Por Carina Mazarotto
Desde San Francisco (EEUU)

En la consola centra: Up, 4WD Low, Sand/Mud. Butaca y retrovisores ajustados. Cinturón de seguridad abrochado. Palanca de cambios en Drive. “That’s OK, girl!”, dice el muchacho de cabellos rubios, gorra y camiseta de Jeep, que me habla a través de la ventanilla del auto.

OK, ahora a dosificar el pie sobre el acelerador y a subir la montaña. Ah, sí, todo sin olvidar pasar por delante del segundo instructor, un simpático señor de barba blanca. “Ya llegó el siguiente conductor”, avisó por su radio. “Caramba, es una jovencita”, acotó, desconfiado.

Hey, man! No se preocupe. Los hombres pueden dudar, pero hasta una chica como yo puede manejar este auto sin problemas. Ni siquiera me intimidaron las pendientes más inclinadas. Me sentí muy confiada a bordo del nuevo Jeep Grand Cherokee, renovado por completo y aún más valiente que el anterior. ¡Y más bonito!

Por los obstáculos que enfrentó durante la prueba de manejo, el auto demostró que continúa honrando la tradición de la marca en lo que respecta al comportamiento off-road.

La tradicional parrilla con siete varillas continúa ahí, lo mismo que los faros redondos adentro del conjunto óptico. Pero miren con detenimiento el corte del capot. Las líneas ahora son rectas, definidas. Todo está más refinado.

Y eso que todavía no vieron el interior. “¿Pudo apreciar los detalles cromados?”, me preguntó Greg Howell, diseñador de Jeep. Y no estaba apuntando al panel de instrumentos. Howell se refería a los ganchos de fijación en el baúl. “Antes, el baúl era la última cosa que se proyectaba. Aquí hicimos lo contrario y se puede apreciar que es algo especial”.

Una de las novedades mecánicas es la suspensión neumática (opcional), llamada Quadra-Lift, que ofrece cinco niveles de altura de la carrocería.

Con el auto detenido, sólo hay que apretar el botón Up en la consola para que la suspensión quede más alta. En la posición normal, el Jeep tiene un despeje de 20,4 centímetros del suelo. Pero puede llegar a 23,7 o a 26,9 centímetros.

El botón Down es de gran ayuda a la hora de cargar el baúl y deja que el vehículo a sólo 16,4 centímetros del suelo. En ruta, el despeje mínimo es de 18,9 cm y está pensado para favorecer la aerodinámica.

Trepando la montaña, a baja velocidad y con el mayor despeje, fue muy fácil superar los huecos del camino. Pero el Quadra-Lift no es el único responsable del milagro. La tracción 4x4 estaba trabajando con la reductora y la opción Sand/Mud estaba conectada.

Sand es arena y Mud es barro. Y son dos de los tipos de terreno para los cuales el sistema Selec-Terrain está programado. Se trata de un control electrónico de tracción que ofrece diferentes opciones de manejo, en función del terreno.

El Selec-Terrain ajusta la entrega de torque del motor, el funcionamiento de la caja automática y el reparto de potencia en cada rueda. También actúa sobre los frenos, con ayuda del control de estabilidad. Y a la hora de descender, el sistema Hill-Descent se encarga de devolver el vehículo a terreno plano, accionando los frenos de manera automática y ofreciendo una bajada controlada.

El nuevo Jeep se jacta de poder enfrentar todo: tierra, piedra, arena, montaña. Pero acá, entre nosotros, ¿Cuántos dueños de un SUV de lujo tienen el coraje de someterlo a pruebas tan extremas?

Si usted prefiere ser más cuidadoso, como la mayoría de los propietarios de este tipo de vehículos, no se preocupe. Después de rodar más de 200 kilómetros por las rutas de California, aquí está mi veredicto: es un Jeep que se lleva muy bien con el asfalto.

Con suspensión independiente en las cuatro ruedas, el nuevo Grand Cherokee se comporta como un auto de paseo. Tiene un andar suave, silencioso.

Y estrena un motor más económico V6 3.6 de 280 caballos, con block de aluminio y doble comando variable de válvulas. En ruta, un buen indicador: a 120 km/h y con el cambio en Drive, el motor trabaja a sólo 2.000 rpm. Con la transmisión automática de cinco marchas, el propulsor presenta un buen desempeño y sólo demora un poco para embalar en las arrancadas.

La cabina es confortable, con comandos de fácil acceso. La crítica va para los controles del limpiaparabrisas, que están en una palanca a la izquierda. ¿Y la palanca derecha? No existe. Aunque la fuerza del hábito me hiciese buscarlos en más de una oportunidad.

El volante es imponente, aunque confieso que sentí la falta de un tacto más deportivo. Es cuestión de gusto. Lo que también hace falta es ofrecer un sistema de cambio con levas detrás del volante. Desde el volante sólo se puede regular el control de crucero y la radio.

El Jeep Grand Cherokee llegará al Mercosur antes de fin de año, pero tendrá su debut regional durante el Salón de San Pablo, en Brasil. Será ofrecido con dos niveles de equipamiento: Laredo y Limited.

La suspensión neumática no será ofrecida en una primera etapa, porque la marca todavía estudia la incompatibilidad de este sistema en los autos blindados, una opción a la que recurren muchos usuarios de la Grand Cherokee en la región.

Viene de serie con faros de doble Xenón, siete airbags, sistema de entretenimiento con 30 gigas de memoria, butacas delanteras de ajuste eléctrico, DVD trasero y sisteama de acceso Keyless.

Y hablando de él… Después de pasar toda la tarde manejando, el susto. “¿Usted todavía tiene la llave?”, preguntó el valet parking del hotel. ¡Mi Dios, la llave!

Para acceder al auto con el Keyless tan sólo hay que mantener la llave en el bolsillo o la cartera y encender el motor presionando un botón del panel. El problema es que, si apagás el motor y por algún motivo la llave ya no se encuentra cerca del auto, el motor no vuelve a encender.

“¡Ah, está aquí señorita! ¿Sabe dónde? Del lado de afuera del parabrisas, junto a los limpiadores. ¿Usted manejó todo el día con las llaves ahí?”. Que la gente de Jeep no lea esto, por favor.

Crítica: Jeep Grand Cherokee
Crítica: Jeep Grand Cherokee
Crítica: Jeep Grand Cherokee

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