Desde hace años, el auto más vendido de Estados Unidos es el Toyota Camry. Sólo es superado en patentamientos por la pick-up Ford F-100 y casi duplica en ventas a sus competidores más directos: el Honda Accord, el Chevrolet Malibu y el Ford Fusion. A nivel mundial, hace rato que superó los diez millones de unidades vendidas.
En la Argentina, el desempeño del Camry es completamente diferente. Se patenta un promedio de 25 unidades mensuales, en gran parte debido a su elevado precio: 59.200 dólares (cuatro cilindros) y 101.500 dólares (V6).
Autoblog manejó durante una semana esta segunda versión. Y la crítica completa se reproduce a continuación.
Por fuera
El Camry nació en Japón en 1980 como una versión de lujo de la coupé Celica. Pero su éxito fue tan rápido que dos años después ya era un modelo independiente en la línea de Toyota.
El Camry se comercializó en la Argentina de manera esporádica y recién logró permanencia con la sexta generación, en 2007. Esta séptima generación, que se lanzó a la venta en diciembre del año pasado, conserva la misma plataforma del Camry VI, pero ahora es diez centímetros más largo (4.825 mm) y cinco más ancho (1.825 mm).
Como ocurre desde hace décadas, el Camry presenta rasgos diferentes en función del mercado donde se vende. Hay un Camry para Estados Unidos, otro para Japón y otro para Rusia, donde Toyota cuenta con una planta de producción propia para este modelo, en San Petersburgo. El Camry que llega a la Argentina tiene la estética rusa, pero viene importado de Japón.
En esta séptima generación, la trompa perdió las redondeces del Camry anterior y resulta más anguloso, más afilado. La gran parrilla cromada y las llantas de 17 pulgadas (con neumáticos 215/55) son las únicas estridencias en una carrocería que se destaca por su elegancia, pero sobre todo por su dicreción y sobriedad.
Su diseño trasero es casi anónimo y sólo se destaca la doble salida de escape, exclusiva de la versión V6.
Por dentro
La gran distancia entre ejes de 2.775 milímetros es la responsable de ofrecer un interior amplio y confortable, incluso por encima de los estándares de su segmento. El puesto de manejo es cómodo y relajado, con múltiples regulaciones eléctricas para el volante y la butaca.
Sin embargo, el Camry es un auto con el foco puesto en los ocupantes de las plazas traseras. El lugar para las piernas es tan holgado que hasta permite cruzarlas.
Atrás hay espacio para tres pasajeros, pero el grueso apoyabrazos central indica que fue pensado para que lo disfruten sólo dos personas.
Ese apoyabrazos es una verdadera caja de sorpresas. Al bajarlo, quedan al descubierto los botones para reclinar los dos respaldos traseros (con una variación máxima de 11 grados), comandar el equipo de audio, regular la temperatura del climatizador (es trizona, así que las plazas traseras eligen su propio microclima) y hasta para levantar la cortina de la luneta (por si molesta el sol o se busca mayor intimidad).
Además, si se levanta la tapa del apoyabrazos, se accede a un generoso portaobjetos con toma de 12 voltios.
El equipamiento de confort es muy completo: acceso sin llave, encendido por botón, techo corredizo y una pantalla táctil de seis pulgadas. Allí se concentran una computadora de abordo con funciones múltiples –tiene hasta gráficos de barras para analizar las prestaciones, el consumo y las distancias recorridas- el monitor para la cámara de retroceso y el equipo de audio con CD/MP3/USB/Aux/iPod/Bluetooth.
La calidad de terminación es la clásica del Camry: alfombras bien mullidas, materiales diseñados para durar muchos año y las inevitables inserciones en plástico brillante que imitan a la madera. Este detalle no es el agrado del usuario promedio argentino, pero si no las tuviese no sería un Camry.
El espacio interior se completa con un baúl de 483 litros de capacidad (perdió 20 litros frente al anterior Camry). Y esto nos recuerda una función extra del apoyabrazos multiuso: al bajarlo, queda a la vista una puerta de acceso al espacio de carga, que permite transportar objetos de hasta dos metros de longitud.
