En esta nota de hoy vamos a hablar sobre el manejo responsable y sustentable en las travesías 4x4. Acerca de la necesidad de respetar y ser respetados en la conducción off-road.
Pero antes hagamos un poco de historia.
* 1922: André Citroën lidera el cruce el desierto del Sahara con cinco semiorugas de su marca y veinte personas, considerándose al “Crucero Negro” como la primera travesía 4x4 de la historia.
* 1944 – Día D: El general Douglas Mac Arthur, líder de las fuerzas aliadas, desembarca en la costa de Normandía conduciendo su fiel Jeep Willys, para liberar a Europa de la opresión nazi.
* 1977: Thierry Sabine se pierde en el desierto del Teneré, en África. Sobrevive y crea el Rally Dakar, ”un sueño para los que se quedan, un desafío para los que largan”.
* 2024: Braulio H. descubre un nuevo ingreso a La Frontera y lo festeja haciendo “donas” a toda velocidad en su V6 con chip de 300 caballos y ploteado color uva. Llena de arena a los turistas que toman apaciblemente el sol y que no quieren escuchar los insoportables bajos de su millonario sistema de sonido, copiado de un show de Michael Jackson.
Pregunto: ¿qué nos pasó, amantes del 4x4? Hay una sola respuesta: "Evolución técnica e involución social". No es otra cosa.
En el medio de ese tiempo quedaron los míticos Camel Trophy, la expedición al Tapón del Darién y tantos otros periplos sobre cuatro ruedas que despertaron desde siempre “el sabor de la aventura” (sic), que parece que a algunos los transforma en guerreros de fin de semana.
No es casual ver opulentas 4x4 circulando por las urbes del planeta, yendo al trabajo, al super y también llevando a los chicos al colegio. No, no es ostentación: es "sentido de pertenencia".
En la mente de quien maneja su embarrado todo terreno por las calles estrechas de la ciudad subyacen los recuerdos del último viaje por la montaña y los cálculos mentales de quien vive planificando la próxima aventura.
Porque no es sólo un vehículo: es un estilo de vida que se presenta como "libre, independiente, conquistador" y, lo mejor de todo, "sano".
"Por acá, sí. Por acá, no"
El mundo avanza y, con él, las regulaciones también. Las antipáticas -pero necesarias- regulaciones propias de un mundo civilizado sirven para contener nuestras veleidades de explorador, en el marco de la conservación del medio ambiente, el nuestro y el del futuro de la Tierra.
¿Pero quién impone estas regulaciones? Ahí viene el problema.
Algunas provincias prohíben casi todo: solo se pueden visitar los trillados atractivos de siempre, llevados casi de la mano del estructurado operador turístico local, por un sendero semi asfaltado. Por favor, ¿dónde está el atractivo de eso?
Otros municipios, en cambio, con el afán de no perder "clientela" legalizan algo tan ilógico como la “Licencia para Conducir Cuatriciclos en la Vía Pública”. ¿Perdón? Es algo simplemente incoherente, porque no existe fabricante alguno que avale ni recomiende el uso de un cuatri en el asfalto de una ciudad, por cuestiones de diseño y -obviamente- por lo inseguro de su uso en ese ámbito.
Afortunadamente, quedan muchos lugares. Los más recónditos están disponibles para desatar las habilidades de la conducción fuera de camino por paisajes que, aunque no hayamos sido los primeros, despiertan el “Marco Polo” que llevamos dentro.
La informacion necesaria
¿Como saber dónde sí y donde no? Todo viaje de aventuras comienza en el instante en que se empieza a pensar en él. Es entonces, al momento de la planificación, cuando hay que hacer bien los deberes.
