Desde Sao Paulo (Brasil) – La fazenda Coronel Jacinto está ubicada a sólo 150 kilómetros del centro financiero de Sao Paulo, pero en cualquier dirección hacia donde mires sólo vas a ver sierras, montes y campos de cultivo.

Publicar la noticia del último lanzamiento de Ford desde el medio del campo no es fácil. La señal de internet no es buena, hace 32 grados de calor y vuela bastante polvo. Haciendo equilibrio con mi notebook y el smartphone, intento la parabólica humana para enganchar señal. Hasta que se me acerca un hombre canoso y con bigotes.

Tiene unos 50 años, botas de campo lustrosas y me tiende la mano presentándose en portuñol: “Soy el dueño de la fazenda, ¿lo puedo ayudar?”.

Francisco Guimaraes Santos es el tataranieto del Coronel Jacinto y actual dueño de las 3.000 hectáreas donde se planta soja, maíz y amplios bosques de diferentes especies de árboles, para la industria maderera.

Francisco vive a sólo 150 kilómetros de la metrópolis más grande de Sudamérica, pero reside en una casa de hace dos siglos, rodeado de peones y con el ojo bien atento en una sequía que viene causando problemas en los últimos meses.

Me invita a pasar a su oficina, donde promete resolverme mis problemas de conexión a la red. Se encuentra en una sola elevada del campo y, desde afuera, tiene un portón discreto, como el de un depósito.

Su hija Verónica, 30 años, rubia y refinada -aún en ropa de campo- se ofrece a hacer de intérprete, en un español con claros giros porteños. Vaya uno a saber.

Apenas traspaso la puerta de la vieja oficina del Coronel Jacinto, me quedo mudo. Es un gran ambiente climatizado y oscuro, donde el calor sofocante de la zona hace siglos que no ingresa. Y tiene un gran ventanal de doble vidrio hacia el horizonte de la estancia.

Los sillones de cuero negro y el piso de madera tarugada, con tablones de 15 centímetros de ancho, contrastan con los juguetes del propietario: una pared con 10 monitores de vigilancia, que muestran lo que ocurre en diferentes rincones del campo. Tres teléfonos satelitales. Un par de tablets de la manzanita y otra de escritorio con gran pantalla (de la misma frutería). Y un maletín de aluminio, abierto sobre una gran mesa de roble antiguo: allí hay un drone blanco, un helicóptero a control remoto con cámara incorporada.

“Es mi juguete, pero también lo uso para vigilancia”, me explica Francisco.

Me conecto a un wi-fi de velocidad Silicon Valley, en dos minutos resuelvo mis problemas más urgentes y el estanciero me propone conocer su bodega. Accedemos por una puerta antigua, pero con cerradura electrónica, con código de cuatro números (no sé por qué, pero los memoricé bien antes de entrar).

Desciendo por unas largas escaleras hasta tener la certeza absoluta de encontrarme a casi 20 metros bajo el nivel del terreno. Allí, en un ambiente húmedo y frío, los herederos del Coronel Jacinto añejan durante 20 años su cachaza artesanal, en toneles de carvalho. La botella que me obsequia Francisco se llama “Pinga do Coronel Jacinto”. En esta zona, se llama así a la caña de azúcar a punto de cosecha para producir alcohol. Nos reímos un rato por el doble sentido que la palabra tiene en mi país. Desde un rincón, Verónica asiente con una sonrisa, como diciendo: “Estos argentinos…”

Salgo a la superficie, me despido de los dueños de casa y no puedo evitar comparar el momento con el camión que estuve manejando hace un par de horas.

Después de tres años de ausencia, Ford volvió a ofrecer la Serie F en la Argentina. Se fabrica en Brasil. Ya no hay F-100 y la F-350 es sólo para el mercado brasileño. La F-4000 que ya está a la venta en nuestro país desde 415 mil pesos es idéntica por fuera a la que se vendió en la década pasada. El habitáculo es despojado, sencillo hasta la exasperación.

Pero recibió varios cambios tecnológicos. El más importante de todos es el motor. El Cummins 3.9 turbodiesel de 120 cv, 455 Nm y homologación Euro 3 fue reemplazado por el nuevo Cummins 2.8 turbodiesel common rail, de 150 cv, 360 Nm y certificación Euro 5.

Es el primer camión que se vende en la Argentina con esa normativa, que iba a ser obligatoria desde enero 2012 y que -postergación tras demora- ahora parece que entrará en vigencia en enero de 2016.

Tiene caja de cambios Eaton de cinco velocidades. Ejes Dana pensados para el trabajo pesado. Hay una versión 4x4 con caja reductora, pero con conexión del tren delantero mediante “cubos mágicos” (hay que bajarse para girar el centro de las ruedas).

