La undécima generación del Toyota Corolla se renovó en abril pasado. Recibió cambios en el diseño y novedades en el equipamiento. Pero, sobre todo, mejoró mucho a nivel seguridad: ahora viene con siete airbags de serie y, por fin, incorporó el control de estabilidad (ESP).

Es increíble lo que tardó el Corolla en ofrecer un dispositivo de seguridad que, desde hace años, está presente en muchos de sus rivales.

En Autoblog vamos a probar durante una semana la nueva versión tope de gama: Corolla SEG CVT 2018, de 506.400 pesos.

Cuando fui a buscar el auto, a la sede de Toyota Argentina, aproveché para consultar a una de mis mejores fuentes en esa marca. Es una persona que, lejos de los argumentos del Marketing, te ayuda a entender por qué a veces esta marca hace cosas que, desde afuera, parecen extrañas e incomprensibles.

“¿Por qué tardaron tanto en incorporar el ESP?”, le pregunté.

“Porque todas las decisiones en esta empresa llevan mucho tiempo”, me explicó.

Pensé que estaba eludiendo una respuesta concreta, pero agregó. “Vos y muchos de tus lectores notaron lo del ESP del Corolla. Está bien, coincido con ustedes, es un dispositivo de seguridad importantísimo. Pero tal vez no notaron que Toyota también fue la última marca en incorporar otras soluciones que la mayoría de las automotrices adoptaron hace décadas. Por ejemplo, fuimos la última terminal argentina en ofrecer ventas de autos por planes de ahorro. Nos llevó años convencer a los japoneses de que ese es un método muy tradicional en la Argentina. Sacaban las cuentas y no lo podían creer. Pero los planes de ahorro funcionan así y son muy demandados acá, cosa impensable en otros países”.

El informante continuó: “También fuimos los últimos en ofrecer un auto para el Segmento B en el Mercosur, con el Etios. Fue otro caso que llevó mucho tiempo. Llegamos al mercado cuando ya todos nuestros competidores tenían décadas de experiencia. Y ahora estamos siendo también los últimos en llegar al Segmento B de las SUVs, con la C-HR, que todavía no tenemos certezas de cuándo se lanzará a la Argentina. Si se concreta, también llegaremos casi dos décadas más tarde que nuestros rivales”.

“Entonces, son lentos”, lo chicanée.

“No es que seamos lentos. Es una empresa muy grande, con procesos más complejos que otras: las decisiones llevan tiempo. Y después está el tema del Toyota Business Practice”, me dijo.

Se trata de un modelo de procedimientos bastante curioso. Y burocrático. La cosa es así: cada empleado de Toyota, antes de tomar una decisión, debe preguntarse cinco veces por qué.

No es broma: "Cinco por qué". Los japoneses son así.

Supongamos que estoy trabajando en mi escritorio en Toyota y pienso: “Me gustaría tomar un café”.

Lo que seguiría a continuación sería algo así.

-¿Por qué?
-Porque necesito despejarme un minuto.

-¿Por qué?
-Porque pasé toda la mañana respondiendo mails y espiando lo que escriben en Autoblog.

-¿Por qué?
-Porque había cosas urgentes, ya encaminé el día y ahora necesito pensar un segundo cómo voy a seguir el resto de la jornada.

-¿Por qué?
-Porque el café contiene cafeína, un vaso dilatador que mejora las actividades intelectuales, la atención y el razonamiento lógico, siempre y cuando se consuma en dosis moderadas.

-¿Por qué?
-Porque me queda el resto del día por delante y no me quiero dormir sobre mi escritorio. Me despedirían y eso sería malo para la compañía y para mí.

Ahora, apliquemos el Toyota Business Practice a algo relacionado con los autos, como el ESP del Corolla.

Supongamos que vino un ingeniero y dijo: “Es hora de ponerle control de estabilidad al Corolla”.

-¿Por qué?
-Porque es un dispositivo de seguridad de eficiencia probada. Hasta la Organización Mundial de la Salud recomendó que todos los autos del mundo lo ofrezcan de serie.

-¿Por qué?
-Porque está comprobado que reduce el riesgo de hacer un trompo o de perder el control del vehículo, sobre todo cuando el camino está resbaladizo o ante maniobras bruscas de emergencia.

-¿Por qué?
-Porque a pesar de que Shinichi Yasui, jefe de Ingeniería Global de Toyota, le dijo a Autoblog en marzo de 2014 que “el ESP no es necesario en el Corolla”, las leyes de la Física también aplican para él.

-¿Por qué?
-Porque el Corolla no vive un universo paralelo. Convive en el mismo mercado donde ya casi todos sus competidores lo ofrecen de serie o al menos en varias de sus versiones.

-¿Por qué?
-Porque el único otro sedán del Segmento C que no tiene ESP en la Argentina es el Nissan Sentra, que también pertenece a una marca japonesa y donde su Nissan Business Practice debe exigir seis preguntas, en lugar de cinco. ¡Podemos ganarles!

“¿No es agotador trabajar así?”, le pregunté a mi fuente.

“Sí, a veces es realmente agotador. Pero es la modalidad japonesa. Y a Toyota no le ha ido mal con este método”, me respondió.

Yo sólo le cambiaría el nombre: le pondría Gallinita Eureka Practice.

C.C.

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VIDEO: Les Luthiers – “La gallinita dijo Eureka (¡¿por qué?!)”

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En el garage de Autoblog: Toyota Corolla 2018
El Toyota Corolla SEG CVT 2018 cuesta 506.400 pesos.

En el garage de Autoblog: Toyota Corolla 2018
La crítica completa se publicará la semana que viene.

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