Todos los que amamos los autos tenemos historias con uno u otro modelo. Les puedo contar varias. Mi primer accidente con un auto fue a bordo de una Ford F100 Ranger con un Perkins 6. Con una de mis hermanas al volante partimos al medio un colectivo de la escuela agraria yendo al colegio en un camino de tierra. Quedó hecha bolsa, pero estoy seguro que Don Chemes la hubiese agarrado p'acomodarla.

Años después, un cliente en problemas le dio a mi padre un Fiat Duna en parte de pago. Estaba en condiciones para nada ideales, por decirlo de alguna manera, pero para mis hermanas y para mi era un lujo. La anécdota era que el dunita, gastaba más aceite que gasoil y había que darle unos golpecitos para que arranque. Igual con eso fue suficiente para hacer de las nuestras.

Pero hay un auto en el historial que sobresale del resto, y ese es el Volkswagen Golf. Este auto es para mí lo que el Peugeot 205 es para el señor Crístófalo. Sepan disculpar si no soy objetivo con la crítica y me dejo llevar por las emociones.

Un amigo de la infancia, de esos con mucha suerte, cuando sacó el registro su padre le regaló un Golf 3 GLX, en ese momento era el mejor Golf que se podía conseguir en Argentina. Yo tenía 17 años y no lo podía creer, todo eso era lo que yo más quería en mi vida.

Pero la sorpresa -y la envidia- fue mayor cuando unos años después, y fruto de sus buenos resultados como estudiante, el mismo sujeto regresó un día cualquiera de la facultad a su casa -un día gris, horrible- y se encontró con una sorpresa con las balizas prendidas en el jardín de su casa. Un Golf 4 GTi, negro, impecable. Yo estaba ahí en ese momento. Me pego un corchazo, me dije a mi mismo.

Allá por 2003, en Europa, tuve la suerte de poder manejar el que para mí es el más Golf de todos, el GTI 16v de segunda generación. También negro, estaba inmaculado, con los tapizados escoceses. Fue realmente una fiesta manejarlo por las onduladas y saltarinas rutas de Gales para disfrutar de sus 137 caballos y su andar incomparable. Más pasa el tiempo y más quiero uno de esos.

Un par de años después estaba para comprarme mi primer auto. Andaba buscando oportunidades en el mundo de los usados, para poder comprarme un auto mejor ya que el presupuesto era acotado. Pero luego de una serie de eventos afortunados me encontré con los fondos suficientes para comprarme un 0km.

Obviamente no lo dudé, llamé a un concesionario en Trenque Lauquen, le dije que la tenía toda junta y conseguí un buen descuento. Me tomé un colectivo desde Buenos Aires que llegó a las 4 de la mañana y tuve que esperar un par de horas hasta que abran. Me dieron toda la documentación y con el auto sin patentar y asegurado de palabra me fui rajando a Villegas para terminar el trámite. Era un Golf 4 1.6 Comfortline. Era el fin de semana largo del 1 de Mayo. Feliz día del trabajador, me dije.

Y así recorrimos juntos más de 150.000 kilómetros en 4 años por todos lados, fue un compañero incansable con el que viví momentos increíbles y otros no tanto. Hasta que un día me metí en un estacionamiento acá en Buenos Aires, y gracias al Golf en una de las coincidencias más afortunadas que he tenido conocí a mi compañera de la vida, con quién me casé.

Después de ahí fueron todas malas para los Golfistas. Cuando en todo el mundo comenzó a venderse el Golf V a nosotros nos engancharon ese IV y 1/2, que sentimos como una tomada de pelo. Y después pum, nunca más nada. No más Volkswagen Golf, por lo menos la gama completa, para Argentina. Nunca entendí la decisión de la marca de terminar con la comercialización de lo que para mí es más que ningún otro, Das Auto.

Pero acá estamos, en Salta, probando el nuevo Golf VII. Un auto que estuve esperando muchísimo tiempo, y creo no ser el único. Llega en un momento complicado, de un mercado bastardeado del cuál ya es víctima. Y la crítica completa se reproduce a continuación.

POR FUERA

Si vas a un concesionario en Berlin, Londres, New York o Buenos Aires a comprar un Golf, el auto que te van a vender es exactamente el mismo. Puede que en otros mercados hoy haya más versiones disponibles, como el GTI, el R, con motores diesel, híbridos o hasta incluso eléctricos. Pero es el mismo auto, con el mismo diseño y en la misma época.

A nuestro mercado llega para terminar con una sequía de 7 años sin uno de los íconos de la marca. Espero me entiendan, yo no voy a tener en cuenta al que se vendió en la región como Nuevo Golf, y creo que la marca tampoco debería tenerlo en cuenta.

