Desde El Calafate (Santa Cruz) – Caminos de ripio, grandes extensiones desérticas y clima severo. Pero también un paisaje espectacular para la vista. La Patagonia argentina es contradictoria y cambiante. Se parece en mucho a la nueva 3008. Y, tal vez por eso, Peugeot Argentina eligió a esta región del país para presentar este nuevo modelo en el mercado.

La 3008 es, ante todo, un vehículo familiar. Pero con personalidad ambivalente. En su primera generación, que se vendió en la Argentina entre 2010 y 2017 (leer crítica), fue un crossover monovolumen para el Segmento C (compacto).

Ahora, en esta segunda generación, adoptó la estética de una SUV del Segmento C. Lo mismo ocurrirá con la 5008 para siete pasajeros, que se lanzará a la venta en noviembre: de monovolumen a SUV, siempre con tres filas de asientos.

Las definiciones estéticas son modas, muchas veces pasajeras. ¿Pero qué tal es el producto? Manejamos la nueva 3008 en Santa Cruz y la crítica completa se reproduce a continuación.

POR FUERA

Espectacular. Casi galáctica. Te puede gustar más o menos. Pero no pasará desapercibida en nuestras calles. La primera 3008 tenía un diseño moderno para su época, pero era sobre todo amable, redonda y familiera. Esta nueva 3008 explora un costado más deportivo, agresivo y casi futurista.

Es el modelo que inaugura la tendencia de diseño que Peugeot llama "Sharp Design". En la marca no saben explicarlo bien con palabras. Pero el resultado es espectacular.

La nueva 3008 fue desarrollada sobre la Plataforma MP2 del Grupo PSA. Es la misma que usa el 308 S GTi y los modelos más modernos del consorcio francés (desde el DS 7 Crossback hasta los utilitarios Expert/Jumpy, pasando por las Citroën C4/Grand C4 Picasso). Esto habla de la versatilidad de esta base estructural y de la posibilidad de crear vehículos muy específicos, como esta 3008.

Con respecto a la 3008 anterior, la distancia entre ejes se extendió seis centímetros, hasta 2,67 metros. El largo creció nueve centímetros (hasta 4,45 metros), el ancho aumentó tres centímetros (hasta 1,84 metros) y la altura bajó dos centímetros (hasta 1,62 metros). Por eso la nueva 3008 se ve más atlética, imponente y mejor plantada. Se mantuvo un buen coeficiente aerodinámico de Cx 0,29.

La 3008 se ofrece en la Argentina en dos versiones: Allure y GT-Line. Se diferencian por fuera apenas por los emblemas, los faros Full Led de la GT-Line y sus cromados exclusivos: en puertas, marcos de ventanas y escapes. Las dos versiones calzan los mismos neumáticos y llantas: Continental ContiCrossContact 225/55R18.

POR DENTRO

El habitáculo es todavía más espectacular que el exterior. Sobre todo el lugar del conductor. Muchas marcas dicen inspirarse en los cockpits de los aviones, pero yo nunca había visto algo así: desde la palanca de cambios, pasando por los switches de la plancha de instrumentos, hasta el volante y el tablero parecen salidos de un jet.

Y acá tengo que reconocerle algo a Peugeot. Nunca fui un fan del i-Cockpit (esa filosofía ergonómica que coloca volantes chiquitos y bien bajos, combinados con tableros que se leen por encima de la columna de dirección). Es un concepto que, en los 208 y 2008, resulta incómodo para quienes se salen de la estatura promedio (de 1,80 para arriba).

Pero en la 3008, los diseñadores le dieron una vuelta de tuerca a la idea: yo mido 1,87 metros y ahora es más fácil encontrar una posición donde el volante no tape al tablero (sin tener que llevar la dirección hasta tus rodillas). En eso ayuda mucho la forma del volante, que es achatado abajo y arriba, con un diseño y un tacto excelentes.

El tablero de la 3008 es un show aparte. Tiene muchísima información, pero lo sorprendente es la forma en que está desplegada. Es completamente digital, con una pantalla de 12,3 pulgadas, y se puede configurar al gusto del conductor. El pase de una pantalla a la otra es un ballet de juegos gráficos.

La pantalla multimedia es táctil y de ocho pulgadas. Tiene lo esperable en todo auto moderno: GPS, cámara de retroceso, funciones ampliadas del climatizador, Apple Car Play y Android Auto. El equipo de audio Focal -desarrollado por la firma Premium- tiene diez parlantes y un sonido soberbio.

Además, incluye los controles de los modos Relax y Boost: es una combinación de asientos masajeadores y perfumes ambientales.

No es broma: Peugeot contrató a un perfumista francés para formular fragancias que acompañen diferentes estados de ánimo. El tipo se llama Antoine Lie y utilizó cedro, sándalo y lavanda, para crear sus fragancias: se encuentran ocultas en la guantera y distribuyen sus perfume a través de las salidas de la climatización.

