Ruidosos, humeantes, pesados y con prestaciones pobres. El histórico estereotipo de los autos gasoleros –que muchos se resignaban a tolerar a cambio de un bajo consumo- hace tiempo que fue desterrado.

Los modernos propulsores con turbo e inyección directa de combustible son más silenciosos, ligeros, ecológicos y con prestaciones que poco tienen que envidiarles a los nafteros. Y, lo mejor de todo, son más económicos que nunca.

Pero mientras los ingenieros de las automotrices se esforzaron por alcanzar este logro, las decisiones comerciales de las marcas y las políticas energéticas de los países se encargaron en los últimos tiempos de ponerles trabas a la difusión de los autos gasoleros para pasajeros.

En Europa, uno de cada dos autos vendidos es diesel. El apoyo masivo de ese continente al más oleoso de los combustibles permitió que sus consumidores fueran –hasta ahora- los únicos del mundo en aceptar una verdad científica: es más económico, ecológico y rentable comprar un auto turbodiesel moderno que un pretencioso híbrido naftero-eléctrico.

Los consumidores de América del Norte, en cambio, no quieren saber nada con los gasoleros. A pesar de que la menos eficiente nafta es una de las causantes de la dependencia del petróleo extranjero que llevó a Estados Unidos a consumirse en guerras interminables, el público aún prefiere pensar en autos eléctricos, híbridos o incluso en el etanol. Cualquier cosa antes que el diesel.

Sin embargo, deberían mirar más al Sur. Brasil prohibió la comercialización de autos de pasajeros diesel en 1976 y se concentró en el desarrollo del etanol (alcohol), tan sólo para descubrir tres décadas después que su costo de producción ya no es rentable y que el propio país se convirtió en una potencia petrolera en condiciones de producir diesel de buena calidad (leer más).

La Argentina, en cambio, fue un bastión histórico de los autos de pasajeros gasoleros. Con plantas de producción propia de motores, hasta las marcas norteamericanas más reticentes –como GM y Ford- tuvieron que aceptar que debían ofrecer opciones diesel para competir en nuestro mercado.

Sin embargo, el mercado de gasoleros sufrió un duro golpe en la última década. La aparición de motores turbodiesel de última tecnología y la reticencia del Gobierno a modernizar las normas de calidad de los combustibles fue un cóctel literalmente explosivo para muchos usuarios, que padecieron numerosos problemas mecánicos y retrajeron las ventas de autos de pasajeros diesel a menos del 20% de los patentamientos.

Muchas marcas reaccionaron de manera pragmática, aniquilando su oferta de autos gasoleros. Otras, en cambio, redoblaron la apuesta y las dejó listas para la entrada en vigencia de la norma Euro 4, que comenzó a regir hace un año y amplió la disponibilidad de combustibles de buena calidad.

Es el caso de Peugeot-Citroën Argentina. La nueva normativa obligó a dar de baja el veterano 2.0 HDi de 110 caballos que la firma francesa producía en la planta bonaerense de Jeppener (ver datos técnicos). Pero en lugar de concentrarse en los nafteros, comenzó a importar de Francia un nuevo 1.6 HDi con 115 caballos.

El Citroën C4 fue el encargado de estrenarlo en abril del año pasado y luego llegó el turno de los Peugeot 408 y 308.

La estrategia no está carente de sentido. Justo cuando Brasil analiza la posibilidad de levantar la prohibición sobre los autos gasoleros, PSA es la única terminal que fabrica vehículos turbodiesel de última generación en esta región.

A tono con los nuevos tiempos que se vienen para los gasoleros, Autoblog recorrió este mes 3.116 kilómetros con un C4 1.6 HDi SX por las rutas de Argentina, Uruguay y Brasil.

A continuación, el diario de viaje.

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Diario de viaje con el Citroën C4 1.6 HDi SX 3.116 kilómetros por Argentina, Uruguay y Brasil

Kilómetro 0: Retiré el C4 1.6 HDi SX en la concesionaria Chambord de Martínez, sede también de las oficinas de administrativas de Citroën Argentina. Es una unidad de color Bourrasque (gris oscuro), con 14.270 kilómetros en el odómetro. Pese a ser una unidad de prensa, se la ve en muy buen estado. La única modificación que se le hizo para esta nota fue el grabado del número de patente en los seis cristales (de fábrica, viene sólo con el número de chasis grabado). Este es un requisito que exigen las autoridades argentinas para salir del país con un auto. Unos pocos kilómetros en ciudad me permitieron apreciar la clásica suspensión confortable del C4 y un motor mucho más silencioso que el discontinuado 2.0 HDi.