Seguridad
Tanto en la versión cuatro cilindros como en la V6, el Camry viene de serie con frenos ABS (con distribución electrónica y asistencia de frenado), doble airbag frontal, doble airbag lateral delantero y doble airbag de cortina. También tiene control de estabilidad y control de tracción.
Ofrece cinco cinturones de seguridad (los delanteros, con pretensionadores) y cinco apoyacabezas (los delanteros, con sistema de protección de cervicales).
La administración de seguridad del tránsito de Estados Unidos (NHTSA) sometió el Camry norteamericano a pruebas de choque. A modo de referencia, obtuvo cinco estrellas de puntuación final (la máxima posible), con cuatro estrellas en choque frontal, cinco en impacto lateral y cuatro en vuelco.
Motor y transmisión
Con la llegada de esta séptima generación, el motor de cuatro cilindros y 2.5 litros aumentó su potencia de 167 a 180 caballos, pero el V6 se mantuvo sin cambios: sigue con 3.456 centímetros cúbicos, 277 caballos a 6.200 rpm y 346 Nm a 4.700 rpm.
La transmisión tampoco cambió. Sigue con la clásica caja automática de seis marchas y modo secuencial. Tiene el control electrónico ECT, que es equivalente a un modo Sport y realiza los cambios a un régimen más elevado.
El Camry es el auto con tracción delantera más potente del mercado argentino, seguido por el Renault Mégane III RS (250 cv, pronto 265 cv, leer crítica) y el Ford Mondeo Ecoboost (240 cv, leer crítica).
Comportamiento
El Camry es un auto con doble personalidad. En ciudad es sereno, confortable y extremadamente silencioso. La aislación del habitáculo es realmente sorprendente: en una ciudad desquiciada como Buenos Aires, observar el tránsito desde un Camry con los vidrios cerrados es como mirar una película muda (aunque dirigida por Ridley Scott, claro).
Las suspensiones (independientes en las cuatro ruedas, con multibrazo atrás) no son blandas como en un auto americano, ni tienen con la firmeza deportiva de un alemán. Ofrecen un equilibrio muy interesante, aunque con la balanza siempre inclinada hacia el lado del confort de marcha.
En ruta, se mantiene el mismo nivel de sosiego de la ciudad, pudiendo viajar a 120 km/h en sexta y con el motor girando a sólo 2.100 rpm.
De todos modos, los consumos no son nada bajos. En ciudad gasta 15,7 litros cada 100 kilómetros y en ruta consume 8,5 l/100km. Los 70 litros del tanque de combustible –generosos en la versión 4 cilindros- pueden quedar algo justos en el modelo más potente, si se viaja a un ritmo veloz.
Es que no hay que confundirse: este V6 3.5 litros es un atleta olímpico oculto bajo la piel de un burgués sibarita. Los 277 caballos no se manifiestan de entrada, pero alcanza con hundir el pie derecho para olvidar con rapidez que se conduce una enorme berlina de casi cinco metros de largo.
Pese a sus dimensiones, el peso está contenido en 1.540 kilos, por lo que ofrece casi la misma ecuación peso-potencia de un deportivo extremo, como la coupé Mégane III RS (5,5 kg/cv del Toyota contra 5,4 kg/cv del Renault). Por eso mismo, las excelentes prestaciones del Camry no deben sorprender: acelera de 0 a 100 km/h en 6,2 segundos y la velocidad máxima está limitada a 240 km/h.
La falta de opción de caja manual podrá defraudar a los más exigentes, pero con el modo secuencial activado, esta Shiftronic de 6 velocidades es la más sumisa de todas las automáticas.
En modo deportivo, la computadora del sistema no interfiere ni siquiera para proteger al motor. En la mayoría de las cajas secuenciales, al ingresar en la zona roja del régimen se envía la orden inmediata de ascender un cambio, pero con la Shiftronic esto no ocurre. De hecho, es posible hacer kilómetros tirando el motor hasta el corte, lo cual revela un control absoluto por parte del conductor de la marcha que se desea utilizar en cada caso.
