Desde Luján de Cuyo (Mendoza) - El Grupo Simpa y Royal Enfield Argentina lanzaron la semana pasada la nueva Himalayan 450 en Lomas del Malbec, en el distrito de Agrelo, Luján de Cuyo (ver equipamiento y precio). Es el nuevo modelo que viene a reemplazar a la “411” (o BS6, como se conocía internamente) que existía en nuestro mercado desde 2018, una época donde la marca inglesa con sede en Chennai (India) contaba con un line-up de tan sólo tres motocicletas (Classic 500, Continental GT e Himalayan) y un sólo concesionario.
En tan sólo seis años, los concesionarios pasaron a ser 21, y el gama de la marca se extendió a diez modelos: Classic, Meteor y HNTR (con el monocilíndrico 350); Interceptor, Continental, Super Meteor y Shotgun (con el bicilíndrico 650); Scram (única sobreviviente con el 411); y la nueva Himalayan (con el flamante Sherpa 450). De manera global, la marca sigue creciendo con el lanzamiento internacional de la Guerrilla 450 (la versión Scram de la nueva Himalayan) y más modelos en el futuro cercano.
En el evento participó Steve Everitt, encargado del área de diseño industrial de la marca, que contó que el proyecto Himalayan 450 nació un año después del lanzamiento de la 411, con un desarrollo desde cero, del cual pudimos apreciar los bosquejos y pasos del proyecto, algo hermoso para ver, especialmente para gente como yo que se deleita viendo dibujos en birome y papel. También estuvo Michael Jones, encargado del diseño de chasis, que estrena al flamante motor Sherpa 450, que posiciona a la moto en un espectro completamente distinto que la anterior, más a gusto de los públicos internacionales. No olvidemos que Himalayan era un modelo que nunca fue pensado para ser un desarrollo global, que terminó siendo reconocido en todo el mundo por sus capacidades pese a la poca potencia y que una de sus contras siempre fue la pobre performance en cuanto a velocidad final.
Esta nueva versión del modelo cambia por completo y llega a los concesionarios de la marca (que ya estaban tomando preventa hace semanas) a un precio estimado de 7.499 dólares, con un "tipo de cambio Dólar SIMPA" que se puede negociar en pesos.
Pero no todo serían palabras y dibujos. Los alrededores del hotel fueron una locación más que indicada para conocer a la nueva Himalayan y deleitarnos con las rutas y los paisajes. Tras su develación pasamos unas horas manejando el producto.
DISEÑO
La Himalayan 411 que conocimos en 2018 llamó la atención por un diseño muy tosco y clásico por así decirlo: líneas cuadradas, farol redondo, parabrisas alto y esa defensa del tanque que se volvió el sello distintivo del modelo. Esta nueva Himalayan (que llamaremos 450 sólo para diferenciarlas) hace borrón y cuenta nueva, pero tomando varios keypoints del viejo modelo: Farol redondo full LED heredado de las 650, guardabarros alto y su defensa de tanque, a esto se le suman líneas más estilizadas, un tanque de combustible más voluminoso tanto en lo alto como en lo ancho. El parabrisas cambió por un deflector algo más pequeño, con opción de un parabrisas algo más alto pero que tampoco llega a cubrir como el anterior. El asiento doble altura ahora es de dos partes, y gracias a esto se beneficia de un detalle: Ahora puede regularse en altura gracias a dos levas, que de manera sencilla, pueden llevarla de una altura al piso de 825 mm a 840 mm. Detrás unas firmes agarraderas de caños tubulares que integran la parrilla portaequipajes, sin formas raras.
