Texto y fotos de Orly Cristófalo
@OrlyCristofalo

No sólo de Autoblog vive quien escribe. "Mi otra vida" me tiene más que ocupado con estrategias de marketing, redes sociales y varios etcétera. Pero, cada tanto, me doy el gusto de mezclar cosas, algo que me gustó siempre, y unir mi trabajo real con Autoblog. Siempre en el medio, los amigos de S-Music, discográfica y productora independiente y argentina, a cuyos responsables conozco desde hace muchos años. Haciendo equipo con ellos probamos la Kia Carnival con The Magic Numbers (leer crítica) y la Hyundai H1 con Los Nocheros (leer crítica).

Por eso, en cuanto supe que venían los Jungle -banda británica de música "modern soul musical collective", como los define Wikipedia-, me puse en campaña para armar otra movida. Dato importante: los Jungle son siete arriba del escenario y, si sumamos técnicos y managers, teníamos que trasladar a 12 personas. Lo llamé a C.C. y me dijo: "Genial, justo tenemos para probar la Ford Transit Minibus". Y allá fuimos. Lo que se reproduce a continuación no es la típica crítica de Autoblog, sepan disculpar.

DÍA D -4

Salgo de la planta de Ford Argentina en General Pacheco, manejando la Ford Transit Minibus y mirando para todos lados, mientras trato de tomar confianza con las dimensiones de lo que será "mi auto" por una semana. Son 6.70 metros de largo, 2.12 de ancho (sin contar los espejos) y 2.78 de alto. Y, como reza el cartel a bordo, con capacidad para 17 pasajeros. Mientras iba por Panamericana a 100 km/h (limitado electrónicamente), con rumbo a la base de Autoblog, me entró un llamado que atendí gracias a que había sincronizado el celular con el Bluetooth del modesto equipo de radio que viene en la Transit.

"Tenemos un problema, ¿ya tenés la Transit?". La voz del otro lado era de la Producción de S-Music y el problema era que la van contratada para ir a buscar a Bacilos estaba con un problema mecánico. No encontraban reemplazo. "¿Cuántos son?", pregunté. "Son seis pasajeros y valijas". Cambié el destino de Waze y desvié para Ezeiza. Nota importante: sé llegar a Ezeiza desde Pacheco, sin Waze, pero suele ser muy útil saber qué tipo de "garrones" te vas a encontrar en el tránsito.

Llegué a Ezeiza y los Bacilos ya estaban listos para subir a la Transit. Primera impresión: es un minibus pensado para un uso urbano y no de larga distancia, por lo cual no hay lugar para valijas o equipaje. ¿La solución? Nos sobraban asientos y pasillos para poner el equipaje de la banda.

Bacilos tiene una mezcla de nacionalidades: un brasileño, un colombiano y un puertorriqueño son la base. A ellos se les suman un panameño, un costarricense y algunos técnicos argentinos. Están volviendo a salir de gira para promocionar el álbum que sacaron el año pasado, después de un parate de diez años.

Recién llegaban de Paraguay, donde tocaron la noche anterior. Se los escucha contentos, pidieron que subiera el aire acondicionado en la parte trasera y se acomodaron. La charla giraba en torno a la comida. Querían comer pizza. ¿Pizza en el país de la carne? Alguien les dijo que en la calle Corrientes, a metros de su hotel, estaban las mejores pizzerías de Buenos Aires y ellos querían pizza. Obviamente, me metí en la charla y les recomendé Güerrin o Las Cuartetas, mis dos preferidas en esa zona.

Un cordobés, técnico del Team Bacilos en esta parte de la gira, les prometió asado en su casa el domingo por la noche, después de tocar en Córdoba capital, la siguiente parada. La charla fue de asados y pizzas, a viejos amores y recuerdos sobre el tiempo en que estuvieron "separados".

