Estoy seguro de que la mayoría de los que lean esta crítica tienen alguna historia que los vincule con el viejo Escarabajo de Volkswagen. La mía fue exactamente hace 17 años, también en la última semana de octubre.

¿Casualidad? puede ser.

Estaba en lo de un amigo de toda la vida, casi un hermano, pasando el fin de semana en Buenos Aires. Por lo visto estábamos molestando bastante, ya que en un momento se apareció el padre -hoy mi cuñado- y nos sobornó para que dejáramos de hinchar. Aunque fuera por unas horas.

Aprovechando que yo había sacado mi registro hacía menos de un mes, nos dio plata para que fuéramos a ver la final del Abierto de Hurlingham (parecía más apropiado y seguro que ir a ver un partido de la Primera B) y nos dijo: "Llévense el auto viejo, el mío ni se les ocurra". El auto viejo no era ni más ni menos que un 1300 Cabrio, blanco, en un estado inmaculado. Y ahí partimos los dos imberbes con la capota baja y una sonrisa de oreja a oreja.

No recuerdo mucho de la prestaciones del auto, de su andar, ni de su transmisión o frenos. Pero sí recuerdo dos cosas, el sonido tan particular de su motor y cómo la gente miraba el auto cada vez que parábamos en un semáforo por la Avenida Roca. Hasta el día de hoy, cuando me cruzo con un Beetle Cabrio, sin importar el modelo, me acuerdo de ese momento.

Esta semana la experiencia fue distinta. Entre los dos modelos había más de 30 años de diferencia en tecnología, casi cinco veces más potencia y el motor y la tracción adelante. Pero hubo más de una coincidencia: la capota baja, las miradas de la gente y la sonrisa imborrable.

Manejamos el Volkswagen The Beetle Cabrio 2.0TSI DSG por una semana, nos fuimos a la playa, la pasamos bomba y la crítica completa se reproduce a continuación.

POR FUERA

La diferencia en el diseño con la generación anterior se hace mucho más notoria en la versión Coupé, pero a simple vista se ve que ya no tiene ese look inocentón que caracterizaba al New Beetle. Estamos en presencia de un auto con una imagen mucho más agresiva y deportiva.

Parece ser más musculoso y menos rechoncho que su antecesor. El capot es más grande y menos redondo. Las ópticas parecen las mismas, pero en su interior incorporan luces de xenón regulables desde el interior y las DRL's que recorren la mitad de la circunferencia.

El Escarabajo con carita de bueno que supo ser el New Beetle parece haber ido al gimnasio todo este tiempo y volvió a las calles con otro físico y otra actitud. El paragolpes delantero ahora tiene líneas más angulosas y una franja cromada que va de lado a lado, cortándolo por la mitad. Como si The Beetle llevara el cuchillo entre los dientes.

La línea de cintura ya no es paralela al piso, ahora tiene cierta inclinación hacia adelante, dándole al auto un aspecto más atlético. Los espejos exteriores acompañan esta impronta más deportiva del Cabrio: ahora son más alargados, angulosos e incorporan luces de giro.

Para terminar, en la parte trasera del auto hay algunas diferencias muy notorias. Las luces redonditas que traía el anterior modelo, dejaron lugar a unas más alargadas que se cortan con la tapa del baúl, que corrió la misma suerte que el capot. En la parte trasera se encuentra un alerón que, a mi gusto, le sienta muy bien. Y, para terminar de afirmar sus intenciones deportivas, una salida de escape a cada lado.

Dicho todo esto, sigue siendo un Escarabajo, y aunque lo vean más ancho y con el techo más bajo, la gente no necesita que le digan de qué auto se trata. Es un ícono.

POR DENTRO

Lo que más llama la atención cuando abrís la puerta del The Beetle, además del gran peso, es la calidad de las terminaciones del interior. Todo lo que se toca es de excelente nivel y está bien pensado para bancarse las inclemencias de andar con la capota baja.

El instrumental es igual al del Up!, con un poco de zoom, aunque algún colega lisérgico lo haya comparado con el de un Porsche. Y también es verdad que el volante tiene el mismo diseño que el del Up! Pero este está forrado en cuero, tiene el aro más grueso, es multifunción y además lleva levas para manejar la caja DSG.

La posición de manejo es excelente. Buenas regulaciones del asiento en altura, profundidad y ajuste lumbar. Lo mismo para la columna de dirección. Uno queda bien sentado, con el volante a la distancia correcta y las piernas bastante horizontales, para accionar cómodamente los dos pedales con terminación en aluminio.

