Esta fue una Cuarentena inédita en AutoEsporte. Desde el debut de este sistema de pruebas, que somete un auto a la opinión de los diferentes integrantes de la Editora Globo, ningún modelo había sido evaluado en tantas configuraciones como con el Fiat 500.

Primero manejamos el Sport Air manual (ver nota), después probamos el Cult manual (ver nota) y también manejamos las dos versiones con cambio Dualogic: Cult y Lounge (ver nota).

El nuevo 500 fabricado en México demostró que es un auto mejor logrado que su antecesor, fabricado en Polonia, sobre todo en la versión equipada con el motor MultiAir (ver nota).

Además de eso, despertó muchas pasiones. No faltaron incluso declaraciones de amor (ver nota).

Tuvimos hasta el caso de una becaria que se quiere ganar la lotería para poder comprar uno (ver nota).

Pero no todo fueron flores. El problema que detectamos al comienzo de la Cuarentena (las demoras en la entrega, ver nota), todavía no fue resuelto y siguen faltando Cinquecento en las concesionarias.

No faltaron relatos de consumidores que entregaron sus autos viejos en parte de pago con la promesa de poder retirar su 500 en el plazo de una semana y que hasta ahora siguen esperando.

Más allá de eso, las concesionarias dicen que no pueden garantizar las configuraciones encargadas por los clientes.

Desde Fiat nos pidieron que enviáramos los casos por e-mail. Pero no recibimos ningún aviso de retorno acerca de qué medidas se tomaron.

Acerca de las demoras, la marca sólo alega que la demanda fue muy superior a la estimada y que ya pidió a la fábrica de México que aumente el envío de unidades para Brasil.

La transmisión Dualogic también recibió varias críticas (ver nota 1, nota 2, nota 3 y nota 4).

Pero, como bien definió durante su evaluación el lector y dueño de 500, Leandro Borges, no resulta tan complicado adaptarse a su funcionamiento. Y de paso elogió a los sistemas EcoDrive y Blue&Me (ver nota).

Otro aspecto criticado fue la ubicación poco práctica de su rueda de auxilio (ver nota 1 y nota 2).

Analizamos el espacio interior desde la óptica de un soltero (ver nota), de un padre de familia que quería saber si podía acomodar a sus dos hijos (ver nota) y a un padre que, al final de cuentas, tuvo que cambiar de auto a la hora de cumplir con compromisos familiares (ver nota).

El Cinquecento ya estaba en la Cuarentena cuando el Gobierno de Brasil decidió aumentar los impuestos a los autos importados. Entonces, el periodista Glauco Lucena aprovechó para hacer una bonita analogía entre las puertas pesadas del 500 y el mercado brasileño, que prácticamente cerraba sus puertas a los importados (ver nota).

Pero uno de los momentos más interesantes fue, sin dudas, el encuentro de generaciones entre el 500 actual y uno original de 1966. El autito italiano se dio el gusto de parecer, ahora sí, más grande que nunca (ver nota).

Cuarentena del Fiat 500 en AutoEsporte: ver blog completo en portugués.

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