Que nunca se te ocurra hablar mal de la Journey adelante de un vendedor de Dodge. Las consecuencias para tu salud tal vez serían menores si le mentaras a la madre o a la hija.
La SUV compacta importada de México es uno de los productos más rendidores de la oferta de Chrysler en la última década en la Argentina. Y los concesionarios la veneran tanto como sus usuarios.
La Journey se lanzó a la venta en noviembre del 2008, con precios competitivos, buen equipamiento y un diseño que rompía con la monotonía de un segmento monopolizado por las marcas asiáticas.
La versión tope de gama, la R/T (sigla de “Road/Track”), llegó en esa primera etapa con un motor V6 2.7 litros de 190 cv y tracción simple. Esta variante dejó de ofrecerse en junio de 2011, cuando se lanzó el primer restyling.
Pero reapareció en junio de 2013, con dos novedades notables: el Pentastar V6 3.6 de la Jeep Grand Cherokee (aunque con la potencia reducida de 286 a 280 cv) y, por primera vez, tracción integral.
Castigada con la segunda escala de impuestos internos, hoy la Journey R/T está en la misma franja de precios de todas las SUV compactas más equipadas: cuesta 102.800 dólares. Pero, pese a ello, se diferencia con claridad por una gran ventaja: es la más potente de su segmento.
¿Este es un argumento suficiente? En el pensamiento promedio de la redacción de Autoblog, sí.
Pero nos tomaremos una semana completa para corroborarlo.
C.C.