Desde Errachidia (Marruecos) – Te voy a spoilear el final: la dejé para lo último, porque fue mi favorita.

Nissan llevó todos sus vehículos todo terreno con chasis de largueros al test drive internacional en el desierto del Sahara: Frontier/Navara (leer nota), Terra (leer nota) y Patrol (leer nota). Pero me hubiera conformado hasta con una playita bonaerense, si me decían que apenas iba a manejar un modelo: Titan, la pick-up full-size V8.

Primero, te voy a hablar un poco de historia. Resulta que, hace un par de décadas, cuando las marcas japonesas tomaron la decisión de conquistar el mercado de Estados Unidos, descubrieron que no alcanzaba con fabricar sedanes en territorio yanki. Los Camry, Accord y Altima vendían muy bien, pero seguían siendo interpretados como productos nacidos de la filosofía japonesa. No importaba si estaban ensamblados por un operario de Milwaukee, alimentado por McDonald's.

Para terminar de ganarse el corazón de la hinchada fierrera, las automotrices japonesas tenían que ofrecer productos a la altura de las más sagradas tradiciones de ese país. Y eso, en Estados Unidos, es sinónimo de "full-size pick-up trucks".

Son las chatas del segmento grande, mucho más voluminosas y potentes que las medianas que suelen venderse en la Argentina. Los únicos ejemplos en nuestro mercado son las Ram 1500 y 2500, aunque ya se sabe que Ford ofrecerá las F150 y F150 Raptor en 2019 (leer más).

Para ser un referente en Argentina, "el país de las pick-ups", ya no alcanza con fabricar una buena chata mediana. También hay que ofrecer los productos que demuestran toda la capacidad que tienen sus ingenieros. Nissan Argentina debería tomar buena nota de esto, incluso antes de que lo haga también Toyota.

Pero volvamos a la charla de historia. Entre las marcas japonesas, en el segmento full-size, Toyota picó en punta con la Tundra, nacida en 1999. Y Nissan le siguió los pasos con la primera Titan de 2003. Su nombre es una referencia obvia a un "titán", pero se pronuncia en inglés: "táitan".

La Titan fabricada en Mississippi, la tierra de Tom Sawyer, ya va por su segunda generación. Esta enorme chata de 5,8 metros de largo se presentó en 2015 y se vende sólo en América del Norte: Estados Unidos y Canadá.

Por eso, los periodistas del resto del mundo, hacíamos fila para manejarla. Autoblog pudo probarla en rutas asfaltadas, caminos de ripio, tramos de montaña y, por supuesto, en las dunas del desierto.

Bajo el capot tiene un motor de camión: V8 5.6, naftero y atmosférico. Tiene 390 caballos de potencia a 5.800 rpm y 534 Nm de torque a 4.000 rpm. Se combina con caja automática de siete velocidades. Es el mismo powertrain de la Patrol, con la cual comparte también la plataforma y muchos componentes.

La Titan se vende en América del Norte con tracción 4x2 o 4x4. Pero al Sahara llevaron sólo la versión tope de gama: Pro-4X, con reductora y una configuración pensada para el off-road.

Las fotos hablan por sí mismas: la Titan es una hermosa bestia con llantas de 18 pulgadas y neumáticos General Grabber 275/70. También tiene algunos detalles pensados para terrenos difíciles: amortiguadores Hard Rock, cubrecárter reforzado y despeje del suelo llevado hasta 270 milímetros.

También tiene lo más importante para animarte a cruzar el desierto en un monstruo V8: un enorme tanque de combustible de 100 litros. En condiciones normales, gasta una media de 15 litros cada 100 kilómetros. Es un valor alto, pero nada escandaloso. Sin embargo, cuando lo exigís a fondo, a este V8 le pica el bicho: se toma hasta 20 litros cada 100 kilómetros.

¿Cómo es manejar la Titan en el Sahara? Es como contratar a un ingeniero nuclear para desenroscar una lamparita. Es un aparato que resulta siempre sobrecalificado para transitar los mismos caminos donde las Navara y Terra se exigían a fondo. En las zonas donde los cuatro cilindros se esforzaban al máximo, la Titan tenía pistones de sobra para revolear por el aire.

Las dunas, trepadas de ripio e incluso los tramos de barro los superabas utilizando apenas el 10% del recorrido del pedal del acelerador. La pisé a fondo un par de veces, por supuesto, no iba a desperdiciar esa oportunidad.

Pero el resultado era siempre escandaloso: lanzaba una lluvia de piedras que llegaba hasta el vehículo que viajaba 50 metros más atrás, marcaba una profunda huella en la tierra y, lo más inquietante, demostraba la capacidad de cavar tu propia tumba en la arena, con apenas deslizar el pie derecho sobre el pedal.

Esos excesos representan el único riesgo de manejar la pick-up full-size de Nissan. Por lo demás, todo es confortable, silencioso y placentero en la enorme cabina, con asientos XXL para talla americana. La suspensión y el chasis absorben todas las imperfecciones del camino.

