Texto de Carlos Cristófalo
Para empezar, chiste fácil:
-¿Qué representan 19 periodistas a bordo de una combi, conducida por un piloto contratado para intentar volcarla?
-Un buen comienzo.
Esa fue la tarea que Mercedes-Benz Argentina le encomendó esta mañana en el Autódromo de Buenos Aires a Chapu, su piloto estrella diplomado en la AMG Driving Academy (leer más).
Chapu fue el encargado de realizar las demostraciones del comportamiento y los dispositivos de seguridad de la nueva Sprinter, que el lunes se lanzó a la venta (ver nota) y que se fabricará en la planta de Virrey del Pino para exportar a más de 50 países.
La nueva Sprinter es una novedad para el mercado argentino, pero no para muchos de esos 50 países. Entre 2007 y 2011, esta generación NCV3 se fabricó en nuestro país sólo para exportación, mientras que la Argentina y buena parte de la región se abastecían con la veterana T1N.
Ahora, por fin, se democratizó la distribución y el público local ya puede disfrutar de la tecnología de este utilitario.
La nueva Sprinter se caracteriza por sus mayores dimensiones (la distancia entre ejes de versión corta, por ejemplo, creció de 2.997 a 3.250 milímetros) y se distingue en su exterior por una trompa con faros más grandes, parrilla de nuevo diseño y guardabarros más prominentes.
Los responsables de Marketing de Mercedes dicen incluso que el diseño de su parrilla está inspirado en las Clase M y Clase GLK, aunque en Autoblog creemos que el entusiasmo por la nueva criatura los desborda.
Pero sí hay motivos legítimos para que sientan orgullo. Su motor, por ejemplo, es de la familia OM651 y se fabrica en el país. Tiene 2.1 litros de cilindrada, turbocompresor de geometría variable, intercooler, inyección directa por common rail y una potencia de 150 caballos a 3.800 rpm. La Sprinter anterior entregaba 129 cv en su versión más potente.
El torque es de 330 Nm entre 1.200 y 2.400 rpm, y se siente de manera rotunda en el acelerador gracias –en gran parte- a una nueva caja ZF de seis velocidades, con una primera marcha bien corta y una sexta para economizar combustible.
El objetivo de los diseñadores de Mercedes-Benz fue acercar la experiencia de manejo de la nueva Sprinter lo más posible a la de un auto de calle. Y, aunque está lejos de comportarse como un Clase C, hay que admitir que el motor es muy silencioso, la caja tiene un tacto suave y la posición de manejo es la más generosa de su segmento: la butaca del conductor se regula en el altura y el volante se regula en altura y profundidad.
Tuve la oportunidad de manejar un furgón corto durante dos vueltas al Gálvez y me sorprendió la suavidad de todos los comandos. También el confort de marcha. No soy un especialista en vehículos profesionales, pero la nueva Sprinter se siente como un buen lugar para pasar buena parte del día al volante.
La capacidad de carga también aumentó. Los furgones ofrecen un volumen de entre 7,5 y 14 metros cúbicos, y una carga útil entre 1.880 y 2.500 kilos. Las combis y minibuses pueden transportar entre 16 y 20 pasajeros (incluyendo al conductor). Y los chasis Sprinter tienen capacidad entre 3,88 y 5 toneladas. Las versiones disponibles son 15 y con la generación NCV3 se incorporó una variante con carrocería tipo camilla, para el transporte de vehículos: ideal para los servicios de asistencia mecánica.
Mercedes-Benz trabajó también para reducir los costos y los tiempos de reparaciones, algo fundamental cuando se trata de herramientas de trabajo. Por ejemplo, las piezas de la trompa más expuestas a choques ahora están atornilladas, en lugar de soldadas. La marca asegura que se redujeron a la mitad los tiempos del vehículo en taller en caso de impacto.
Pero, tal vez, lo más destacable de la nueva Sprinter sea su equipamiento de seguridad. Y para eso lo contrataron a Chapu.
Todas las versiones vienen ahora de serie con frenos ABS y airbag para el conductor. En opción, se puede sumar airbag para el pasajero. Y lo mejor de todo: el control de estabilidad también viene de fábrica en todas las Sprinter.
Recordemos: el control de estabilidad (ESP) es el dispositivo que actúa sobre los frenos y que evita que un vehículo patine, derrape, se deslice o se ponga en cualquier situación que implique la pérdida de control del conductor o el peligro de vuelco.
El ESP trabaja en conjunto con el control de tracción (ASR), el antibloqueo de frenos (ABS), el servofreno de emergencia (BAS) y la distribución electrónica de frenado (EBV) para evitar que el vehículo se desboque, en cualquier condición de suelo.
El rol del ESP es fundamental para reducir el índice de accidentes de tránsito y esto es algo ya comprobado por la Unión Europea (su uso será obligatorio en todos los vehículos 0KM a partir del 2014) y por las Naciones Unidas. De hecho, la ONU recomendó de manera explícita la implementación en todos los países con el mismo énfasis que recomendó en su momento la vacuna contra el sarampión.
El ESP de la Sprinter es del tipo adaptativo. Sus sensores, además de monitorear la velocidad, la dirección y los frenos, también calculan en todo momento la carga que transporta el vehículo y la ubicación del centro de gravedad. A mayor carga, mayor será la intervención del sistema para evitar que una fuerte transferencia de masas se transforme en un vuelco.
Así fue como Chapu, el piloto AMG, convenció a 19 periodistas para probar las bondades del ESP en el Autódromo de Buenos Aires. Salió de boxes a buen ritmo. Encaró por el circuito Número 7 y, en la mitad del trazado de la primera curva, pegó un volantazo a la derecha y se tiró al pasto a 120 km/h.
En medio del griterío generalizado de los pasajeros -y de arrepentimientos tardíos por haber acometido con excesivo ímpetu el desayuno que Mercedes había servido minutos antes- Chapu siguió manoteando el volante, entrando y saliendo del asfalto, frenando con las ruedas descalzadas de la pista y haciendo volar a camarógrafos desprevenidos.
La tortura duró tres vueltas, con varios despistes provocados y hasta algunos volantazos inesperados en plena recta del Gálvez, a 140 km/h.
Si Mercedes-Benz Argentina quería demostrar que la nueva Sprinter tiene una estabilidad a prueba de pilotos kamikazes, sin dudas lo consiguió.
Eso sí: la próxima vez que sea con bolsitas de papel, por favor.
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VIDEO: Chapu, al volante de la nueva Sprinter