Desde Finca La Cruz (Salta) – El evento de lanzamiento que General Motors organizó en Salta tuvo dos días de duración. Y dos novedades: las Chevrolet S10 y Trailblazer 2017.
El primer día manejamos por los caminos del Cañón del Toro la nueva pick-up (leer crítica). Y, el segundo, probamos la Trailblazer en un trayecto que unió a Salta con Cabra Corral y regreso a Salta, pasando por Finca La Cruz, poblado natal de Martín Miguel de Güemes.
Con este restyling, la Trailblazer se mantiene con una sola versión en la Argentina: LTZ 4WD Automática. Cuesta 825 mil pesos. La crítica completa se reproduce a continuación.
POR FUERA
Al igual que la S10, la Trailblazer recibió pocos cambios estéticos, pero bien puntuales y fáciles de identificar. La trompa se rediseñó por completo, con nueva parrilla, paragolpes y ópticas. Los faros sumaron luces diurnas de leds. En la parte trasera, las ópticas tienen un plástico transparente, que no es de lo más acertado.
En el lateral, resaltan las nuevas llantas de aleación. Antes eran de 17 pulgadas. Ahora son de 18 y tienen un diseño más llamativo. Los neumáticos tienen medidas 265/60R18.
En este punto ya resulta inevitable hablar de su rival más directa: la Toyota SW4. Es la única otra SUV derivada de pick-up (en este caso, la Hilux), que se vende en nuestro mercado.
La SW4 estrenó una nueva generación en diciembre pasado (leer crítica). Y la Trailblazer 2017 es apenas un restyling. Por eso, la Toyota se ve más moderna y original.
Esto no siempre fue así. Cuando la Trailblazer llegó a la Argentina, en 2013, la situación era la inversa: la vieja SW4 ya acumulaba su segundo rediseño y la Chevrolet era una generación flamante. Son cosas de los ciclos de producción de cada marca.
A pesar de eso, la Trailblazer se sigue viendo elegante y original. Esto último, debido en gran parte a que no tuvo mucha difusión ni ventas en la Argentina.
POR DENTRO
Los cambios en el habitáculo son los mismos que en la S10 High Country. Tiene tapizados de nuevo diseño, un tablero de instrumentos con una computadora de abordo más completa, desapareció el comando circular del climatizador y sumó la pantalla táctil multimedia de ocho pulgadas.
Esta pantalla concentra las funciones del sistema MyLink, del GPS, de la cámara de retroceso y del Mirror Screen (para Android Auto y Apple Car Play).
Hablando de pantallas, hay que decir que el sistema multimedia de Chevrolet es muy superior al de la Toyota SW4. En la marca japonesa esa pantalla táctil es uno de sus puntos más flojos: es lenta, difícil de comprender y acumula polvo con facilidad. Todo lo contrario que el MyLink de Chevrolet: es muy intuitiva, de rápida respuesta y con funciones bien claras.
El tablero de la Trailblazer sumó nuevas funciones, como indicador en tiempo real de la presión de los neumáticos. Pero no alcanza a igualar al tablero de las nuevas Hilux/SW4: el más completo del segmento.
En Brasil, con la renovación de las S10 y Trailblazer, se comenzó a ofrecer el sistema de asistencia OnStar. En la Argentina seguirá un equipamiento exclusivo del Cruze hasta nuevo aviso.
A diferencia de Toyota, Chevrolet no modificó la posición de manejo de la pick-up para adaptarla a la SUV. Sigue siendo una postura elevada y el volante –sólo con ajuste en altura- no ayuda a encontrar una buena posición.
La Trailblazer se ofrece de serie en la Argentina con tres filas de asientos, para siete pasajeros. Y acá es donde Chevrolet le saca una buena ventaja a Toyota. La tercera fila tiene más espacio para las piernas que en la SW4. Está pensada para que ahí también puedan viajar dos adultos. En la SW4, el espacio es más restringido y sólo para niños.
Otro punto a favor de Chevrolet: cuando no se usa, la tercera fila se oculta por completo en el piso del baúl. Toyota, por algún motivo, conserva un sistema de plegado bastante anacrónico: las butacas se cuelgan de los laterales. Así roban espacio, visibilidad y hasta aportan ruidos al sacudirse con los bamboleos del auto.