La veo y me encanta, mucho más que la antecesora, mucho más que cualquier otra Royal Enfield. Es quizá la primera que escapa de la receta clásica que han sabido tener los modelos de la marca, pero no se la termina de ver moderna y rupturista, como otras motos del segmento, quizá le ayuda ese farol delantero, o la elección de un cuadro de instrumentos redondo (más adelante hablaré en detalle de él), o también la carta de colores, que como detalle, se diferencian cómo puntos de altura en la montaña, siendo BASE (Kaza Brown, arena mate), PASS (Slate Himalayan Salt / Slate Poppy Blue, ambas en “Nardo Grey” con magenta o azul), SUMMIT (Hanle Black, negro brillante con laca dorada y gráficas doradas / Kamet White, blanca mate con gráficas que simulan ser la nieve dejando ver la vegetación); todos los colores están buenísimos, haciendo referencia a los origenes del modelo y cuesta decidirse ya que todos le sientan bien a la moto, incluso el “nardo gray” que tanto ha cansado.
Pero quizá la mejor vista a mi gusto de esta nueva Himalayan sea la vista trasera, arrancando con la firma lumínica: Royal Enfield ha decidido equipar a este primer modelo de la plataforma Sherpa, con dos faroles que cuelgan al costado de la patente, como si fueran luces de giro, pero que también incluyen posiciones y luz de freno, todo full LED, inspirados en los que equipa la nueva R1300 GS. Le dan un aire fresco al remate posterior de la moto, pero si extendemos la vista, el voluminoso tanque, el tablero circular y el deflector frontal, dan una muy linda vista desde dicho remate.
Como su antecesora equipa llantas 21” adelante, con cauchos CEAT Gripp X3 en medida 90/90-21, y 17” atrás, con medida 140/80-17. Este neumático es de un uso mixto, con un buen desempeño en off-road. Otro detalle: Royal Enfield ha decidido equipar a esta Himalayan de llantas tubeless para cubiertas sin cámara, otro diferencial que cuesta un poco más pero ahorra dolores de cabeza a la hora de largos viajes, uno de los principales fines de esta motocicleta. Sin embargo, por estas latitudes estas llantas sólo estarán disponibles en la variante “Kamet White”, por lo que habrá que decidir si practicidad o gusto estético.
POSICIÓN DE MANEJO
Me costó un poco subir, pero yo creo que es más por falta de costumbre, teniendo el asiento en la posición baja (825 mm al suelo), sin embargo una vez acomodado uno queda óptimo gracias a un manubrio de 852 mm de ancho y se sienta cómodo gracias al material de relleno del asiento. Los pies reposan sobre pedalines de aluminio con apliques de goma desmontables para el uso con botas, y montados sobre unos soportes especiales que se fijan al chasis con unos bujes de goma para evitar que lleguen vibraciones del motor a los pies. Puedo decir que funcionaron de manera efectiva durante los casi 200 kilómetros de uso en terrenos mixtos, e incluso sin los pedalines de goma ya que utilicé botas de motocross. La ergonomía es óptima, ya que podemos viajar cómodamente sentados, pero en el uso offroad nos beneficiamos por una zona angosta que ayudará al ir parados sobre los pedalines.
Pasando al acompañante, este tiene su propio cojín del mismo material de relleno que el de conductor, y sus pies apoyarán sobre pedalines retráctiles de aluminio. Para agarrarse, contará con agarraderas laterales que integran al portaequipajes con capacidad recomendada de 7 kilogramos.
Volvamos al manubrio: Primero que nada, las manetas no son regulables como en las 650 de la marca, además nos vamos a encontrar con los clásicos comandos de Royal Enfield, cuyas perillas han sido reestilizadas, y nos encontraremos con nuevos aditamentos, ambos grandes novedades del modelo. Del lado derecho encontraremos la tecla que permite el cambio de los modos de manejo, y desconexión del ABS trasero, ideal para el off-road, de fácil accionamiento. Sin embargo, no permite el cambio de modos mientras vamos circulando, ni tampoco pude hacerlo en detenido ya que me pedía apagar la moto y volver a poner en marcha, quizá un tema a revisar. En el medio del manubrio encontraremos una toma de USB-C para conectar accesorios, mientras que del lado izquierdo, además de los comandos de luces y bocina, vamos a encontrarnos con el botón de menú y el joystick que comanda al Tripper Dash, una evolución del sistema creado en colaboración entre Royal Enfield y Google, que merece un párrafo aparte.