Las butacas delanteras son espectaculares. De lo mejor de este segmento, con ajustes eléctricos, masajes, calefacción y extensor de banqueta (para los que tienen las piernas largas).

En contraste, el asiento trasero perdió comodidad con respecto a la anterior 3008. Hay altura de sobra para la cabeza y espacio generoso para las rodillas. El problema es que las butacas delanteras están casi apoyadas contra el piso y casi no queda espacio para que se acomoden los pies de los ocupantes traseros. Es un defecto extraño y, si pensás llevar adultos con frecuencia en el asiento trasero, te recomiendo probar estos asientos traseros en el concesionario, antes de comprar tu 3008. Puede definir o no una compra.

¿Por qué son así los asientos? Peugeot explicó que, en esa parte de abajo, se encuentran los motores que activan las funciones de masajes y movimiento de las butacas. Por eso, este defecto es exclusivo de las versiones GT-Line. La Allure no tiene este problema.

El baúl, en cambio, es más grande que antes. Ahora tiene 520 litros de capacidad, contra 432 de la anterior 3008. El espacio de carga se puede ampliar plegando los respaldos traseros, hasta llegar a un volumen de 1.580 litros. Con tanto espacio disponible, es una pena que no tenga una rueda de auxilio de verdad: es finita, de uso temporario.

El techo panorámico, el tapizado en cuero, el equipo de audio Focal y las butacas con ajustes eléctricos son exclusivas de las versiones GT-Line.

SEGURIDAD

La primera 3008 fue muy completa en este aspecto y la nueva generación no defrauda. La versión Allure viene seis airbags, frenos ABS con EBD, control de estabilidad, control de tracción, asistencia al arranque en pendiente y anclajes Isofix.

Además, cuenta con el sistema Grip Control, cada vez más común en las SUVs de Peugeot. Es un software que permite variar las ayudas electrónicas para facilitar el desempeño del vehículo en diferentes tipos de terreno. No es una doble tracción ni se le parece. Pero interviene sobre el control de estabilidad y tracción para permitir cierto nivel de deslizamiento en ruedas diferentes, para avanzar sobre superficies con baja adherencia.

La versión GT-Line se destaca por agregar dispositivos de ayuda a la conducción que, en la Argentina, sólo tienen autos mucho más caros: sistema de estacionamiento automático, control de descenso de pendientes, control de crucero adaptativo, luces adaptativas, sistema de mantenimiento de carril con corrección activa de la dirección y frenado automático de emergencia.

Esta 3008 de segunda generación fue sometida el año pasado a las pruebas de choque de EuroNCAP. Logró la calificación máxima de cinco estrellas, con 86% de protección para adultos, 85% para niños y 67% para peatones.

MOTOR y TRANSMISIÓN

La 3008 II llega a la Argentina importada de Francia y con dos motorizaciones: una naftera y otra diesel.

La naftera es la conocida 1.6 THP (turbo, inyección directa e intercooler), que en esta versión rinde 165 caballos de potencia a 6.000 rpm y 240 Nm de torque a 1.400 rpm. Se ofrece con los niveles de equipamiento Allure y GT-Line.

La diesel es 2.0 HDi (turbo, inyección directa e intercooler), con 150 cv y 370 Nm. Se combina sólo con el equipamiento GT-Line.

Como ya es normal en cada vez más modelos del Grupo PSA, la transmisión es una caja automática Aisin de seis velocidades, con convertidor de par.

Lo bueno es que reemplaza a las veteranas Tiptronic que ofrecían las anteriores 3008. Lo malo es que desaparecieron las versiones con motorizaciones más accesibles. Estas opciones sí están disponibles en otros mercados, pero no hay planes de sumarlas a la gama en Argentina.

COMPORTAMIENTO

La prueba de manejo consistió en un recorrido de casi 400 kilómetros por calles, rutas y algo de ripio de la zona de Lago Argentino y Lago Viedma, entre El Calafate, Perito Moreno y algunas estancias de la zona.

Autoblog manejó de manera alternada las versiones nafteras y diesel. No hay forma de distinguirlas por fuera. Para diferenciarlas hay que mirar la tapa del tanque de combustible, abrir el capot o escuchar el sonido del motor.

La insonorización del habitáculo es uno de los puntos fuertes de la 3008, con vidrios delanteros dobles en la versión GT-Line.

Las dos motorizaciones se las arreglan sin problemas para mover al conjunto de la 3008. El 1.6 THP naftero es lógicamente más picante: invita a llevarlo en un régimen elevado, a jugar con el modo Sport y a usar las levas del cambio. No fue posible medir prestaciones. Peugeot declara una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,9 segundos y una velocidad máxima de 206 km/h. El consumo promedio informado por la computadora de abordo durante el recorrido fue de 8,5 litros cada 100 kilómetros.

