Desde San Pablo (Brasil) - Hace una semana que salió a la venta en Europa y Brasil. Como pocas veces, Volkswagen lanzó un nuevo modelo en el Mercosur, casi en simultáneo con el Viejo Continente.
El nuevo Polo llegará a la Argentina en enero, con precios entre 320 mil y 420 mil pesos. Pero eso sería a valores de hoy, según informó la marca. Habrá que ver qué pasa hasta que llegue el verano (con el dólar, el real, el peso y la inflación).
El nuevo hatchback del Segmento B (chico) no reemplazará a ningún modelo en nuestro mercado. Se posicionará por encima de los Up!, Gol y Fox, pero por debajo del Golf. Sólo serán discontinuadas las versiones tope de gama del Gol (Highline), del Fox (Highline y CrossFox) y la entrada a gama del Golf (1.6 MSi).
Autoblog viajó en septiembre a Alemania, para conocer el Polo Europa. Y ahora estuvimos en Brasil, conociendo y manejando el Polo Mercosur. Son parecidos, pero no son iguales (ver diferencias).
La crítica completa se reproduce a continuación.
POR FUERA
El Polo es el primer modelo de Volkswagen producido en Brasil sobre la nueva Plataforma MQB-A0. Es similar a la MQB que utilizan desde el VW Golf hasta el Audi TT, pero simplificada para modelos más populares y pequeños.
La MQB-A0 ya la utilizan en Europa el Polo del Viejo Continente, pero también los nuevos Seat Ibiza y Arona. Sobre esta plataforma, VW también producirá en el Mercosur un sedán (Virtus, se lanza en marzo), una SUV (T-Cross) y una pick-up compacta (más grande que la Saveiro y más chica que la Amarok, para competir contra la Fiat Toro).
El diseño exterior del Polo brasileño es idéntico en proporciones al europeo. Pero tiene varios cambios para adaptarlo al Mercosur. VW Brasil asegura que estas modificaciones surgieron de demandas de los consumidores, en encuestas que realizó la marca.
La principal diferencia está en la toma de aire inferior, que es más grande en el modelo brasileño: "boca maior", definieron los diseñadores del país vecino. Esto llevó también a rediseñar el paragolpes delantero, con contornos más pronunciados.
El resto de las diferencias están en esta galería de fotos.
El nombre Polo es muy conocido en la Argentina, pero en nuestro mercado nunca se vendió con carrocería hatchback. Algunos recordarán al viejo Polo Classic, un sedán chico que se fabricó en Pacheco. Y otros habrán visto el Polo Sedán indio, que se vende desde hace dos años en nuestro mercado (leer crítica). Este último modelo será discontinuado cuando llegue el Virtus.
Lo cierto es que este Polo hatchback reemplaza en Brasil al Polo de antigua generación, que no se comercializó en nuestro país, a pesar de que la filial local llegó a prometerlo en varias oportunidades.
El nuevo Polo mide 4,05 metros de largo, con un ancho de 1,75 metros y una altura de 1,46 metros. La distancia entre ejes es de 2,56 metros. Es claramente más largo y ancho que el viejo Polo brasileño, pero su altura se redujo en 21 milímetros. Su coeficiente aerodinámico es de Cx 0,33.
En la Argentina se comercializará desde enero con cuatro niveles de equipamiento: Trendline (con neumáticos Goodyear EfficientGrip 185/65R15, con llantas de aleación), Comfortline (agrega parrilla frontal cromada, faros antiniebla e intermitentes en los retrovisores externos), Comfortline Plus (agrega llantas de aleación de 16 pulgadas) y Highline (por fuera, sólo se diferencia del Comfortline Plus por los emblemas).
POR DENTRO
Este es uno de los puntos más frustrantes del nuevo Polo. La calidad de los materiales de la versión Trendline está muy lejos del Golf. Y bastante cerca del veterano Gol. A eso se suma una combinación de colores grises y oscuros, muy lejos de la propuesta de colores que tiene el Polo europeo (ver fotos).
No fue posible ver una versión Highline durante la presentación para la prensa argentina. Volkswagen asegura que es más completa y atractiva, comenzando por el sistema Active Info Display, con tablero de instrumentos totalmente digital y configurable.