Mientras que el antiguo Tripper constaba de una pantalla LCD del tamaño de un smartwatch que indicaba navegación giro a giro y notificaciones de llamadas, esta nueva Tripper Dash consta de un chip WiFi y una pantalla TFT circular de 4” con anti-reflejo, a la cual el teléfono se conecta mediante una aplicación, y podremos contar con navegación completa mediante Google Maps, control de multimedia en caso de usar comunicador y las notificaciones del teléfono, bastante intuitivo y completo. No tuve tiempo de probar el funcionamiento de la interfaz, pero se comenta que tiene un par de complicaciones con la gestión de la batería del teléfono. Además de toda esta información, contaremos con posiblemente el display más completo hasta la fecha en una Royal Enfield, ya que su “computadora de abordo” nos brinda información sobre dos parciales de odómetro con consumo promedio, consumo instantáneo, autonomía y voltaje de la batería. Esto además se complementa a la clásica información, que puede verse de manera “analógica” con un cuentavueltas que ocupa todo el cuadrante y se suman indicador de marcha engranada con sugerencia para cambio de marcha, indicador de pata lateral y testigos varios. ¿Quieren algo más? Tiene modo diurno/nocturno que varía entre fondo blanco y fondo negro para mayor visibilidad. En pocas palabras, este Tripper Dash se volverá un gran aliado a la hora de salir a la ruta con esta nueva Himalayan.
Detrás de todo este despliegue tecnológico, nos vamos a encontrar con un pequeño deflector, muy estilizado pero que no podrá servir para cubrirse del viento. De manera accesoria, se podrá agregar un parabrisas más grande para aminorar este inconveniente. Los espejos siguen siendo redondos y algo pequeños para mi gusto, pero no han mostrado mayores vibraciones durante el recorrido on-road.
MOTOR y TRANSMISIÓN
Quizá la parte más importante de esta nueva Himalayan sea el apartado mecánico, es que se ha desarrollado desde cero una nueva mecánica, en la búsqueda de mejorar la performance de esta moto, principalmente en ruta donde flaqueaba con su pobre velocidad final. Este nuevo Sherpa 450 tiene exactamente 452 cm3, sigue siendo monocilíndrico con inyección electrónica, cuenta con doble árbol de levas, cuatro válvulas y ahora es refrigerado por líquido, por primera vez en una Royal Enfield. Eroga una potencia de 40 CV a 8.000 rpm, y 40 Nm de torque a 5.500 rpm; siendo un incremento del 60% en la potencia y un 25% más de torque versus la BS6, cuyos picos de potencia se encontraban a una menor cantidad de vueltas. Esta potencia se transmite a la rueda trasera gracias a un nuevo acelerador electrónico del tipo “Ride by Wire”, con dos modos de manejo (Performance y Eco), y una caja de seis marchas junto a un embrague multidisco bañado en aceite con sistema anti-rebote. Le faltaría quickshifter, pero no creo que el público al que apunta esta moto lo esté necesitando, y posiblemente haya una pieza aftermarket para cubrir esa “falencia”.
SEGURIDAD
Quizá el punto más “flojo” de esta nueva Himalayan, no porque haya perdido algo, sino por lo que pudo haber agregado y quizá en esa búsqueda del “pure riding” que Royal Enfield pone siempre como bandera no se ha decidido equipar. Sigue con ABS de doble canal, pero para beneficio del off-road ahora es desconectable en ambos modos de manejo, y discos de 320mm con pinzas de doble pistón de la marca ByBre. No agrega control de tracción, ni control de crucero, aunque teniendo acelerador electrónico, seguramente termine llegando en un update.
