Suzuki volvió a la Argentina y durante más de una semana tuvimos la posibilidad de probar un clásico del mercado argentino: la renovada Grand Vitara. Anduvimos duro y parejo en la ciudad, la ruta y en los lugares donde mejor se siente: lejos del asfalto. Más de 3.000 kilómetros que incluyeron ruta, tierra, ripio, piedra y agua pusieron a prueba las cualidades de un vehículo que -por estos días- puede representar una oportunidad de compra.
Por fuera
No es fácil distinguir esta Grand Vitara de la que se comercializaba en nuestro país hace dos años. Sus cambios son muy sutiles. Esta nueva versión, ahora importada por el grupo Indumotora, tiene un nuevo paragolpes delantero con barras de protección incorporadas y una nueva parrilla -ahora con listones horizontales en negro y cromado, en lugar de la anterior rejilla negra-. Las ópticas delanteras son las mismas, sólo que ahora cuentan con lavafaros. Nuevas llantas de 17 pulgadas y baguetas cromadas completan este leve restyling para la versión 2014.
De cerca se la ve bien plantada, compacta y con cierta musculatura, atributos con los que no esperaba encontrarme en esta SUV. A pesar de ser casi idéntica a la anterior -y por ser un producto que tiene algunos años en el mercado- su diseño se mantiene bastante actual.
Por dentro
Los cambios siguen la misma intensidad: son pocos, aunque su impacto es mayor. El interior resulta amplio para que cuatro adultos viajen miles de kilómetros con comodidad, incluyendo pasajeros de más de 1,90 metros. Esta versión JLX-L tiene asientos, apoyabrazos y volante tapizados en cuero, climatizador automático, posavasos en las plazas delanteras y traseras, buen espacio para las piernas de los ocupantes traseros y muy buena insonorización. La Vitara empezaba a mostrar sus cualidades.
Se reemplazó el anterior equipo de audio con pantalla de matriz de puntos por un nuevo equipo con pantalla táctil de 7 pulgadas y GPS integrado, con el que se logró cubrir la brecha de equipamiento que los clientes demandan por estos días. El mismo equipo cuenta con conexión Bluetooth para teléfono, audio e internet, conexión USB y iPod, reproduce DVD y también tiene una ranura para tarjetas SD. Donde estaba el cenicero ahora se encuentran las conexiones de los puertos USB (dos) y una conexión directa para iPod, con soporte incluido, algo que resultó realmente práctico no sólo para la música sino también para que, sumado a dos enchufes de 12v, todos los ocupantes puedan cargar sus teléfonos.
A pesar de no tener tantas regulaciones, la posición de manejo que se logra es buena y la butaca del conductor es cómoda. Quizás el pedal del acelerador no tenga la posición más cómoda para trayectos largos, pero por suerte eso se puede compensar con el control crucero y de esta forma viajar más relajado.
Otro aspecto a destacar es la capacidad de carga. Cuando estaba por iniciar la primer etapa de este viaje, un tío me llamó por teléfono para hacerme un pequeño encargo: “Ya que venís para acá, ¿no pasarías a buscar una tele que me compré para ver el Mundial?”. El pedido no fue de mi agrado, pero el aparato entró sin problemas. Y esto que me casé con la reina del exceso de equipaje.
Los asientos traseros se rebaten con mucha facilidad y dan lugar a un área de carga muy buena, con piso totalmente plano. Una vez entregada la pantallita de 46”, fue muy simple volver a la configuración normal y el espacio restante resultó suficiente para los bártulos de los cuatro viajeros (monarca de las valijas, incluída).
Seguridad
La Grand Vitara JLX-L viene de serie con seis airbags (conductor y acompañante, laterales delanteros y cortina delanteros y traseros) y ABS. Además, agrega distribución electrónica de frenado (EBD), control de estabilidad (ESP), asistencia de frenado (BAS), barras anti impacto en las puertas y anclajes ISOFIX.
El control de estabilidad se puede desconectar solo con los bloqueos en modo 4H y 4L y a partir de los 30km/h se activa nuevamente en forma automática.