El Trendline tiene detalles definitivamente pobres, para un auto que tendrá los precios mencionados arriba. Por ejemplo, el volante no se ajusta en altura ni en profundidad (y el plástico del centro del aro tiene rebordes cortantes). Los espejos externos se ajustan a mano. Y el portón del baúl no tiene botón de apertura externa: se abre desde un comando eléctrico en el interior o desde el llavero, siempre con un mecanismo eléctrico. Si no funciona la batería, por ejemplo, no es posible abrir el baúl.
Los asientos tampoco tienen un gran diseño ni agarre del cuerpo. Las plazas traseras recuerdan en mucho a las del Ford Fiesta: sólo para dos adultos y con poco espacio para las piernas.
El baúl tiene una capacidad de 300 litros. El respaldo trasero se puede rebatir para ampliar el espacio de carga hasta 1.071 litros, pero sólo se puede plegar por mitades a partir de la versión Comfortline.
Bajo el piso del baúl se encuentra la rueda de auxilio. Es finita, de uso temporario. Con ella en uso, no se puede circular a más de 80 km/h.
La versión Trendline para la Argentina vendrá equipada con un equipo multimedia Composition Touch con App Connect, un soporte para celular con puerto USB y levantavidrios eléctricos en las cuatro puertas. La versión Comfortline agrega volante con ajuste en altura y profundidad, retrovisores con comando eléctrico y asiento trasero rebatible por mitades.
La versión Highline suma acceso sin llave, encendido por botón, equipo de audio Discovery Media (con pantalla de ocho pulgadas, GPS y App Connect), el mencionado tablero digital, climatizador automático y dos puertos USB extras en el apoyabrazos trasero.
SEGURIDAD
A diferencia del rubro anterior, este es uno de los puntos donde el Polo se destaca con claridad y se diferencia de todos sus competidores.
Cuando llegue a la Argentina, vendrá de serie con cuatro airbags, frenos ABS con EBD, sistema de frenado post-colisión, anclajes Isofix, control de estabilidad, control de tracción y asistencia al arranque en pendiente. Completísimo, desde la versión Trendline.
Es una pena que, con este conjunto, los frenos traseros sean de tambor.
Más allá de los dispositivos de seguridad, el Polo se destaca por los refuerzos estructurales de esta plataforma MQB-A0. Los puntos más sensibles del vehículo están hechos en acero estampado en caliente, que tiene una resistencia cuatro veces superior al acero de estampado convencional. Es una tecnología que, en su segmento, también adoptó el nuevo Fiat Argo (leer más).
Para salir a la venta ya con una calificación de seguridad, Volkswagen decidió patrocinar un crash test de LatinNCAP. El organismo encargado de evaluar la seguridad de los autos que se venden en América Latina le otorgó el puntaje máximo de cinco estrellas para adultos y cinco para niños, con una mención especial por superar también la prueba de protección de peatones.
En este punto, un auto excelente.
MOTOR y TRANSMISIÓN
Acá el Polo vuelve a desilusionar un poco. El tema es así: en Brasil tiene una gama amplia de versiones (incluyendo a un moderno 1.0 TSi con 128 cv y 200 Nm). Ni hablar de Europa, donde hay hasta un Polo GTi, con motor 2.0 turbo de 200 caballos.
En la Argentina, en cambio, el Polo llegará con sólo una motorización. Es la más antigua de la gama con la que se produce en Brasil. Es el viejo y conocido MSi 1.6 16v que equipa el Golf más accesible: 110 cv y 155 Nm.
Se combina con caja manual de cinco velocidades o automática Tiptronic de seis marchas (con convertidor de par). Estas dos transmisiones están disponibles con los tres niveles de equipamiento, lo cual no ofrece ninguno de sus rivales. La tracción es delantera.
VW no traerá por ahora el 1.0 TSi a la Argentina, porque en nuestro mercado no contará con los beneficios que tienen en Brasil los motores de un litro (o menos) de cilindrada. Lo que sí se evalúa para el futuro es una posible versión deportiva. Se podría llamar GTi o GTS y estaría equipada con el 1.4 TSi (turbo) del Golf, con 150 caballos. Todavía no hay fecha de comercialización.
COMPORTAMIENTO
La prueba de manejo consistió en un recorrido por calles, avenidas, autopistas y hasta una breve trepada de montaña, en las afueras de San Pablo. Se realizó en dos etapas, de ida y vuelta, con un recorrido total de 120 kilómetros.
