Desde Concepción (Chile) - Y llegó el final. Lo bueno no dura para siempre y la experiencia de vivir el WRC en Chile junto a Ford Performance se terminó. Fueron grandes jornadas de autos y ruido y también de reconfirmar que el rally es la categoría más divertida y espectacular del automovilismo deportivo. Ver a los pilotos pasar siempre a fondo, buscando el límite, exigiendo a los autos hasta dejar tirados pedazos de carrocería y así y todo seguir acelerando no es lo normal, pero estos tipos hacen que lo parezca.
Para esta undécima fecha el Campeonato 2024 los grandes candidatos eran los Hyundai que llegaban a Chile con el 1-2 del torneo con Thierry Neuville y Ott Tänak al volante. Terceros y cuartos estaban los Toyota GR Yaris de Sebastien Ogier y Elfyn Evans, mientras los Ford Puma Hybrid llegaban con pocas chances de triunfo pero con muchas ganas de "robarse" un par de tramos especiales.
A medida que fueron pasando los "primes" (como le llamábamos antes), fue apareciendo la figura del tercer Toyota GR Yaris, el de Kalle Rovanpera. Recordemos que el finlandés y Ogier no están corriendo la temporada completa en el team japonés como si lo hacen Evans y Takamoto Katsuta, un oriental de 31 años que llegó con muchos antecedentes pero no ha logrado buenos resultados esta temporada.
Junto a Ford Performance tuvimos la oportunidad de ver in situ Lota 1 y 2, que en total tenía 25.6 kilómetros cada pasada, una por la mañana y otra por la tarde. Nos instalamos en el Rally Village especialmente ubicado y construido en lo alto de la montaña. Allí había enormes carpas para refugiarnos del frío que hacia la tarde se convirtió en llovizna y niebla.
Adrien Fourmaux nos enseña cómo se hace un curvón amplio y veloz en un WRC.
La primera pasada de los autos del WRC fue tremenda. Encaraban el salto creado artificialmente frente a las tribunas para después hacer una "S" muy rápida y un curvón a la izquierda que se hacía totalmente de costado. Incluso algunos llegaron a golpear la rueda trasera derecha contra el borde del camino que hacía las veces de "cordón" antes de un precipicio de unos 40 metros.
Cuando pasaron los últimos WRC1 la niebla ya empezaba a aparecer de a poco y nos iba invadiendo. Incluso con los WRC3 finales ya era muy complicado ver bien la ruta. Y empezaron a crecer las dudas. Faltaban unas tres horas para que volvieran a pasar y todos hablábamos de lo mismo: ¿correrán con esta visibilidad tan baja?
Una media hora antes de la largada del especial pasó el auto 00 con Michelle Mouton a bordo. Ellos darían el veredicto final. Pasó el tiempo y dos minutos antes de largar se confirmó que se corría. Afuera no se veía nada. Empecé a caminar para el lado del curvón amplio y a los 20 metros de haber salido de la carpa ya no la veía. De los 25 kilómetros del especial había unos 5 o 6 que serían totalmente a ciegas o casi. Hora de confiar más que nunca en los apuntes del navegante.
Fueron pasando de a uno y se notaba claramente las diferencias de velocidad. De hecho Rovanpera fue uno de los que más fuerte pasó y terminó ganando el especial por más de 5 segundos. Con el correr de los minutos la niebla se puso peor y casi todos los autos de WRC2 y WRC3 tuvieron que hacer el especial "neutralizado" para priorizar la seguridad de todos.
Mientras tanto la carrera se seguía inclinando para el finlandés de Toyota y así fue. Segundo quedó Evans con otro Toyota GR Yaris mientras que tercero fue Tänak con el Hyundai i20 Hybrid. El 1-2 de Toyota le permite achicar la diferencia con Hyundai en el campeonato de constructores.
Los Ford Puma Hybrid terminaron en 5ta (Fourmaux), y 7ma posición (Munster), sumando buenos puntos que le permiten al francés consolidarse en el quinto puesto del campeonato y a sólo 10 de ser cuarto. Fourmaux tuvo un gran comienzo de etapa el viernes pero problemas primero en el alternador y después con una manguera de agua que quedó dañada por el alternador, hicieron que perdiera las chances de pelear arriba cuando venía tercero.
Fin de una aventura en el WRC. La mejor categoría de autos y la más divertida.