Motor y transmisión
No hubo cambios. El impulsor sigue siendo el naftero 2.4 VVT de 16 válvulas, con 166 caballos de potencia y 227 Nm de torque. Y aquí es quizás el punto más crítico y ambiguo de este modelo de Suzuki. Por un lado el motor anda muy bien, es muy suave y silencioso. Y, como todo japonés, da la sensación de ser muy robusto y confiable al igual que el resto de los componentes mecánicos.
La contracara es que a esta altura uno espera motores más eficientes, sobre todo en un 4 cilindros. Los consumos de la Grand Vitara podrían ser más contenidos y mejorar su autonomía. La caja manual de cinco marchas es excelente para un vehículo de este tipo, más parecida a la de una pick up y con muy buena transmisión de sensaciones. Me hizo recordar constantemente a un vehículo que está construido apuntando más al desempeño off-road que al asfalto.
Comportamiento
Vamos por partes. En la ciudad, no es el vehículo más ágil pero tiene una gran virtud, a la hora de transitar por nuestras calles llenas de baches, parches, reductores de velocidad y empedrados en mal estado, la Grand Vitara circula como si nada sucediera. Tiene una suspensión realmente muy bien equilibrada y no anda a los saltos, como suponía antes de manejarla.
En la ruta tiene un muy buen andar cuando se viaja a velocidad constante y es realmente agradable, pero cuando el tránsito se traba un poco, hay que manejar bien concentrado, ya que no tiene mucha reacción y su torque máximo lo entrega cerca de las 4.000 rpm. Le lleva bastante tiempo levantar velocidad para realizar sobrepasos con tranquilidad. A veces, hay que bajar más de una marcha para lograr una aceleración decente y eso atenta contra el consumo. Por eso hay que manejar con cierta estrategia y generar espacios para no perder impulso ni afectar la autonomía cuando hay mucho tráfico.
Donde realmente tuvo un desempeño sobresaliente fue cuando bajamos del asfalto. Entre Uspallata (Mendoza) y Barreal (San Juan) hay un tramo de ripio que está muy bueno, pero que tiene sus curvas, saltos y pozos. Ahí, la Suzuki iba agarrada como un gato, nunca perdió adherencia en las curvas ni derrapó al esquivar algún obstáculo. Sin importar la velocidad, realmente anduvo muy bien y transmitió mucha seguridad.
Incluso al regresar, terminó de convencerme cuando tuvimos que desviarnos de la Ruta Nacional 188 en La Pampa, debido a un corte provocado por el agua que se desbordó. Transitando por un camino de tierra bastante golpeado, la suspensión volvió a mostrar sus credenciales manteniendo el vehículo bien aplomado y minimizando el efecto de los pozos en el habitáculo. Íbamos charlando, como circulando por la ruta. Cuanto más hostil el terreno, la Grand Vitara mostraba más guapeza.
Para probar la baja hicimos algunas trepadas por las piedras y cruzamos el Río los Patos. Incluso tuvimos que improvisar un enganche bastante precario para remolcar una Ford F1 V8 de 1951 cuesta arriba. Y la Vitara se la cargó regulando en primera, como si fuera un Percherón tirando un triciclo. Realmente, es un tanquecito.
Conclusión
Se hace casi imposible realizar un análisis de la Grand Vitara sin recaer en el precio. La unidad probada cuesta 398 mil pesos y la versión automática, 404 mil. Pero los precios arrancan en los 239 mil pesos para las versiones tres puertas 4x4 y cinco puertas 4x2. En las condiciones en que se presenta el mercado actual -luego del aumentazo- y con las prestaciones que tiene la Grand Vitara, es muy difícil encontrarle competencia, aunque su precio la deja mano a mano contra las pick-ups.
Podría tener un motor más ágil y eficiente, que entregue el torque máximo a menores revoluciones y mejore el consumo. También podría ser más liviano (pesa casi 1700 kilos). Igualmente, hay que tener en cuenta que se trataba de una unidad nueva, y que -con algunos kilómetros más- el consumo puede mejorar.
Son muchos los aspectos que tiene a favor y realmente en donde tiene que demostrar sus cualidades -en el off-road- respondió de manera impecable.
Si tuviera que resumir a la Gran Vitara en pocas palabras, diría: se la banca.
