Con el nombre Rubicon, Jeep identifica a la versión más extrema –y costosa- de su clásico todo terreno: el Wrangler, heredero directo del mitológico Willys.
Se lanzó a la venta el año pasado, junto con el restyling de la gama Wrangler (ver nota y equipamiento). El Rubicon se ofrece en nuestro país sólo con la carrocería Unlimited: cinco puertas, hardtop de fibra de vidrio y cubierta de lona (intercambiables, ambas de serie).
Lleva el poderoso Pentastar V6 naftero de 3.6 litros y 284 caballos, con caja automática de cinco velocidades, reductora y sistema de tracción integral con bloqueos de diferenciales.
Pero tiene un inconveniente: el Rubicon fue castigado con la escala máxima de tributo de los nuevos impuestos internos a los autos (ver Ley y escalas de aplicación). En diciembre valía 63.500 dólares y ahora tiene un precio de 107.800 dólares.
Chrysler Argentina es una de las marcas que tiene a toda su gama de modelos -con excepción de la pick-up Ram (leer motivo)- afectada por el impuestazo. El impacto fue tan grande que esta semana, un concesionario elaboró una insólita promoción para vender el Chrysler 300C: ofrecían una Amarok de regalo.
Y, sin embargo, más allá de su precio exorbitante, el Rubicon es hoy el perfecto ejemplo de cómo las marcas pueden eludir el impacto del aumentazo (impuestazo+devaluación).
Sucede que el Wrangler Rubicon es una leyenda viva del off-road. Es tan extremo y específico que prácticamente no tiene competidores en nuestro mercado. Entre los que pagan impuestos internos. Y entre los que no. Entre los que se venden en pesos. O en dólares.
El año pasado se patentaron 369 Wrangler en la Argentina, de los cuales se estima que menos del 20% fueron Rubicon. Es una máquina tan precisa y con un público tan especializado que, paradójicamente, tiene más chances sostener su demanda –por más pequeña que sea- que otros modelos con competidores más aguerridos.
Quien necesite un todo terreno 0KM con ejes Dana 44, piñón y corona de gran tamaño y rodamientos con capacidad para soportar enormes cargas –entre otros gadgets mecánicos dimensionados como para guerras nucleares- sólo puede comprarse un Rubicon.
Ante el río revuelto del aumentazo, es probable que muchos se sientan tentados por diseñar promociones ingeniosas y espectaculares. Pero la solución más simple y sencilla sigue siendo la misma desde que se inventó el automóvil: ofrecer un producto sin rivales.
C.C.
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AVISO: Durante la semana que viene, Autoblog.com.ar estará en modo vacaciones. Se publicarán algunas notas de archivo. Las notas de actualidad estarán a cargo de Rodrigo Barcia y Facundo Puig. Consultas: info@autoblog.com.ar