Lo más saludable es comenzar indagando en las webs de las provincias, municipios y localidades, para luego consultar en las oficinas de Turismo de los destinos elegidos, haciendo hincapié especialmente sobre los itinerarios a recorrer, para asegurarnos que nuestra idea de viaje no “pise” ningún Parque Nacional, Reserva Natural, Patrimonio de la Humanidad o Zona Restringida. De esa manera evitaremos llevarnos sorpresas, generar daños no deseados… o volvernos a casa con una polémica multa no prevista.
No es de extrañar que lo que antes se podía y era inofensivo, hoy sea un sacrilegio según alguna nueva disposición poco difundida y -por qué no- pobremente comunicada.
Porque aunque parezca que estamos “en el medio de la nada”, allí también puede haber “Zorros Grises de la Ecología”, agazapados para caernos al cuello como si fuéramos más malos que los piratas de la Costa de Marfil.
No, estimado “Guardián Verde”: los aventureros 4x4 no somos asesinos ni delincuentes. A lo sumo, desactualizados de información, pero siempre con la saludable sed de aventura por delante.
Una conveniente difusión de los entes locales siempre sería preferible a una sanción que, al final, solo sirve para espantar al turismo. Porque viajar es comunicar y crecer y, al final, le sirve a todos (y la multa no le sirve a nadie).
Minimizar el impacto
Existen varias ONGs que atacan el tema con solvencia. Basándome en la muy amigable y antigua “Thread Lightly” (https://treadlightly.org/) y después de más de treinta años de viajes en 4x4 en los que junté algo de polvo en la ropa, me permito resumir de unos consejos básicos a tener en cuenta.
Tips que nunca fallan y que siempre sirven para comportarse como corresponde a la hora viajar responsablemente y desafiar el terreno con el acelerador.
Veamos.
Guía del 4x4 Responsable y Sustentable
1. Consulte el pronóstico meteorológico antes de salir: Evite sorpresas y anticípese al clima.
2. Cumpla siempre con las leyes de tránsito: Esto incluye disposiciones y restricciones vigentes de acuerdo a las épocas del año.
3. Respete la propiedad privada: Planifique su viaje y gestione los permisos necesarios con anticipación. Si encuentra una tranquera cerrada, déjela cerrada.
4. Considere a los demás antes que a usted: Esto es clave para un viaje seguro y equilibrado, evitando maniobras a velocidades innecesarias próximas a personas, música a alto volumen, escapes ruidosos o toda aquella acción que pueda molestar a un tercero próximo a nuestra actividad. Si comete un error, pida disculpas y ofrézcase a resolver y reparar los posibles daños causados involuntariamente.
5. Realice el mantenimiento conveniente de su 4x4: Esto evitará pérdidas de fluidos sobre el terreno y sobrecalentamientos que podrían provocar un principio de incendio en lugares secos y con vegetación.
6. Conozca su vehículo: Dominar los ángulos de ataque y escape, la altura libre y la ubicación del/los diferenciales facilitará el cruce por sectores con obstáculos, evitando impactar sobre salientes del piso. Además, se reducen las posibilidades de roturas de elementos que puedan causar pérdidas de fluidos, los cuales causan efectos nocivos sobre la tierra.
7. Lleve el equipamiento necesario para afrontar el desafío: Tanto en la mecánica y los accesorios como en el equipo personal de vivac. Prepararse para lo peor, esperando lo mejor.
8. Ajuste la presión de los neumáticos en todos los terrenos: Cada piso requiere una presión específica para optimizar la tracción y preservar la superficie del mismo, evitando degradar el terreno por exceso de tracción.
9. Aproveche siempre las huellas existentes: Evitando hacer un nuevo paso, si no es absolutamente imprescindible.
10. Cruce los cursos de agua en los lugares previstos: Donde el camino entre y salga, en cada orilla. Estos pasos siempre serán los más seguros y evitan daños sobre las márgenes de ríos y arroyos.
11. Administre la potencia: "Si no rompo el terreno, no rompo el vehículo". En terrenos blandos como el barro, la arena o la nieve gestione el acelerador con suavidad para no castigar la superficie del suelo y evitar formar huellas nuevas. Esto también contribuye a preservar las partes mecánicas, que estarán sometidas a menor tensión y menor desgaste.