Matías Albín
Fotos: Vicky Guazzone di Passalacqua
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Es un vehículo que se puede usar todos los días. Pero fue diseñada para el off-road.
La rueda de auxilio colgada del portón trasero requiere cuidados en los estacionamientos. Y precauciones contra los cacos.
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FICHA TECNICA
Modelo probado: Suzuki Grand Vitara JLX-L MT
Origen: Japón
Precio: 398.000 pesos (versiones desde 239.900 pesos)
Garantía: Tres años o 100 mil kilómetros
Comercializa: Distribuidora Automotriz Argentina S.A. - Indumotora Argentina (www.suzuki.com.ar)
MOTOR
Tipo: naftero, delantero longitudinal, cuatro cilindros en línea, 16 válvulas, sistema de distribución variable VVT e inyección electrónica multipunto.
Cilindrada: 2.393 cc
Potencia: 166 cv a 6.000 rpm
Torque: 227 Nm a 3.800 rpm
TRANSMISIÓN
Tipo: tracción integral, desconectable, con reductora (Alta y Baja).
Caja: manual, de cinco velocidades.
CHASIS
Suspensión delantera: independiente, tipo McPherson, con muelle helicoidal.
Suspensión trasera: independiente, tipo Multi-link.
Frenos delanteros: discos ventilados.
Frenos traseros: discos ventilados.
Dirección: de piñón y cremallera, servo asistida.
Neumáticos: Bridgestone Dueller H/T 687 225/65R17
PRESTACIONES
Velocidad máxima: 185 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h: 11,7 segundos
Consumo urbano: 11 l/100km
Consumo extraurbano: 9 l/100km
Consumo medio: 10 l/100km
MEDICIONES
Largo / ancho / alto: 4.500 mm / 1.810 mm / 1.695 mm
Distancia entre ejes: 2.640 mm
Peso en orden de marcha: 2.080 kg
Capacidad de baúl: 398/758 litros
Capacidad de combustible: 66 litros
EQUIPAMIENTO
Doble airbag frontal
Doble airbag lateral
Doble airbag de cortina
Cinturones de seguridad de 3 puntos en todas las plazas
Cinturones de seguridad frontales con pretensionadores
Diseño de quiebre de pedal para proteccíon del pie
Apoyacabezas frontales activos
Sistema de frenos antibloqueo (ABS)
Distribución electrónica de frenado (EBD)
Programa de estabilidad elecrónica (ESP)
Aistencia de frenado de emergencia (BAS)
Barras anti-impacto en las puertas
Seguro a prueba de niños en las puertas traseras
Anclajes ISOFIX
Inmovilizador de motor
Cubierta de rueda de auxilio color carrocería con traba de seguridad logo Suzuki
Rieles portaequipaje en el techo
Techo eléctrico
Manijas en las puertas color carrocería
Manijas portón trasero color carrocería
Espejos exteriores con luz de giro incorporada color carrocería
Espejos exteriores eléctricos
Faros antiniebla delanteros
Faros multireflectores
Luces de xenón con lavafaros
Regulación de faros eléctrica
Limpia / Lavaluneta
Spoiler trasero con luz de stop integrada
Asientos y apoyabrazos tapizados en cuero
Asiento conductor con ajuste manual en altura
Asientos posteriores plegables 60/40, deslizables y reclinables
Apoyacabezas en todas las plazas
Apoyabrazos trasero, asiento central
Climatizador automático
Ventanas eléctricas
Cierre centralizado de puertas con control remoto
Keyless start
Control automático de velocidad crucero
Columna de dirección regulable en altura
Volante forrado en cuero
Volante multifunción
Sistema de audio con CD/MP3
GPS integrado
Puertos de conexión USB y iPod
Bluetooth
DVD
Computadora abordo
Iluminación central cabina
Iluminación central trasera
Iluminación area de carga
Parasoles con espejo
Consola apoyabrazos central con deslizamiento
Ganchos para perchas
Ganchos de carga
Bolsillo y portabotellas en puertas delanteras
Bolsillo puertas traseras
Bolsillo en respaldo asientos delanteros
Enchufe 12v en consola central (2)
Enchufe 12v en área de carga
Portavasos, 2 delanteros y 2 traseros
Apertura de tanque de combustible desde el interior