En la parte superior de la consola central se encuentra un equipo con cargador de 6 CD's, radio, lectora de tarjetas SD, Bluetooth y entrada auxiliar. La calidad del audio es realmente muy buena. Pero creo que el Escarabajo debería imitar dos cosas más del Up!: GPS y USB.

Más abajo se encuentra el climatizador automático bi-zona, los controles de los asientos calefaccionables y la selectora de la transmisión automática. Frente al asiento del acompañante hay dos guanteras. La clásica guantera donde nadie guarda guantes y todos llevan los manuales del auto. Y otra más práctica, pensada para llevar lo indispensable que todo cabrio debe tener: anteojos negros, protector solar y algún que otro gorro o boina que no se vuele con el viento (ver manual de uso de un descapotable en primavera).

Las plazas traseras distan de ser enormes, pero con un poco de organización y buena voluntad de quienes van adelante, cuatro personas viajamos muy cómodos hasta Mar del Plata. El defecto que tienen, al tratarse de un vehículo con dos puertas, es que cuando los de atrás quieran descender, no tendrán de dónde agarrarse para salir.

El interior es uno de los aspectos fuertes del auto, que -nuevamente- al igual que el Up! tiene ese aire retro con plásticos duros, en el mismo color que el exterior, imitando el interior del Fusca original. La unidad que probamos tenía una plancha plástica que iba de lado a lado, en una especie de fibra de carbono.

No me quiero olvidar del baúl. Antes de ir a buscar el auto tenía mis dudas sobre si era suficiente para el equipaje de cuatro personas, así que advertí a todos los pasajeros que tuvieran consideración con este tema. Especialmente en casa. La principal dificultad que presenta es la boca de carga, que es bastante estrecha. Solucionado este problema, el baúl de 225 litros es bien cuadrado y más cabedor de lo que se esperaba.

SEGURIDAD

El equipamiento de seguridad de serie del The Beetle Cabrio incluye: airbags frontales para conductor y acompañante, airbags laterales delanteros, airbags de cabeza delanteros, ABS, control de estabilidad, control de velocidad crucero, asistente de arranque en pendientes, control de tracción, luces diurnas de conducción (DRL's) y anclajes Isofix. Además posee un dispositivo que despliega dos barras anti vuelco, ubicadas detrás de los apoyacabezas traseros, cuando el auto detecta que el vuelco es inevitable.

Respecto de los ensayos de impacto, no existen pruebas independientes sobre The Beetle Cabrio. Sólo existen ensayos sobre la variante de techo duro por parte de EuroNCAP, ANcap (Australia) y la IIHS (Estados Unidos), donde obtuvo la máxima calificación en las tres pruebas.

Algo para aclararar: las primeras unidades de The Beetle que ingresaron al país, lo hicieron sin rueda de auxilio debido a la configuración con la que salieron de fábrica. Eso se modificó y quienes recibieron el vehículo sin auxilio pasaron a buscarla por los concesionarios. The Beetle viene con rueda de repuesto con la misma llanta y neumático que las titulares.

MOTOR Y TRANSMISIÓN

The Beetle Cabrio viene equipado con el ya muy conocido motor 2.0TSI, 1.984 cc, naftero, cuatro cilindros, inyección directa, turbo e intercooler. Desarrolla 211 caballos de potencia a 5300 rpm y 280 Nm de torque entre las 1.700 y 5.200 rpm.

La versión probada tenía la caja automática DSG, de seis velocidades de doble embrague y con levas al volante. También se ofrece una versión con caja manual de seis velocidades por 30.000 pesos menos. Puede ser una buena opción. Pero ya que estiraste tu presupuesto hasta acá, evitá salir a comer afuera este fin de semana y pedilo con la DSG. No te vas a arrepentir.

COMPORTAMIENTO

Llegamos a lo importante, que es para lo que vinimos. No vamos a descubrir a esta altura del partido cómo funciona la combinación 2.0TSI con la caja DSG de seis marchas. Cualquiera que haya manejado un CC (el auto, no el periodista), Vento, Passat, Scirocco, Tiguan, Sharan o Golf GTI con esta dupla, sabe de lo que estoy hablando.

Para los que no tuvieron el honor, ahí va: es de lo mejor que hay. Un motor que empuja como una fiera cuando se lo exige y que tiene un consumo más que contenido si se maneja con suavidad. Y la caja le saca todo el jugo que el motor tiene, pasando los cambios de manera inmediata.

Realmente la mecánica acompaña este diseño más deportivo que presenta The Beetle, que dejó de ser el auto que manejaba Barbie para pasar a ser el auto que corre contra Ken... Block.