Crítica: Citroën C4 1.6 HDi SX
El nuevo motor 1.6 HDi importado de Francia.

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Kilómetro 11: Este será un viaje de dos semanas, en familia. En casa somos sólo tres, así que hay espacio de sobra para el equipaje. El baúl de este hatchback tiene 320 litros de capacidad. Son bastante menos que los 513 litros que ofrece el C4 Sedán, pero alcanza para tres valijas chicas, un bolso mediano y muchos cachivaches sueltos. Un pariente en Brasil, con curioso síndrome de abstinencia, implora a último momento por tres botellas de Terma Limón Light, que también encuentran su lugar en el baúl. Además de llenar el tanque (60 litros) y el baúl, cargamos una buena provisión de música para el viaje en forma de CDs y un pendrive para el puerto USB. El repertorio abarca desde Miliqui hasta AC/DC, pasando por "Clock" de Coldplay en múltiples versiones. Así de variado es el paladar musical de mi hijo de cinco años.

Crítica: Citroën C4 1.6 HDi SX
La única versión disponible con el motor 1.6 HDi es la SX. Viene con volante multifunción y climatizador bizona, pero con sólo dos airbags.

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Kilómetro 90: Los primeros kilómetros por la Ruta 9 son un adelanto de lo que será todo el viaje. La suspensión del C4 es más blanda que deportiva, pensada para realizar viajes confortables, a velocidades no excesivas. Me estoy tomando vacaciones después de un año donde manejé autos fabulosos: Nissan 370Z, Mégane III RS, Nissan GT-R... adoro los deportivos y sus suspensiones bien duras. Pero a la hora de viajar y descansar, no hay nada como un andar suave y relajado. El motor del C4 viaja desahogado en quinta, a 120 km/h y sólo 2.750 rpm.

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Kilómetro 308: Segunda carga de combustible del viaje. Fuera de Buenos Aires, el D-Euro de YPF es 35 centavos más caro por litro. Se sabe, los precios en la Argentina se disparan de manera proporcional a la distancia con la sede central del Indec. Añado sólo 20 litros al tanque en Colón, antes de ingresar a Uruguay. En el país oriental las estaciones de servicio son escasas y, por lo general, hay que desviarse de la ruta e ingresar a los pueblos para encontrar una. Además, allá el combustible cuesta hasta el triple que en la Argentina.

Crítica: Citroën C4 1.6 HDi SX
Colón, Entre Ríos. Ášltima carga de combustible en la Argentina, antes de ingresar a Uruguay. La autonomía del C4 permitió evitar el costoso combustible uruguayo.

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Kilómetro 315: Ingreso a Uruguay por Paysandú. En el puesto de frontera esperamos una hora y media, algo normal para esta altura del año. Lo que no resultó normal fue el pedido de documentación. Las autoridades quisieron ver sólo el DNI de los pasajeros y cédula verde del auto. No chequearon los vidrios grabados. Ni siquiera me pidieron el permiso ante escribano para salir del país con un auto que no está a mi nombre. El poder gestionado por Citroën Argentina pasará todas sus vacaciones en la guantera refrigerada, porque al regreso tampoco me lo pedirán.

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Kilómetro 400: He viajado a Brasil en auto más de diez veces en mi vida y el dilema siempre es el mismo, ¿por dónde cruzar la frontera? Algunos recomiendan el paso Gualeguaychú-Fray Bentos, porque es el que tiene las rutas en mejor estado, aunque hay mucho tráfico de turistas. Otros proponen viajar hasta Corrientes e ingresar directo a Brasil. La ventaja: se cruza sólo un puesto fronterizo. La contra: por ese mismo motivo, es la ruta preferida de los camioneros. Esta vez decidí pasar por Colón-Paysandú. La contra: la Ruta 26 uruguaya tiene casi 80 kilómetros literalmente dinamitados hasta Tacuarembó. La ventaja: por eso mismo, es la menos transitada de todas. La zona poceada hay que atravesarla con paciencia y los ojos bien abiertos. Hay varios tramos con maquinaria vial y “Gente trabajando”. Así llaman los uruguayos a los operarios viales, porque entre ellos hay varias damas conduciendo bulldozers.

Crítica: Citroën C4 1.6 HDi SX
La Ruta 26 uruguaya está enmarcada por las hermosas cuchillas y tiene muy poco tránsito. Lástima los pozos.