La suspensión consta de una horquilla invertida adelante de 200mm de recorrido, y un monoamortiguador trasero con bieleta también de 200mm de recorrido y con regulación sólo en precarga, todo provisto por la marca Showa. Es esta la primera vez que esta “colaboración” saldrá del asfalto, y su funcionamiento es más que correcto, ya que demostró alta capacidad de absorción en terrenos irregulares.
Como toda Royal Enfield, cuenta con pata lateral con corte de corriente, y caballete central de fácil accionamiento.
COMPORTAMIENTO
Lo bueno de Mendoza es que pestañás y tenés todos los terrenos a disposición. Y acá es donde pensamos si la Himalayan tranquilamente podría llamarse “Aconcagua”, “Andinian” o algo que la acerque más a nuestra Patagonia (Patagonian ya está tomado, disculpen); es una moto hecha a la medida de dicha geografía. Tras un alerta amarilla de viento Zonda (que estuvo latente toda la semana), tenemos luz verde para salir a probar la Himalayan 450 por la mañana. La salida de Lomas del Malbec es quizá el primer desafío, un ripio bastante pesado entre el lobby del hotel y los kilómetros que lo separan de la ruta, pero nos sirve para notar algo completamente nuevo. No es una moto tan liviana, ya que declara 196 kilos con el 90% de los líquidos, pero con un par de kilómetros uno va a poder acostumbrarse a los pesos y sentirse cómodo con ella.
A diferencia de la 411, esta 450 es una moto que se desenvuelve mucho mejor en la ruta, alcanza con acelerar y sentir la potencia del Sherpa, que como su nombre indica va a empujarte y ayudarte en llegar a la cima, ya sea de una montaña o de ganarle al tránsito. Con este conjunto motor/caja, esta nueva 450 puede viajar a 130 km/h a 5.000 rpm en 6ta marcha y aún tener acelerador para realizar un sobrepaso, todo gracias a la caja de cambios que funciona de manera excepcional, y permite además un suave pasaje de marchas. Ahora la Himalayan disfruta las rutas y dejó de ser un dromedario tranquilo pero seguro a ser una gran moto para rutear, viajando muy estable y muy cómoda a velocidades de ruta. En el trayecto de más de 160 kilómetros recorridos a bordo, el mix fue un 60/40 a favor del asfalto, viajando hacia La Carrera, y bajando al Dique de Potrerillos vía Las Vegas, para así aprovecharnos de unas buenas curvas que sirvieron para comprobar lo bien que se desempeña. Pero todo asfalto tiene un final, y al Sherpa no le trae problemas, y la Himalayan transiciona sin problemas hacia el ripio, donde se pone aún más divertido todo. Paramos, desconectamos el ABS trasero y a darle. Las cubiertas CEAT tienen un dibujo más mixto que su antecesora, pero se comporta muy bien en off-road; el ripio muy suelto parece no disfrutarlo mucho pero es cuestión de maña y correcto manejo, incluso pude andar arriba de 70 km/h en ripio sin ser un experto del terreno y la moto me hizo quedar casi como un Benavides (con bastante falta de entrenamiento), una belleza.