Llegamos al hotel y le pedí a mi copiloto que se bajara para ayudarme en la maniobra de marcha atrás. Los más de dos metros de ancho y la falta de sensores o cámara trasera hacen imposible ver para atrás y calcular si le vamos a pegar a algo o no. Entiendo que la Transit se fabrica en Turquía y que, a veces, pedir a fábrica esos adicionales pueden ser un papelerío eterno. Pero los concesionarios podrían ofrecerlo como opcional e instalarlos ellos conservando la garantía.

Ford, no te olvides: fue idea mía.

Mientras tanto los Bacilos se bajaban de la Transit. Estábamos a media cuadra del Obelisco. Salieron fotos conmemorativas. Los dejé y me despidí hasta mañana.

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Rock test: ¿cuántas bandas caben en una Ford Transit Minibus?

Dos Bacilos, una Transit Minibus y el Obelisco.

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DÍA D -3

Tenés en la puerta de tu casa un minibus de casi siete metros largo. Vos, ¿qué harías? Quien escribe aprovechó para llevar un par de amigos a Ezeiza (sí, otra vez), que se iban de viaje y a seguir metiendo kilómetros urbanos y de autopista en la Transit. La caja de seis marchas tiene un recorrido corto, para lo que uno espera de este tipo de vehículos. Ver una van así en la calle hace imaginar al viejo colectivero, metiendo doble embrague y pisadita de acelerador intermedia, para pasar un cambio. Bueno, no. La palanca está cerca del volante, arriba y no ocupa espacio hacia abajo. Un detalle: embrague nuevo y segunda no-tan-elástica provocaron más de una vez que se me apagara el motor, por querer salir o doblar con la segunda a muy bajas revoluciones. Guarden este detalle para más adelante.

Vuelto de Ezeiza, encaré para la calle Corrientes. Se venía el show de Bacilos y había que pasar a buscarlos por el hotel y cruzarlos del otro lado de la Avenida 9 de Julio. Sí, eran 200 metros y otros 100 de avenida, pero el servicio de chofer para estrellas es así. Por suerte, el teatro me esperaba con un lugar especialmente reservado en la puerta. La vereda del Opera ardía de gente y se armó el operativo para que ingresaran directo a camarines. Me bajé a dar una mano y a hacerme el "custodio". La Ford Transit quedó en la puerta, con dos conos de protección y un permiso especial para estacionar.

Casi cuatro horas más tarde, volví a la Transit. Los Bacilos regresaban al hotel después de un gran show y mucho baile. La jornada también incluyó un Meet&Greet con los fans y la apertura de la noche con los Indios de Ahora, banda argentina de folk-urbano, que viene creciendo fuerte y fueron revelación en el Festival de Jesús María.

Después de unos cinco minutos de espera, vino mi coequiper y me dijo: "Se vuelven caminando. Quieren ir a comer una pizza". Mi noche terminó ahí. Me volví a casa escuchando un CD (sí, tiene reproductor). Mañana seguimos.

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Si la puerta lateral está abierta, la Ford Transit se apaga al querer poner un cambio. Medida de seguridad, entre otras cosas, por el escalón lateral.

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DÍA D -2

El domingo se descansa en todo el mundo, menos en el show business. A las nueve estoy en la puerta del hotel de los Bacilos. Se van a Córdoba y los voy a llevar hasta Aeroparque. Suben de a uno , se acomodan. Están mucho más despiertos que yo. Comentan que desayunaron en el bar vecino al hotel. Ese lugar es el Vesuvio, uno de los más tradicionales de Buenos Aires para comer chocolate con churros. Les pregunto qué comieron y uno de ellos me dice: "El cuarto churro creo que estuvo demás".

Llego a Aeroparque y me inexperiencia al mando de una combi de pasajeros hace que me quiera mandar por donde avanzan todos los autos. Uno de los policías que está antes de entrar, "bajo techo", me para y me dice: "¿No vio las señas de mi compañero". Le respondo que sí, pero que no pensé que eran para mí (entre el muchacho y la Transit había dos taxis y un auto), y por eso avancé. Me retó diciendo que las combis se quedan en un lugar que estaba 20 metros más atrás, y que cómo iba a faltarle el respeto al compañero. Lo miré con cara de píker y di la vuelta por Costanera, para estacionar donde debía. Uno de mis pasajeros tiró un: "Parece que el poli no ha dormido bien anoche". Risas a bordo y los Bacilos que se van para Córdoba.