Fue un manoseo del producto y de la historia del mismo, y en consecuencia las ventas fueron pésimas. El rey del segmento entregó su corona a autos que pasaron por nuestras tierras sin pena ni gloria, como el Chevrolet Vectra GT. Y se retiró del mercado por la puerta de servicio.

Aún así, después de tanto tiempo, cualquier persona que se cruce con esta nueva generación sabe de que se trata. Tres generaciones después, este hatchback no ha perdido su esencia. Es claramente un Golf, no hay que mirarle ni los emblemas.

Es más largo (4.250mm), ancho (1.799 mm) y alto (1.452 mm) que la cuarta generación y su distancia entre ejes también a aumentado (2.637). Pero no hay que andar mencionando detalles. Tiene la trompa, el lateral y el remate de un Golf. Con pilcha del 2015 y ruedas más grandes (205/55/16 para Trendline y Comfortline; 225/45/17 para el Highline).

POR DENTRO

Tuve contacto por primera vez con este auto en Cariló, cuando fue su lanzamiento (ver). Y uno de los aspectos que más me preocupaba del mismo era la calidad, más teniendo en cuenta lo que pasó con el Vento de primera generación respecto de la segunda.

En estas tierras, donde las diferencias de calidad entre los autos fabricados localmente y los que vienen de Europa en muchos casos son grandes -por no decir abismales-, tengo una buena noticia para contarles. La calidad del auto es excelente, no parece un auto fabricado en México. Por lo menos el 1.4 TSI Bluemotion en su versión Highline.

Se percibe una excelente calidad de construcción y de materiales desde el momento en que se pone la mano en el picaporte para abrir la puerta. Los cerramientos y el burleteado son de primera. Y una vez adentro, y después de tres generaciones, el salto es notorio. Se nota que los ingenieros y diseñadores de Volkswagen estuvieron trabajando durante estos 7 años.

  • Esta nota se irá actualizando conforme vayamos probando las diferentes versiones disponibles.

1.4 Comfortline DSG:
Desde el momento en que me puse al volante me encontré con muy gratas sorpresas. La posición de manejo es impecable. Los recorridos de la regulaciones del volante y de la butaca son amplios, tanto en altura como en profundidad. Y el grip del volante multifunción forrado en cuero, con el nuevo diseño de VW, es muy bueno.

El instrumental es super completo, con dos cuadrantes importantes para el velocímetro y el tacómetro a cada lado -que contienen también los indicadores de temperatura y nivel de combustible-, y en el centro un display digital de impecable definición con todas las funciones de viaje, información del vehículo, consumo, sonido, etc.

En el medio, la consola central está toda orientada hacia el conductor, donde en la parte superior se encuentra una gran pantalla táctil con un muy útil sensor de aproximación. Básicamente, cuando uno acerca la mano a la pantalla, aparecen los botones, para que uno no pierda tiempo ni se distraiga buscándolos.

Más abajo los controles del climatizador bi-zona y, donde antiguamente hubieran puesto un cenicero, un práctico espacio porta objetos con tapa, donde también se encuentra la conexión media-in que con distintos cables puede tener conexiones USB o para el iPod -el viejo y el nuevo también-. Más atrás está la selectora de la caja automática DSG, dos posavasos, el freno de mano y un apoyabrazos telescópico que también es la tapa de un generoso porta objetos central.

El interior de este Golf ha crecido mucho en dimensiones respecto de aquél que nos abandonó hace varios años, y eso se percibe a simple vista, en el espacio para las piernas, entre el conductor y el acompañante y la distancia de la cabeza al techo. En las plazas traseras, entran cómodamente 3 adultos, siempre que los que viajen adelante no sean Ginóbili y Del Potro.

En cuanto al baúl, tiene 50 litros más que el Golf 4 y ha mejorado mucho la boca de carga, cuya parte inferior está casi al nivel del piso del baúl. Tiene una toma de 12v, que estoy seguro Aníbal Fernandez hubiese encontrado de extrema utilidad en su momento.

1.6 Trendline:

Es muy cortito lo que voy a decir, y eso es bueno. A primera vista, es el mismo auto que la versión Comfortline.

Después, cuando empezamos a mirar en detalle nos encontramos con que no hay un climatizador automático sino un sistema semi automático como el que tiene la Amarok Startline -que funciona muy bien por cierto-, que el comando de las luces nos muestra que no tiene encendido automático y tampoco rompe nieblas delanteros, y la diferencia más importante está entre los dos asientos delanteros, ya no está la DSG.

El resto es exactamente igual, en equipamiento de seguridad, de comfort y en términos de calidad.

