Abarth, la división de autos deportivos de Fiat, volvió el mes pasado a la Argentina. Después de tres años de ausencia por las trabas aduaneras, la firma del Escorpión relanzó en nuestro mercado una versión actualizada del 595 Turismo. Es la versión deportiva del Fiat 500, que ahora trae un motor más potente. También mejoró el equipamiento.

Autoblog manejó el Abarth de 135 cv en 2014 (leer crítica). Y el 595 Turismo de 160 cv en 2015 (leer crítica). El nuevo 595 Turismo de 165 cv cuesta 524 mil pesos.

Lo manejamos una semana. La crítica completa se reproduce a continuación.

POR FUERA

Con respecto al anterior 595 Turismo, recibió algunos cambios estéticos. La trompa y el paragolpes delantero son de nuevo diseño. Tiene tomas de aire más grandes, un nuevo spoiler rojo y faros más grandes (sobre todo los antinieblas y las luces altas). Las luces principales son de Xenón y con ajuste automático en altura.

En los laterales, estrena llantas de nuevo diseño con los habituales neumáticos Pirelli PZero Nero 205/40ZR17. Las pinzas de freno ahora están pintadas en rojo.

En la parte trasera se rediseñaron las ópticas (ahora son circulares, con el centro en color carrocería), tiene luces antiniebla en los paragolpes y un difusor trasero más grande, también con detalles en rojo.

Los emblemas de Abarth ahora son más grandes y tiene muchos logos con el Escorpión, por todas partes. Además, los stickers rojos de “Abarth” en los laterales vienen de serie.

Los 595 Turismo que llegaron en 2014 (una edición limitada de sólo 50 unidades) venían con carrocería bitono (en blanco y negro). Los nuevos 595 Turismo que ahora vienen en blanco, negro, rojo y amarillo, pero por el momento no hay opción bitono.

Los cambios son bien puntuales y notorios, pero la esencia sigue siendo la misma. Es el más llamativo y extrovertido de los citycars. Y el más simpático de los deportivos. Un dato curioso: el responsable de Diseño de Abarth es un argentino, Rubén Wainberg (ver notas).

POR DENTRO

Acá están algunas de las novedades más espectaculares. Mirá esas butacas: son dos Sabelt de competición, tapizadas en cuero y Alcántara, con revestimiento posterior en fibra de carbono. Dos hermosos asientos con el logo Abarth, bordado en blanco, y el emblema del Escorpión en el ajuste para la inclinación del respaldo.

No son asientos con muchos reglajes. De hecho, sólo hay ajuste en altura en el lado del conductor. Pero son tan lindas y anatómicas como se ven en las fotos. Un detalle: también son más duras que las butacas de los anteriores Abarth. Los laterales ajustan con firmeza. No son cómodas: son hermosas.

Los dos ocupantes de las plazas traseras viajarán tan apretados como en cualquier otro Cinquecento, aunque disfrutarán del mismo tapizado en cuero y Alcántara. Bonus track: podrán mirar a pocos centímetros de sus narices el precioso entramado de la fibra de carbono de las Sabelt.

Así como ya ocurrió con el 500 Modelo 2018 (ver nota de lanzamiento), el Abarth 595 Turismo 2018 también estrena tablero y equipo multimedia. El instrumental tiene doble personalidad. Cambia su diseño cuando se presiona el modo Sport: desaparecen los datos de consumo y aflora un G-Meter, para medir la fuerza de gravedad que se aplica sobre el cuerpo en cada aceleración, frenada o curva. Abajo, a la izquierda, conserva el genial manómetro del turbo.

La pantalla multimedia es táctil y del tipo flotante: no está integrada a la consola y no se puede ocultar. Tiene siete pulgadas y el sistema UConnect. No es muy completa: carece de GPS, no tiene cámara de retroceso y tampoco tiene Apple Car Play o Android Auto.

Lo que Abarth se ahorró en la pantalla táctil, lo gastó en el equipo de audio. Es un sistema Beats Hi-Fi, de gran calidad de sonido. Y es un buen ejemplo de lo irracional que es este 595 Turismo: en el pequeño baúl de 185 litros no tiene rueda de auxilio, sólo un kit de reparación de emergencia. En su lugar, se instaló un brutal subwoofer, que hace retumbar toda la carrocería con los bajos de tu tema favorito.