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Rock test: ¿cuántas bandas caben en una Ford Transit Minibus?
El Teatro Ópera y el estacionamiento exclusivo para la Ford Transit Minibus.

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DÍA D -1

Hoy aterrizan los Jungle. La banda inglesa tocará por segunda vez en nuestro país, después de su participación en el Lollapalooza 2016. Tienen disco casi nuevo, salió a mediados de 2018, y están considerados como una banda "que ya no es tan de culto". Las entradas para el show se agotaron hace una semana.

Una vez más, el destino es Ezeiza y allá vamos. Pero antes: una pasada por el microcentro a buscar a los Bacilos. Ya volvieron de Córdoba (la Transit descansó, porque volvieron separados), y ahora emprenden rumbo a Colombia. Arranco temprano de casa, tengo que hacer un trámite en el centro antes de toda la gira. Llego a la zona de Puerto Madero pensando en estacionar por ahí y caminar hasta la zona bancaria. Son las 11 de la mañana y encontrar un lugar para dejar los casi siete metros de largo de la Transit no es fácil. Doy varias vueltas hasta que encuentro un lugar que justo deja otra combi. Estoy en zona de combis, que esperan para empezar con los viajes de la primera hora de la tarde. Los choferes de las otras miran de reojo la Transit.

La mayoría usa la marca de la Estrella, pero hay que reconocer que les llama la atención la Ford. Bien o mal no sé. Pero me miran. O quizás miran a este "novato", en un ámbito donde todos parecen conocerse.

Después de mi trámite me queda un rato antes de buscar a los Bacilos. La Transit está bastante sucia por fuera y decido usar uno de los tantos "lava combis" callejeros que hay en Puerto Madero. Charlo con mi amigo trapito, mientras -literalmente- baldea la Ford. Me cuenta que hace varios años que labura ahí y que cada tanto la policía los "molesta", pero que en el fondo los dejan trabajar tranquilos.

Con la Ford Transit Minibus bien limpita pasé a buscar a los Bacilos y encaramos para Ezeiza, donde los deposité y salí para hacer tiempo en una estación de servicio cercana. El estacionamiento en el aeropuerto no es barato y, con el tamaño de la Minibus, el precio se incrementa. Flightradar mediante, monitoreo el vuelo para entrar a buscar a los ingleses, justo cuando están listos.

Los Jungle son siete sobre el escenario, a los que se suman el Tour Manager, y cuatro técnicos. Los doce se suben al Minibus, mientras que sus valijas y los más de 20 bultos que trajeron viajan en un flete aparte. Son las 21:30, vamos por la General Paz rumbo a Palermo, donde está el hotel que los alojará por las próximas 48 horas. Vienen de buen humor, pero casi no hablan. Se han pasado más de 30 horas entre vuelos desde que salieron de Australia, última escala antes de Buenos Aires. La Transit a plena carga ni se mosquea.

lgo que comprobaré después que los "deposite" en el hotel: con carga o sin carga el motor y las suspensiones se comportan de similar forma. El motor Puma 2.2 de 135 hp a 3.500 rpm y 350 Nm de torque, es muy noble y rendidor, consumiendo 6,4 litros a 90 km/h y 10,2 litros cada 100 en uso urbano.

Los dejo en el hotel y los despido hasta mañana.

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Rock test: ¿cuántas bandas caben en una Ford Transit Minibus?
Visita al famoso Spa de Combis de Puerto Madero.