Manejé la F-4000 4x4 por una pista off-road con vados interesantes, pendientes embarradas de 30 grados, piedras y arena. Y la 4x2, la llevé con alegría por una trilha veloz, un sendero rural donde durante la semana se desplazan los peones. Y donde los fines de semana el propietario y sus amigos disputan un campeonato de rally privado, por tramos cronometrados de hasta 45 kilómetros.

¿Eso no te lo conté? En su garage, mi amigo fazendeiro tiene un magnífico Subaru Impreza STi, preparado por Prodrive.

La F-4000 es un vehículo que se siente robusto y cómodo a la vez. Manejé a buen ritmo con una carga de dos toneladas en la caja trasera. La transmisión es suave, se parece más a una pick-up que a un camión. La dirección es ligera y los frenos ABS con EBD funcionan a la perfección.

El torque del motor es menor que en la generación anterior, pero al menos se mantiene lineal y constante entre las 1.200 rpm hasta las 3.600 rpm.

Pero el motor tiene una particularidad que, cuando entre por fin en vigencia la normativa Euro 5, será habitual: utiliza diesel premium, pero además tiene un depósito de urea que interviene en el catalizador, para reducir el consumo de combustible en 6% y la emisión de gases contaminantes en casi 40% con respecto al Cummins anterior.

La urea ya se vende en algunas estaciones de servicio YPF de Capital Federal. Y Ford asegura que también está disponible en el corredor de camiones que pasan por la Argentina, desde y hacia Chile/Brasil, donde la normativa Euro 5 ya rige y la carga de urea es cosa de todos los días.

Hasta que el abastecimiento alcance a todo el país, Ford Argentina promete que los bidones de urea se venderán en todos sus concesionarios. Tiene un costo de 12 pesos el litro y el consumo es el siguiente: un tanque de 20,5 litros de urea por cada 3,5 tanques de 135 de diesel premium.

Suena complicado, pero así lo exigirá la normativa que ya rige en los países vecinos. Por las dudas, en el tablero hay un indicador de nivel de carga de urea. Y el sistema apaga el motor en caso de quedarse sin carga. La mecánica no corre riesgo, pero así se evita contaminar.

En medio de esas incomodidades modernas, la F-4000 sigue conservando algunas ventajas clásicas. La cabina larga, con motor adelante y pasajeros atrás, roba espacio para la carga, pero permite que el acceso al habitáculo sea tan cómodo como en una pick-up.

Acá no hay que trepar, como en cualquier otro camión liviano. Y eso es algo que agradecerán los usuarios que trabajen en servicio de reparto.

La expectativa de venta de Ford Argentina para la F-4000 es baja. Esperan patentar sólo 300 unidades de aquí a fin de año. Y mantener ese mismo ritmo en el 2015. Pero están abiertos a las propuestas más tentadoras que puedan llegar a desarrollar algunos carroceros, como ya hizo Tropical Cabines en Brasil (ver fotos).

Es un vehículo sencillo, robusto, pensado para el trabajo pesado.

Pero con soluciones tecnológicas complejas e innovadoras en nuestro mercado. Tanto, que demandarán una etapa de acostumbramiento. Igual que esta fazenda de Sao Paulo.

El Coronel Jacinto, sin dudas, tendría una F-4000: podría cargar allí hasta cuatro toneladas de su pinga añejada.

C.C.

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Datos técnicos, equipamiento y precio: Lanzamiento: Ford F-4000

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Crítica: Ford F-4000
En una fazenda de Sao Paulo, la Serie F de Ford marcó su regreso para Argentina y Brasil.

Crítica: Ford F-4000
Las F-4000 4x2 y 4x4 son las únicas versiones que llegarán a la Argentina.

Crítica: Ford F-4000
La 4x4 tiene caja reductora.

Crítica: Ford F-4000
Y conexión del eje delantero mediante "cubos mágicos".

Crítica: Ford F-4000
Cabina para tres pasajeros.

Crítica: Ford F-4000
Puesto de manejo de sencillez anticuada.

Crítica: Ford F-4000
No te ilusiones con sorpresas. Detrás de esas tapitas ciegas está el vacío cósmico.

Crítica: Ford F-4000
Hola, déjà vu.

Crítica: Ford F-4000
Tablero completo. Al centro, con una raya roja y cuatro verdes, el indicador del nivel de carga de urea.

Crítica: Ford F-4000

El tanque de urea carga 20,5 litros.

Crítica: Ford F-4000
La urea interviene en el tratamiento de los gases dentro del gran catalizador.

Crítica: Ford F-4000
El motor Cummins es el primero Euro 5 para un camión en Argentina.

Crítica: Ford F-4000
La F-4000 tiene eje trasero con ruedas duales y carga 4.000 kilos.

Crítica: Ford F-4000
Prueba de manejo por el tramo cronometrado de rally del tataranieto del Coronel Jacinto.

Crítica: Ford F-4000
Exactamente la clase de güeadas que nos fascinan en Autoblog.

Crítica: Ford F-4000

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