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Kilómetro 410: Las vibraciones por el camino en mal estado ocasionan el único desperfecto en el auto de todo el viaje: la punta de la bagueta lateral izquierda se desprende unos milímetros, suficiente como para ocasionar un molesto chiflido de viento entre los 90 y los 110 km/h.

Crítica: Citroën C4 1.6 HDi SX
Un C4 hermano transita por los 80 kilómetros dinamitados de la R26.

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Kilómetro 800: El fuerte operativo de control de tránsito en las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos contrasta con la ausencia absoluta de policías a lo largo de todo Uruguay. No tardo en adoptar la técnica de manejo local: respeto a rajatabla de las normas al atravesar pueblos y ciudades; pie derecho generoso al ingresar a las rutas desiertas y sin señalización.

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Kilómetro 820: Ingreso a Brasil por la frontera de Río Branco-Jaguarao. Otra gran ventaja de utilizar este camino: los puestos de migraciones están vacíos, no hay nadie haciendo cola y los trámites se completan en menos de 10 minutos. La contra: en el lado brasileño, ya casi nadie recuerda dónde quedaba la oficina de migraciones.

Crítica: Citroën C4 1.6 HDi SX
El veterano puente sobre el Río Branco, frontera entre Uruguay y Brasil.

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Kilómetro 1.000: Primer reabastecimiento de combustible en Brasil, en Pelotas. El playero de la Petrobras corre para avisarme que ese surtidor sólo carga diesel: “Es para camiones y pick-ups”, me explica. No me cree que el C4 es gasolero hasta que lo ve escrito en la tapa del tanque de nafta. Sus compañeros de trabajo se acercan a curiosear. El único gasoil disponible en este posto es el común. Citroën Argentina recomienda utilizar sólo diesel premium en este motor, pero en casos de emergencia también se puede cargar el normal. No advierto diferencias en las prestaciones, aunque los consumos se elevan un poco. Los autos turbodiesel que tienen que usar combustible premium suelen asustar a los clientes potenciales por el costo de cargar el tanque, pero los vendedores de los concesionarios suelen olvidarse un argumento de peso: el gasoil tipo Euro es más caro, pero mucho más rendidor, y así las cuentas se equilibran bastante.

Crítica: Citroën C4 1.6 HDi SX
El playero de la Petrobras de Pelotas no creía que el C4 fuera diesel. Por fuera, ningún emblema lo diferencia de los otros C4 nafteros que hay en Brasil.

Crítica: Citroën C4 1.6 HDi SX
La única identificación sobre el combustible que utiliza está dentro de la tapa del tanque.

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Kilómetro 1.200: El tramo entre Pelotas y Porto Alegre es el de tráfico más intenso, con pocos kilómetros de autopista. Está lleno de camiones y conductores distraídos. Las maniobras más peligrosas de todo el viaje las vi en esta etapa, con conductores particulares dormidos o realizando pésimos cálculos de sobrepaso. Los camioneros brasileños, en cambio, se muestran más diestros y educados que los de Argentina. Saben marcar con corrección cuándo conviene adelantarlos (luz de giro a la derecha) y cuándo no (luz de giro a la izquierda). En la Argentina, todavía son muchos los que realizan la indicación exactamente al revés, de manera incorrecta, confusa y peligrosa. Dicen que la confusión la originó en los años '70 el calendario de una conocida marca de camiones, que quiso ayudar con consejos de seguridad vial redactados por alguien que sólo había visto una ruta en fotos.

Crítica: Citroën C4 1.6 HDi SX
Intenso tráfico de camiones entre Porto Alegre y Pelotas, la mayoría de ellos cargados con autos argentinos. El C4 es el auto más exportado por la planta de El Palomar, pero el Agile y el Focus II lo superan en ventas en Brasil.

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Kilómetro 1.300: Después de 100 kilómetros por la hermosa ruta interbalnearia que une Porto Alegre con las principales playas del Sur brasileño, llegamos a Xangri-lá. Sin mayores inconvenientes y con muy bajos consumos, el C4 y yo nos tomamos unos cuántos días de descanso.

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Kilómetro 1.380: Durante 10 días el Citroën sólo anduvo en ciudad, saliendo a pasear por las tardes y a realizar compras en el supermercado. Sorprende la cantidad de C4 que se ven por las calles de Brasil, no por nada desde El Palomar se exportan más de mil unidades por mes a este país. De todos modos, aún está lejos de los dos argentinos más vendidos en Brasil: el Chevrolet Agile y el Ford Focus II.

Crítica: Citroën C4 1.6 HDi SX
Las playas de Xangri-lá. Vacaciones para el C4 (y para cierto integrante de Autoblog).

