Tardó en ingresar al garage de Autoblog, pero por fin las agendas se combinaron. A pesar de que fue lanzado a la venta en noviembre de 2017, recién ahora pudimos probar el Jeep Cherokee.
Esta quinta generación (llamada KL) de la SUV de Jeep para el Segmento D (mediano) se lanzó a la venta en otros mercados en junio de 2013 y el año pasado ya se presentó un restyling en Estados Unidos. Esa actualización tardará un tiempo en llegar a nuestro país, hasta que se agote el stock de unidades locales. En este año y medio de comercialización se patentaron 180 unidades.
La Cherokee se vende en la Argentina en una sola versión, que es la tope de gama: V6 3.2 Trailhawk. Es 4x4 y tiene 271 caballos de potencia, con 315 Nm de torque. Su precio es de 69 mil dólares.
Si el diseño de la Cherokee KL siempre te pareció extraño, quiero pedirte que no te sientas solo. La distorsión en la Matrix la genera esa trompa tan afilada, que obligó a deformar la clásica parrilla de siete ranuras de Jeep.
El motivo: el desarrollo de esta SUV fue originalmente realizado en Italia, para Alfa Romeo. Pero todo se frenó cuando nació el Grupo FCA -donde Fiat rescató a Chrysler de la bancarrota- y el finado Sergio Marchionne se puso al frente de todas las decisiones. Marchionne consideró que el desarrollo de esa SUV no estaba a la altura de lo que imaginaba para el futuro de Alfa, le pasó el proyecto a Jeep y así nació esta Cherokee tan peculiar.
El proyecto de la SUV de Alfa volvió a foja cero. De ese nuevo impulso nació la actual Stelvio. Marchionne quedó tan satisfecho con el resultado que, antes de morir, decidió que la próxima generación de la Cherokee aproveche una vez más este desarrollo de Alfa.
¿Desarrollo italiano, con motor norteamericano y sistema de doble tracción de Jeep? La fecha no podría ser más apropiada para este verdadero Carnaval de ingeniería multinacional. La crítica completa se publicará la semana que viene.
C.C.
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