Más de 270 caballos y una de las cajas secuenciales más vehementes del mercado. ¿El Camry V6 es un auto deportivo? De ninguna manera. Es ágil en el tránsito y en la gama alta del cuentavueltas el V6 se deja sentir con rabia. La dirección tiene es precisa y los frenos a discos en las cuatro ruedas responden con una contundencia pasmosa.
Sin embargo, la suspensión está pensada para un manejo relajado. Tiene el poderío suficiente para realizar viajes largos a ritmo intenso, pero eso no implicará nunca llegar a destino con los huesos doloridos y los nervios de punta. El Camry es un caballero tanto en ciudad como en las autopistas más veloces.
En los caminos más revirados es donde se siente que la prioridad está puesta en el confort, antes que en el agarre feroz. Transmitir 270 caballos a través de las ruedas delanteras, más que un exceso parece casi un prodigio. El control de tracción tiene un trabajo duro y dispara una molesta chicharra sonora cada vez que el conductor excede las mínimas reglas de cortesía con los demás pasajeros.
Es un auto que se siente cómodo en autopistas y largas rectas. En caminos más estrechos deja sentir sus grandes dimensiones, pero -a diferencia de algunos medianos de marcas más famosas- no da pena meter al Camry en caminos de ripio o con mal asfalto.
Es robusto y no se le caen los anillos por pisar la tierra.
Conclusión
Para los estándares de la Argentina, el Camry es un auto de lujo, con prestaciones deportivas. Pero nada de eso se percibe en su diseño exterior.
El puesto de manejo es muy confortable, pero nadie viajará más cómodo que los pasajeros de atrás. Discreto, elegante, veloz y muy equipado, el Camry V6 es un perfecto auto ejecutivo de bajo perfil.
El precio en nuestro país hacen que resulte difícil imaginarlo como el auto tremendamente popular que es en países como en Estados Unidos. O Venezuela (leer nota).
Best-seller inalcanzable, el Camry ocupa en algunos mercados el trono que en la Argentina tiene el Chevrolet Classic.
La comparación es odiosa, lo sé, porque habla de lo lejos que está nuestro mercado automotor de los niveles internacionales. Pero también de la fórmula de la sencillez que sólo consiguen los productos realmente exitosos.
Cuando un nombre permanece en el mercado por más de tres décadas es porque sabe interpretar al público. Casi desde el comienzo de su historia, el Camry se convirtió en sinónimo de calidad, confiabilidad, refinamiento, buena relación precio-producto y un respetable valor de reventa.
Esta nueva séptima generación del Camry demuestra una clara preocupación por ofrecer un producto de confort más refinado, aunque sin caer en la ostentación. Si en algunos países se lo critica por ser previsible y demasiado serio, para el público argentino -que en su mayoría desconoce las bondades de este modelo-, las cifras de producción globales del Camry sirven en todo caso como el más implacable argumento de ventas: más de 10 millones de personas no pueden estar equivocadas.
C.C.
Fotos de Rodigo Barcia y Facundo Puig
Ni estética americana ni japonesa. El Camry que llega a la Argentina comparte diseño con el modelo que se vende en Rusia.
***
FICHA TECNICA
Modelo probado: Toyota Camry 3.5 V6 AT
Precio: 101.500 dólares (enero 2014)
Garantía: tres años o 100 mil kilómetros.
Comercializa: Toyota Argentina (www.toyota.com.ar)
MOTOR
Tipo: delantero transversal, V6, 24 válvulas, sistema de distribución variable Doble VVT-I, inyección electrónica multipunto.
Cilindrada: 3.456 cc
Potencia: 277 cv a 6.200 rpm
Torque: 346 Nma 4.700 rpm
TRANSMISIÁ“N
Tipo: tracción delantera, con control eléctrónico.