Crítica: Citroën C4 1.6 HDi SX
El hallazgo del verano: Citroën y C4 se escriben con "C" de caipirinha. Ampliaremos.

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Kilómetro 1.390: Basta de playa, hora de ir a la montaña. A casi 200 kilómetros de la costa se encuentra Gramado, la ciudad brasileña famosa por sus hortensias y porque supuestamente es el único lugar del país donde –a veces- nieva. El camino de montaña se disfruta el doble con el excelente torque del C4 1.6 HDi. Tiene de 240 Nm a partir de las 1.500 rpm. El discontinuado 2.0 HDi tenía 250 Nm, pero recién a partir de 1.750 rpm. Este cambio implica que el turbo comienza a soplar con decisión desde muy bajo régimen y casi no es necesario usar la palanca de cambios para realizar adelantamientos. Incluso en quinta, el C4 trepa con holgura y permite realizar sobrepasos con seguridad.

Crítica: Citroën C4 1.6 HDi SX
Trepada rumbo a Gramado. El cable que asoma es del GPS, no integrado.

Crítica: Citroën C4 1.6 HDi SX
Por las calles de Gramado.

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Kilómetro 1.550: Gramado es una mezcla de Bariloche –por sus montañas y vegetación-, con Villa General Belgrano –por su cultura germana- y Disneyworld –por la bizarra afición de los locales a los parques de diversión artificiales y recargados con muñecos de plástico-. El único rescatable de estos últimos es Mini Mundo, una reproducción en miniatura de ciudades alemanas, con hermosas mini autobahns plagadas de Ferrari F40 y Porsche 959 en escala 1:24.

Crítica: Citroën C4 1.6 HDi SX
El envidiable parque vehicular 1:24 de Mini Mundo.

Crítica: Citroën C4 1.6 HDi SX
Esta 360 Modena es escala 1:1. En Gramado se puede alquilar una Ferrari: 1.450 pesos argentinos por 8,2 kilómetros de manejo.

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Kilómetro 1.800: De Gramado a Porto Alegre el camino es casi todo en bajada y por autopistas. Ahí se registra el consumo más bajo de todo el viaje, apenas 4,71 litros cada 100 kilómetros (21,19 kilómetros por litro). El C4 se perfila como un compañero de viaje perfecto. Lástima el chiflido de la bagueta.

Crítica: Citroën C4 1.6 HDi SX
Descenso de Gramado, ahora rumbo a Porto Alegre.

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Kilómetro 1.850: Porto Alegre es una de las ciudades más hermosas y vivibles de Brasil. El clima es templado, el crecimiento urbano está planificado y tiene una de las menores brechas entre ricos y pobres de todo Brasil. Sin embargo, sus calles enrevesadas son todo un desafío para el turista. Hasta los mejores GPS enloquecen con su trazado.

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Kilómetro 2.000: Tercer reabastecimiento de combustible en Brasil. En las ciudades grandes es más fácil encontrar el diesel premium o aditivado. Casi todos los precios de Brasil están más caros que en la Argentina, con excepción de la cerveza y el combustible. Los 5,578 pesos argentinos que cuesta el Shell Diesel Aditivado gaúcho es una ganga frente a los casi 6,40 pesos que cuesta el V-Shell Power Diesel en algunos puntos de nuestro país.

Crítica: Citroën C4 1.6 HDi SX
Range Rover Evoque SD4. Este es el único vehículo diesel de pasajeros patentado en Brasil que Autoblog encontró en todo su viaje. Lo importó un particular con habilidades para trámites burocráticos.

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Kilómetro 2.200: Las autopistas le sientan bien al C4. El andar es confortable, la cabina está bien insonorizada y el control de crucero es muy fácil de utilizar. Pero es en las rutas con mucho tránsito, como la de Porto Alegre-Pelotas, donde el 1.6 HDi luce todas sus virtudes. Empuja desde bien abajo, en los adelantamientos evita tener que hacer rebajes y puede viajar a muy buen ritmo con poco consumo.

Crítica: Citroën C4 1.6 HDi SX
Confesión de parte: "Siempre me quise sacar una foto en Pelotas".

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Kilómetro 2.300: Ášltima carga de combustible en Brasil, en Jaguarao, justo antes de ingresar a Uruguay. Me propongo el objetivo de atravesar -otra vez- todo el país oriental sin tener que cargar su costoso combustible. Al final, me sobran cinco litros al llegar a la meta en las oficinas de Citroën Argentina. Con el tanque lleno la computadora de abordo calcula una autonomía de 880 kilómetros.