SEGURIDAD

Como el anterior 595 Turismo, esta versión 2018 viene muy bien equipada: siete airbags (incluyendo para las rodillas del conductor), anclajes Isofix, frenos ABS con EBD, frenos a disco en las cuatro ruedas (los delanteros, ventilados), control de tracción, asistencia al arranque en pendiente y control de transferencia de torque.

No hay datos de pruebas de choque de organismos independientes sobre este modelo en particular. A modo de referencia, un Fiat 500 polaco con siete airbags fue sometido a los crash tests de EuroNCAP. Con el protocolo 2017 obtuvo una calificación de sólo tres estrellas, con 66% en protección de adultos, 49% en niños y 53% en peatones. El organismo le otorgó un puntaje bajo debido a la pobre protección en el lugar del acompañante delantero.

MOTOR y TRANSMISIÓN

La base mecánica es la misma del primer Abarth que llegó a la Argentina, hace cuatro años. Es decir, utiliza el block de los 500 Sport/Lounge: naftero, de cuatro cilindros, con 16 válvulas y 1.368 centímetros cúbicos. Pero, en lugar del sistema de admisión MultiAir, tiene dos clásicos árboles de levas a la cabeza con botadores hidráulicos y –lo más notable- un turbocompresor norteamericano Garrett (antes tenía un japonés IHI).

Además, con cada evolución, entrega más potencia. Arrancó con 135 cv, pasó a 160 cv y ahora rinde 165 cv a 5.500 rpm. El torque se mantuvo igual que en el 595 Turismo de 160 cv: 230 Nm a 3.000 rpm.

La transmisión sigue siendo la misma: caja manual de cinco velocidades y tracción delantera.

COMPORTAMIENTO

Voy a ser directo: el Abarth 595 Turismo es el auto más duro que manejé en todo 2017. Y tal vez sea el más duro de todo 2018. Ese récord sólo lo podría superar un carrito con rulemanes.

El Abarth siempre tuvo neumáticos de perfil bajísimo y suspensiones con muy poco recorrido. A eso se suman ahora las hermosas –pero rígidas- butacas Sabelt. Es una tortura manejarlo en calles con baches, badenes, cunetas, lomos de burro, tachas reflectantes y promesas electorales. Es decir: es un auto incómodo para buena parte de la red vial argentina.

A eso se añade la distancia entre ejes bien corta, característica de todos los Cinquecento, que lo convierten en un auto nervioso y saltarín.

La caja tiene recorrido demasiado largo y ya es hora de que ofrezca una sexta marcha. El tanque de combustible de sólo 35 litros ofrece una autonomía reducida. Y la dirección no se endurece todo lo que debería, cada vez que apretás el botón Sport. Ya lo dije con los Abarth anteriores.

Si con eso no te asustaste y seguís leyendo esta nota, ahora vienen las buenas noticias: cada vez que lo manejes, te vas a reír como un chico.

El 595 Turismo una macchina meravigliosa de ruidos, detonaciones de escape y reacciones explosivas. Los números fríos arrojan que acelera de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos y alcanza una velocidad máxima de 218 km/h. Son cifras muy buenas, pero al volante parecen mejores aún.

Más allá de la dureza de su andar, en conducción normal la mecánica no parece nerviosa ni difícil de controlar. Hasta 2.000 rpm tiene las reacciones de un Cinquecento común. Pero, a partir de ahí, empieza a soplar el Garrett (parónimo de “agarrate”). Lo mejor de este motor está entre las 2.500 y las 6.500 rpm. O, más claro aún, entre los 0.4 y 1.2 bares del manómetro del turbo.

Sobre pavimento en buen estado, es un auto muy estable y tremendamente ágil. Endiabladamente divertido. El problema son las imperfecciones del camino, sobre todo si te sorprenden en pleno apoyo en curva. Cuidado: la distancia entre ejes es corta y el centro de gravedad es elevado.

Las proporciones reducidas de este autito, las reacciones nerviosas del chasis y la rudeza (parónimo de “dureza”) con la que se transmiten al cuerpo cada imperfección del camino lo convierten en un vehículo agotador. Pero también adorable. El veneno de este Escorpión es adictivo.

Es el mejor ejemplo de la Teoría del Vértigo de Autoblog (leer nota).

Si lo manejás un día soleado de verano, es muy probable que te bajes empapado de sudor. Las butacas tienen mala ventilación y el techo corredizo hace un efecto invernadero, que no puede filtrar la media sombra de su cortinita. Pero además, es un auto que –cuando lo llevás rápido- resulta nervioso y exige un trabajo concentrado sobre la dirección, los frenos y la caja. Bienvenido al gimnasio más pequeño del mundo.