Lo que si descubrí mientras estuve al volante de este descapotable -y merece un aplauso- es su sonido. No se quién fue el individuo que metió mano en el turbo y el escape, pero logró unos acordes exquisitos. Truena como un motor mucho más grande. Y con más cilindros. Suena bien gordo.

Es tan agradable cuando acelerás que casi no usé la radio durante toda la semana. El reclamo por la falta de USB no fue por no poder conectar un iPod, sino porque no pude cargar el teléfono. Es más, debería traer sólo GPS. Nada de radio, ni CD, ni ninguna de esas pavadas.

Cuando no estuve acelerando de esquina a esquina, como un poseído para endulzar mis oídos, y mientras el clima y el entorno lo permitieron, apreté ese mágico botón que está junto al espejo retrovisor central y que en muy pocos segundos convertía al auto en una de las mejores cosas que se pueden manejar: un cabrio.

La capota se puede abrir o cerrar en movimiento, siempre que se circule a menos de 50 km/h. El proceso es muy rápido. Es placer conducir así en rutas y autopistas. En ciudad congestionadas hay que andar con un poco más de cuidado, no es un vehículo cacos friendly.

The Beetle acelera bárbaro, frena bien y dobla de manera excelente. Incluso, si se lo exige a fondo, tiene una tendencia sobrevirante, como el Golf GTi de sexta generación (leer crítica), con el que comparte plataforma y mecánica.

La combinación de suspensión y rodado hacen que tenga un andar muy agradable. Pero nada de esto importa cuando se maneja con el techo abierto.

La sensación de manejar con el viento en la cabeza debería ser declarada un derecho. Salud, trabajo, educación y manejar un cabrio. No puede fallar.

CONCLUSIÓN

Después de estar más de una hora frente a la computadora tratando de concluir esta crítica, hubo una palabra que finalmente encendió la mecha: sensación. En realidad son varias de ellas.

La primera tiene que ver con algunos faltantes que encontré en The Beetle y que siento que no debería tener un auto de este nivel. La lista incluye encendido automático de luces, sensor de lluvia, espejos exteriores rebatibles eléctricamente y los mencionados GPS y USB.

La segunda sensación tiene que ver con el valor del auto. Siento que el precio se fue a los caños, por decirlo de alguna manera elegante. Los impuestos internos generaron una distorsión que no tiene sustento alguno. Hay más de 200.000 pesos de diferencia entre el Cabrio y la Coupé, con igual motor y equipamiento.

La tercera sensación tiene que ver con la seguridad. O la ausencia de ésta -que antes de ser una realidad es una sensación-. Y, como consecuencia de ella, hizo que pudiera disfrutar de manejar con el techo abierto sólo en los lugares donde no iba a estar con el auto detenido. Este Escarabajo llama la atención. Con la capota abierta, en un embotellamiento, te vas a sentir un poco expuesto y vulnerable. Como si estuvieras en una moto muy llamativa.

Y la última sensación -la más importante- fue la que me dejó esta semana a bordo del VW The Beetle Cabrio. Fueron días de un clima muy cambiante. Con mucho calor o lluvia disfruté de la experiencia de manejar un auto con excelentes prestaciones, caja automática y levas al volante. Un placer de escuchar cada vez que aceleraba, aún desde bajas revoluciones.

Cuando el tiempo estuvo más de mi lado, disfruté de la experiencia de manejar con el viento en la frente, olvidándome de todo.

Para terminar, quizás haya una sensación más. Y sea la del gusto. Gusto a poco. Necesitaba más tiempo con este Escarabajo.

Matías Albín

***

Crítica: Volkswagen The Beetle Cabrio
Less flower, more power. Más bajo, ancho y musculoso. Esta generación tiene un look más agresivo.

Crítica: Volkswagen The Beetle Cabrio
Las butacas delanteras son muy cómodas y de gran agarre. La posición de manejo, ideal.

Crítica: Volkswagen The Beetle Cabrio
Pensábamos que atrás no cabía nadie. Viajan cuatro adultos muy cómodos.

Crítica: Volkswagen The Beetle Cabrio
El tablero y el volante pueden recordar al Up! La calidad de terminación está en otra liga.

Crítica: Volkswagen The Beetle Cabrio
Indispensable para usarlo todo el año a techo abierto: aire acondicionado potente y butacas calefaccionadas.

Crítica: Volkswagen The Beetle Cabrio
El espejo no es electrocrómico. La capota se abre y se cierra más rápido que "inmediatamente".