En las dos, cuando las tres filas están en uso, el espacio de carga del baúl queda restringido al mínimo. La rueda de auxilio se ubica en el exterior de la Trailblazer. Tiene la misma medida que las cuatro titulares, pero la llanta es de chapa. No queda linda cuando está en uso, pero es una buena medida para desalentar robos.
En calidad de terminación y refinamiento, la SW4 le saca bastante ventaja a la Trailblazer: en el tacto del volante, en los revestimientos de las puertas y otros detalles, como el portón trasero de apertura automática. Lo único que no me gusta de la Toyota son esos plásticos que imitan a la madera.
SEGURIDAD
A diferencia de la S10, que sólo tiene doble airbag frontal en toda la gama, la Trailblazer cuenta con un mejor equipamiento de seguridad pasiva. Son aquellos dispositivos que están diseñados para minimizar los daños de un accidente: ofrece seis airbags (agrega dos laterales delanteros y dos de cortina) y anclajes Isofix para sillas infantiles (dos, en la segunda fila de asientos). La Toyota SW4 saca ventaja al ofrecer también airbag para las rodillas del conductor.
La Trailblazer comparte el equipamiento de seguridad activa (dispositivos para evitar un accidente), con las S10 LTZ y High Country. Y es completísimo. Además de los frenos ABS reglamentarios, tiene control de estabilidad, control de tracción, asistencia al arranque en pendiente y control de descenso.
También cuenta con dos dispositivos que no tiene la Toyota: alerta de cambio de carril y aviso de riesgo de colisión frontal. Ideales para conductores distraídos.
LatinNCAP convalidó para la SW4 el resultado de cinco estrellas para adultos y cinco para niños que también obtuvo la Hilux. Sería interesante que Chevrolet, al igual que hizo Toyota, patrocine una prueba de choque de la Trailblazer con este organismo internacional.
MOTOR y TRANSMISIÓN
El motor VM Motori sigue siendo el mismo de siempre, pero en la Trailblazer recibió las mismas mejoras que en la S10 2017.
Es un turbodiesel de 2.8 litros, con 200 caballos de potencia y 500 Nm de torque. Sólo se ofrece con caja automática de seis velocidades y doble tracción con reductora. Tiene más potencia y torque que el motor de la Toyota SW4 (177 cv y 420 Nm). La única diferencia es que la marca japonesa ofrece, además, una versión con caja manual de seis velocidades.
Las mejoras que recibió el motor de la Trailblazer 2017 son los siguientes.
Para reducir ruidos y vibraciones, se instalaron nuevos soportes para el motor y la transmisión. Además, se cambió el electroventilador por un ventilador con embrague viscoso (consume menos energía). Y se instaló un monitoreo permanente de la carga de batería, para usar el alternador sólo cuando es necesario (reduce el consumo de combustible y alarga la vida útil de la batería).
En Brasil, la Trailblazer se ofrece también con un motor más potente. Es naftero, V6, tiene 3.6 litros y 239 caballos de potencia. Autoblog la probó en Brasil (leer crítica) y es sencillamente espectacular. Por supuesto, es mucho más cara, pero es una buena opción para la Argentina, si Chevrolet planea en algún momento desmarcarse por completo de la oferta de la SW4.
COMPORTAMIENTO
La prueba de manejo con la Trailblazer fue más extensa y variada que con la S10. Lo cual fue muy bueno, porque el equipaje viajó más protegido y hubo oportunidad para probar las tres filas de asientos.
La Trailblazer siempre tuvo un buen andar y, cuando competía con la vieja SW4, le ganaba con facilidad en confort de marcha. Pero ahora eso cambió. Toyota refinó mucho el comportamiento dinámico de su SUV y las cosas están más parejas.
Chevrolet no estrena un nuevo chasis en la Trailblazer. Ya lo dijimos: es un restyling, no una nueva generación. Pero así y todo recibió numerosas modificaciones en la puesta a punto de las suspensiones.
La blandura característica de la S10 y Trailblazer anteriores se eliminó casi por completo. La suspensión ahora es un poco más firme, aunque sin llegar a ser incómoda. Se corrigió el balanceo lateral, se instalaron barras estabilizadoras más rígidas y se recalibraron los resortes y elásticos. Las Chevrolet ahora “navegan” menos y son más estables.