El 2.0 HDi vibra un poquito más que el naftero, pero no resulta incómodo. Tiene un buen torque a bajas vueltas y se siente que la caja automática trabaja más relajada, sin necesidad de hacer tantos cambios ante una demanda del acelerador. Lógicamente, las prestaciones declaradas son menores: 0 a 100 km/h en 9,6 segundos y 200 km/h de velocidad máxima. El consumo medio registrado por la computadora durante el recorrido fue de 7,5 litros cada 100 kilómetros.

El chasis se comporta de maravillas en el pavimento: la carrocería inclina poco, el andar es confortable y la dirección es bien rápida, comunicativa. Es un auto soñado para viajar muchos kilómetros, con amigos o en familia. En ese caso, optaría por la versión turbodiesel: tiene menos prestaciones, pero una mayor autonomía.

En el ripio no se siente cómoda. La 3008 es la única SUV del Segmento C (compacto) que sigue teniendo un eje trasero de torsión. Todas sus otras competidores ofrecen un esquema multibrazos, más moderno y confortable. La diferencia se nota cuando el camino no es perfecto, por algunos rebotes y vibraciones del tren posterior. El tren delantero, en cambio, copia mejor el camino y se siente incluso más robusto fuera del asfalto.

Los frenos son muy buenos. Y tuve la oportunidad de probarlos de manera inesperada: cinco caballos salvajes -y un policía que los perseguía a pie- se cruzaron en la ruta cuando viajaba a 120 km/h. La 3008 frena derecho, sin titubeos. El susto me lo curé con una sesión de masajes de asiento, en modo Relax y con perfume francés. Sí, ohlalá.

CONCLUSIÓN

La nueva 3008 tiene precios entre 828 mil y 1,03 millones de pesos. No es barata, sobre todo si tenemos en cuenta que las últimas unidades de la vieja 3008 arrancan en 660 mil pesos.

Los rivales son las conocidas SUVs del Segmento C (compacto) de nuestro mercado: Hyundai Tucson, Kia Sportage, Honda CR-V, Ford Kuga, Toyota Rav4 y Jeep Compass.

El gran punto en contra de la 3008 es que, a pesar de tener precios similares a sus rivales, no ofrece versiones con doble tracción. La gran ventaja es el diseño, la tecnología y el despliegue de ayudas a la conducción de las versiones GT-Line.

No es 4WD. Perdió las variantes más accesibles. Aumentó mucho su precio. Las plazas traseras ya no son tan cómodas. Podría enumerar varios defectos de la nueva 3008, pero con un producto tan rupturista en diseño, la disyuntiva del consumidor se resumirá sólo a dos interrogantes: “¿Puedo pagarla? Puedo. ¿Me gusta el diseño? ¡Me encanta!”

Peugeot sorprende con un producto que se sale de la norma del conservadurismo del diseño alemán y de la abulia de las tendencias norteamericanas. Es extrovertida como un Concorde, viene con perfumes de París, sesiones de masajes con potencia gala y el cockpit de un Mirage. No es un todo terreno. Es una SUV moderna y, ante todo, bien francesa.

Carlos Cristófalo

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Crítica: Peugeot 3008
Dos días y 400 kilómetros de pruebas con la nueva Peugeot 3008 en Santa Cruz.

Crítica: Peugeot 3008
La nueva SUV de Peugeot sorprende por su diseño ultramoderno.

Crítica: Peugeot 3008
En el interior es todavía más espectacular.

Crítica: Peugeot 3008
Switchera de comandos múltiples en la consola central.

Crítica: Peugeot 3008
Palanca de cambios estilo Star Wars.

Crítica: Peugeot 3008
Y perfume francés oculto en la guantera.

Crítica: Peugeot 3008
El tablero se configura a gusto del usuario.

Crítica: Peugeot 3008
Es completamente digital y está en una pantalla de 12,3 pulgadas.

Crítica: Peugeot 3008
La pantalla multimedia también comanda el perfume de ambiente y los masajes de los asientos.

Crítica: Peugeot 3008
La plancha de instrumentos tiene más cortes y quebradas que un tango.

Crítica: Peugeot 3008
Las butacas de la versión GT-Line son excelentes.

Crítica: Peugeot 3008
Tienen masajeador, tapizado en cuero, ajustes eléctricos, memorias, calefacción y hasta extensor de banqueta.

Crítica: Peugeot 3008
Lo malo: los motores que ocultan las butacas delanteras obstruyen el espacio para los pies de los pasajeros traseros.

Crítica: Peugeot 3008
Es una pena, porque en las plazas posteriores hay buen espacio para rodillas y cabezas.

Crítica: Peugeot 3008
El baúl creció con respecto a la vieja 3008, pero tiene un auxilio de uso temporario.

Crítica: Peugeot 3008
El techo panorámico es exclusivo de la versión GT-Line.

Crítica: Peugeot 3008
Motor 2.0 HDi turbodiesel (piedra libre para el fotógrafo).

Crítica: Peugeot 3008
Y 1.6 THP naftero.

Crítica: Peugeot 3008
Recién llegada y con el premio aún fresco de Auto del Año 2017 en Europa.

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