El Volkswagen Vento es uno de esos autos que no tiene usuarios: tiene fanáticos. Es un fenómeno que ya ocurrió con el Bora y que luego se trasladó a su reemplazante. Se trata de un fanatismo muy propio de la Argentina. En Estados Unidos, el Vento/Jetta es un auto popular y barato. Y, en Europa, vendió tan poco que fue discontinuado.
Nunca fui un gran fan del Vento, pero comprendo muy bien dónde radica esa euforia. Dentro de los sedanes del Segmento C (compacto), el Vento siempre tuvo calidad, comportamiento dinámico, oferta mecánica, confort y seguridad por encima de la media. En contrapartida, los Vento nunca se destacaron por la innovación tecnológica, el diseño o la originalidad. Tampoco por sus precios.
Dentro de la familia del Vento, la versión más venerada siempre fue la tope de gama: el deseado 2.0 TSi Sportline, con el motor dos litros turbo de 211 caballos de potencia.
Sin embargo, tras el restyling presentado en enero de 2015, los Vento-fans habían quedado casi huérfanos. VW discontinuó en nuestro mercado la versión Sportline. Tuvieron que esperar un año y medio hasta la llegada de su reemplazante. Y lo que vieron, por primera vez, no los entusiasmó.
Por primera vez, el Vento más deportivo llega a la Argentina con un tuning de fábrica. Justo él, que siempre hizo de la discreción su mayor virtud. Viene con filetes rojos en la parrilla, techo ploteado de negro y unas llantas Mallory 18”, que son más ostentosas que elegantes.
Pero lo que más les dolió a algunos fue el cambio de nombre. Ya no se llama 2.0 TSi. Tampoco Sportline. Ahora su nombre es Vento GLi.
Así se llamó siempre esta versión en su país de origen, México, donde GLi es sinónimo de deportividad. En la Argentina, en cambio, recuerda a la denominación base de algún auto popular y cualunque. Muchos hubieran preferido mantener Sportline. Y apuesto a que varios hubieran celebrado un “Vento GTi”.
Más allá de eso, ¿qué tal es el nuevo Vento GLi? Apreciadores del Vento hay en todos lados y, como no podía ser de otra manera, también tenemos uno en la redacción de Autoblog.
Este será un trabajo para Matías Albín, de quien no podremos esperar nada menos que una crítica sólo apta para connoisseurs.
Se publicará la semana que viene.
C.C.
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