Más allá de todas esas geniales incomodidades, recomiendo manejar el Abarth siempre con el modo Sport activado. La respuesta del acelerador es más rápida, el control de transferencia de torque evita que las ruedas patinen al acelerar en curva y el escape suena mejor que el Beats.

A cambio, el consumo sólo aumenta un litro más cada 100 kilómetros. Lo que gastes en modo Sport te lo vas a ahorrar en terapia.

CONCLUSIÓN

Hace unos años me encontré con Pablo, un coleccionista de autos argentino. En su garage tiene modelos de Porsche, AMG y hasta un par de Pagani. Lo vi subiéndose a un Abarth 595 Turismo: “Me lo compré después de leer tu nota. Lo uso para trayectos cortos. Me encanta”.

Días atrás, en la presentación de este modelo en la Embajada de Italia, Cristiano Rattazzi habló de su ya clásico Abarth “De Zero a Cento”: “Es el mejor auto para manejar por Buenos Aires. Lo uso también en las autopistas. Aunque no más allá de Pilar. Para viajes largos, prefiero un Chrysler”.

Incómodo, ruidoso, duro y diminuto. La decisión de comprar un 595 Turismo radica en el grado de tolerancia que tengas sobre estos cuatro insoslayables -¿encantadores?- defectos.

Cuesta 524 mil pesos. Por valores similares, en nuestro mercado hay autos más cómodos, versátiles y hasta con mayor potencia: Renault Sandero RS (brasileño, 145 cv y 353 mil pesos), Peugeot 208 GT (brasileño, 165 cv y 461 mil pesos), Peugeot 208 GTi (francés, 208 cv y 534 mil pesos) y Alfa Romeo Mito Veloce (italiano, 170 cv y 560 mil pesos).

Pero sería analizar el 595 Turismo con argumentos racionales, cuando está claro que este Abarth no lo es. Hablamos de un auto donde tiraron a la basura la rueda de auxilio para poner un subwoofer, ¿entendés? Un auto donde economizaron en GPS y cámara de retroceso para gastarlo todo en butacas Sabelt, ¿capisce?

Acá no se trata pensar en una relación precio/producto. O tal vez sí: el Abarth 595 Turismo es el auto más divertido e incómodo que te podés comprar en la Argentina, a cambio de medio millón de pesos.

Carlos Cristófalo
Producción fotográfica: Garage Creativo

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Composición tema: "Cara de feliz cumpleaños".

Crítica: Abarth 595 Turismo
De hecho: hoy 5 de enero, Autoblog cumple 12 años.

Crítica: Abarth 595 Turismo
Un Escorpión animó nuestra fiestita.

Crítica: Abarth 595 Turismo
El Abarth 595 Turismo de 165 cv trae nuevo interior, con pantalla táctil multimedia, volante deportivo y tablero digital.

Crítica: Abarth 595 Turismo
El volante tiene apliques en aluminio. El de arriba es para saber cuándo las ruedas están derechas (es decir, casi nunca).

Crítica: Abarth 595 Turismo
La pantalla es práctica y veloz, pero no tiene GPS, ni cámara de retroceso, ni Apple Car Play o Android Auto.

Crítica: Abarth 595 Turismo
El tablero digital en modo Normal.

Crítica: Abarth 595 Turismo
En modo Sport enciende una luz sobre el manómetro del turbo (izquierda), elimina los datos de consumo, agranda el tacómetro y enciende el G-Meter rojo (centro).

Crítica: Abarth 595 Turismo
Divina: la pedalera Abarth viene de serie.

Crítica: Abarth 595 Turismo
Ya está necesitando una caja de sexta.

Crítica: Abarth 595 Turismo
Parlantes Beats, gran sonido.

Crítica: Abarth 595 Turismo
Pero lo mejor del interior es esto: butacas deportivas Sabelt, en cuero, Alcántara y fibra de carbono.

Crítica: Abarth 595 Turismo
Tiene pocos ajustes, pero no falta el Escorpión.

Crítica: Abarth 595 Turismo
La mejor vista la tienen los pasajeros de las plazas traseras.

Crítica: Abarth 595 Turismo
La palanca roja es para "Tirar" y escapar.