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DÍA D

Son las nueva de la mañana y ya estoy en la puerta del hotel de los Jungle. Los técnicos tienen que ir para el Teatro Vorterix y la Transit y yo los vamos a llevar. Saludan, suben y partimos. Son 20 cuadras que, durante el día de hoy, haremos varias veces con la Ford. Junto con nosotros llega todo el resto del equipaje técnico. El piso del teatro queda copado por cajas y más cajas. Me avisan que tengo un rato libre hasta la hora de buscar a la banda para una nota y la prueba de sonido. Dejo la Ford estacionada en la puerta del teatro (¡gracias, Vorterix!) y me voy un rato.

Llegó la hora de buscar a Tom McFarland y Josh Lloyd-Watson, líderes y fundadores de Jungle. Con ellos viene el Tour Manager, mientras nos espera Dany Jiménez en Vorterix para una nota, la única que darán antes del show. En el breve viaje nos cuentan que anoche se fueron a dormir directo y que hoy casi no salieron a caminar por la calle. El cansancio de la gira se siente y, sobre todo, las doce horas de diferencia con Australia.

Llegamos, estaciono y bajo con ellos. Antes de la nota preguntan por comida. Son casi las 15 y aún no almorzaron. Les avisan que después de la nota y antes de la prueba de sonido habrá algo para comer. "Beef?", preguntan. No, por ahora no. Eso será a la noche, post-show.

Terminada la nota, bajan para prepararse para probar sonido. Mientras tanto yo me subo nuevamente a la Transit para ir a buscar al resto de la banda. Ida y vuelta entre Coglhan y Palermo Hollywood, para que todos prueben sonido.

Mientras empiezan a temblar los parlantes de un Teatro Vorterix aún vacío, termino de estacionar la Ford en la puerta del "venue" (así se dice, en la jerga, el lugar donde tocan). Una vez más necesito alguien de guía atrás, ya que el lugar no es muy holgado y tengo miedo de tocar un auto estacionado.

La prueba terminó y faltan un par de horas para el show. La banda pide volver al hotel para descansar y cambiarse. En el camino, comentan que les gustó el lugar y el sonido. También mencionan que el show está sold out. Los dejo en el hotel y los saludo, recordándoles que en una hora y media nos veremos de vuelta.

Aprovecho el tiempo muerto para ordenar la Transit. Quedaron varias botellas de agua dando vueltas, un par de manzanas a medio comer. Nada grave, pero no me gusta que "mi" Minibus esté desordenado. La puntualidad inglesa se hace sentir y a los 90 minutos exactos empiezan a aparecer en el lobby, sin que nadie los mensajee. Los looks de "concierto" se dejan ver, sobre todo en los dos coristas/cantantes, que son -por lejos- los más producidos. Tom y Josh, los líderes, están lookeados, pero mucho más tranquilos. El que más llama la atención es Andro Cowperthwaite, con un sombrero de ala ancha, con el que hace malabares para entrar en la Transit. El viaje de 10 minutos es tranquilo, pero se los nota de muy buen humor. Bromean entre ellos. Uno subió con un parlante inalámbrico y hace que todos escuchemos su música. Si me hubiese avisado, lo dejaba conectar al Bluetooth de la Ford, aunque rompiese una de las reglas de Autoblog: sólo conectar dispositivos que se llamen "Autoblog".

El show es tremendo. La gente bailó la hora-45 que estuvieron arriba del escenario. Los Jungle se sorprendieron con el público que coreaba varias de sus canciones. Obviamente, sonó el "olé olé olé, Jungleeee, Jungleeee". Ahora ya pasó casi una hora del final y me avisan que nos vamos. Acomodo la Transit, alineando puerta con puerta con las del Teatro y los espero, motor en marcha. Suben un par y, mientras esperamos, un fan se asoma y pide una foto. Bajan los dos y hacen la foto en la vereda.