Crítica: Volkswagen The Beetle Cabrio
Baúl de boca chica, pero bastante rendidor. Si viajan cuatro hay que racionar el espacio.

Crítica: Volkswagen The Beetle Cabrio
Un viejo conocido de grandes prestaciones: 211 caballos, con un relincho remixado.

Crítica: Volkswagen The Beetle Cabrio
Mientras el tiempo y el entorno acompañen, esta es la manera de disfrutarlo.

Crítica: Volkswagen The Beetle Cabrio
Al mal tiempo, buena cara. La insonorización es adecuada y la capota no zumba cuando se viaja en ruta.

Crítica: Volkswagen The Beetle Cabrio
Mar del Plata fue un gran lugar para probar las bondades del Cabrio.

Crítica: Volkswagen The Beetle Cabrio
Y la sensación de viajar con el pelo al viento es inigualable.

Crítica: Volkswagen The Beetle Cabrio
Y la vamos a extrañar hasta que volvamos a tener un descapotable en el garage de Autoblog

Crítica: Volkswagen The Beetle Cabrio

***

FICHA TECNICA

Modelo probado: Volkswagen The Beetle Sport Cabrio DSG
Precio: 617.310 pesos (versiones desde 589.870 pesos).
Orígen: México
Garantía: Tres años o 100 mil kilómetros.
Comercializa: Volkswagen Argentina (www.volkswagen.com.ar)

MOTOR
Tipo: delantero transversal, naftero, 4 cilindros en línea, turbocompresor, intercooler, inyección directa.
Cilindrada: 1.984 cc
Potencia: 211 cv a 5.300 rpm
Torque: 280 Nm entre 1.700 y 5.200 rpm

TRANSMISIÓN
Tipo: tracción delantera.
Caja: automática con doble embrague, de seis velocidades y modo secuencial. Levas al volante.

CHASIS
Suspensión delantera: independiente, tipo McPherson.
Suspensión trasera: eje trasero multibrazo.
Frenos delanteros: discos ventilados
Frenos traseros: discos sólidos
Dirección: electromecánica
Neumáticos: Continental 215/55R17

PRESTACIONES
Velocidad máxima: 227 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h: 7,4 segundos
Consumo urbano: 10,3 l/100km
Consumo extraurbano: 6,3 l/100km
Consumo medio: 7,8 l/100km

MEDICIONES
Largo / ancho / alto: 4.278 mm / 1.808 mm / 1.473 mm
Distancia entre ejes: 2.537 mm
Peso en orden de marcha: 1.412 kg
Capacidad de baúl: 225 litros
Capacidad de combustible: 55 litros

EQUIPAMIENTO
Llantas de aleación 17" (Elba73)
Limpiaparabrisas con conexión de intervalos de barrido
Faros Bi-Xenón con luz de marcha diurna en técnica LED
Retrovisor exterior con ajuste eléctrico y térmico
Capota de tela - eléctrica
Alerón trasero color carrocería y negro
Luces intermitentes laterales integradas en retrovisores
Faros antiniebla delanteros y traseros
Empuñadura de freno de mano en cuero
Apoyabrazos delantero central
Volante multifunción de cuero (DSG con levas de cambio)
Palanca de cambios en cuero
Tablero de mandos en óptica carbono
8 altavoces
Asientos delanteros con ajuste de altura
Tapizado de cuero "Vienna"
Asientos delanteros deportivos
Asientos delanteros térmicos
Asientos delanteros con ajuste de apoyo lumbar
Pedalera en óptica aluminio
Compartimiento porta-anteojos en la guantera
Control de asistencia para arranque en pendientes
Enchufe multimedia AUX-IN
Indicador de desgaste de pastillas de freno
Climatizador "Climatronic" Bi-zona
Regulación de alcance de faros
Display multifunción "Plus"
Bocina de doble tono
Control de velocidad crucero
Sistema de audio touchscreen "RCD 510" con carga frontal de 6 CDs
Sensores de estacionamiento delanteros y traseros
Cierre centralizado
Enchufe de 12v en consola central y detrás
Bluetooth
Airbags frontales para conductor y acompañante
Airbags laterales delanteros
Airbags de cabeza delanteros
Desactivación del airbag del acompañante
ABS
ESC
ASR
EDS
MSR
Cinturones de seguridad delanteros de tres puntos
Cinturones de seguridad traseros de tres puntos
Anclaje ISOFIX
Alarma antirrobo
Inmovilizador electrónico

Enviá tu noticia a novedades@motor1.com