Crítica: Abarth 595 Turismo
Se denomina "escapar" a la contorsionista maniobra para intentar salir del asiento trasero de cualquier Cinquecento o derivado.

Crítica: Abarth 595 Turismo
El baúl es diminuto. ¿Ya dijimos que esas butacas son geniales?

Crítica: Abarth 595 Turismo
No tiene rueda de auxilio. Sólo un kit de reparación y un subwoofer.

Crítica: Abarth 595 Turismo
Este chiste tonto ya lo hicimos y nadie lo entendió. Va de nuevo: "Pico y Baterita. Pican y alumbran. Alumbran y pican..."

Crítica: Abarth 595 Turismo
Muchos emblemas de escorpiones por todos lados.

Crítica: Abarth 595 Turismo
Concepto Abarth de hacer "turismo": Monza, Nürburgring, Gálvez y Mouras.

Crítica: Abarth 595 Turismo
El origen de todos tus futuros problemas óseos: neumáticos de perfil ultrabajo, suspensiones de recorrido inexistente, el más duro entre los duros.

Crítica: Abarth 595 Turismo
El más divertido e incómodo auto que podés comprar por medio millón de pesos.

Crítica: Abarth 595 Turismo
Bienvenido otra vez a la Argentina, Abarth (ahora queremos el 124 Spider).

Crítica: Abarth 595 Turismo

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FICHA TÉCNICA

Modelo probado: Abarth 595 Turismo
Origen: Polonia.
Precio: 524.000 pesos.
Garantía: Tres años o 100 mil kilómetros.
Comercializa: FCA Automobiles Argentina (www.fiat.com.ar)

MOTOR
Tipo: naftero, delantero transversal, cuatro cilindros en línea, cuatro válvulas por cilindro, inyección indirecta, turbo compresor Garrett e intercooler.
Cilindrada: 1.368 cc
Potencia: 165 cv a 5.500 rpm
Torque: 230 Nm a 3.000 rpm (en modo Sport)

TRANSMISIÓN
Tipo: tracción delantera, con control electrónico desconectable.
Caja: manual, de cinco velocidades.

CHASIS
Suspensión delantera: independiente, tipo McPherson, con brazos oscilantes inferiores, amortiguadores hidráulicos y barra estabilizadora.
Suspensión trasera: barra de torsión, con amortiguadores hidráulicos, resortes helicoidales y barra estabilizadora.
Frenos delanteros: discos ventilados.
Frenos traseros: discos macizos.
Dirección: de piñón y cremallera, con asistencia electrohidráulica y función DualDrive en modo Sport.
Neumáticos: Pirelli PZero Nero 205/40ZR17 (sin rueda de auxilio)

PRESTACIONES
Velocidad máxima: 218 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h: 7,4 segundos
Consumo urbano: 8,5 l/100 km
Consumo extraurbano: 6,7 l/100km
Consumo medio: 7,6 l/100km

MEDIDAS
Largo / ancho / alto: 3.660 mm / 1.627 mm / 1.485 mm
Distancia entre ejes: 2.300 mm
Peso en orden de marcha: 1.110 kilos
Capacidad de baúl: 185 / 550 litros.
Capacidad de combustible: 35 litros

EQUIPAMIENTO
Doble airbag frontal delantero
Doble airbag lateral delantero
Doble airbag de cortina
Airbag para las rodillas del conductor
Frenos ABS con EBD
Control de estabilidad
Control de tracción
Asistencia al arranque en pendiente
Control de transferencia de torque (TTC Abarth)
Pinzas de frenos rojas
Faros de Xenón direccionales
Faros antiniebla
Doble terminal de escape cromado Abarth
Llantas de aleación 17” Abarth
Kit aerodinámico Abarth
Pedalera Abarth
Alarma con comando a distancia apertura y cierre de puertas
Butacas deportivas Sabelt en fibra de carbono y cuero Abarth
Asiento del conductor regulable en altura
Asiento trasero rebatible 50/50 con apoyacabezas regulables en altura
Climatizador automático
Dirección asistida eléctrica DualdriveTM con función Sport
Espejo retrovisor electrocrómico
Indicador cambio de marchas
Kit de reparación para neumáticos (Fix & Go)
Sistema de radio Uconnect 7” con comando al volante
Display multifunción color 7” en el tablero
Sistema audio Hi-Fi Beats con Subwoofer en baúl
Volante de cuero Abarth regulable en altura
Techo corredizo

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