12. Regrese por su huella: Siempre que sea posible, claro. Si recesito retomar, elegir siempre un sector amplio para requerir menor uso de la dirección y minimizar las maniobras.
13. Bájese y camine para estar seguro: Ante la duda, descienda y explore a pie, para elegir el mejor camino o cruce de un obstáculo. Siempre es preferible mojarse un poco en el momento necesario, que empaparse por completo cuando ya sea tarde.
13. Rescate con inteligencia: En caso de usar un malacate, busque anclarse de forma de minimizar el daño sobre árboles, vegetación o puntos del terreno que vaya a utilizar, protegiendo las cortezas y raíces a utilizar.
14. Priorice la tracción a sangre: Las bicicletas, los caballos y los caminantes siempre tendrán prioridad de paso, evitando circular demasiado cerca de ellos o a gran velocidad, llenarlos de tierra o salpicarlos con agua.
15. Derecho de paso: En verano el tránsito que sube tiene prioridad mientras que en invierno la prioridad es de quien viene bajando, por los posibles deslizamientos sobre hielo o nieve.
16. Respete a los animales y a la vegetación: No asuste al ganado ni a las tropillas.
Respete la trashumancia (traslado de ganado por caminos públicos en ciertas épocas del año). Evite pasar por lugares de nidos o criaderos de especies autóctonas.
17. Aprenda navegación terrestre: Actualice el GPS y lleve siempre un mapa de papel como respaldo. Ubicarse en el terreno es una milenaria técnica para poder desplazarse con seguridad y sin temor a ingresar por caminos y zonas no autorizadas. Es una disciplina vital para volver a casa sanos y salvos.
18. Guarde toda su basura en bolsas específicas: Esto incluye las deposiciones personales y de las mascotas. Junte la basura encontrada, aunque no sea la propia. Si alguien no lo hizo, es su turno de ser "El Héroe del Día".
19. Deje lo que encontró, mejor de como lo encontró: Evite hacer fuego si no es necesario y tome todas las medidas necesarias para evitar su propagación descontrolada. Si hace fuego revise conscientemente luego de apagarlo hasta estar seguro de su extinción. Atención con las zonas de fuego restringido.
20. Capacítece: Realice un curso de manejo específico para aprender más sobre cómo sortear el terreno en un vehículo con tracción en las cuatro ruedas. La capacitación siempre es la mejor inversión, nunca es un gasto. Pero atención: elija bien en quien confía su aprendizaje y en qué empresa deposita la seguridad de su travesía. Consulte, solicite y analice la experiencia previa de los instructores y guías a contratar. No se deje llevar por quienes lleven poco tiempo en la actividad, aunque sus redes sociales los presenten como destacados en el ambiente. Una linda foto no es certificado de conocimiento. Existen muchas empresas idóneas y con experiencia. No sea el “Conejillo de Indias” del aprendizaje de un instructor principiante.
Conclusiones
Los vehículos 4x4 fueron creados por una necesidad, aun hoy mantenida en el tiempo, y a la que se le sumó un propósito recreacional siempre provechoso. Del uso coherente de los vehículos y del respeto por el medio en el cual se transite va a depender el visto bueno social sobre la actividad más entretenida e inofensiva que se puede hacer con un volante, una carpa, dos sándwiches y una campera: salir de travesía.
Porque en el espíritu de todo humano permanece ese desafío que los llevó a priorizar el descubrimiento por sobre la ecología cuando hicieron rodar por primera vez al Astromóvil LRV Boeing durante la misión Apolo XV a la Luna, en 1971.
Sí, aún hoy permanecen las huellas de los neumáticos de un vehículo en la superficie lunar.
Y ningún proteccionista podrá reclamar nada.
J.D.