Caja: automática, de seis velocidades, con comando secuencial y control electrónico ECT.
CHASIS
Suspensión delantera: independiente, tipo McPherson, con amortiguadores telescópicos, resortes helicoidales y barra estabilizadora.
Suspensión trasera: independiente, tipo multibrazo, con amortiguadores telescópicos, resortes helicoidales y barra estabilizadora.
Frenos delanteros: ventilados (293 mm de diámetro)
Frenos traseros: discos macizos (281 mm)
Dirección: de piñón y cremallera, con asistencia hidráulica progresiva.
Neumáticos: 215/55R17
PRESTACIONES
Velocidad máxima: 240 km/h (limitada)
Aceleración de 0 a 100 km/h: 6,2 segundos
Consumo urbano: 15,7 l/100km
Consumo extraurbano: 8,5 l/100km
Consumo medio: 12,1 l/100km
MEDICIONES
Largo / ancho / alto: 4.825 mm / 1.825 mm / 1.480 mm
Distancia entre ejes: 2.775 mm
Peso en orden de marcha: 1.540 kg
Capacidad de baúl: 483 litros
Capacidad de combustible: 70 litros
EQUIPAMIENTO
ABS + EBD ( Distribución Electrónica de Frenado) + BA ( Asistencia de Frenado)
Airbag conductor, acompañante, laterales y de cortina
Apoyacabezas delanteros regulables
Apoyacabezas traseros regulables x 3
Asientos delanteros con protección cervical
Barras de protección contra impactos laterales
Cinturones de seguridad inerciales delanteros de 3 puntos, con pretensionador y con limitador de fuerza
Cinturones de seguridad inerciales traseros de 3 puntos x 3
Control de estabilidad (VSC)
Control de tracción (TRC)
Seguro para niños en las puertas traseras
Sistema de alarma antirrobo e inmovilizador
Tercera luz de stop
Alarma de olvido de llaves y de cinturón de seguridad
Apertura del tanque del combustible y baúl desde el interior
Asiento trasero con apoyabrazos central y regulación eléctrica de respaldo
Asientos tapizados en cuero
Butacas delanteras con regulación eléctrica
Cierre centralizado de puertas con comando a distancia
Climatizador automático de 3 zonas con regulación independiente para conductor, pasajero y pasajeros traseros
Columna de dirección regulable en altura y profundidad
Computadora de abordo
Conectividad Bluetooth con sistema de comunicación manos libres
Consola central forrada en cuero
Control de velocidad crucero
Cortina parasol eléctrica en luneta trasera
Cubrealfombras con trabas de seguridad
Detalles de interior en símil madera y metal
Dirección asistida
Entradas de audio auxiliar y USB
Espacio portalentes en el techo
Espejo interior antiencandilamiento automático
Espejos exteriores calefaccionados, retráctiles con comando eléctrico
Indicador de temperatura exterior
Levantavidrios eléctricos con sistema one touch en las cuatro ventanillas
Monitor de retroceso y ayuda al estacionamiento en display central
Posavasos
Botón de arranque
Regulación del soporte lumbar del asiento
Sistema de audio con display de 6", AM/FM, lector de CD, MP3, y WMA - 6 parlantes
Sistema de iluminación de ingreso al vehículo
Apertura sin llave
Tablero de instrumentos Optitron
Techo corredizo eléctrico (doble movimiento)
Volante de 4 rayos forrado en cuero natural con comando satelital del audio y computadora de abordo
Encendido automático de faros
Espejos exteriores con luz de giro incorporada
Faros antiniebla delanteros
Faros de Xenon con sistema AFS (Dirección de luces adaptativa)
Lavafaros delanteros
Limpiaparabrisas con sensor de lluvia
Luneta térmica con temporizador
Manijas de puertas y molduras laterales cromadas
Paragolpes color carrocería
Parrilla y moldura trasera cromadas
Regulación de altura de faros automática
Salida de escape con terminación cromada
Sensores de estacionamiento delanteros y traseros