Crítica: Citroën C4 1.6 HDi SX
La autonomía con tanque lleno es de 880 kilómetros, según la computadora. En la práctica son casi 50 kilómetros más.

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Kilómetro 2.700: Otra vez la dinamitada Ruta 26 uruguaya. La gente de Vialidad sigue tapando pozos, pero son tantos que tardarán algunas décadas en completar la tarea. La suspensión blanda del C4 no está pensada para correr en circuitos, pero mi esqueleto agradece el esfuerzo que hace por absorber esa tremenda cantidad de baches.

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Kilómetro 2.800: Cruce de frontera Paysandú-Colón. En la fila de migraciones, el termómetro exterior del auto parece haber enloquecido: marca 46 grados de temperatura. Y eso que estamos a la sombra. Me bajo para corroborar y la suela de mi zapatilla comienza a derretirse en el asfalto. Ášltima tortura para el C4: media hora con el auto detenido, el motor encendido y el aire acondicionado a fondo para soportar semejante infierno. Con el cambio de motor, Citroën aprovechó para agrandar también el compresor del aire acondicionado, que pasó de 120 a 160 centímetros cúbicos de capacidad.

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Kilómetro 3.116: El C4 regresa intacto –con excepción de la bagueta floja- a Chambord. Comercializado desde 2008, es un auto de cualidades probadas y bien conocidas por el público argentino. De hecho, se acerca al final de su ciclo de producción, con la nueva generación estimada para fines del 2013. La buena nueva es este motor 1.6 HDi, un verdadero ejemplo de buenas prestaciones y bajo consumo. Su precio de 125.100 pesos (124.100 en la versión Sedán) es interesante, aunque queda un poco descolocado ante los 114.900 pesos que fijó Peugeot como oferta de lanzamiento del más moderno 308 1.6 HDi. Lo que importa es que, después de casi una década de incertidumbre, queda en claro que los autos gasoleros tienen el futuro asegurado en la Argentina. Y, pronto también, en el resto del Mercosur.

C.C.

Crítica: Citroën C4 1.6 HDi SX

Crítica: Citroën C4 1.6 HDi SX
Tabla de distancias, reabastecimientos y consumos.

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FICHA TECNICA

Modelo probado: Citroën C4 1.6 HDi SX
Precio: 125.100 pesos.
Garantía: dos años, sin límite de kilometraje.
Comercializa: Citroën Argentina (www.citroen.com.ar)

MOTOR
Tipo: diesel DV6M, delantero transversal, cuatro cilindros en línea, dos válvulas por cilindro, turbocompresor.
Cilindrada: 1.560 cc
Potencia: 115 cv a 3.500 rpm
Torque: 240 Nm a 1.500 rpm

TRANSMISIÁ“N
Tipo: delantera.
Caja: manual, de cinco velocidades.

CHASIS
Suspensión delantera: independiente, tipo McPherson, resorte helicoidal.
Suspensión trasera: independiente, rueda tirada con elemento torsional, resorte helicoidal.
Frenos delanteros: discos ventilados.
Frenos traseros: discos macizos.
Dirección: de cremallera, con asistencia variable.
Neumáticos: 205/55 R16

PRESTACIONES
Velocidad máxima: 186 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h: 12,1 segundos.
Consumo urbano: 7,2 l/100km
Consumo a 90 km/h: 4,7 l/100km
Consumo a 120 km/h: 6,4 l/100km

MEDICIONES
Largo / ancho / alto: 4.260 mm / 1.773 mm / 1.456 mm
Distancia entre ejes: 2.608 mm
Peso en vacío: 1.368 kg
Capacidad de baúl: 320 litros
Capacidad de combustible: 60 litros

EQUIPAMIENTO
Frenos ABS
Asistencia al Frenado de Urgencia
Distribución electrónica de frenado
Doble airbag frontal
Alarma volumétrica
Faros antiniebla delanteros
Doble anclaje Isofix en plazas traseras
Sensores de estacionamiento
Encendido automático de luces
Retrovisor electrocrómico
Sensor de lluvia
Climatizador bizona
Sistema de audio con radio/MP3/USB/Bluetooth
Volante multifunción con audio, Bluetooth y control de crucero
Computadora de abordo
Control de crucero con limitador de velocidad
Perfumador de ambiente
Levantavidrios eléctricos en las cuatro puertas
Levantavidrios one-touch en las puertas delanteras
Apoyabrazos central delantero y trasero
Tapizados en tela Anjou

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