Finalmente, estamos todos a bordo. Esta vez el staff incluye a mi mujer, invitada al show, ya que después de depositarlos en el hotel, seguimos rumbo a casa. Doblo por Alvarez Thomas y al girar en la calle Palpa para volver hacia Palermo, mi optimismo (y torpeza), con la caja en segunda hace que el motor se apague. Inmediatamente suena un "oooohhh", en el mejor tono de gastada internacional. Antes de que pasaran dos segundos, ya tenía la Transit en marcha nuevamente, pero el papelón estaba hecho. A esto se suma la arenga de mi acompañante que, entre las risas y gritos de burlas a bordo, les enseña un "olé olé olé olé, Orlyyyy, Orlyyyyy". El staff completo de Jungle, músicos y técnicos, me dedican el cantito durante un par de cuadras.

A mí me cantó Jungle en privado, ¿ustedes bien?

El camino de vuelta no termina en el hotel. Tienen hambre, casi no comieron del catering que había en los camarines. Preguntan por un lugar para cenar carne argentina. Los llevamos a la sucursal sur de una parrilla "con apellido". Son las doce de la noche de un pre-feriado y nos dicen que ya cerraron la cocina. Emprendemos camino hacia un Plan B con nombre de bebida espirituosa de antaño. Les arman la mesa para 12. Saludamos y emprendemos el regreso a casa, no sin antes recibir las últimas gastadas. Todavía queda una etapa más.

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Rock test: ¿cuántas bandas caben en una Ford Transit Minibus?
Jungle, en el Teatro Vorterix.

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Día D+1

Nueve AM. Ya estoy en la puerta del hotel, listo para cargar a los Jungle rumbo a Ezeiza. No soy el único con cara de dormido y lo compruebo a medida que los integrantes de la banda van subiendo a la Transit. Hay algunas risas, recuerdos de la cena y comentarios sobre el vuelo que viene. Se van para San Pablo, a seguir con la parte sudamericana de la gira. Llegamos a Ezeiza "perseguidos" por el flete que trae valijas, equipos y técnica. Uno por uno me saludan y se despiden. Les pido una foto final con nuestra Transit de fondo.

Me sale el groupie de adentro y me paro delante de ellos. Risas, fotos y aplausos.

O.C.

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Rock test: ¿cuántas bandas caben en una Ford Transit Minibus?
Cinta VIP olvidada en el asiento. Recuerdo del show de Bacilos en el Teatro Opera.

La Ford Transit Minibus en la dársena para combis y micros de Ezeiza.

Rock test: ¿cuántas bandas caben en una Ford Transit Minibus?
Vereda de Palermo, copada por los técnicos de Jungle, listos para abordar la Transit.

Rock test: ¿cuántas bandas caben en una Ford Transit Minibus?
Un largo recorrido hasta las plazas delanteras.

Rock test: ¿cuántas bandas caben en una Ford Transit Minibus?
Lista de temas de Jungle en el Teatro Vorterix. Abril de 2019.

Rock test: ¿cuántas bandas caben en una Ford Transit Minibus?
El capot se abre con llave, como en el Focus.

Rock test: ¿cuántas bandas caben en una Ford Transit Minibus?
Dany Jimenez (Vorterix), con John y Matt, después de la nota pre-show.

Rock test: ¿cuántas bandas caben en una Ford Transit Minibus?
Portavasos/latas y espejo doble, para ver mejor la parte "ciega" del lateral.

Rock test: ¿cuántas bandas caben en una Ford Transit Minibus?
Un Jungle espera al resto. El acceso al habitáculo es muy cómodo.

Rock test: ¿cuántas bandas caben en una Ford Transit Minibus?
Recuerdos de una noche agitada.

Rock test: ¿cuántas bandas caben en una Ford Transit Minibus?
Las normas de la casa, siempre se respetan.

Rock test: ¿cuántas bandas caben en una Ford Transit Minibus?
"Che, ¿por qué no cargaron todo el equipaje de Jungle en la Transit?" Explicación gráfica.

Rock test: ¿cuántas bandas caben en una Ford Transit Minibus?
El Fan Club de Orly Cristófalo ya tiene nombre: "Jungle".

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VIDEO: Jungle - "Busy Earnin"

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VIDEO: Bacilos - "Caraluna"

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