Pero cuando hablamos de comportamiento, no podemos olvidar la respuesta de la mecánica. Y acá la Trailblazer le saca una clara ventaja a la SW4. El motor 2.8 de 200 caballos y 500 Nm la convierte en un verdadero tanque. Uno con siete plazas y caja automática, pero que busca guerra todo el tiempo.
Las reacciones ante las demandas del acelerador son inmediatas y muy lineales. Donde a la Toyota le falta “punch”, tras el dowsizing de la nueva generación, a la Chevrolet le sobra "power". Es comprensible la decisión de la marca de ofrecer el 2.8 en la Trailblazer sólo con la caja automática. Como dije en la crítica de la S10, esa caja es la mejor aliada de ese motor.
No fue posible medir prestaciones ni consumos.
CONCLUSIÓN
Entre febrero de 2013 y diciembre de 2015, GM Argentina perdió una oportunidad única. Durante casi tres años tuvo una Trailblazer que era claramente superior a la vieja SW4. Y hasta tenía un precio más económico.
Pero la marca no supo comunicarlo con claridad. Y las condiciones del mercado tampoco ayudaron: al ser un producto importado de Brasil, fue víctima de las restricciones para el acceso a divisas que sufrieron todas las automotrices en los últimos años.
Chevrolet tomó una decisión estratégica: prefirió usar sus dólares para importar más modelos populares antes que pocos vehículos exclusivos. Ahí perdió la Trailblazer, que en octubre de 2013 aumentó su potencia de 180 a 200 caballos… y GM ni siquiera lo comunicó.
Hoy, las reglas del mercado son otras: la importación se liberó por completo, con excepción de algunas pocas Licencias No Automáticas. GM Argentina está en condiciones de ofrecer todas las Trailblazer que el mercado demande.
Pero la competencia también cambió. La SW4 mejoró mucho, tiene un diseño más moderno, un interior de mejor calidad y seguridad certificada por organismos internacionales.
Sin embargo, y a pesar de tratarse de un restyling, la Trailblazer tiene todavía muchos y buenos argumentos de venta: el motor de mayor potencia, una tercera fila de asientos mejor diseñada, algunos dispositivos de seguridad exclusivos y un sistema multimedia que funciona de verdad.
En materia de precios, una vez más, la Trailblazer es claramente más barata que la SW4: 825.000 contra 970.200 pesos, hablando siempre de versiones 4x4 automáticas.
GM ya desperdició la gran oportunidad del primer round en este combate SW4 vs Trailblazer. Y arranca este segundo asalto con menos ventaja, pero conservando algunos buenos golpes. El primer paso que debería dar la marca es el más sencillo: lograr que muchos usuarios de la SW4, que la eligen casi por default, se enteren de que en nuestro mercado también existe una alternativa interesante.
Es hora de que la Trailblazer aparezca en el radar de los clientes.
C.C.
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Archivo para descargar: Ficha Técnica Chevrolet Trailblazer 2017
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La nueva Trailblazer 2017 se lanzó a la venta junto con la S10 2017.
Recibió cambios en la trompa y llantas más grandes (ahora de 18 pulgadas).
Es una SUV elegante, aunque algunos detalles desentonan, como las ópticas traseras.
Asfalto, ripio, tierra y naturaleza. Salta es el lugar ideal para disfrutar a una SUV con chasis de pick-up.
El volante y otros detalles, están un paso atrás en calidad frente a la Toyota SW4.
El tablero ahora tiene indicador de presión de neumáticos. Pero no es tan completo como en la Toyota.
Clara ventaja para Chevrolet: la pantalla táctil funciona (y muy bien). Las Toyota Hilux/SW4 no pueden jactarse de lo mismo.
Nuevo diseño para el climatizador.
La Trailblazer se ofrece en la Argentina sólo con caja automática y doble tracción con reductora.
Tapizados de nuevo diseño.
Y tercera fila con espacio para dos adultos.
Señores de Toyota: así se debe plegar una tercera fila, nada de colgar asientos de las ventanillas.
Otra clara ventaja de la Trailblazer frente a la SW4: el motor 2.8 turbodiesel de 200 cv y 500 Nm.
La Trailblazer y el Tren de las Nubes.
La SUV de Chevrolet tiene una segunda oportunidad en la Argentina.