o más importantes que las capacidades intrínsecas del vehículo. Un ejemplo simple: un Land Rover Defender con gomas de asfalto va a tener más dificultades para hacer una trepada sobre barro que un Renault Kwid con neumáticos offroad. Los expertos en el tema de este sitio, como Jacinto Campos, ya se han explayado mucho al respecto (ver nota).
Por eso, puede decirse que las reales capacidades de los autos estuvieron “amplificadas”, sobre todo las Duster/Oroch equipadas con los excelentes BF Goodrich. En lo personal, considero que la decisión fue correcta. Primero y principal, por cuestiones de seguridad. Tan sólo el primer tramo de tierra –plagado de piedras muy filosas–se hubiese cobrado varias víctimas entre los neumáticos estándar de los distintos modelos probados, con los riesgos que eso implica. Luego, más allá del agarre propiamente dicho, igual fue posible entender muchas de las capacidades de los autos como rigidez estructural, torque, respuesta del sistema de tracción propios de cada modelo.
Duster/Oroch 4x4: en su zona de confort
Durante el primer tramo me tocó viajar en una Duster, y buena parte del recorrido lo hice en al asiento de atrás. Tengo que decir que el sistema de suspensión trasera multilink que equipa a la versión 4x4 se hace notar en cuanto al confort. Aun yendo a los saltos en una ruta muy pedregosa, se siente la diferencia de que cada rueda trasera absorba impactos de manera independiente. No deja de sorprenderme que un vehículo supuestamente “rústico” como Duster/Oroch tenga esta sofisticación, y tampoco puedo dejar de pensar que hay marcas premium que pretenden convencernos de que una barra trasera de torsión tiene un desempeño similar. En fin…
Reconozco que el manejo offroad no es mi especialidad (Jacinto Campos y Jero Chemes ponen la barra altísima en Autoblog), pero desde la perspectiva de un usuario “común”, la Duster transmite una agradable sensación de robustez y seguridad en este tipo de caminos, sobre todo considerando que es un vehículo familiar. Insisto: saber que los neumáticos se la bancan es clave.
Las mellizas Duster y Duster Oroch tienen un sistema de tracción heredado de la anterior generación de la Nissan X-Trail, una garantía de simplicidad y confiabilidad. Tiene tres modos: “2WD” (traccionan sólo las ruedas delanteras y es el recomendado para asfalto seco y en buen estado); “Auto” (según la adherencia, distribuye de forma automática la tracción entre ambos ejes, pudiendo mandar hasta un 50% del torque al tren trasero) y por último “4WD Lock” (bloquea de manera permanente la tracción en las cuatro ruedas, sin acoples ni desacoples constantes, repartiendo siempre el 50% del torque en cada eje y hasta una velocidad máxima de 50 km/h).
Durante el primer trayecto en ruta viajamos constantemente en modo “Auto”, ya que el piso estuvo mayormente seco. Ya habría tiempo de probar el modo “Lock” en los circuitos más extremos que Renault había preparado en Andresito. Justamente para ellos elegí una Duster Oroch porque, bueno, su apariencia más robusta y aguerrida me invitaba más a hacerlo (y eso habla bien de su diseño).
Una aclaración acerca de las pistas de pruebas que arman las marcas para este tipo de experiencias: están recontra ensayadas para estar acordes a las capacidades de los modelos a testear. Y con buen margen. Es decir, la posibilidad de sortear (o no) los obstáculos, depende casi exclusivamente de las capacidades del conductor. Aun así, no dejan de ser una experiencia muy exigente e informativa, además de divertida.
El primer tramo de la prueba fue un recorrido de varios kilómetros por un sendero muy estrecho en el medio de la selva misionera. Bastante exigente en términos de radios de giro (tampoco era cuestión de rayar los autos con las ramas), trepadas y descensos, con algunas zonas de barro y muy baja adherencia. Tal es así que casi todo el trayecto fue en modo “4WD Lock”, que claramente no funciona como una reductora, pero hace sentir la diferencia. Un detalle es que para entrar al barro no hay que desconectar el ESP (lo que siempre se recomienda en pisos de baja adherencia) porque, bueno: ¡no tiene! Ya saben que Autoblog no recomienda comprar autos sin control de estabilidad.
Lo cierto es que la Oroch tracciona bien en todo momento y los 200 Nm de torque se hacen sentir. Pero lo que más me sorprendió fue la rigidez estructural. Para ser un vehículo monocasco (a diferencia de las pickups tradicionales, que tienen la carrocería montada sobre un chasis de largueros), se la siente muy sólida. Incluso en un par de zonas de cruce de ejes, prácticamente no hubo de esos “ruidos raros”, tan característicos de cuando una carrocería se somete a mucha torsión.
La parte final fue literalmente una pista de barro, ideal para probar los límites de adherencia del auto en una situación segura y controlada. Otra grata sorpresa, más que nada por lo divertido de la experiencia, amplificada por la caja manual de la Oroch.
Koleos: no me pidan que cabecee
La misma vuelta en la Koleos no hizo más que poner de manifiesto las enormes diferencias de “filosofía” de este producto con respecto al binomio Duster/Oroch. Para empezar, su sistema de doble tracción es mucho más complejo, sofisticado y… automático. Eso es bueno para conductores inexpertos, pero en situaciones de patinamiento extremo, la electrónica puede ser una complicación.
Más allá de sus capacidades –que las tiene- la Koleos no es un vehículo que se sienta tan “cómodo” en situaciones de este tipo. Es más potente, sí. Pero también más grande y pesado. Más “torpe” en espacios muy ajustados. Y, si bien no tiene que ver con las aptitudes offroad, puedo asegurar que el ruido de una rama rayando la carrocería genera una sensación muy diferente que con una Duster o una Oroch. No es lo mismo una mancha en el overol de trabajo que en una pilcha cara y a la última moda.
A mediados de 2020 se espera que la Koleos reciba una actualización en el mercado argentino. ¿Las novedades estarán relacionadas con el off-road o con el confort y la estética? Apostamos por los últimos.
Conclusión
Voy a tratar de remitirme a lo que hace al uso todoterreno de los autos, porque de eso se trató la experiencia.
Hace muy bien Renault en poner de manifiesto las capacidades de sus productos Duster y Duster Oroch. Pasa algo similar que con el Sandero RS: son la manera más económica de acceder a ciertas capacidades especiales, en este caso el offroad. Los dos modelos se desenvuelven con mucha solvencia en ese terreno, tanto para el trabajo (Oroch) como para un uso más recreativo (ambas).
Desde una perspectiva de producto más global, una de cal y una de arena: el sistema multilink que garantiza un mejor confort, y la ausencia de ESP que penaliza por el lado de la seguridad.
Mi opinión personal es que son productos competentes y honestos, y –aunque no despiertan la misma deseabilidad que muchas de sus rivales–, son un instrumento más que apropiado para acceder a un fin. Para aquellos bolsillos racionales que prioricen reales capacidades offroad por sobre otros factores emocionales (apariencia, status, calidad percibida interior), son la mejor opción del mercado.
La Koleos es un animal completamente distinto. Aún con mejores aptitudes todoterreno que muchas de sus rivales directas, su esencia pasa por un uso urbano y rutero, con las capacidades suficientes como para sortear obstáculos fuera de la carretera. Por ejemplo, la siempre difícil entrada al balenario La Frontera de Pinamar, o esos incómodos tramos de nieve y barro en la subida al Cerro Chapelco. Siempre en temporada alta, ofcórss.
R.T.
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