1.4TSI Highline:

Tuve un contacto muy breve con esta versión, por lo que puedo hablar solamente del interior. Pero fue suficiente para formar una opinión sobre cuál es el Golf que hay que comprar si alguien se decide por este auto. Y ese es el Comfortline 1.4TSI DSG.

Por qué digo esto? Porque las únicas diferencias son los tapizados, que en este caso son una combinación en tela y símil alcántara, el techo solar eléctrico y el control crucero (que es opcional en el Comfortline). Y si miramos de afuera las luces son de xénon y las llantas de 17" con neumáticos de perfil bajo.

Sí, es verdad, se lo ve más lindo y mejor plantado, y probablemente la diferencia en las ruedas mejore el rendimiento en algunos aspectos. Y sí, las luces iluminan mejor de noche. Pero el resto del auto es igual. Mismo motor, misma caja, mismo comfort. Y un precio menor.

SEGURIDAD

En términos de seguridad estamos ante el Golf más equipado de todos los tiempos. Todas las versiones traen de serie frenos ABS, Airbag para conductor y acompañante (este último desconectable), Airbag de rodilla para el conductor, airbags laterales con airbag de cabeza, control de estabilidad (ESP), control de tracción (ASR), Bloqueo electrónico de diferencial (EDL), cinturones inerciales de 3 puntos para las cinco plazas, anclajes Isofix en plazas traseras, y asistente de arranque en pendiente.

LatinNCAP realizó ensayos de impacto con un Golf (leer más) dónde obtuvo la máxima calificación de 5 estrellas tanto para la protección de adultos como de niños. Hasta la fecha el Volkswagen Golf VII es el auto más seguro de los fabricados en Latinoamérica.

MOTOR Y TRANSMISIÓN

Por el momento el Golf viene en con dos motorizaciones. La versión de entrada cuenta con el histórico motor naftero 1.6 de Volkswagen y 1.598 cc de cilindrada, sólo que ahora cuenta con una nueva tapa de cilindros de 16 válvulas e inyección multipunto. Entrega 110 caballos de potencia y tiene un torque máximo de 155 Nm a 3.800 rpm. Esta propulsión viene equipada solamente con la transmisión manual de 5 velocidades.

La otra alternativa es también naftera. Se trata de un motor 1.4TSI con 16 válvulas, turbo, inyección directa estratificada e intercooler y tecnología Bluemotion con sistema Start&Stop. Entrega 140 caballos de potencia máxima y un torque de 250 Nm. Esta motorización puede estar asociada a una caja manual de 6 velocidades o una automática DSG, de doble embrague y siete marchas.

Más adelante se espera la versión GTI con un motor de 2 litros turbo y 220 caballos de potencia máxima. No hay versiones diesel.

COMPORTAMIENTO

Son muchas las cosas que tengo para decir, espero poder ordenar las ideas.

La única versión que manejamos hasta el momento es una Comfortline 1.4 TSI Bluemotion con caja automática DSG, en color Rojo Tornado, y las noticias que les traigo son muy buenas. Ya desde el momento en que me senté en el asiento del acompañante, en la primera parte del viaje, me dediqué a hacer todas las cosas que uno no puede hacer cuando se está al volante y fui tomando nota.

El andar del auto, al menos en esta versión, es excelente. Va muy suave y ante las imperfecciones del camino el desempeño de la suspensión está muy bien logrado. No se como será en la versión Highline con las llantas de 17" y neumáticos de perfil bajo. Y cuando se agarra una curva fuerte, se desempeña como un auto de otra categoría. Mirando para arriba. No rola, no se va de trompa y se agarra muy bien.

Una vez en la ruta y a 100 km/h el motor va a 1900 rpm cuando la caja se pone en séptima marcha, por lo que infiero que los consumos deben ser como mínimo aceptables. Y al detenernos en algún semáforo, el sistema Start&Stop funcionó a la perfección y de manera bastante disimulada.

Algo que me sorprendió es la ausencia de cruise control en esta versión. Pulgares abajo para Volkswagen. Aunque desde la empresa nos comentaron que se ofrece como opcional en esta versión. En la Highline viene de serie.

Hay dos puntos, en mi opinión, muy fuertes en este auto. El primero es la combinación del motor 1.4TSI con la caja DSG de siete marchas. Realmente es un conjunto mecánico que funciona a la perfección y, salvo que quieras un deportivo y solo estés pensando cuándo llega el GTI, con esto hay de sobra para viajar mucho y a gusto.

El otro punto fuerte es la insonorización. Todos los ruidos que vienen desde el exterior, tanto de las ruedas, el viento o el motor, se perciben de una manera agradable, como si fuera información que el auto le brinda a uno para que sepamos donde estamos parados. El resto, es un silencio muy agradable, que permite mantener una conversación sin levantar la voz o escuchar música sin tener que poner el volumen al palo para tapar los ruidos de afuera.

