Texto de Jacinto Campos *
Producción fotográfica: Trotsky

Gracias a Autoblog pude manejar la pick-up china que el Grupo Car One está trayendo a la Argentina. Ya leímos la semana pasada la crítica de C.C. (ver nota), por lo que les voy a contar mi impresión de humilde chacarero.

Salimos al campo, para ver cómo se comporta en los no-tan-prolijos caminos rurales y vecinales de nuestra querida Pampa Húmeda, planicie en la cual –paradójicamente- hacer caminos -y mantenerlos- debería ser “más fácil que robarle chorizos a Lértora”. Sin perjuicio de lo cual, la mayoría está hecho un desastre

La primera impresión que brinda la Great Wall Wingle5 es de solidez. Es una pick-up un poco más chica y menos voluminosa que sus competidoras más modernas (Toyota Hilux, Ford Ranger, Chevrolet S10 o VW Amarok). A mí, en lo personal, me recordó en sus dimensiones a la S10 1998/2010, un clásico de Chevrolet. Por ejemplo, tiene el acople eléctrico de la 4x4 y caja reductora en la consola, con tres botones muy similares a aquella S10.

Una cosa está clara: ¡sí que es sobria! No tiene ni luces de colores ni serpentinas. “El radio” es como los de antes. Incluso le manoteé el frente, para ver si se desmontaba. ¿Se acuerdan? Pero acá no se saca el frente , claro. Como dijo C.C.: “¿A quién m… se lo van a vender los chorros?”

Pero la verdad es que, al sentarse, uno no extraña mucho a sus competidoras más grandes y poderosas. Incluso, el ser algo más baja la carrocería, subirse a la Wingle resulta mucho más fácil. No tiene GPS ni USB (aunque tiene un micro USB con un cablecito para convertirlo en USB). Hay una sola guantera y un portaobjeto de consola. También tiene aire acondicionado. Y nada más. Es todo lo que te ofrece.

La palanca de cambios está bien ubicada, de un largo adecuado y si bien es algo dura -quizás por ser nueva la unidad- luce sólida y confiable. La caja de 6+1 ayuda al motor de 140HP y, para variar, no pudimos hacer prueba de arrastre, ya que esta tampoco viene de fábrica con gancho de remolque. Sólo tiene ganchos de rescate, adelante y atrás.

Cuando la acelerás, no “pica” como las otras, pero tampoco es un carromato. Y la caja ayuda al motor. En poco tiempo estás pasando los 120 km/h y a menos de 3.000 rpm.

La suspensión se ve fuerte y aguantadora, y aseguro que los caminos que transitamos estaban hechos un verdadero desastre: poceados y con cortadas por las lluvias y los sacudones de los termos de la leche, sin olvidarme de los camiones que sacaron la soja y el maíz. En el Camino Real, ahí estaba algo mejor: la levantamos a 130 y les aseguro que no se me movieron los dientes, aunque con unas cinco o seis libras menos de presión (o con algo de carga) seguramente tendrá un mejor andar.

Por tamaño, peso, 4x4, reductora y esas cubiertas con dibujo, la Wingle5 debería tener muy buen comportamiento en el barro. Y hasta podría admitir una banda de rodamiento no muy ancha. Pero no conseguimos barro para probarla. Este 2018 en el campo no tiene medias tintas: nos ahogamos en el primer cuatrimestre y ahora la sequía, en este segundo, es tremenda.

El rodado 16 pulgadas es una buena idea: admite mayores opciones en esta materia. Por el contrario, con las nuevas chatas rodado 18”, estás muy limitado a la hora de buscar algo 70/60% barro/asfalto.

Yo ahora conseguí para mi pick-up unas BF Goodrich All-Terrain T/A K02 LT 265/60 R18. Otra buena opción (siempre en 18”) es la Hankook RF10 o la RT102. En Bridgestone Dueller la AT Rebo2 luce bien, pero no la encontré en 18. Por eso, insisto: buena idea las llantas de 16” en esta Great Wall.

Este de las cubiertas es todo un tema, ya que últimamente las marcas entregan las pick-ups de fábrica con dibujo 100% “facha”. Y, cuando comprás una cero kilómetro y necesitás cubiertas todo terreno, en el cambio te vacunan “hasta contra el carbunclo”.

Creo que la Great Wall Wingle5 será una buena opción para una empresa o establecimiento que posea más de una pick-up y no quiera pagar los precios sobrevaluados de las otras chatas que da el mercado.

Conozco una estancia grande, cerca de mi campo, que ya está probando algunas Great Wall. Por lo que sé, con buenos resultados.

La clave acá es la rusticidad y sencillez: la hace muy maleable para conductores múltiples. Ideal para el “ché pibe” que maneja el parque automotor. La Wingle5 no es un Rastrojero, pero tampoco es una chata para andar cuidando, como la Amarok V6 (leer opinión de Jacinto Campos).

En definitiva, volvamos a la Great Wall: cuando el precio sea competitivo -y debe serlo, porque las diferencias frente a otras opciones son grandes en confort y apariencia- le auguro un muy buen posicionamiento en el mercado de trabajo. Para el campo la veo muy bien. Como con todo producto nuevo, se deberá esperar un poco a ver cómo resulta con el uso, pero es como para ponerle varias fichas.

Bueno amigos, hasta la próxima

J.C.

  • Crítico rural de Autoblog.

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    Opina Jacinto Campos: “Una chata decorosa”

    Nota bene I:
    Para nuestros lectores, el perro que aparece en las fotos es Trotsky. Un pastor alemán de seis años, al que le encanta subirse a la caja de las chatas y acompañarnos en nuestras recorridas. Es quien se encarga de la “sección canina” de Autoblog. Tiene varios seguidores. Y muchas más seguidoras. J.C.

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Opina Jacinto Campos: “Una chata decorosa”

Nota bene II: Un párrafo sobre lo que se aprecia en algunas de las fotos: se comentó en el pueblo que por el peaje vieron pasar una Wingle5 blanca, cargada de leña de dudoso origen, pero con destino cierto en una lujosa residencia de Béccar que -como deben ahorrar por las nuevas tarifas de luz y gas-, han decidido prender el hogar y salen a juntar leña por allí. Me lo dijo Trotsky, que anotó todos y cada uno de los tronquitos que se llevaron. J.C.

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