Mientras navegás por las dunas en este brutal buque americano, se te olvida por completo el hecho de que estás en el medio del desierto, sin señal de celular y librado a tu propia responsabilidad. Avanzás regulando los gruñidos del V8, siempre a fuerza de sutiles pataditas en el pedal. Ahí, lo mejor que podés hacer es relajarte y disfrutar.

Todos los periodistas viajábamos acompañados por integrantes del equipo de Comunicación de Nissan. En mi caso, me tocó una ejecutiva mexicana de Nissan Latam. Una chica que, como buena latina, llevaba en su iPhone un generoso repertorio de Soda Stereo. Cuando entramos a las dunas, le pedí: "Dame rock and roll, güera".

Crucé las dunas del Sahara sobre un V8, escuchando "Persiana americana". Fue la mejor experiencia de toda mi carrera periodística.

La pick-up de Nissan es temible por lo que es capaz de hacer. Pero, sobre todo, resulta inquietante en términos de cómo te hace sentir. Te convierte en un coloso con poder casi infinito en tu pie derecho.

Por suerte, para sosegarme, cada tanto llegaba un mensaje por handy del líder de la caravana, que controlaba cómo manejaba cada invitado. Era un ex corredor del Rally Dakar, con el que en estos días aprendí muchísimo sobre conducción y orientación en las dunas.

A este Quijote del Sahara le costaba recordar todos nuestros nombres. Así que, cuando te hablaba por radio, se refería al conductor de turno por el nombre del modelo que estabas manejando.

Por ejemplo, gritaba: "¡Gas, gas, Navara!", cuando el piloto del momento en esa pick-up no estaba aprovechando todo el chimichurri que el 2.3 birturbodiesel ofrece en el rango más alto del tacómetro. O bien, preguntaba: "¿Todo bien, Terra?", cuando el conductor de la SUV quedaba relegado en la caravana.

A mí me hablaba sólo cuando veía que me ponía a jugar con los cataclismos que desataba el simple hecho de acelerar, un poquito más allá de lo necesario, el V8 5.6.

El regaño que me lanzaba por el handy era, en realidad, el elogio más lindo que podía escuchar: "Tranquilo, Titan".

Carlos Cristófalo

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Contacto en el Sahara: Nissan Titan
Es la pick-up más grande y potente fabricada por Nissan.

Contacto en el Sahara: Nissan Titan
El nombre Titan no podría ser más apropiado.

Contacto en el Sahara: Nissan Titan
Autoblog la manejó en Marruecos, en el test drive internacional de Nissan: "Go Anywhere".

Contacto en el Sahara: Nissan Titan
Una bestia con una cabina muy confortable.

Contacto en el Sahara: Nissan Titan
Asientos para traseros americanos, talla XXL.

Contacto en el Sahara: Nissan Titan
Espacio de sobra para cinco adultos.

Contacto en el Sahara: Nissan Titan
Butacas calefaccionadas/ventiladas adelante y sólo calefaccionadas detrás.

Contacto en el Sahara: Nissan Titan
Los mapas de Marruecos no estaban cargados en el GPS. Pero en el equipo de audio sonaba "Persiana americana".

Contacto en el Sahara: Nissan Titan
Caja reductora y bloqueo de diferencial trasero.

Contacto en el Sahara: Nissan Titan
El sistema "Tow Mode" está programado para configurar la electrónica del vehículo para remolcar con seguridad hasta 4.132 kilos.

Contacto en el Sahara: Nissan Titan
Probamos la versión Pro4X, diseñada para el manejo off-road.

Contacto en el Sahara: Nissan Titan
La reglamentación vial en Estados Unidos limita su capacidad de carga hasta 676 kilos. Se sabe que aguanta muchos más.

Contacto en el Sahara: Nissan Titan
Neumáticos General Grabber. Ideales para hacer excavaciones geológicas a fuerza de V8.

Contacto en el Sahara: Nissan Titan
Sí, el mismo fabricante del ecológico Leaf también es capaz de lanzarte esta mirada.

Contacto en el Sahara: Nissan Titan
Motor V8 5.6, naftero y atmosférico: 390 caballos y 534 torques. Pide rock and roll.

Contacto en el Sahara: Nissan Titan
"Te prefiero... fuera de foco".

Contacto en el Sahara: Nissan Titan
"Es una condena agradable".

Contacto en el Sahara: Nissan Titan
"Estamos al borde... de la cornisa".

Contacto en el Sahara: Nissan Titan
"¿Hasta dónde llegaré?"

Contacto en el Sahara: Nissan Titan
Autoblog (y Argentina) en el desierto del Sahara.

Contacto en el Sahara: Nissan Titan
Marruecos: ¡gracias totales!

Contacto en el Sahara: Nissan Titan
Manejamos la Frontier/Navara (leer nota), la Terra (leer nota) y la Patrol (leer nota). La preferida de Autoblog, una obviedad: Titan.

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VIDEO: Nissan Go Anywhere Tour - Marruecos 2018

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VIDEO: Nissan Titan - Marruecos 2018

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