Actualización 1.6 Trendline:
Para la versión 1.6 Trendline el asunto es un tanto diferente. Claramente no fue un auto pensado para viajar por estas rutas a muchos metros de altura, trabadas, con curvas para todos lados y trepadas bastante interesantes. Con esta mejora que recibió el famoso mil seis de Volkswagen, también viene en el combo una caja de 5 velocidades de relaciones más largas que las que tenía aquel Golf IV.

Esto hace que su desempeño sea mucho más suave que antes y que, por ejemplo, a 130 km/h el motor vaya a mil vueltas menos que en la anterior generación. El viaje del norte no fue un lugar donde el Trendline se sintiera a gusto y para seguirle el ritmo a la versión más potente, hubo que llevar el motor bien despierto.

Sinceramente no percibí grandes diferencias en cuanto a la suspensión, más que alguna sensación de una mayor rigidez en el tren trasero. Pero incluso puede haber sido hasta mi propia imaginación por el simple hecho de saberlo de antemano. El Trendline es básicamente el mismo auto y frena y dobla de manera excelente, tanto como sus hermanos con multilink.

Seguramente no vaya a brillar con su aceleración, pero tiene sus puntos fuertes. El motor va muy suave con esta caja de relaciones largas, y en autopista y ruta abierta eso se va ver reflejado en un buen comfort de marcha y en el consumo.

CONCLUSIÓN

Por el momento solo puedo pensar en que el Rey está de regreso y ha venido a reclamar su corona. Esa que lamenta haber perdido a manos de pésimas decisiones y escenarios no favorables. Para la competencia son pésimas noticias, pues como producto les gana la pelea con una mano atada.

Pero el problema que enfrenta el Golf no es ese, sino uno mucho más grave. Su peor competencia es la manera en la que Volkswagen pueda allanarle el camino para que se venda como pan caliente, y eso es a través de un stock que pueda equilibrar la demanda y la entrega en plazos lógicos y una política que pueda terminar con las especulaciones de sobreprecios.

Esas que en Autoblog no paramos de escuchar -y que repudiamos-, para que todos los que lo quieren puedan adquirirlo y disfrutarlo de una manera honesta y transparente.

El Golf se lo merece.

Matías Albín

 

Crítica: Volkswagen Golf VII
Hay versiones y colores para todos los gustos.

Crítica: Volkswagen Golf VII
Sin dudas la que mejor se ve desde afuera es la Highline.

Crítica: Volkswagen Golf VII
Pero consideramos que no es la mejor oferta. Salvo que andes holgado.

Crítica: Volkswagen Golf VII
La versión 1.4TSI que Autoblog manejó durante la primera parte de esta prueba de manejo

Crítica: Volkswagen Golf VII
El pilar C lo dice todo. Aunque le tapen el nombre, no es otra cosa que un Golf.

Crítica: Volkswagen Golf VII
Una de las grandes diferencias con la última generación que se vendió en nuestro país: El espacio interior.

Crítica: Volkswagen Golf VII
Podría tener una presentación más canchera, pero su desempeño es indiscutible. También aplaudimos la apertura sin varilla del capot.

Crítica: Volkswagen Golf VII
Instrumental muy claro. Quizás la foto no le haga justicia, pero la definición del display central es impecable.

Crítica: Volkswagen Golf VII
Este es el nuevo volante de Volkwagen. Es muy cómodo y de buena calidad. Lo van a ver en casi todos los nuevos modelos. Eso puede no gustarles.

Crítica: Volkswagen Golf VII
Pocos botones, muchas funciones. No falta nada.
Crítica: Volkswagen Golf VII
Guantera refrigerada con porta tarjetas SD, porta monedas, porta tarjetas (de pago) y lectora de CDs y SD. Si, el manual también entraba.

Crítica: Volkswagen Golf VII
Ya lo dije antes. La DSG debería ser un derecho, como la educación, la salud y el trabajo.

Crítica: Volkswagen Golf VII
Creo que esta vez el auto le va a hacer honor a su nombre, y vamos a poder poner la bolsa de palos en el baúl.

Crítica: Volkswagen Golf VII
Auxilio completo con llanta igual a las titulares. Algo que por estos días se está convirtiendo en una rareza.

Crítica: Volkswagen Golf VII
Algunos detalles.
Crítica: Volkswagen Golf VII
Luces de conducción diurna. Faros rompe niebla y sensores de estacionamiento delanteros y traseros.

Crítica: Volkswagen Golf VII
A Autoblog le gustó mucho el Golf. Y a la Policía de Salta parece que también.

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FICHA TÉCNICA VOLKSWAGEN GOLF A7

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