El recorrido nos llevó por todo tipo de rutas, en subida y en bajada, incluso caminos sinuosos en ripio, uno más lindo que el otro, que dieron ganas de hacerlos una y otra vez hasta encontrarle el límite a la moto. Como bien saben, Mendoza suele ser bastante seca y las lluvias no llegan hace bastante, por lo que no hubo chance de revisar la capacidad de vadeo que parece haber aumentado gracias a una relocalización del filtro de aire de la moto, que ahora se encuentra arriba del chasis, cubierto por el tanque de combustible. Esto requerirá un desarme más complejo a la hora del reemplazo, pero beneficiará a la hora de cruzar pasos con agua. El nuevo asiento es cómodo tras las más de tres horas de recorrido mixto, y mi “metro setenta y cinco” de altura se sintió a gusto con la altura baja del asiento regulable. Quizá podríamos pedir un relleno más blando, pero es bien sabido que con el paso de los kilómetros este compuesto se irá ablandando, invitándonos a usarla y usarla sin terminar molidos. Los consumos medidos con la computadora de abordo del Tripper Dash dieron algo de 27 km/l en los 160 kilómetros recorridos, y chusmeando el instantáneo durante el recorrido, ha llegado a dar un consumo de 2.7 lt/100km a 100 km/h en 6ta marcha, cabe destacar que el tanque de combustible pasó a 17 litros de capacidad, ganando 2 litros contra la BS6. Cálculos rápidos y más de 450 kilómetros de autonomía para seguir girando.
Pero lamentablemente, todo tendría un final, y este contacto nos dejará con ganas de más, que espero resolver en una prueba más extensa que ojalá pueda realizarse más adelante.
CONCLUSIÓN
Es difícil sacar una conclusión seria tras sólo una mañana de manejo, más allá de los cerca de 200 kilómetros recorridos a bordo de la nueva Himalayan 450. Pero sí puedo decir que Royal Enfield ha hecho borrón y cuenta nueva con esta nueva Himalayan, y la relación precio/producto se ha puesto más que interesante, ya que nada tiene que ver con su antecesora.
La marca ha crecido muchísimo en desarrollo y calidad desde 2016, y esta “Hima” es la clara muestra de ello. Puede haber gente a la que le agrade más el diseño “tosco” de la versión anterior, o que no se sienta a gusto de esta nueva 450 porque el nuevo diseño no le parezca muy “Royal Enfield”, pero lo que sí hay que destacar es que todo se siente mejor hecho, con un incremento de calidad en toda la moto. Basta mirar las piezas mecánicas, las soldaduras del chasis y los encastres. El upgrade es total, y no es sólo mecánico o visual.
Todo este incremento sin embargo no se lo siente en el precio, ya que los USD 7.499 de las versiones BASE, PASS y Hanle Black, equipadas con llantas para cubiertas con cámara, o los USD 7.799 de la versión Kamet White con llantas tipo “tubeless”, ponen a esta 450 en una posición más que interesante, incluso por debajo de la competencia. Sin embargo, por el momento no han anunciado ningún tipo de financiación como nos tiene acostumbrado la marca, pero no parecería hacer mucha falta ya que muchos usuarios de 411 verán conveniente pegar el salto a la nueva versión sin necesidad de desembolsar una gran suma de dinero.
En lo personal es una moto que me cerró por todos lados en este primer contacto. La carta de colores hace que a uno le cueste decidirse, y eso que por fotos yo era fan total de la Hanle Black con su tanque negro y sus llantas doradas. En persona todas agradan, incluso la Kaza Brown con su color arena o la Slate Salt con ese gris que tanto nos cansó y los detalles magenta que según la luz pueden ser más rojizos. De todas maneras, la geografía tiene mucho que ver a la hora de comprar esta moto, y hay que ver cómo se desenvuelve la Himalayan en el tránsito de Buenos Aires que me acompaña a diario. Para un planteo más urbano con esta plataforma, Royal Enfield ya presentó hace semanas a la Guerrilla 450 (que regionalmente se llamará GRR450 para evitar conflictos por la denominación) con rueda delantera de igual rodado al trasero; y seguramente salga a un valor un poco menor de esta Himalayan con prácticamente el mismo chasis y equipamiento. Es una moto que consideraría tener para recorrer cada kilómetro del país, y ¿por qué no del mundo? Soñar es gratis. Sea donde sea, acá, en Chile, en Sudáfrica o en la India, espero volver a probar de manera más profunda más adelante. Gracias Mendoza por tus caminos, gracias clima por aguantar el Zonda para que rodemos, gracias Royal Enfield por esta nueva Himalayan.
P.B.