Texto de Carlos Guimarães

Apenas llegué a casa con la C3 Picasso, mi hijo de cuatro años disparó: “Mirá, qué bueno el Citroën, ¿no papá?” Animado por el estilo diferente del modelo, se metió adentro para curiosear antes de que pudiera trabar las puertas con el comando.

Al entrar, abrió bien grandes los ojos cuando vio la pantalla del GPS en el panel y preguntó: “¿También viene con TV?”. Le expliqué que no, y entonces me pidió entrar a casa.

Aún considerando que el pequeño Ricardo Henrique siempre quiere echar una ojeada en todos los vehículos de pruebas que estaciono en mi garage, tengo que reconocerlo: la C3 Picasso llama la atención. Y por el tiempo que la estuve manejando el auto me hizo sentir también diferente a otros modelos familiares que ya manejé, como los Chevrolet Meriva, Fiat Idea, Honda Fit y Nissan Livina, por mencionar a sus rivales más directos.

Las diferencias en el interior comienzan por el volante con base chata y apliques de aluminio, algo que parece salido de un auto deportivo y termina por desentonar por completo con el desempeño nada entusiasmante del motor 1.6.

Con una relación peso/potencia de 12,3 kilos por cada caballo de fuerza, la mecánica tiene que trabajar bastante para mantener cierta agilidad.

Su centro de gravedad es bastante alto y esto implica que la carrocería se inclinará mucho en las curvas. Bastante más de lo que percibí al manejar los Fit y Livina.

La visibilidad es buena, principalmente hacia delante y hacia los costados, aunque lleva un poco de tiempo acostumbrarse a las columnas del parabrisas.

Otro punto positivo que noté es el bajo nivel de ruido del interior, muy inferior al de la mayoría de sus rivales. Eso siempre que no te olvides a los cinturones de seguridad traseros golpeando contra el revestimiento de plástico de las puertas.

El baúl de 403 litros puede llevar el equipaje de una familia de cuatro personas y la butaca trasera acomoda a tres adultos sin apretujarlos mucho.

Cuando finalmente tuve que pasarle el auto a uno de mis compañeros de la editorial para continuar con la Cuarentena, me bajé de la C3 Picasso con la siguiente conclusión: una vez más Citroën rescata su historial de osadía en el diseño para crear un modelo que tiene toda una serie de detalles que lo diferencia de sus rivales.

Para quien busque espacio y diseño atrevido –y no se preocupe por el desempeño dinámico- la C3 Picasso es una buena opción.

Tal vez por eso, durante el lanzamiento para la prensa brasileña, Nívea Morato, directora de Marketing de Citroën de Brasil, dijo que el público de la C3 Picasso estará formado por personas que ven a un automóvil más como un medio de transporte y menos como una fuente de diversión.

No sé si ese será el perfil del consumidor, pero ella acertó cuando habló de la falta de diversión al volante.

Leer más: Blog completo de la Cuarentena con la Citroën C3 Picasso (en portugués)

Leer más: La C3 Picasso ya se puede reservar en la Argentina desde 81.191 pesos

  • Copyright de AutoEsporte. Derechos de reproducción y traducción de Autoblog.com.ar
Enviá tu noticia a novedades@motor1.com