V.C., mi hijo de nueve años, se divierte con los autos, le gustan. Pero no es fierrero. No es un tema que me preocupe. Me acuerdo que a mí, por ejemplo, el bichito me picó recién a los 11 años. Lo recuerdo como si fuera ayer: fue cuando vi por primera vez la foto de un Peugeot 205 Turbo 16 (leer nota).
Hasta ese día, mi relación con los autos era la misma que V.C. tiene hoy con ellos: me interesaban más los Matchbox, Rasti y Playmobil (Hot Wheels, Lego y mis Playmobil, en su caso) que los autos de verdad.
Además, los autos son esos aparatos que, en casa, también son trabajo y muchas veces obligan a que el viejo pase bastante tiempo de viaje. Por Autoblog, en mi caso. Por un concesionario en Laboulaye, en el caso de mi papá.
Tal vez por todo eso, V.C. no muestra mayor interés con cada auto nuevo que ingresa al garage. A no ser que sea una chata (le encantan) o un deportivo (obvio, también le encantan).
Los modelos comunes y corrientes le resbalan tanto que hasta desarrolló una fobia: no tolera el olor de los autos nuevos. Y ese olor está presente en la mayoría de los vehículos que probamos en Autoblog. Cuando viaja en uno de ellos, sobre todo en aquellos con notas más penetrantes, V.C. tiene que abrir la ventanilla. O me habla tapándose la nariz.
Le desagrada tanto, que todavía no puede creer que en algunos lavaderos la gente compre perfumes con Fragancia de 0KM: “¡Nah, no puede ser, estás en cumbia!”, me dice.
Esta semana ingresó al garage de Autoblog el Jeep Renegade. Es uno de los primeros productos surgidos de Fiat Chrysler Automobiles. Y en varios mercados está teniendo muy buenas ventas. En la Argentina se lanzó el 6 de abril, en sólo dos versiones: 1.8 Sport Manual (418.950 pesos) y 1.8 Sport Plus Manual (450.500 pesos). El equipamiento se puede ver acá.
Tiene tracción delantera, motor E.torQ 1.8 de Fiat y se produce en la misma planta brasileña donde se fabrica la Fiat Toro. En esta versión 1.8 2WD, confieso que me cuesta ver más allá de su origen FCA y su gran cantidad de componentes Fiat.
Pero V.C. me bajó a tierra. Ayer vio al Renegade y gritó: “¡Me muero! ¡Un Jeep! ¡Te prestaron un Jeep! ¡No lo devuelvas nunca, por favor!”.
La crítica del Renegade se publicará la semana que viene. Aunque no voy a necesitar tanto tiempo para descubrir cuál es el secreto de su éxito en varios países: me lo dijo un enano con alergia a los 0KM. Y que todavía no me quiere explicar qué significa “estás en cumbia”.
C.C.
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