Lo primero que te sale cuando subís a la nueva Ford Ranger es: “¡Ah, qué máquina!”. La verdad es que el interior te impacta: asientos de cuero, volante en cuero con muchas funciones, pantallita con GPS… Además, es cómoda para subir y bajar, aunque a veces te roza el estribo en la pierna y, cuando hay barro, termina pegado a tu pantalón.

En cuanto te sentás, lo que llama la atención es lo espacioso del habitáculo, la visibilidad frontal, lateral y trasera (tiene buenos espejos retrovisores) y la comodidad de las butacas. El asiento del conductor tiene ajustes eléctricos con muchas posiciones.

La posición de manejo es cómoda y segura. Esto es muy importante en los caminos de tierra, poceados, con serruchos, revirados, con huellones y otras linduras. Si no estás bien sentado y amarrado con el cinturón de seguridad, te sacudís todo el tiempo y terminás el día molido. Te lo aseguro.

Es notable la buena visualización del tablero. Y la información que tiene: hay velocímetro, tacómetro, indicador de temperatura y combustible (en este último, con un buen despliegue entre lleno y vacío, mediante varias líneas, lo que te indica realmente la cantidad de combustible que tenés).

De la computadora de abordo, lo que más me interesó es el dato de la autonomía. A veces, en el campo, no podés calcular cuándo vas a estar cerca de un surtidor (y el gasoil rural no es el indicado, aunque te puede sacar de un apuro).

La pantalla central embutida (para proteger el reflejo lo que se logra parcialmente, como en todos los casos, porque cuando te da el sol ves muy poco en realidad) combina las varias funciones disponibles, como radio, mando de voz, navegador, mapa de ruta y Bluetooth. Todo esto se maneja mediante teclas grandes y claras. Te permiten manipularlas sin sacar la vista del camino, en cuanto le tomás la mano, claro. A los comandos por voz también hay que acostumbrarse –poniéndole bastante garra-, pero son muy útiles y ayudan a la seguridad de conducción.

La palanca de cambios es cómoda, no muy alta. El recorrido del cambio es perfecto y te permite el uso fácil de las seis velocidades sin errarle, especialmente cuando en el barro tenés que cambiar de marcha permanentemente. También está bueno el mando de 4x4 Alta y 4x4 Baja, ya que la perilla está debajo de la palanca y no la tenés que andar buscando por allí.

Hablando del retroceso es un golazo la ayuda de estacionamiento que te aparece en el retrovisor. Esa cámara y las marcas de las dos líneas paralelas en tres colores te ayudan un montón: primero porque la cámara está ubicada debajo del mando de apertura de la puerta de la caja y tiene un ángulo espectacular.

Esa cámara de retroceso es fundamental cuando querés enganchar una herramienta o un carrito de combustible, ya que desde la butaca ves perfectamente que coincidan los enganches, en vez de bajarte una o dos veces para corregir la maniobra. Y para estacionar, ni te cuento. En mi caso es recontra útil para meter la chata marcha atrás en la rampa del lavadero, porque hacés coincidir las líneas paralelas que te marcan los laterales y va sola, sin necesidad de bajarte vos a mirar o que te indique alguien. Buenísimo, realmente.

Me llamó la atención la capacidad de la guantera principal (delante del acompañante), ya que te entra hasta un portafolios mediano. Y alguno me dirá, “bueno, ¿para qué tanto espacio para llevar los documentos?”. Pero se olvidan que una chata, para el que labura en el campo, es su oficina. Llevamos de todo: desde documentos, boletas para pagar, registros, llaves múltiples de la casa, los galpones, las tranqueras, las maquinarias (a veces parecemos San Pedro). Y la guantera espaciosa te permite guardar ese portafolio donde llevás “tu vida”, ya que si te olvidás algo son sesenta kilómetros o más para ir y volver a buscar lo que te olvidaste.

Si me habrá pasado.

Jacinto Campos
Desde la Cuenca del Salado

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El interior de la nueva Ranger impacta a primera vista.

Caja precisa y perilla clara para el sistema de doble tracción.

Campos y la Ranger, con el equipo de 3PM Producciones.

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VIDEO: Jacinto Campos y la Ford Ranger - Manejo en el barro

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