VW decidió que los periodistas fueran acompañados por los vendedores y propietarios de la red de concesionarios. Esto implicó que, en el auto que me tocó manejar, viajaran todo el tiempo un total de cuatro pasajeros.
Ya te estarás imaginando que, con cuatro adultos, en una trepada de montaña y con potencia/torque limitados, el Polo 1.6 MSi no se siente cómodo. Es necesario estirar mucho los cambios para sacarle todo el jugo a sus cilindros.
La caja de cambios tiene un tacto y un recorrido excelentes. Es precisa, típico de VW. Pero, en la autopista, estaría necesitando una marcha más para que el motor viaje más descansado. A 120 km/h y en quinta, el impulsor trabaja a 3.500 rpm.
La puesta a punto de la suspensión es confortable, para ser un VW. Cualquier usuario de Gol y Golf sabe que la marca tiende a ofrecer un tacto un poco más duro, con poca inclinación de la carrocería y pretensiones deportivas. El Polo, en cambio, se acerca a la suspensión un poco más blanda de los Up! y Fox. Es un buen plan para los baches, lomos de burro y serruchos, que abundan tanto en las calles de Brasil como en las de Argentina.
La dirección acompaña esa propuesta más relajada y confortable. Es liviana y tiene buen radio de giro, pero no es tan comunicativa como en un Golf.
El comportamiento dinámico -por ligereza, sofisticación de suspensiones y dirección precisa- es una de las características que distingue a todos los modelos desarrollados sobre la Plataforma MQB. Desde el Golf hasta el Audi TT.
Este Polo fue el primer modelo que manejé con la Plataforma MQB-A0, desarrollada para modelos más populares y económicos del Grupo VW: no transmite ni por asomo las mismas sensaciones al volante. El Polo es un auto ligero y con muchos refuerzos estructurales. Eso está probado. Pero el chasis olvidó por completo el factor diversión.
Es un auto que se puede llevar a la ruta y en viajes de familia. Pero donde se siente más cómodo es en la ciudad.
No fue posible medir prestaciones. Volkswagen declara una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,6 segundos y una velocidad máxima de 193 km/h. Pero hay que tener en cuenta que estas cifras se obtuvieron con etanol, un combustible que no siempre ofrece el mismo rendimiento que la nafta.
El consumo medio durante la prueba, declarado por la computadora de abordo, fue de 7,5 litros cada 100 kilómetros.
CONCLUSIÓN
Voy a tener que esperar hasta enero, para darle otra oportunidad al Polo. Me gustaría probar versiones más equipadas o con la caja automática Tiptronic. Este Trendline manual, que manejé en Brasil, me desilusionó un poco.
Me pareció apenas un poco mejor que un Gol.
Tal vez haya sido porque, hace sólo tres semanas, pude ver en persona al excelente Polo que se vende en Europa: más refinado, mejor equipado y con una calidad de fabricación excelente. O tal vez haya sido porque, en los últimos días, me la pasé viendo muchas fotos de los Polo que ya se venden en Brasil, con motores más modernos y un abanico de combinaciones más amplio.
Estamos en un mundo globalizado. La información circula con rapidez y de manera fluida, por todo el planeta. Hoy demanda el mismo esfuerzo saber cómo es un auto vendido en Rusia o en La Paternal.
Y ahí, justamente, radica el problema de este Polo: fue presentado como el nuevo modelo global de VW, pero la configuración para la Argentina parece ser la menos globalizada de todas.
En su defensa hay que destacar el nivel de seguridad. El control de estabilidad y los cuatro airbags en toda la gama son un ejemplo y un llamado de atención para todos los rivales del Segmento B (chico).
Pero es un poco frustrante que, en este Trendline manual, ese sea su único argumento de venta. Un argumento vital, sin dudas. Y que lo posiciona entre los referentes de su segmento.
Sin embargo, con toda seguridad, esperaba mucho más de este Polo.
C.C.
***
La calidad de los materiales es apenas mejor que la de un Gol.
Portaobjetos sin revestimiento y apertura de baúl sólo con accionamiento eléctrico (sin botón externo).
En el volante y las puertas, algunos plásticos tienen rebordes filosos. Detalles de terminación olvidados.
El motor 1.6 MSi será el único disponible en la Argentina.
Excelente equipamiento de seguridad y las mejores notas en crash test. Pero frenos traseros de tambor.
La plataforma y la silueta son globales.